Las horas pasaban de forma tranquila mientras hacíamos vigilia cada cual haciendo turnos mientras el otro descansaba o perdía el tiempo con algo más con tal de entretenerse y nada relevante pasaba excepto cuando paso un ajolote encapuchado con varios tatuajes leyendo un libro sin notar su entorno casi como si en esta ruta no existiera ningún peligro más allá de caerse por una roca aunque aquí se dice que los ataques de bestias o bandidos furtivos son constantes, estos son débiles en comparación con otras áreas aún así la precaución es casi un requisito para seguir vivo en esta tierra salvaje dónde lo único que impera es las leyes de los más poderosos llegando a ver otras ciudades que han sido por completo destruidas por las bestias en cuestión de días el único recuerdo tangente de sus habitantes aparte de los escombros son las pilas de huesos de esos pobres anfibios que escasamente pudieron hacer algo y las grandes ciudades amuralladas en su máxima punto siendo sus afueras controles contra todo posible casi llegando a fortalezas impenetrables en las cuales tarde o temprano algún ser de dimensiones titanicas atacará destruyendo todo, aún puedo recordar cómo esa tortuga aunque fuera un animal pacífico su mero paso hizo temblar la tierra e incluso en su pasar por accidente rompió una pared de las murallas más grandes está llegando hasta el cielo mismo dejando mis ojos cortos como anonados haciéndome sentir insignificante al entender la realidad de este mundo y en realidad ahora que lo pienso es una bendición que este pueblo siga relativamente en pie a pesar de haber oído que su alcalde solo es un cerdo corructo que por un poco de dinero amaría degollarle el cuello viendo como ese líquido algo azulado que estás ranas cae al suelo el solo suplicando por su vida o usar un veneno salino

Al final tras tantas horas de esperar el atardecer llegó junto a ellos y era reconocible a simple vista que esos hombres como mujeres provenían de sapo torre aunque reí un poco por dentro al ver que incluso el dinero que me dieron era ridículo porque su equipamiento era básico comparado a los verdaderos guerreros del imperio siendo que mi combate contra un general me costó mi ojo y ellos carecen incluso de la precaución necesaria apostando a que solo deben valerse de su ahora mermeda reputación y una ves yo y ese hombre cruzamos miradas empezamos a caminar con sigilo entre los árboles hablando de cómo matarlos, a lo que dije que daríamos un ataque con el cual los tentemos a ir al bosque cada cual separándose y así aprovechando nuestro conocimiento previo del terreno para asesinarles uno por uno y todo siguió de acuerdo al plan una vez le di una flecha en la pierna a uno de ellos el cual tocaba una armónica dando un grito de dolor intenso a lo que ellos estaban por entrar hasta que una mujer alta y encapuchada los detuvo a lo que note que era su líder debido a la forma en que le obedecían estos formándose en un círculo mientras veían con atención todo el lugar tratando de detectarnos aunque por la distancia sería casi envano a lo que tome una daga, calcule la distancia, revise que no se moviera y por si llegaba a esquivarla saque un frasco de mi alforja este siendo veneno de arañas rojas de patas doradas de las tierras de muspell cubriendo mi daga en caso de que rozará con ella para así matarla o en caso de que alguno fuera a tocarla muriera por su ignorancia eso tal vez haciéndoles correr hasta la aldea dónde los podríamos asesinar en un ataque furtivo, al final lanzandola pero justo en ese momento uno de ellos recibió el golpe de forma abrupta habiendo reaccionado con suficiente atención salvandole de su muerte

- Mi capitana, fue un horno servir con usted.... La oscuridad se acerca, la oscuridad se está acercando y siento como el veneno lentamente paraliza mi cuerpo hasta que sea incapaz de respirar..... Dígale a mi amada que la...... -

- descansa en paz buen hombre tu sacrificio no será en vano, veneno de color rojo. No son bandidos normales chicos, no vale huir ahora mismo porque de lo contrario nos van a rastrear y matar -

- señora, somos casi cuarenta y probablemente solo sea un grupo de asesinos que ni llegué a veinte. Podemos tratar de buscarlos y matarlos -

- haganlo, si nos quedamos quietos o tratamos de llegar a la aldea para probar el martillo ellos nos matarán y no quiero usar esa cosa generando un incendio por toda el área pudiendo matarnos, además se siento raro.... Es casi como si esa cosa estubiera viva -

Una vez ellos entraron al bosque note que no sería fácil, porque tras hablar se habían separado en dos grupos de quince y uno de diez dónde estaba el líder sus guardias estando mejor armados a la par que estos si nos buscaban bien y no solo caminaban como tontos consumidos por el miedo viendo con paranoia a todo lugar aunque justo cuando estaba por empezar mi cacería ese hombre se me acercó diciendo "¿Quieres hacer una apuesta? El que mata más sapos se queda con la mitad del dinero del perdedor y lo mejor del botín de ellos, así no hay peleas por dividir el tesoro que tengan" a lo que pregunté tesoro hasta que el río levemente diciendo en forma de pregunta si jamás había saqueado el cadáver de los que mató a lo que note que el no sigue tanto los preceptos del asesino que yo siendo algo un poco menos cauto, pero a admitirlo similar que fue un robo puede llegar a ser útil aunque hace más difícil que parezca algo personal, como sea que empiece la cacería.