23: Slut.
⚠️Advertencia ⚠️
Ua sin quirk. Kacchan alfa empresario, Deku Omega universitario.
Sexo anal, y comedia, Smut del bueno chi cheñor *inserte voz de boda la comadreja* UwU
Comentarios muchos, muchísimos comentarios xfa 🥺.
(...)
Izuku tenía veinte años, vivía en los cuartos de la Universidad que le dejaban a sus estudiantes en el campus y era un nerd Omega que tenía miedo de incluso decir la palabra "pene en voz alta".
¿Qué podía hacer para eso?
Fue criado por una madre igual de tímida que él y ese tipo de temas nunca se escuchó en las paredes de su hogar, cuando llegó su celo su madre solo le dijo que bebiera sus pastillas y tratará de "liberarse", pero jamás le especificó ese hecho.
El Omega tuvo que aprenderlo solito y el internet también era de ayuda, aunque nunca buscó nada más allá de cosas básicas de Omega, o en las clases de educación sexual que daban en su vida estudiantil. Pero pasaba las clases con el trasteo rojo y trataba de prestar toda la atención posible a ello.
Aún así, aunque tenía un conocimiento básico, nunca llegó a tener un novio o se armó de valor para buscar uno, siendo un pequeño nerd que siempre usa ropa grande y camisas con la palabra "camisa de día" en ellas no dejaban al gran misterio de porqué.
Pero, Izuku estaba cansado de eso, siempre escuchando de sus compañeros Omega lo "bien que se siente", o "lo grandioso que es estar con un alfa de gran nudo". Izuku buscó una manera de probar eso que él nunca había sentido antes, nada mejor que el internet, de nuevo.
Encontró una aplicación para encuentros rápidos, básicamente se trataba de encontrar a alguien para ligar una noche y pasar bien un rato, como una aplicación de citas. Fue lo mejor que se le ocurrió y puso muy en claro lo que quería hacer en ese sitio.
"Solo quiero pasarla bien una noche y ver estrellas".
Algo así había escuchado decir de uno de los Omegas de la facultad en un baño público. Quedó con alguien, nadie ponía su nombre real en el sitio así que tampoco puso el suyo y no era de extrañar que ese nombre fuera raro, pero aún así siguió adelante con el encuentro pendiente.
Una noche de viernes, Izuku se arregló lo mejor que pudo, incluso compró ropa para la ocasión, y se hizo una buena depilación corporal. Su ropa consistía en un ahorro a relés de sus glúteos, medias red que cubrían todo sus muslos hasta arriba, una franela oscura pegada al cuerpo y sus zapatillas rojas, eso fue lo único que no cambió.
Para no verse muy descarado ante los compañeros que podrían estar por el campus y por su propia vergüenza personal, Izuku se colocó una gabardina que era bastante larga. Salió esa noche a su lugar de encuentro, no tenía auto así que fue caminando.
Llegó a un parque cerca de unos moteles en donde se suponía que iban a elegir alguno para pasar la noche, a las siete y media había sido el acuerdo, Izuku al llegar allí esperó. Estaba bastante nervioso, repasó las cosas que había hecho para la ocasión en su cabeza.
"Un poco de preparación extra antes del encuentro, listo. Depilación, listo. Haber tomado pastillas anticonceptivas durante una semana antes, listo. Un poco de maquillaje, listo."
Así estuvo allí, estaba bastante nervioso y por ello comenzó a sudar, Izuku no tuvo más remedio que abrir su gabardina y dejar que el aire fresco de la noche le aliviara un poco. Caminó un poco mirando a los lados, para ver si aparecía su cita, desearía al menos saber cómo era el rostro del alfa, lastimosamente su perfil no tenía una.
Puede que sea hasta peligroso pero Izuku ya estaba allí, debía de ser paciente y dejar que las cosas siguieran su curso, solo esperaba que el alfa no fuera un traficante de blancas u órganos, el pecoso era joven y sin tenía mucho por vivir.
Izuku resopló mientras sacaba su celular y miraba la hora, eran casi las ocho y cuarto, estuvo más de media hora allí y nadie aparecía, quizás solo le habían jugado una broma. Estuvo a punto de irse, sin embargo, las farolas de un auto brillaron a su espalda haciéndole voltear un poco exaltado.
El carro pasó por su lado aunque redujo la velocidad al momento en que fue el campo de mira de la luz, Izuku ya se estaba asustando en serio.
"¡Si era un secuestrador!"
Chilló internamente y se congeló, debía de correr, pero tenía miedo, ¿Y si esa gente tiene armas? Le podrían disparar y matarlo para que no revele que la aplicación a la que dentro solo era una fachada para raptar omegas.
El auto se detuvo justo al frente de la segunda puerta, se miraba grande y caro.
Pero eso no fue lo que le asustó en sí, sino que, la ventana de color negro se bajó lentamente.
El pecoso tragó saliva rezando a todos los dioses que conocía o había oído mencionar, aunque no se esperó encontrar a un apuesto joven alfa de ojos rojos y cabello rubio dentro del carro, este le observó de arriba abajo y solo pareció dar un asentamiento interno antes de hablar.
—Lo que sea que pidas por esta noche, yo te lo daré, ahora sube. —el alfa de ojos rojos se hizo a un lado y le abrió la puerta dando confirmación a su invitación/demanda.
"¿Esta es mi cita?" Pensó Izuku internamente algo confundido, por mensajes era algo más amable, pero de todas formas no podía quejarse del todo, era más guapo de lo que creyó, no le dio muchas vueltas al asunto y se subió al carro nuevo.
Cuando lo hizo cerró la puerta con cuidado, no quería ser demandado si estropeaba algo que no debía. Al estar dentro las feromonas dominantes del alfa lo golpeó con fuerza, ese era su territorio y lo dejaba muy en claro, pero le daba más calor y nervios, sin mencionar que parecía haber calefacción interna pues el auto estaba más caliente que el ambiente de afuera.
El pecoso no pudo evitar quitar la gabardina de sus hombros un poco para no ser descortés, miró al rubio sin saber qué hacer, la verdad no tenía una conversación preparada y socializar tampoco era lo suyo, así que lo único que pudo hacer fue sonreír de manera tímida al alfa mientras jugaba con sus dedos.
—Parece como si no tuvieras lengua, ¿Cómo te llamas? —De alguna forma, el rubio se acercó más a su espacio y colocó un brazo por el respaldo del asiento de cuero como si estuviera rodeándolo.
—D-Deku… —murmuró el Omega con algo de voz, estaba confundido pues ese nombre era de su perfil, ¿Como era que no se acordaba? De todas formas, a Izuku también se le olvidó cómo era que se llamaba el perfil de su cita.
Era algo como, Haku, Maki, ¿Haru?
Algo común podía olvidarse fácilmente, y le daba vergüenza pensar mal del alfa pues también se había olvidado del sobrenombre. Entonces Izuku se sonrojó y trató de acercarse un poco más al rubio, tratando de ser algo atrevido.
—¿Cómo puedo llamarte? —preguntó y el movimiento que hizo anteriormente pareció haber dado luz verde pues una mano del rubio se posó en uno de sus muslos cubiertos con la malla red para apretar suavemente.
—No te daré mi nombre, pero puedes decirme K. —contestó el alfa e Izuku alzó una ceja confundido, la mano en su pierna lo ponía nervioso.
"Oh, de verdad haré esto." Gritó como niña en su interior, trató de controlarse un poco y pensar de forma coherente, debía de mantenerse en sus cinco sentidos.
—¿P-puedo ponerte un apodo? —Izuku preguntó al rubio y este le sonrió, había colmillos grandes a la vista y el pecoso sintió como sus bragas comenzaban a ponerse húmedas. Que el alfa fuera atractivo era peligroso en muchos sentidos.
—Claro que si lindura, después de todo… —la mano del alfa llegó a la orilla de su shorts, subiendo un poco más y rozando su ropa interior— tendrás que gemir bastante un nombre ésta noche.
Un jadeo pequeño salió del pecoso, el sitio estaba muy caliente y el aroma pesado del alfa no lo dejaba respirar con facilidad, era como fuego picoso y lava, una combinación aún más peligrosa que el atractivo del alfa, de alguna forma todo en él gritaba "¡Peligro!" Como si fuera del tipo duro y sádico, podía notarlo el brillo neón de esos ojos rojos. Algo le decía que haber elegido el viernes fue la mejor opción que pudo haber hecho.
—K… Ka...Ka-chan, ¿Te parece bien Kacchan? —preguntó el menor y el rubio pareció haber abierto un poco los ojos por la sorpresa pero se recompuso rápido.
—Suena bien, espero que lo grites mucho. —la nariz del alfa fue por su cuello, oliendo y saboreando lentamente.
Izuku sintió que su cuerpo ardía y varios jadeos salieron de su boca, de alguna manera lo hacía sentir bien, se recostó contra el asiento dejando que Kacchan jugará con su piel, era nuevo, pero agradable, por eso no le decía que se detuviera.
Sin embargo, Izuku salió de su burbuja cuando sintió que el auto se detuvo, aunque en primer lugar ¿Cuando fue que arrancó? El Omega de llenó de vergüenza al saber que alguien estuvo conduciendo y escuchando todo lo que estuvieron diciendo (o casi gimiendo más bien)
La pequeña ventanilla negra de el frente se abrió lentamente hacia abajo Izuku pudo divisar un cabello rojo al otro lado de la apertura. El conductor movió ligeramente su cabeza hacia ellos aunque no los vio directamente.
—Hemos llegado a "Luna de oro" señor. —avisó y Katsuki asintió, se apartó del pecoso saliendo por el lado contrario al que estaba Izuku, este solo se quedó allí sentado, avergonzado y conmocionado.
¿Podrían haber llegado más lejos si el auto no se hubiera detenido? Su corazón latió con aún más fuerza al solo pensar eso, sacudió su cabeza y fue a abrir su puerta, sin embargo, el rubio lo hizo antes de que pudiera hacerlo. Izuku tomó tímidamente la mano que le ofrecieron y salió teniendo cuidado.
Al mirar hacia el edificio se quedó con la boca abierta, era enorme, tuvo que alzar toda su cabeza para al menos ver un poco la cima, un cartel grande estaba en las puertas dobles con porteros "Hotel Luna de oro". No se imaginó que su cita fuera alguien con mucho dinero, ahora estaba más nervioso que antes.
¿Que iba a hacer un virgen con una persona así? No sabía si el alfa tenía espectativas en su persona, o rendimiento… no quería averiguarlo de todas formas.
—Te has puesto rígido. —Izuku saltó levemente hacia el alfa, este le miró con una ceja alzada pero divertido a su manera, se estaba burlando internamente de él, ya lo sabía.
—B-bueno, es que yo… —queria decirle que no tenía nada de experiencia, pero tampoco quería decepcionarlo o molestarlo, ya estaban allí y era muy tarde para retractarse.
—Venga, no te voy a morder, a menos que quieras claro. —Kacchan lo rodeó por la cintura y lo guió a dentro del hotel, fue en un parpadeo que pasaron al salón de entrada y después al ascensor, Izuku estaba mareado por lo costoso que se miraba el lugar.
Cuando menos lo imaginó, ya estaba dentro de una habitación y el alfa cerraba la puerta atrás suyo, como todo lo demás, la habitación era grande, ventanas enormes servían como pared al lado de una gran cama con sábanas grises, cómodas, lámparas, alfombras, seguían una escalas de colores neutros para combinar.
"Mierda, debí de traer otro zapatos"
Izuku pensó con algo de tristeza al saber que tenía sus zapatillas viejas, pero muy cómodas, puestas.
Se giró para hablar con el rubio, no obstante, este ya se estaba quitando la corbata de su traje negro junto a lo demás, iuzku pudo ver como las prendas superiores caían una por una antes de revelar un trozo musculoso y definido, no pudo evitar retroceder cuando Kacchan se acercó. Izuku llegó a la orilla de la cama y quedó acorralado allí.
—Hay que empezar, quiero usar tu buen cuerpo toda la noche. —el rubio le sacó la gabardina de manera ágil y su franela dejándolo desnudo de pechos—. Me gusta tu piel, es blanca, perfecta para dejar marcas. Dime Deku, ¿Puedo dejarte marcas?
Kacchan lo apegó a su cuerpo firme, pasando una mano por su cuello para tomar su boca y pasar su otra mano a su trasero, apretando con fuerza como si le perteneciera. Izuku gimió tembloroso ante la sensación de dominancia, le pareció bien y sus bragas se mojaron un poco más.
Tendría que tomar una buena ducha antes de irse, de eso estaba seguro seguro. Se atrevió a llevar sus manos al cuello del alfa para mantenerse firme ya que sus piernas se habían vuelto gelatinas, la mano del rubio subió un poco solo para poder meterse entre su ropa y llegar directamente a su agujero húmedo sin impedimentos.
—¡Aghm!~ —el Omega gimió contra la boca del rubio y este aprovechó para adentrar su lengua, Izuku se sentía mareado, el aire faltaba y su cuerpo se iba a incendiar en cualquier momento.
Cuando el rubio se separó al fin pudo respirar, la saliva caía de su mentón y sus ojos estaban dilatados, eso pareció verse bueno para Kacchan pues lamió su labio inferior con hambre.
—Date la vuelta e inclinate sobre la cama, no puedo disfrutar por completo tu piel sino te quito la ropa. —el alfa ordenó separándose un poco más e Izuku tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no caer de rodillas al suelo de madera.
Se dio vuelta justo como se lo pidieron, colocando sus manos sobre la cama y su trasero vestido a merced del rubio, este se acercó llevando sus manos al botón de su shorts, lo abrió bajando el cierre. Lo quitó junto a las bragas de un solo tirón, Izuku tuvo que levantar sus pies para que le quitarán sus zapatillas también.
No miró hacia atrás en ningún momento, estaba tan avergonzado, su trasero era visto por alguien más que no era su madre, su agujero rosa chorreante de lubricante, y su pequeña polla erecta estaban a la vista de un depredador natural, lo único que tenía puesto eran más mallas de red que cubrían parte de sus piernas. Iba a perder su virginidad con alguien al cual contactó por una aplicación de sexo rápido. Estaba jodido de la cabeza, o tal vez no, no era de importancia en ese momento.
—Tienes un trasero y muslos grandes y lechosos, como el resto de tu cuerpo, me gusta bastante, el aroma de tu lubricante es muy tentador. —Izuku no respondió a lo que dijo el rubio, estaba tan sonrojado que estaba seguro que desde el punto de vista del alfa se podía notar—. Tu trasero de puta me va a servir muy bien hoy.
Las manos grandes de Kacchan amasaron sus glúteos con morbo. Abrió sus mejillas y pasó un par de sus dedos se frotó contra su mojada entrada e gimió ante esa nueva sensación. Sus brazos temblaron y le dejaron caer de cara al colchón, sus rodillas también cedieron ante su peso quedando apoyadas sobre la orilla de la cama.
—¿Tanto deseas esto puta? —el rubio sonrió con malicia y llevó su mano de nuevo al trasero pecoso, sin esperar mucho, metió dos de sus dedos en ese calor apretado, muy apretado.
No tuvo compasión al momento de embestir con ellos o abrirlos como tijeras.
Izuku gimió y jadeó contra las sábanas, eso era mío veces mejor que hacerlo con sus propias manos. Cuando un tercer y cuarto dedo se agregó Izuku entendió lo que decían sus compañeros de "ver estrellas", su visión se puso blanca y su espalda se arqueó, el alfa estaba tocando su punto dulce sin ningún esfuerzo.
—¡A-ah, K-kacchan!~ —Izuku sintió como su interior se apretó alrededor de los dedos y su pequeña polla palpitó mientras dejaba salir un blanquecino semen infértil de Omega.
Cuando se corrió el alfa dejó de mover sus dedos y observó sus reacciones, Izuku quedó respirando con su cuerpo lleno de espamos y su entrada seguía palpitando mientras dejaba salir más lubricante.
Los dedos abandonaron su trasero e Izuku miró hacia atrás con sus ojos empañados, pudo ver como Kacchan le lamió toda la húmeda extra y después pasó a su cinturón para quitarlo sin dejarlo de ver.
Izuku tuvo que voltear su rostro hacia adelante por vergüenza, no pudo sostener tanto tiempo esos ojos como lava sobre su piel desnuda y sudorosa, el pecoso solo se concentró en las sábanas bajo suyo mientras trataba de regular su respiración, sin embargo, al escuchar como un cierre era bajado no podía hacerlo.
¡Iba a tener su primera vez! Si las cosas iban como hasta ahora entonces habría válido la pena. Aunque, el Omega jamás se esperó que le pegaran con un cinturón, el cuero dio de manera atravesada sobre su trasero dejándolo muy dolorido y lo peor del caso fue que gimió fuerte del gusto.
—¡Kacchan! —exclamó y su trasero empezó a arder de una forma inimaginable, eso hizo que su pequeña pene volviera a estar erecto en un dos por tres.
—Ah, a la pequeña puta le gusta que le den duro, y yo que creí que te echarías a llorar. —el rubio dejó del cinturón de lado, empujó al Omega de lado haciendo que se volteara, lo tomó por unos de sus pies y se acomodó entre sus piernas. Quería mirarlo al rostro y era una puta gloria, estaba bañado en lágrimas y rojo, pero si excitación le hacía saber que lo disfrutaba.
Izuku miró el rostro del rubio y después hacía abajo, lo que vio al final del abdomen marcado lo dejó sin aliento, esa cosa no iba a entrar sin desgarrar algo primero de su trasero "casi ex-virgen".
Era una enorme polla, gruesa y con el glande rojos y chorreaba mucho pre-semen.
—Eso no va a entrar… —Izuku prácticamente sollozó, quería ver las estrellas, no irse con ellas, moriría partido a la mitad por ese monstruo de miembro.
—¿Nunca habías encontrado uno de mi tamaño? —Kacchan preguntó y el Omega negó rápidamente con la cabeza como si si vida dependiera de ello—, oh, bueno, siempre hay una primera vez para todo, no te preocupes, acabo de comprobar que eres una pequeña perra masoquista y lo vas a disfrutar bastante. Debo de advertir que no seré amable.
El rubio abrió todo lo que pudo las piernas del pecoso, las medias se enrrollaron un poco ante el estiramiento de ellas pero fueron ignoradas, alineando la punta de su polla contra el pequeño agujero, Kacchan presionó sin detenerse por las pequeñas súplicas del Omega, se adentró lento pero sin parar hasta que sus bolas no se tocaron la piel del trasero del pecoso.
—¡M-muy grande! ¡M-me voy a partir!~ —Izuku temblaba de pies a cabeza, los dedos de sus pies se retorcían y sus manos no sabían de donde agarrarse, esa polla lo estiraba tanto, sino fuera por la preparación previa estaría gritando de dolor.
—J-joder, estás tan apretado como un virgen. —el rubio gimió ronco y respiró profundamente por la boca un par de veces, se recompuso rápido, esperó unos segundos antes de empezar a moverse.
Primero fue algo lento, sacando suavemente su polla antes de meterla de nuevo, después, fue más profundo, sacándola toda y entrando de un golpe. Izuku pronto se encontró comiendo ante la fricción, que el miembro pudiera estimular su punto dulce sin esfuerzo hizo que el dolor se fuera más rápido, pero eso no quitaba la sensación de estiramiento que tenía.
—¡Oh! ¡Kacchan a-hí! —el Omega gimió echando su cabeza hacia atrás, sus manos se clavaban en las sábanas con profundidad, si tuviera garras ya las hubiera rasgado.
El rubio apretó el agarre de sus piernas y movió con mucho más rápidez y fuerzas sus caderas, las polla de Kacchan golpeaba sin piedad el interior del Omega, chocando y revolviendo todas su entrañas.
El lubricantes salpicaba por todas partes mojando el abdomen del alfa y bajo de ellos las sábanas.
—Mierda, mierda, es muy bueno, tu culo me apreta muy bien. —el rubio hemos y el pecoso solo podía sollozar y gemir, ya no podía hacer más que eso pues su cuerpo se negaba a hacerlo, no podía siquiera decir bien el apodo del alfa y solo salía como balbuceos.
Izuku sintió que iba a llegar a su segundo orgasmo y no lo detuvo, se dejó llevar por el calor y se corrió sobre su vientre, apretó por reflejo su interior ganándose un gruñido mezclado con un gemido del alfa, este apenas pudo dar un par de embestidas antes de correrse también, una gran cantidad de semen caliente llenó el interior caliente de Izuku.
El Omega agradecía por todos lo medios haber empezado a tomar pastillas anticonceptivas y de verdad esperaba que fueran a funcionar.
—Maldita sea, no me apretes así de repente, eso me hizo correrme más rápido. —el alfa jadeó soltando las piernas del pecoso, se inclinó sobre él para alcanzar sus labios y lo besó con hambre, al separarse Izuku lo miró con cierta vergüenza.
—P-perdón, pero no pude evitarlo, se sentía muy bien… —Izuku murmuró con su rostro rojo y Kacchan se rió, fue una risa divertida y con poca maldad.
—Vamos, todavía tengo bastantes energías. —el rubio se separó levemente, no salió del interior de Izuku en ningún momento y lo giró para que quedara de medio lado, alzó una de sus piernas y la colocó sobre su hombro.
—¡A-aún estoy sensible! —se quejó el pecoso y el rubio le miró con una sonrisa, su polla dura en su interior y sus ojos brillantes le decían que esa exactamente era la idea.
Kacchan comenzó de nuevo con las embestidas, esta vez duro desde el inicio, Izuku se volvió un desastre jadeante en menos de tres minutos otra vez, el calor familiar creció desde su vientre haciendo poner dura su pequeña y dolorida polla.
El pecoso gimió tembloroso ante los golpes contra su próstata, el agarre fuerte del alfa con su piel dejándole marcas de dedos era otra cosa que le gustaba.
Izuku de verdad no sabía que podría ser masoquista hasta esa noche. El rubio no se contuvo para nada, cuando Izuku se corrió en menos de quince minutos después, volvió a cambiar de posición, poniéndolo en cuatro patas, haciéndolo rebotar sobre su polla hasta que mi pudiera hacerlo por su cuenta debido al dolor de sus piernas. Lo hizo agarrarse de la cabecera de la cama mientras lo jodía sosteniéndolo de la cintura, nalgadas y muchas otras cosas más que Izuku no podrá recordar.
Ni siquiera recuerda cuantos orgasmos tuvo, solo sabe que el último fue uno en seco, al final terminó con cientos de marcas, mordidas y chupetones. Sus pechos tampoco tuvieron salvación y la única forma en la que Izuku pudo acomodarse al final de la noche fue de lado. Cayó rendido en cuanto tuvo comodidad y después lo que le pasará al mundo ya no era asunto suyo.
(...)
Cuando Izuku despertó, lo primero que hizo, o trató de hacer, fue sentarse en la suave cama, todo le dolía como los mil demonios y podía jurar que su trasero junto con su espalda estaban rotos. Incluso le dolía parpadear pues sus ojos estaban irritados, el pecoso se frotó con cuidado la cara y después dijo su vista en sus manos, alrededor de sus muñecas habían un par de marcar, unas mordidas y algo parecido a una atadura.
Salió de sus pensamientos cuando escuchó una puerta abrirse, era el alfa con el que pasó la noche y solo tenía una toalla cubriendo sus partes íntimas, Izuku no pudo evitar sonrojarse, habían algunas y pequeñas marcas en su cuello, nada comparado a lo que tenía el pecoso sobre el cuerpo.
—¿Te gusta lo que ves? —el Alfa preguntó con sorna, e Izuku no sabía si responder a eso o no, pero dedujo que al rubio ya lo sabía así que no tenía caso decir más—, por cierto, ten, tu dinero y tu celular, dame tu número para volverte a contratar otra noche, exclusivamente conmigo obviamente.
Izuku escuchó y recibió lo que el rubio le estaba dando con confusión, miró los billetes nuevos y de números grandes en sus manos y su confusión aumentó. Podría compararse un buen apartamento nada más con ese dinero, pero, ¿Por qué?
—¿Para qué me das esto? —Izuku ladeó su cabeza con mostrando su desentendimiento con lo que estaba pasando y el rubio también le miró raro.
—Tu pago, ¿O es muy poco? —el rubio preguntó cruzándose de brazos curioso por la situación—, no pensé que ahora las putas fueran tan caras, pero me lo puedo permitir, después de lo que pasó anoche…
—¡Espera, espera! ¿Cómo que puta? No soy una puta, era virgen hasta ayer… —Izuku dijo dejando el dinero de lado, no necesitaba dinero, no quería dinero, solo una buena noche para probar de primera mano lo que era el buen sexo, sin embargo, el rostro sorprendido del rubio le hizo saber que en realidad si creyó que se estaba vendiendo.
—¿No eres una puta? —Izuku negó, ya se estaba ofendiendo por esa palabra—, ¿Entonces que hacía vestido así a esas horas, solo y en un parque cerca de moteles?
—B-bueno, estaba esperando a una cita y llegaba tarde, creí que tú eras mi cita. —Izuku se defendió, estaba desconcertado, ¿Y entonces que pasó con la persona que se iba a ver? Debía de ser una fea broma.
Izuku rápidamente revisó su celular, notó que lo había puesto en silencio, siempre lo hacía cuando llegaba el fin de semana pues no quería que su sueño de belleza fuera interrumpido por una llamada o mensajes de sus compañeros de la facultad. También notó un mensaje de la aplicación, había llegado a las nueve en punto, para ese punto Izuku ya estaría con el rubio.
"
Maku;
Perdón Deku, me salió algo de último momento y no pude avisarte antes que no iría a nuestro encuentro, ¿Podemos planearlo para otro día?
Lo siento de verdad. :(
"
Izuku dejó caer su celular sobre la cama y miró al rubio con una cara pálida, después miró si celular de nuevo, abrió y cerró la boca sin poder decir nada, parecía ser un pez jadeando por aire.
—P-perp, y-yo creí… esto no es posible… —Izuku enterró su cara entre sus manos muriendo de vergüenza, quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera en Alaska, allá no tendria que ver de nuevo a ese alfa.
—Resumiendo, —habló el rubio—, tú esperabas a alguien allá en el parque, solo, de noche, vestido como puta, cerca de moteles y por lo visto no tenías una mierda de idea de cómo se miraba el tipo ¿Que pasaría si en realidad tu cita solo era un sicópata que quería tus órganos? —el rubio preguntó e Izuku agarró las sábanas para taparse con ellas—, mierda, ya estarías muerto si ese tipo de persona te hubiera encontrado.
El rubio se acercó a la cama para sentarse en la orilla al lado del Omega, quién era virgen hasta que él se adentró hasta el fondo la noche anterior. La verdad no fue tan malo, pero le gustaría que las cosas hubiera sido de otra manera.
—Katsuki Bakugou. —dijo el rubio, notando como unos minutos después la cabellera rizada salía un poco de entre las cobijas, aquellos ojos un poco hinchados le miraban sin entender—. Es mi nombre, tonto Omega, tengamos una cita de verdad ésta vez y bloquea al idiota que te dejó plantado, personas así no son de fiar.
—Tú le pagas a putas —contestó el Omega mirando al rubio con los ojos entrecerrados, Katsuki solo se rió de ante lo cortante que podía ser el pecoso.
—Sí, es lo que hacemos los alfas solteros con trabajos pesados, soy dueño de una empresa y no tengo a un amigo con derechos, ¿Alguna otra queja? —el rubio dijo notando como el menor hacía un puchero.
—Soy Izuku Midoriya, te agradecería que nunca mencionaras la forma en la que nos conocimos, por favor. —Izuku dijo sentándose de nuevo en la cama haciendo una pequeña mueca de dolor, las cosas habían sido más buenas antes de que la calentura se le fuera.
—¿Eh? Pero si es una buena historia que contar. —el rubio bromeó acercándose al pecoso como un felino a su presa, y el peliverde le miró mal.
—Lo haces y te demando, si me ganas en el juicio, voy a tu casa y te ahorco. —Izuku solo se dejó hacer cuando el rubio se inclinó sobre su cuerpo para besar sus labios con suavidad.
—No lo haré si en un futuro mi casa se convierte también en tu casa y tu amenaza de demanda se convierte en una de divorcio. —el rubio pasó una de sus manos por la cintura del Omega mientras llevaba su boca al cuello del menor.
—Eso es trampa, no puedes me puedes chantajear de esa forma. —Izuku rodeó la cintura del rubio con sus piernas doloridas y jadeó cuando la lengua del alfa lamió su piel llena de mordiscos.
—Ya veremos, mejor vamos a darte una ducha con agua tibia. —Katsuki dijo cargando al Omega y levantándose de la cama para ir al baño.
Izuku tuvo que cumplir con las demandas del alfa para mantener su buena reputación en pie, sí, solo por eso.
Fin
(...)
Esto se me ocurrió a las dos de la tarde mientras mi mamá hablaba con mi tío sobre los gigoló, no sé como conecté una cosa con la otra pero bueno, eso fue lo que pasó kadkfkck
No sé si hayan muchos errores ortográficos, pero yo debería de estar durmiendo ahora y no aquí, wenas noches.
Zaorycast. ✨✨
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