Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06: Terms.

⚠️One shorts +18⚠️

Términos de diferencia de edad.
No me maten pero...
Kacchan alfa tiene 36 y Deku Omega intersex con 18.
Al menos al inicio.
Contenido sexual oral!!
Todo amor y risas, espero que les guste.
Inspiración con la imagen de arriba. ✨✨✨🕴️

(...)

Izuku solo tiene una misión en la vida, al menos según el, ¡Ser el mayor admirador de All Might que exista!, Para eso tiene que coleccionar toda su mercancía, desde juguetes hasta ropa. ¡All Might era lo mejor que pudo ser creado!

Una gran serie de animación sobre la vida de un gran superhéroe de cabellos amarillos y musculoso. El superhéroe vivía en un universo lleno de superpoderes, lo que eso era bueno y malo en ese mundo, ya que todo era genial pero también habían muchos problemas. El pobre alfa protagonista hacia hasta lo imposible para ser el gran símbolo de la paz y mantener a su bella ciudad a salvo de los malos.

Para Izuku era increíble y quería tener todo lo que tuviera relacionado con la serie, sin embargo, había un minúsculo, pequeño, y diminuto problema. Izuku era pobre, le tocaba meses de su mesada para poder comprarse una figurita de All Might. Pero ese día tenía suerte, había ahorrado lo suficiente para comprar una figurita de edición limitada, ¡Y sólo quedaba una en el estante!

-¡Sí, al fin! -incluso había viajado en tren por casi una hora al otro lado de la ciudad para poder conseguir una tienda en donde estuviera la mercancía.

Estiró sus manos para tomar su preciado objeto, sin embargo, una mano más grande lo tomó primero, pasó en cámara lenta para el, ver como algo que estuvo en la puntas de sus dedos, casi literalmente, y se escurrió de ellos como agua. Volteó su rostro hacia la persona quién la había tomado, tuvo que mirar hacia arriba ya que era mucho más alto que el.

-O-oye, eso era mío. -el reclamo salió del pecoso más tembloroso de lo que le hubiera gustado. El mayor se volteó hacia el, mirándolo desde arriba.

-¿Ah?, ¿Dijiste algo pequeña pulga? -la gruesa y ronca voz del hombre, quien obviamente era alfa, le envió más de un escalofrío al cuerpo, Izuku se sintió pequeño, más de lo que ya era.

-Y-yo lo ví primero. Es mío. -el pecoso trató de pararse derecho bajo la mirada rubí intensa que le dedicaba el más alto, el rubio lo miró de arriba abajo sin ningún disimulo y después sonrió con malicia.

-¿Y que harás para que te lo devuelva, eh mocoso? -el mayor le preguntó obviamente sin buenas intensiones e Izuku no supo que ofrecerle, mirando el reloj caro de su muñeca supo que no era un cualquiera, era de marca exclusiva que pasaba en los comerciales de su tv.

¡Pero Izuku quería la figurita!, Había ahorrado meses para poder comprarla y había buscado en muchos lugares tratando de encontrar una, sin embargo, al mirar hacia arriba a esos ojos rubí que parecían ver su alma, se sintió derrotado. Estaba más que seguro que no aceptaría dinero por la figurita, y no quería rebajarse por ella, aunque la quisiera de verdad.

-Olvidalo, iré a probar suerte en otra parte. -agachó la cabeza en derrota dándose la vuelta para salir del local, no miró al alfa que se quedó atrás y siguió con su misión.

El día no fue bueno para Izuku, a pesar de buscar en todas partes por tres horas no dio con nada, no había más figuritas de All Might. Para peor, el cielo se había vuelto gris oscuro, iba a caer una gran lluvia en cualquier momento, el pecoso corrió hasta un lugar seguro antes de que cayera el agua, ni siquiera había podido llegar a la estación de trenes.

Refunfuñó tomando asiento en una banca fría mientras el agua salpicaba sus zapatos. Culpaba al alfa de antes por no dejarle la figurita cuando se la pidió, ¡Si él tenía la posibilidad pudo tratar de haberla comprado en otro lado!, Pero no, fue como si el universo lo hubiera mandado justo a donde la estaba comprando para arruinar todo.

-Estupido desconsiderado.-el pecoso murmuró bajito justo antes de soltar un estornudo, lo que le faltaba, ahora iba a enfermarse.

Izuku notó como un auto negro pasó por el frente suyo casi haciéndolo mojar más con un charco de agua. Quería llorar, tenía frío, hambre, y ni siquiera había podido tener su figurita de All Might. Aunque, su momento de tristeza fue interrumpido cuando el mismo auto negro que había pasado antes regresó. La ventanilla del conductor se bajó un poco dejando ver a la persona que había destruido su buen día.

-¿Quieres que te lleve alguna parte lado? -el rubio le preguntó haciendo que Izuku lo mirará incrédulo. No quería, además ese alfa era un extraño, no confiaba en él como para subirse a su auto, pero un gran relámpago en el cielo lo hizo chillar-. No parece que vaya a parar pronto, pero bueno, es tu decisión si quieres esperar hasta la media noche y caminar solo por las calles oscuras y frías.

-¡Eso es chantaje! -Izuku exclamó molesto, otro rayo alumbró el cielo y el pecoso solo tragó-. Pero tienes razón...

-¿Y entonces?, ¿Vienes o no?, Me está entrando agua por la ventana. -Izuku pensó bien los pros y contras, no tenía muchas opciones aunque los contras fueran más.

Se levantó de su puesto y corrió hacia el auto abriendo la puerta de la parte de atrás y cerrándola con algo de fuerza al entrar, no corrió tanto, ni estuvo mucho tiempo enbajo la lluvia, pero aún así su cabello goteaba mucho.
Una toalla pegó en su rostro, estaba llena de un aroma a cenizas, como un bosque despues de un incendio. No tenía que ser un genio para saber de quién era ese aroma.

-No quiero nada de agua en mis asientos, no son baratos. -habló el rubio mirando por el espejo retrovisor al Omega pecoso que estaba sentado atrás.

-G-gracias. -Izuku contestó a duras penas agarrando la toalla para secarse el cabello, cuando terminó la dejó sobre sus hombros.

-Bien, ¿En donde vives? -preguntó el mayor e Izuku sonrió levemente con sus mejillas sonrosadas.

-En una zona departamental al otro lado de la ciudad. -el pecoso murmuró haciendo que el rubio lo mirase con una ceja alzada, bastante confundido y algo sorprendido-. Vine a esta parte tratando de encontrar la figurita de All Might que salió hace un par de meses.

-Tsk, nerd. -sonrió burlón el rubio conduciendo el auto por la vía principal, e Izuku solo le miró mal.

-¡Me lo dice el señor que también compró una! -Izuku exclamó medio enojado y medio divertido ganándose un bufido del mayor.

-No soy un viejo, y mi nombre es Katsuki Bakugou. -el rubio se presentó, Izuku sintió eso ojos rojos sobre su persona, le miraba desde el pequeño espejo-. Ahora se un buen cachorro y dime tu nombre.

-No soy un cachorro, tengo dieciocho, y mi nombre es Izuku Midoriya, señor. -Izuku sonrió burlón, al ver la reacción del rubio supo que no le gustaba que le dijera señor.

-Tienes cara de bebé, ¿Seguro que no mientes diciendo que tienes dieciocho en lugar de unos quince, Deku? -el rubio se burló descaradamente de el, y el pecoso solo refunfuñó haciendo pucheros.

-¡Te digo la...!, Espera, ¿Deku, que es eso? -Izuku ladeó su rostro confundido por el apodo que le acababa de dar, Katsuki solo sonrió mostrando sus colmillos de una forma peligrosa.

-Tu nombre también puede leerle como Deku, inútil y torpe. -el rubio rió ante la protesta del menor, era divertido verlo molesto-. Por cierto, ¿Conseguiste tu figurita, nerd?

El rubio preguntó, Izuku solo se encogió en su puesto mirando hacia afuera de la ventana, la calle estaba nublada por el torrente de agua que caía. Katsuki notó el cambio de humor del pecoso rápidamente, juró que también pudo oler un aroma a tristeza venir de él, lo que sería fácil en un espacio cerrado.

-No, no encontré ninguna. -el pecoso murmuró la respuesta en voz baja, había sido un mal día, o casi, la misma persona que se lo arruinó le estaba haciendo de ayuda en ese momento.

Aún le tenía un poquito de rencor por haberle quitado su figurita.

-¿Ya estás en la universidad o piensas entrar en una pronto? -Katsuki preguntó haciendo que el pecoso lo mirara, quien se recostó en el respaldo del asiento suspirando tranquilamente.

-Me faltan pocos meses para entrar a una universidad, pero aún no sé cuál, quisiera postular para Yuuei, sin embargo, queda lejos de mi hogar y no puedo pagar un apartamento. -Izuku contó y el rubio solo le escuchó de manera atenta.

La hora de viaje pasó así, una conversación de todo y nada, a Izuku le gustaba la compañía del rubio y aunque a veces hacia preguntas burlonas y se reía de el en cosas tontas, no era malo.
Entre preguntas supo que el señor Katsuki tenía un puesto importante en una empresa.

Después cuando Izuku pudo reconocer las calles por donde vivía guió al rubio hasta que estuvo cerca del complejo de apartamentos, la lluvia en esa parte de la ciudad no era muy fuerte, apenas y estaba lloviznando, pero todo estaba bastante mojado. Izuku se bajó del auto de Katsuki se dio la vuelta para agradecerle.

-¡Gracias por traerme!, Aunque lamento que haya tenido que venir desde tan lejos para hacerlo. -murmuró el pecoso apenado, miró como el rubio no le respondió, pero buscaba algo en el asiento del copiloto, pronto algo salió volando y apenas pudo atraparlo-. ¿E-esto es...?

Los ojos del pecoso se abrieron en grande al notar que en la bolsa negra se encontraba la figurita de All Might de edición limitada que buscaba esa mañana.
Después miró al rubio quien solo le sonreía de manera ladina.

-Consideralo un regalo, nos vemos pronto, cara de bebé Deku. -el pecoso se sonrojó y el rubio solo arrancó su auto perdiéndose en la calle al doblar una esquina.

Izuku caminó con una boba sonrisa a su hogar, era tarde y el sol se ocultaba entre los edificios alumbrando entre un naranja y amarillo color oro. Al llegar a su hogar el pecoso pasó por el pasillo a la cocina en donde se encontraba su madre haciendo la cena, ella al verlo volteó y le sonrió con cariño.

-¡Al fin llegas!, Ya me estaba preocupando. -la mayor exclamó soltando un suspiro, Inko se acercó para abrazar a su amado cachorro, quien correspondió al abrazo.

-Perdon, me costó más de lo debido encontrar lo que buscaba. -Izuku respondió a medias, sintió las manos de su madre en su cabello y después sintió que era olfateado-. ¿Que...?

-Cariño, ¿Por qué no me dijiste que salias con alguien? -la mayor se apartó un poco sonrojada del pecoso, ella se colocó una mano en la boca con sorpresa e Izuku se puso igual de rojo que un tomate.

-E-eh yo, este, bueno, la verdad es que... -el pecoso tartamudeó apretando la figurita de All Might contra su pecho.

-No te sientas forzado, cuando estés listo me cuentas sobre esa persona, ¿Si? -Inko murmuró tranquila volviendo a atender a las cosas que tiene en la cocina.

El pecoso asintió levemente artudido, caminando hacia su habitación, se tiró en su cama mirando el techo aún fuera de sí. Era extraño, ese tipo, señor, viejo, raro, lo tenía así de extraño. Primero le quitó la figurita de All Might y se burló de el, despues lo encontró horas después, más bien fue encontrado, y le trajo a su casa, no sin antes darle la figurita.

¿Por qué lo hizo?
Además fue un "regalo" según él.
El pecoso se revolvió el cabello abrumado, se levantó de su cama y se dispuso a poner a All Might sobre el estante en donde estaba las otras que había logrado comprar, cuando sacó el juguete de la bolsa y lo puso en el estante, notó como la bolsa tenía algo por dentro.

-¿Que es ésto? -se preguntó volteando la bolsa para hacer caer lo que tuviera a la cama, una pequeña tarjeta se deslizó sobre sus sábanas e Izuku sintió como su pecho se volvía loco.

"
Katsuki Bakugou.
Número de teléfono: xxxx xxxx xxxx.
"

Era una tarjeta de presentación, que incluso tenía el nombre de la empresa en la que trabajaba y el número del rubio, no pudo evitar que un grito de niña escapara de sus labios.

(...)

Izuku solo tuvo el valor de enviarle un mensaje al rubio casi una semana después de haber encontrado la tarjeta con el número. Se debatió todo ese tiempo si hacerlo o no, aunque el gran mensaje que le envío fue un simple y pequeño, "hola, soy Izuku", también había guardado el número como "Kacchan", un apodo bobo que se le ocurrió durante esa semana.

"
Kacchan;

Hola nerd, pensé que habías perdido el número, o simplemente no querías escribir.
"

Fue el mensaje que recibió unos diez minutos después. El pecoso suspiró profundamente tratando de calmarse, era la primera vez que le escribía a un alfa, aparte de sus amigos en la prepatoria, para peor que ese alfa parecía el modelo de una revista de ropa interior, y no era que Izuku miraba esas revistas, no. por supuesto que no.

"
Para Kacchan;
Si, perdón por eso, aún estaba indeciso si hacerlo o no.
"

"
Kacchan;
¿Indeciso?, ¿Te pongo nervioso o algo? Carita de bebé.
"

Un sonrojo cubrió el rostro del Omega al ser descubierto tan fácilmente, refunfuñó acostándose mejor en su cama para responder.

"
Para Kacchan:

Eso no es cierto, y por favor dime qué no me pusiste así como nombre de contacto.
"

"
Kacchan;
¿Carita de bebé?, No suena mal, aunque no, solo puse "Deku"
"

Izuku suspiró, al menos el apodo no era tan malo como el otro, caso estaba seguro que ese alfa ya estaba casado y con hijos, no le había preguntado eso al alfa, pero no quería que una Omega furiosa apareciera un día en su puerta preguntándole el porqué estaba agregado como "carita de bebé" en el celular de su esposo. Un sudor frío bajó por la espalda del pecoso nada más al pensar en ese escenario.

"
Kacchan;
Ahora quiero saber también, ¿Cómo me agregaste?
"Sugar Daddy" ¿O algo parecido?
"

Izuki frunció el ceño sin entender nada, ¿Que era eso?
Se levantó de su cama y fue a su escritorio para buscar en su computadora; ¿Que es sugar Daddy?
Lo que leyó le puso la cara roja hasta las orejas.

"
Para Kacchan:

¡Oh por Dios! ¡No!
Solo te puse un apodo.
¿Me veo como un pervertido para hacer algo así?
¡Eso no se hace con alguien casado!
"

Izuku envió el mensaje antes de si quiera leerlo, pronto su celular volvió a sonar mientras que el pecoso seguía leyendo en su computadora las cosas de "relaciones con papás de azúcar"

"
Kacchan:

¿Casado?, ¿Me viste algún anillo, nerd?
Para tu información estoy soltero.
La verdad no me importaría que me pusierad así como contacto.
"

Izuku hizo un puchero involuntario, una sensación de alivio le llenó el pecho antes de que se diera cuenta.
¿Estaba feliz porque el rubio dijo que era soltero?, Estaba loco.

"
Para Kacchan:
Que no, te puse "señor fanático de All Might. Abreviado "S.F.A.M"
"

"
Kacchan:
Que aburrido, me gustó más la otra opción, cámbialo.
"

Izuku se rió mientras seguía escribiendo cosas tontas como respuesta, escribirle al rubio fue algo entretenido, siempre que lo hacía recibía una respuesta casi al instante, no importaba la hora.
El pecoso no quería admitirlo o decirlo, pero se sentía querido, era como si el rubio siempre estuviera esperando por él y le sacara tiempo.

Le empezó a gustarle cada vez más sin darse cuenta, no lo vio mucho en persona, pues Izuku estaba entrando a los exámenes de finales de año y el rubio vivía al otro lado de la ciudad.
Aún así el pecoso le seguía escribiendo cada vez que tenía tiempo, cuando menos lo esperó ya solo le faltaba un mes para salir de la preparatoria y no sabía a qué universidad ir.

Su madre el había animado para que fuera a la universidad de Yuuei, e incluso le ayudaría a pagar sus estudios, pero Izuku sabía que eso significaba más trabajo para ella, y además el pecoso no tenía ninguna idea de si le podían dar una beca o si conseguiría un departamento cerca del campus.

Izuku le contó ese problema al rubio una tarde, pues ya no sabía ni que pensar y quería una idea o consejo de alguien externo al menos, sin embargo, la respuesta del rubio lo dejó con la boca abierta.

"
Kacchan:
Yo te puedo ayudar, tengo un apartamento grande y necesito que alguien lo cuide, siempre estoy fuera por lo que hace falta que alguien me ayude con la limpieza, sería solo eso, además está a tres cuadras de la universidad.
"

El pecoso escribió con manos temblorosas una respuesta rápida.

"
Para Kacchan:

¡Inaceptable!, No podría, estaría invadiendo tu espacio, además no creo que sea correcto, no somos tan cercanos.
"

"
Kacchan:

Vamos Deku, solo te cobraría con limpieza y unas cuantas comidas, te ayudaría a ti y tu madre no tendría que trabajar.
¿Que dices?
"

Nuevamente, el pecoso lo pensó, pros y contras. Al final sólo le envió un mensaje diciendo "tengo que pensarlo", a lo que el rubio cambió de tema a otras cosas más simples, Izuku se lo agradeció bastante internamente.
En cuanto los días más pasaban, el pecoso más ser carcomía la cabeza tratando de saber si podría o no aceptar la propuesta del rubio.

Cuando en su escuela el profesor pasó las hojas veinte días antes de los exámenes de admisión. Izuku miró como sus compañeros escribían rápidamente, el pecoso tomó una respiración profunda y después tomó su lapicero para escribir.

"
Postulación para universidad:
La U.A

Nombre del postulante: Izuku Midoriya.
"

Tenía pensado en avisarle al rubio cuando llegara a casa, además de decirle a su madre sobre eso también. Fue en la cena cuando estuvo al frente de su madre que tomó un suspiro profundo para armarse de valor.

-Iré a Yuuei, hoy nos dieron las hojas y lo respondí de una vez, no quería arrepentirme si lo dejaba para mañana. -informó haciendo que la Omega mayor abriera los ojos con sorpresa, una sonrisa llena de orgullo se expresó en el rostro de la mayor.

-¡Me alegra tanto!, Estoy segura que podemos conseguir un pequeño apartamento para ti, y con aporte de los dos pagaremos todo perfectamente. Hum, aunque ya no vas a estar aquí conmigo. -Izuku no supo de donde la mayor había sacado un pañuelo, pero ya se estaba sonando la nariz en cuestión de segundos.

-No mamá, hablé con un amigo y me dijo que podía ser su compañero de apartamento, así no tendrás que trabajar, y vive a tres cuadras de la U.A ¿No es increíble? -habló el pecoso tratando de que su madre no se pusiera histérica o se negara, ella le miró unos segundos de manera fija antes de hablar.

-Bien, pero tengo que conocerlo, y también tengo que conocer el lugar, necesito estar segura de que mi cachorro estará en un buen sitio. -Izuku se alarmó al instante, ¿Que pensaría su mamá cuando supiera quién era la persona con la que iba a compartir un apartamento.

-P-pero. -queria replicar, sin embargo, la mirada decidida de la mayor solo le hizo bajar la cabeza-. Bien.

Ahora tenía que decirle al rubio sobre eso, después de la cena fue a su habitación para tomar un baño y hablar con el alfa por mensaje, le avisó sobre su decisión y lo que había dicho su madre, por suerte él le había dicho que no tenía problemas para hablar con ella.

Aún así no debía de cantar victoria, estaban las posibilidades de que su madre no le dejara quedarse con el alfa y la otra era que no pudiera entrar a la universidad.
El pecoso desechó esos malos pensamientos de su sistema y se puso a estudiar todo lo posible.

Veinte días después, Izuku fue en tren hacia Yuuei para presentar el examen, Katsuki dijo que podría recogerlo y llevarlos pero se negó a eso diciendo que no quería llamar la atención si lo miraban bajar de un auto caro en la entrada del lugar.

-Bien, bien, puedes hacerlo Izuku, solo entra, presenta el examen, pásalo con 100 y podrás graduarte con honores. -el pecoso trató de darse ánimos, aunque temblaba como chihuahua y ni siquiera se había acercado tanto a la entrada.

-Vaya, eres todo un motivador profesional, ¿Eh? -el pecoso soltó un chillido para nada varonil cuando escuchó esa voz tan cerca atrás suyo, trató de voltear rápidamente para ver al dueño de ella.

Sin embargo, terminó tropezando con sus pies, pero antes de caer al suelo fue sujetado, una mano grande se pasó por su cintura y lo apegó a un cuerpo más grande y cálido. Al mirar hacia arriba no pudo evitar sonrojarse, Katsuki se había agachado un poco y podía casi sentir el aliento cálido del alfa de ojos rubí.

-Maldición, eres todo un Deku. -habló el rubio haciendo que al pecoso se le formara un puchero-. Pero uno lindo, venga, sacude tu cuerpo y vota los nervios, es solo un examen, no pasa nada si ellos no ven lo nerd que eres.

-No se como sentirme al respecto, ¿Era un halago? -preguntó el pecoso mitad bromeando antes las palabras algo cursis del rubio, quien solo le revolvió el cabello con algo de fuerza-. ¡Oye no hagas eso!

-Erea fastidioso mocoso, ahora vé y pateales el culo. -Katsuki dijo con una sonrisa dándole la vuelta al pecoso y empujándolo en dirección de la entrada, Izuku caminó mirando hacia atrás levemente con una sonrisa.

Pasaría el examen, lo haría por su madre y Kacchan quienes ponían confianza en el para quedar como estudiante en la universidad de Yuuei, la U.A, una gran institución educativa en donde solo entraban lo mejor de lo mejor.
Llegó directamente hacia uno de los puesto de guías para pedir indicaciones, despues se unió con un grupo que haría el mismo examen que el.

-¿Estas nervioso? -una voz chillona a su lado le hizo voltear, se encontró con una beta de cabellos castaños quien jugaba con sus manos-. Yo si lo estoy, espero salir bien y tener la beca.

-¿Tienes postulación con una beca? -precguntó el pecoso mientras seguían caminando los demás, la beta asintió levemente con sus mejillas rojas.

-Sí, pero no debo sacar menor de 90 puntos, aún así tendré que sacar 100, sé que podré. -ella sonrió e Izuku asintió, también quería sacar las mejores notas.

(...)

El examen pasó más rápido de lo que Izuku hubiera querido, quizás estuvo un par de horas haciéndolo, pero no sé había dado cuenta, cuando salió su estómago reclamaba por algo de comida, pensar tanto gastaba muchas energías.
El pecoso miró a los lados en la calle notando cierto auto familiar no muy lejos de donde se encontraba.

Se mordió el labio inferior pensando si podía acercarse o no, suspiró con sus mejillas rojas por la vergüenza y se acercó al auto del rubio, quien al verlo acercarse bajó la ventanilla para mirarlo con una sonrisa ladina.

-¿Al fin dejaste tu batalla interna? No soy un secuestrador por si te lo preguntabas. -habló Katsuki en broma haciendo que el Omega se volviera más rojo de vergüenza-. Ahora, ¿Tienes hambre? Conozco un buen lugar para comer, sube.

El pecoso asintió levemente y quiso subirse en la parte trasera del auto, pero al intentarlo no pudo abrirla, el seguro estaba pasado, Katsuki solo lo miraba desde su puesto con una expresión neutral.

-¿Quién dijo que podías subirte allí?, ¿No sabes que existe otro puesto en la parte del enfrente? -Katsuki se volteó hacia el asiento del copiloto para abrirlo y después volteó hacia el pecoso otra vez.

Izuku le dio la vuelta al auto con la cabeza gacha y su corazón latiendo como loco en su pecho. No sabía porqué al pensar que iba a estar al lado del rubio lo ponía de esa manera, ¡Era lo mismo que estar en un puesto trasero!, O eso se decía.
Cuando se sentó al lado del rubio quiso hacerse invisible, eso ojos rubí le miraban directamente y parecía que podían ver hasta su más oscuros secretos.

-¿A-a dónde iremos? -Izuku preguntó en voz baja mirando al rubio de forma tímida, el rubio se acercó a su cuerpo de repente poniéndolo nervioso, estuvo tan cerca de él que pudo apreciar el aroma a cenizas directo de la fuente.

Katsuki estaba acomodando su cinturón de seguridad, colocándolo de manera segura. Pero aún sí, el rubio no se apartó rápidamente de su cuerpo al terminar, se quedó allí un momento para mirarle, sus ojos rojos se pasearon por su rostro y terminaron sobre sus labios, Izuku solo pudo pasar saliva sintiendo su garganta seca.

El pecoso pudo jurar que el alfa rubio miró sus ojos con hambre antes de apartarse lentamente y volver a su asiento. Izuku solo pudo soltar un pequeño e inaudible jadeo, aunque no supo si fue por alivio o algo más.

Nadie dijo nada mientras iban andando, el pecoso estaba tratando de controlar su corazón loco, miraba al rubio de vez en cuando y cuando este le miraba de reojo volteaba su rostro a la ventana para mira la calle. El pecoso se fijó en un local de comida que no era muy grande, parecía un sitio modesto y bonito desde afuera, el rubio aparcó el auto cerca, y se volteó para mirarlo.

-Es aquí, despues de comer te puedo llevar a la esta estación de tren, o a otro sitio si quieres. -el rubio dijo mientras sacaba las llaves para salir del carro, el pecoso quiso hacer lo mismo pero se dio cuenta de que aún tenía el cinturón puesto.

Luchó un poco para quitarlo, en el momento que fue libre la puerta se abrió, Katsuki lo miraba con ceja alzada y una sonrisa divertida.

-¿En serio? -se burló sabiendo que el pecoso estuvo peleando con el cinturón de seguridad, Izuku solo hizo un puchero y tomó la mano que el rubio le ofreció para salir del auto.

-Eres malo, Kacchan. -dijo y el rubio abrió los ojos levemente, el pecoso se dio cuenta de que había dicho el apodo infantil en voz alta y se avergonzó-. Q-quiero decir, ehm, ¡Vamos a comer!

Izuku tartamudeó soltando su agarre de la mano del mayor para caminar hacia el pequeño restaurante. Katsuki solo sonrió alcanzado al pecoso rápidamente, le había gustado el sobrenombre.
Al entrar Katsuki guió al Omega hasta una mesa sola y algo apartada para tomar asiento, un beta llegó para tomar la orden de los dos, Izuku pidió un Katsudon al ver que estaba en el menú y Katsuki pidió un plato de curry con extra picante.

-Entonces, ¿Te dijeron cuando llegaban los resultados de los exámenes? -preguntó Katsuki tratando de hacer que el pecoso dejara de la vergüenza de lado, aunque era lindo verlo así, sus mejillas rojas y sus lindos pucheros, le gustaría clavar sus dientes en esas pecas.

-Dentro de una semana, tienen que revisar bien los resultados de todos los estudiantes que presentaron las pruebas. -Izuku preguntó mientras que jugaba con el borde de su camisa, le ponía bastante nervioso estar sentado al frente del alfa, minera bueno para su pobre corazón.

-Ya veo, ¿Te gustaría ir a mi apartamento después de la comida? -el rubio preguntó, e Izuku se puso rojo mientras tartamudeaba una respuesta-. Es para que lo veas, vivirás ahí un tiempo, ¿No?
¿Que cosas guarras te estabas imaginando?

-N-no es... -el pecoso apenas pudo murmurar, ¡¿Cómo era posible que pensara otras cosas!?

Cuando le dijo "¿Te gustaría ir a mi apartamento?", ¡Miles de cosas pasaron por su cabeza!, Cientos de escenarios que no debería de pensar. Además, el rubio siempre le insinuaba cosas, no era tan santo como para no darse cuenta.
Aunque la mayoría solo lo hacía en bromas, aún así no podía evitar que sus hormonas de adolescentes le hicieran una mala pasada. Katsuki era injusto, y un día de eso iba hacer que el pobre corazón del pecoso saliera de su pecho por la boca de un susto o de nervios.

El momento de auto-lamentación del pecoso fue interrumpido cuando el mesero puso los platos de comida al frente de ellos, la comida pasó entre preguntas y conversiones triviales. Después cuando Izuku quiso pagar su parte, el rubio no lo dejó, volvieron al auto para ir al apartamento del alfa. El pecoso no podía evitar una sensación de alarma que su cuerpo sonaba desde su interior, más bien, su cabeza.

Izuku miró como habían pasado a una zona de residencia bastante cuidada, era bonito, pero también se miraba caro. Se recordó que Katsuki era alguien importante en la empresa de donde trabajaba así que no debería de estar sorprendido. El rubio se detuvo al frente de un edificio, no era grande, tenía dos pisos y por lo que miraba, una terraza.

-Parece más una casa moderna que un apartamento. -murmuró el pecoso asombrado, Katsuki se acercó a su puesto para quitarle el cinturón de seguridad y sonrió.

-Sí, algo así, vamos. -el rubio se bajó dando la vuelta para abrirle la puerta otra vez, como lo había hecho al frente del restaurante-. Hay que ser un caballero, o eso me decía la vieja bruja.

Izuku lo miró con una ceja alzada algo confundido, y Katsuki solo negó con una sonrisa quitándole importancia. Cuando estuvieron en la entrada Katsuki introdujo un código en la puerta y una tarjeta para poder abrirla, fue algo increíble para el pecoso quien nunca había visto algo así, el apenas tenía una llave normal para abrir la puerta de su apartamento.

Al entrar el pecoso no pudo no sorprenderse, era enorme por dentro, tan pulcro y todo parecía tan caro. Izuku se sintió fuera de lugar, nunca había tenido más que un celular y su computadora.
Pero ahí podía ver en la sala un enorme televisor que podía compararse con una pared.

-N-no creo que sea una buena idea. -el pecoso murmuró inseguro, una mano se posó en su cintura haciéndolo chillar levemente.

-No te fijes en cosas tontas, te acostumbras rápido a eso, hay más por ver. -Katsuki no lo soltó en todo el recorrido, sala, habitaciones, cocina, incluso lo llevó a la terraza, todo era increíble y caro, sobre todo caro.

En la parte de abajo solo se encontraba la cocina y la gran sala, era arriba en donde estaban las habitaciones, habían tres, una grande, la otra más pequeña que el rubio tenía para invitados y una oficina en la que no pudo entrar. La terraza era igual de increíble, tenía un barandal de vidrio que le llegaba hasta la cintura y el techo alto hacía que el aire pasará por todas partes, una mesa con unas sillas y unas sillas reclinables en una orilla, también había un gran vista a todo el vecindario.

Desp de eso volvieron en la planta de abajo, el pecoso se paró al frente de la gigante nevera mirándola hacia arriba borde.

-Aun sigo creyendo que no debería. -murmuró el pecoso, Katsuki se acercó por detrás pasando sus manos por la cintura del Omega y poner su cabeza cerca de unos de sus oídos, lo que manda un escalofrío a la espalda del menor.

-Perp yo digo que está bien, además, me gustaría tenerte aquí viviendo conmigo. -Izuku tembló, no era bueno, no era para nada bueno, su pobre corazón latía en su pecho y estaba por salir, de verdad, por su boca, tener esa voz tan varonil en su oído no era bueno.

-¿P-por qué? -el pecoso preguntó en un susurro, Katsuki subió sus manos de la cintura hasta el pecho del menor, poniendo también su rostro en el cuello de éste.

-Porque quiero, también quiero que te cases conmigo. -habló el rubio con seriedad haciendo que el pecoso voltearan rápidamente mientras se apartaba un poco para mirarlo.

-¡Por los dioses, Kacchan!, ¿¡Cuántos años tienes? -el Omega preguntó un poco asustado, pero no podía negar la emoción que crecía desde su pecho y le daba mariposas en el estómago.

-Treinta y seis figuritas de All Might, junto a cinco adicionales de otros personajes. -el rubio se cruzó de brazos sonriendo de manera arrogante y el pecoso abrió los ojos sorprendido.

-¿Tan joven, Kacchan? -Katsuki pudo jurar que los ojos del pecoso estaban brillando y votando estrellitas, no pudo evitar reírse.

-Maldita sea, no sabes cuántas cosas quiero hacerte, sin embargo, iré despacio, y tus labios serán lo primero que reclame. -Katsuki dijo, ganándose una mirada confundida, caminó hacia el pecoso quien se apartó dando un paso atrás, fue un juego en donde Izuku quedó pegado de espaldas al refrigerador sin escapatoria.

El rubio tomó al Omega de una de sus mejillas para alzar su rostro. Izuku por su parte sentía todo de una manera irreal, no creía posible que hubiera escuchado eso, ni tampoco creía que el rubio le fuera a besar en serio, su rostro estaba sonrojado, de eso estaba seguro, pero su vista borrosa le hacía imaginar que sus ojos estaban vidriosos.

-K-Kacchan... -Katsuki cerró el espacio entre ellos tomando y devorando los labios del pecoso, aprovechó una apertura cuando el Omega jadeó para meter su lengua en su cavidad bucal.

Izuku gimió bajito contra la boca del alfa, pasó sus manos a los hombros del mayor para atraerlo más contra su pequeño cuerpo. El rubio pasó sus manos por el cuerpo del pecoso, tomándolo de la cintura y bajando un poco más, hacia ese trasero de felpa suave y apretado que lo traía loco.

-N-no... puedo respirar. -era demasiado para Izuku, sentía que su cuerpo iba a desfallecer en cualquier momento, una neblina densa cubría su mente y su Omega interior ronroneaba felizmente, parecía estar a gusto siendo tomado por el alfa rubio.

Katsuki se apartó mirando como el Omega jadeaba con fuerza en busca de aire para sus pulmones, sus mejillas rojas y sus labios hinchados por el beso, se miraba tan apetitoso, sin embargo, aunque quisiera devorarlo con toda la hambre que tenía en ese momento, no podía, tenía que ir despacio. Ya había hecho un buen trabajo esperando esos meses, podía esperar un poco más.

-Creo que es hora de llevarte a la estación de tren. -el rubio murmuró mirando como el pecoso asentía a lo dicho, aún estaba aturdido por el beso eso era visible.

...

Cuando el pecoso espabiló de nuevo, ya estaba al frente de su hogar. Sentía sus mejillas calientes y su estómago revoloteaba como si tuviera cientos y miles de mariposas en el. Izuku sonrió mientras abría la puerta del apartamento para entrar, pasó por el pasillo y fue a la cocina, abrió el refrigerador sacando una botellita de agua, bebió hasta la mitad cuando escuchó como la puerta se abría otra vez, al voltear se encontró con su madre quien traía en mano bolsas de compras.

-¡Bienvenida a casa mamá! -exclamó el pecoso feliz caminando hacia ella para ayudar a guardar las cosas que traía.
Inko sonrió cuando su hijo se acercó a tomar las compras de sus manos, no dijo nada ante el ligero aroma a alfa que tenía encima, ya había dicho que no lo iba a forzar para que le dijera quién era.

Aunque le causaba curiosidad saber quién era esa persona especial, había notado un cambio de humor en su pecoso desde hacía unos meses atrás, se la pasaba más entretenido y feliz, parecía hablar mucho con alguien con el celular. Aún así, no podía evitar que su preocupación de madre se hiciera presente, no quería que su bebé saliera lastimado si estaba con la persona equivocada.

Pero Inko era paciente, así que esperaría el tiempo que fuera necesario. Aunque ella no se esperó que una semana después su hijo estuviera llorando de felicidad cuando recibió la carta de la universidad siendo aceptado felizmente. Bueno, eso sí se lo esperó, lo que no se esperó fue lo otro, cua el fueron al supuesto apartamento compartido, lo primero que notó Inko fue el lugar, después el edificio, y además del habitante en el.

El aroma a cenizas era imposible de no reconocer. Izuku siempre estuvo nervioso y avergonzado al lado del rubio, era bastante caballeroso, le explicó todo lo que tenía que hacer el pecoso mientras estuvieran compartiendo el lugar. No pudo evitar estar alterada al ver lo mayor que era ese alfa, ¡Era muy grande para su bebé!, Pero también, se quedó mirando fijamente a su pecoso un rato cuando estuvieron comiendo algo en el apartamento del rubio, la comida preparada por él mismo.

Izuku se miraba tan feliz, tenía un brillo especial en sus ojos verdes cuando miraba al rubio, su aroma nervioso y sus mejillas sonrosadas. El corazón de Inko dio un vuelco, tal vez debería de confiar un poco en su pequeño, siempre estaría para él si algo llegaba a pesar y además sabía que Izuku iría a ella si tenía algún tipo de problema.

Entonces tomó su decisión, no diría nada al respecto e iba a confiar, pero también haría unas cuantas visitas al mes cuando tuviera tiempo libre para pasar e ir viendo cómo iban las cosas. Al final cuando dio su aprobación e Izuku llevó sus cosas al nuevo apartamento, antes de despedirse Inko abrazó a su cachorro con fuerza mientras acariciaba su cabello.

-Cuídate, y también usa protección ¿Sí? -ella murmuró en el oído de su hijo cuando la abrazó, el pecoso se puso completamente rojo balbuceando palabras que no se entendían, Inko después miró al rubio-. Cuídalo bien, Bakugou, si lo haces llorar no te lo perdonaré.

El rubio asintió levemente antes de llevar al pecoso al auto y arrancar. Izuku sacudió su cabello con ambas manos de manera nerviosa, murmuraba a millas por segundo cosas como, "ella lo sabe" "¿Cómo lo supo?" "P-proteccion?". O eso era lo que oía Katsuki, el rubio solo se reía sabiendo que las madres siempre averiguan todo, por él le decía a la suya 'vieja bruja'.

(...)

La relación entre Izuku y Katsuki fue lenta, pasó muchos meses para que las cosas fueran más allá que besos. El pecoso ya estaba en su segundo año de universidad cuando al fin le había dejado al alfa luz verde para que pudiera toquetear su cuerpo a gusto.

Las noches de películas eran sagradas para ellos dos, siempre que llegaban los fines de semana y Katsuki llegaba temprano, los dos se sentaban en el sofá y miraban un maratón de All Might, aunque ya hubieran vistos los episodios cientos de veces.

Mientras que miraban la tv Izuku era casi siempre el primero en hacer sus movimientos, pasando una mano al pecho del rubio y jugueteando allí con su camisa, dejaba suave besos en el mentón del mayor y ronroneaba felizmente. Después Katsuki tomaba las riendas, se comía al pecoso con besos hasta que lo dejaba jadeando.

Una noche el pecoso quiso llevar las cosas un poco más allá, no llegar hasta el final, pero si quería darle algo al rubio y además también quería placer. Esa noche no se había puesto ropa interior bajo su pijama y cuando el rubio pasó sus manos por entre su ropa para agarrar su trasero se separó levemente sorprendido al no encontrar la fina tela cubriendo su trasero.

-Deku. -llamó el rubio en advertencia, e Izuku solo suspiró con necesidad.

-Yo quiero Kacchan, deseo que me toques. -el pecoso dirigió una de las manos grandes del rubio hacia su parte íntima, su coño palpitaba de excitación, y su clítoris estaba tan hinchado como mojado.

-Me estás viviendo loco. -Katsuki ronroneó complacido, metió su mano por entre la ropa del pecoso y pasó directamente a su coño desnudo, era suave, caliente y pegajoso, delicioso-. ¿Te has depilado recientemente?, Tu piel está muy limpia.

El rubio murmuró escuchando un gemido lastimero del pecoso, quien estaba avergonzado al escuchar eso, ¡Cómo podía decir algo así!, Bueno, si lo hizo, cuando llegó de la universidad y antes de preparar una deliciosa cena había ido al baño para tomar una larga ducha, usó sus jabones especiales para la ocasión y sus ojillas nuevas.

Un dedo que tanteó su sensible entrada lo hizo salir de sus pensamientos, Katsuki deslizó ese dedo por todo el coño del pecoso, y jugó a presionarlo. Sabía que Izuku era virgen, él mismo se lo había contado, y aunque siempre estuvieran jugando con sus cuerpos nunca iban más allá que eso. Pues el pecoso quería casarse primero antes de dar ese paso, y Katsuki lo respetaba, no supo que agua de calzón le había hecho ese mocoso para enamorarlo de esa manera.

-K-Kacchan. -el pecoso llamó haciendo que el rubio lo mirase-. Yo quiero, quiero hacer algo que ví en internet.

-¿Hum?, ¿Com qué andas dañando tu pequeña mente?, Dime. -el rubio alzó una ceja, estaba intrigado por el pedido del menor, quería saber qué era lo que quería hacer.

-¿C-conoces la pose del sesenta y nueve? -Izuku dijo poniendo sus manos en el rostro para cubrirlo, le fue tan vergonzoso decir eso, lo descubrió sin querer un día por internet, ya no debería de entrar a enlaces sospechosos.

El pecoso se quedó expectante, aunque no se atrevía a mirar al rubio, sintió como sus pantalones de pijama eran arrancados de golpe, ahora se encontraba expuesto, se quitó las manos del rostro justo en el momento en el que Katsuki se quitaba los pantalones que tenía puesto. Izuku volvió a chillar, no podía creer que de verdad fueran hacer "eso" que pidió.

-Joder Deku, últimamente te has vuelto tan lujurioso. -Katsuki también estaba ansioso, su polla grande y erguida lo podía confirmar. Izuku solo le había hecho un par de mamadas antes, pero aún no se acostumbraba a ese gran tamaño, también podría ser una de las razones por las cuales no lo hacían hasta el final.

Antes de Izuku pudiera replicar, el rubio lo tomó y lo acomodó sobre su regazo de una manera en que su trasero estuviera en la cara del rubio y el, bueno, Izuku tenía al frente el monstruo del lago Ness.
El pecoso tragó saliva, y el aliento cálido del mayor pegó en su coño antes de que una lengua se pasara por el.

-¡Oa-ah, Kacchan! -el pecoso gimió fuertemente arqueando su espalda un poco, la lengua de Katsuki presionó contra su entrada de manera deliciosa, e Izuku sabía que debía de hacer su parte.

Con las manos temblorosas tomó la polla del rubio para empezar a masturbar, la inclinó para que la punta alcanzara su boca y la chupó, estiró la piel que la cubría hacia abajo liberando por completo la cabecita roja y furiosa que goteaba mucho líquido pre-seminal sin parar.
Gemidos ahogados fueron vibrando en la polla de Katsuki y no podía culpar al pobre Omega, pues el rubio estaba haciendo un desastre con su pobre coño.

El pecoso metió en su boca lo más que pudo de la polla, que fue más allá de la mitad, pero se regañó así mismo luchando contra los reflejos de las náuseas para poder bajar y bajar más. Llegó hasta que su mentón pegó con los vellos púbicos, incluso Katsuki tuvo que dejar el coño del Omega un momento para respirar pesadamente.

-M-maldición, Deku. -el rubio jadeó, moviendo sus caderas un poco hacia arriba para embestir la boca del menor.

Izuku solo jadeó cuando sacó la polla de su boca, pasó su lengua por toda la extensión, le dió un besito a la puntita antes de volverla a enguir, un dedo se adentró en su coño e Izuku solo gimió como pudo sacando la polla de su boca.
Masturbó con sus dedos la base de la polla con fuerza sacando un gruñido al rubio.

Katsuki siguió con su trabajo, adentrando su dedo en el coño del pecoso y lamiendo todo el lubricante natural que podía. Estaba por correrse y al ver como el coño se apretaba alrededor de su dedo supo que Izuku también estaba por hacerlo.
Pegó su boca al botoncito rosado del Omega para chuparlo con fuerza.

El pecoso por su parte gimió fuertemente arqueando su espalda al sentir una corriente eléctrica que creció desde sus vientre hasta sus pies, al oir como el rubio tragó gustosamente supo que lo había disfrutado. Aturdido, Izuku solo pudo chupar más la polla del alfa y masturbarlo con fuerza con ayuda de sus dedos.

Una carga grande de caliente y viscosa semilla blanca brotó en su boca, era algo amarga, pero tenía su toque dulce. Tragó todo lo que pudo, limpió con su lengua el resto que había quedado untado en la larga extensión. Katsuki lo acomodó después, dándose un beso sucio con sus esencias mezcladas.

Para no alargar mucho la historia, Izuku y Katsuki se casaron cuando el pecoso terminó la universidad, el rubio al fin pudo tener su luna de miel. Y el pecoso lo disfrutó bastante a pesar de que al principio tenía algo de miedo.
Aunque, después de eso, Izuku se volvió adicto a la polla de Katsuki.

El pecoso tuvo que cuidarse mucho con un tratamiento de pastillas anticonceptivas, primero quería escribir su libro antes de tener un cachorro. Y el pobre Katsuki tuvo que aguantar bastante el libido de un Omega joven y hormonal.

Fin.

(...)

Ah, algo bonito despues de haber escribido tanto dolor. ✨✨

Espero que les haya gustado. 🕴️

Zaorycast. ✨✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro