Aviso: Este es un One-Shot basado en un mini cómic que encontré por ahí. La historia de Ares continúa en los capítulos: Preludio al caos y Muerte inc.
---------------------------------------------------------
Caitlyn fue víctima de un sueño abrumador, no menos profundo que el de la tumba. La sheriff se quedo profundamente dormida.

—Ugh... que hora es?

Miró el reloj de pared tallo sus ojos.
—Cielos, tres de la mañana—bostezó con pesadez—de pronto se me antoja una hamburguesa ...

Sin perder tiempo tomó su sombrero de repuesto y se puso en marcha. La comisaria estaba oscura con apenas unas luces encendidas aquí y allá, pero sucedió algo muy extraño, no pudo orientarse para encontrar la salida, Entonces notó un detalle escalofriante, esa no era la comisaría, o al menos no la que conocia.

—¿Pero que?

Aceleró el paso, como si pudiera solucionar algo de esa forma, al doblar hacia lo que debía ser la sala de celdas escucho risas y percibió un olor extraño, algo entre carne quemada y azufre. Al acercarse, la enfermiza luz le mostró un escenario de pesadilla.

—¡Por dios!

Casi todas las celdas estaban destrozadas, con los barrotes retorcidos como espirales; la fuerza requerida para lograr tal cosa estaba más allá de la imaginación; pero lo peor eran los cuerpos carbonizados, que adornaban el techo y las paredes, entre las cenizas encontró fragmentos del uniforme policial reglamentario.

Caitlyn miro la horripilante escena sin encontrar explicación, solo un dragón o un demonio podría hacer algo así.
—Dios...

Una carcajada le puso los pelos de punta a la aterrada campeona; había alguien más ahí y podia ser el responsable del genocidio infernal.

Las risas se hicieron progresivamente más fuertes, insoportables y familiares; no había duda alguna, esa era...

—Jinx...

La única celda intacta albergaba a la villana terrorista, su aspecto era diferente, se había teñido el cabello de rosa, vestía pantalones cortos y una blusa sucia.

—Vaya noche de mierda, ¿ah?

La sheriff se acercó apuntando con su rifle.
—¿Que hiciste?

—¿Yo?—preguntó con una sonrisa.
—absolutamente nada, acabo de despertar, hace unos segundos estaba sufriendo un ataque de locura por los cadáveres carbonizados que me rodean, entonces apareciste arruinando mi momento de descenso a la completa demencia...

Caitlyn bajó el rifle, todo esto estaba terriblemente mal.
—¿Que carajos sucede?

—El mal nos ha alcanzado, es el final de los tiempos, los muertos caminan sobre la tierra y la oscuridad ha reclamado el mundo como suyo. —dijo una voz a su espalda, sonaba solemne y fuerte.

—¿Esa no es la voz de... ?— la Sheriff quedo estupefacta, era un compañero de la liga, el gran Pantheon. Aunque el aspecto del recien llegado era diferente, en su casco se dibujaba un cráneo tóxico y brillante, en lugar de su lanza traía una motosierra unida a un tubo de acero, al menos su escudo era similar al de siempre.

—Pantheon ¿Que haces aquí?, ¿que esta sucediendo?, ¿que paso?

—Muertos vivientes, demonios y otros seres de pesadilla—respondió de inmediato.—perdimos la ciudad. El zombi Brand incineró a los oficiales, vine para comprobar si habia algún sobreviviente.

Caitlyn no podía entender lo que el campeón le decia.
—¿Que?, eso no tiene ningún sentido.

Jinx rodo los ojos y bufo, estaba molesta.
—Dice que estamos en el apocalipsis, señorita Sombreros, si hubieras visto mas peliculas de terror como yo, en lugar de estudiar e ir a la universidad lo sabrias, ja... ¿Quien es la fracasada ahora?

—Tu lo eres... —gruñó la Sheriff.

La villana se levanto desde su posición con un salto.
—Te mataré cuando salga de aqui—replicó hechando espuma por la boca y aferrada a los barrotes de la celda.

Un coro de lamentos y murmullos de ultratumba recorrieron la comisaría de extremo a extremo.
—Estan aquí—dijo Pantheon—deben tener cuidado, los muertos vivientes no son lo mas peligroso ahí fuera. Deben ir al taller mecánico al otro lado de la avenida, ahí encontraran respuestas.—dijo antes de dar la vuelta y marcharse.

—Espera ¿A donde vas?—Preguntó Caitlyn yendo tras él.

—A matar a tantos como pueda...

El sonido de una celda abriendose obligó a la Sheriff a detenerse, al parecer la celda de Jinx siempre estuvo abierta.
—Ja, quien lo diría... A veces la solucion mas simple es la mas probable.

Caitlyn levantó su rifle apuntando a la cabeza de la criminal.
—Vuelve adentro...

La terrorista levanto el dedo medio.
—Por favor, baja esa cosa, sabes que me necesitas para combatir a los zombies.

—Ni hablar, lunatica. Esto no es el Escuadrón suicida. Regresa a tu celda en este instante—replicó con seriedad.

—Ah... bueno la puerta esta rota pero podri... —Jinx se interrumpió a media frase y salio corriendo.

La sheriff disparo errando el tiro por milímetros, a esto le siguio una pequeña persecución, por desgracia Caitlyn perdió a su objetivo debido a la oscuridad intermitente de las luces parpadeantes y el caos infernal que era la sala de celdas.

Con los sentidos a punto y el dedo en el gatillo Caitlyn caminaba lento y sin hacer ruido, concentrando todos sus sentidos en cazar a la fugitiva.

Una figura la sorprendió por el flanco izquierdo, la sheriff disparo pero era demasiado tarde, ya tenia a la atacante sobre ella y la bala terminó por reventar una de las lámparas.

—Es hora de la desvivicion, no te resistas, sombreros.—decia la lunatica con una sonrisa siniestra en el rostro.

—¡Aghh! Callate.

Lo que siguió fue una lucha mano a mano entre Jinx y Caitlyn, rodaron por el piso hubo puñetazos, arañazos y mordidas. Jinx se colocó sobre la sheriff y liberó una rafaga de golpes demoledores que hicieron sangrar la boca y nariz de su enemiga.

Pero Caitlyn respondió tomándola por las trenzas, la terrorista gritó de dolor y dieron la vuelta, la sheriff le dio un cabezazo que rompió la nariz de Jinx, la loca se la quito de encima con un fuerte empujón.
—Estupida, idiota, me rompiste la nariz.

Decia tratando de limpiar la sangre que emergia a borbotones desde sus fosas nasales.

La francotiradora bufo y escupió un diente.
—Aja...

Volvió a lanzarse sobre la pelirrosa, ambas chocaron contra un celda, habia un cadaver chamuscado entre los barrotes retorcidos.
—¡Maldita loca! No me importa lo que diga Riot, o los invocadores. ¡Voy a darte una paliza!

Jinx tomo el brazo del cadáver que se asomaba entre los barrotes de la celda, lo arranco de un tiron y golpeo a Caitlyn en la cabeza, derribandola, su sombrero rodo por el suelo.

—Creo que necesitas un poco de desarrollo de personaje, cuñada—la villana comenzó a golpearla con su siniestra arma improvisada.

—Siempre tan enojona y recta—decia Jinx destrozando el brazo cadaverico en el rostro de la campeona.—¡¿Porque no dejas de ser una perra estirada?!

Dejo caer un último y poderoso golpe con toda su fuerza, Caitlyn atajó el ataque, adelantandose y cara a cara grito.
—¡¿A quien crees que llamas perra estirada?!, ¡Tabla con patas!

Le arrebato el brazo calcinado y lo destrozó con un increible golpe directo a la cara de Jinx, esta gritó y cayó al piso.

En un latido de corazón Caitlyn se lanzó sobre ella a puñetazos, luego de algunos golpes, la villana pudo patearla y alejarla por un instante.

Jinx se levantó con dificultad, tenía la cara ensangrentada y estaba jadeando. Pero aun así soltó una risita.
—Eres bastante salvaje, sombreros, pero no soy la estúpida de cabello rosa para que te coloques sobre mi.... mierda, si tengo el cabello rosa...

Aprovechando las ridiculas declaraciones de su enemiga, Caitlyn la embistió y esposo su brazo al suyo.
—Te tengo.

La pequeña delincuente la miró con rabia. La ira le estaba dando fuerzas para reanudar la pelea.
—Idiota, escapare aunque tenga que cargar con tu brazo cercenado...

—Bla, bla, bla, si, si eres muy mala, niña esquizofrénica...

—No deberias burlarte de eso, la esquizofrenia es una enfermedad terrible sombreros, te voy a funar.—reclamo levantando la cabeza indignada, luego intento morder a la Caitlyn.

La campeona tiró de las esposas intentando contener a la lunatica pero ella seguía forcejeando como un animal rabioso.
—Quedate quieta, escoria hija de....

Cuando estaban a punto de pasar nuevamente a los golpes, un ruido se escuchó desde el pasillo, algo parecido al crepitar de fuego, seguido de pasos lentos y pesados.

—Ay no... —susurró Caitlyn, con su corazón acelerándose.

El calor sofocante llenó la sala de celdas, una figura envuelta en llamas se hizo visible al final del corredor. Brand, en su versión zombie resplandeciente, avanzaba lento, con sus ojos llameantes y podridos fijos en las chicas.

—¡Ahí viene mi antorcha favorita! —Jinx carcajeó, haciendo un movimiento brusco hacia Brand—. ¡Oye, Brandy, podrias chamuscar a esta idiota lesbiana para mí!, ¡Por favor, sabes que eres mi soporte favorito!

Brand no dijo nada, sus manos comenzaron a arder con una intensidad cegadora. El aire olía a azufre, y las llamas que cubrían su cuerpo escupían brasas de fuego verdoso a cada paso que daba.

—¡Ghaaa!, ¡Cerebrooss!— exclamó el muerto viviente lanzando una bola de fuego.

—¡Maldita sea! —gritó Caitlyn, tirandose al piso a la vez que la bola incandecente pasaba sobre ella y Jinx.

La mera cercania del zombie Brand incineraba todo a su paso, incluyendo lo poco que quedaba de las celdas. Caitlyn jadeaba y gemia por el calor sofocante. Brand estaba a solo unos metros.

—¿Que clase de locura es esta? —murmuró Caitlyn, sosteniendo su rifle con fuerza.
—Es delirante, horrible, insoportable.

—Mira, sombreros, tengo una idea, primero me quitas estas esposas luego lo distraes, y yo... me voy.

—Ni lo sueñes, Jinx —gruñó Caitlyn, disparando una bala precisa hacia la cabeza en descomposición de Brand. La bala se derritio antes de llegar a tocarlo.
—Diablos...

—¡Sigue asi, sombreros! —rió Jinx—.Seguro que funcionará algún día.

—Necesito mas potencia. —La sheriff corrio agazapada arrastrando a la maniatica consigo. El techo de la sala de celdas se prendió en llamas, el calor era mas que insoportable.

Las chicas corrieron con un torrente de fuego tóxico e infernal pisandoles los talones.

—¡Por Riot, en serio esto es una maldita pesadilla! —exclamó Caitlyn, perdiendo los estribos.

—¿Pesadilla? ¡Pero si este es el mejor festival de fuegos artificiales que he visto en años!

Campeona y villana corrieron a través de la oscura comisaria hasta llegar a una de las salidas de emergencia, cuando estaban a escasos centimetros algo atravesó la pared a su izquierda derribándo a ambas, entre el caos y la destrucción surgió un figura familiar, era VI se podía ver su sombra y la de sus guanteletes.

—¿VI eres tu?— su cara se fundió en una expresión de terror al ver a su compañera y amiga con el pelo y cejas color blanco, la piel teñida de rojo sangre, vistiendo un ajustado traje de piel. Gigantescos cuernos salian de su cabeza, en su boca se dibujaba una sonrisa siniestra y como cereza sobre el pastel, sus guanteletes se habían fusionado a ella.

—Claro, que soy yo cariño, ¿no me reconocen? oh.. y Jinx, noté que copiaste mi estilo—Se burló manteniendo la aterradora sonrisa.
—Por eso voy a arrancarte la puta cabeza, copiona...

Jinx estaba sorprendida.
—Creo que volví aun mas loca, ¡hey sombreros, pellizcame!...

Caitlyn apretó los dientes irritada y le dio un fuerte pellizco.

—¡Auch!, ¡oye sólo estaba bromeando!

—Bien, les daré 10 segundos de ventaja ¡Hahaha!—Soltó VI mientras reía con locura, su monstruosa sonrisa le daba vuelta a la cabeza

—¿10 segundos?, que considerada—dijo Jinx rodando los ojos.—No me digas, luego de eso vas a matarnos.

La demonio extendio dos enormes alas de murciélago.
—Mejor aun, me las voy a comer. Tu, Caitlyn serás el plato fuerte, mientras que la idiota será el postre... Hermanita, eres casi puro hueso y cartílago, por desgracia para ti, necesito proteína...

De la boca de VI salio una enorme lengua de serpiente.

Caitlyn se encogió de hombros
—Carajo....

—Ahora pueden llamarme VI, la demonio de visceral, villana, violencia, aah.... les recuerdo que les quedan 6 segundos y el tiempo corre, Tic, Tac, Tic, Tac...

---------------------------------------------------------
Creditos al artista de la imagen
-----------------------------------------------------------------------------------

Nota del autor:

Ayuda, soy adicto a ser pndejo