Bosque Petalia
Ciudad Petalia.
Estaban había vuelto a casa mostrándole así sus nuevos pokémon a su madre quien le gustó mucho conocerlos, tras pasar la una última noche en su casa Esteban se preparaba para partir definitivamente a su aventura.
--Realmente me impresiona que ya tengas tres pokémon en tu equipo, estás trabajando muy rápido hijo.
Hablo la madre de Esteban mientras miraba como él alistaba su mochila para partir.
--Bueno, técnicamente dos fueron regalados, solo a Poch lo atrape.
Hablo Esteban señalando al Poochyena tirado sobre el tapete mientras parecía dormir plácidamente, Torchic se movía por toda la casa como si explorará mientras el Ralts se mantenía debajo de una mesa de cristal intentando ocultarse o simplemente siendo demasiado tímido.
--Ya veo… ¿Qué harás ahora?
--Iré a ciudad Férrica, y retare a la líder de gimnasio para ganar una medalla.
La respuesta de Esteban fue rápida y con un poco de emoción en su voz mientras parecía sonreír un poco.
--Retar gimnasios, eso podría ser muy peligroso para tus compañeros.
--Sé que ellos serán más fuertes… confió en que podamos lograrlo.
Parte de él parecía dudar ante la situación, su voz no sonaba convencida mas bien parecía tener un poco de miedo.
--Hijo solo necesitas confiar un poco más en tu equipo y tu habilidad, ellos dependen completamente de ti.
Esteban únicamente miro en suelo suspirando levemente, solo un día como experiencia aun así había aprendido mucho sobre el ser un entrenador, la derrota y la victoria, ya sabía que eran ambas. En ese momento si mirada se encontró con la de Lux, su Ralts, este le sonrió por un momento.
--Creo que debo irme ya, quiero llegar temprano a ciudad Férrica, regresen…
Devolviendo a todos sus pokémon a sus pokeball Esteban partió de su casa sin decir más, su madre preocupada acepto despedirse y dejar que partiera a su aventura, simplemente ella le deseo suerte.
***
Esteban camina atravesó de la ruta 104 al este de ciudad Petalia dirigiéndose al bosque Petalia el cual era el camino más rápido hasta ciudad Férrica, pero algo extraño ocurría en la entrada de aquel bosque, muchas personas jóvenes se habían
reunido.
--¡¡Esteban!!
Mientras él avanzaba alguien le llamo con mucha energía, por su tono de voz parecía ser Carlos, rápidamente Esteban volteo divisando a Carlos y a Yadiel quienes estaban entre la multitud.
Suspirando Esteban comenzó a caminar lentamente hacia ellos aunque un poco nervioso.
--Hola…
Hablo Esteban con una voz monótona al llegar con ellos saludándolos.
--¿Entraras a la carrera?
Pregunto Yadiel con su típico tono de voz mientras parecía ignorarlo levemente.
-- ¿Carrera?
--Bueno, como vas llegando tal vez no lo sepas pero hoy las industrias Devon decidieron organizar una competencia, el ganador recibirá un regalo especial, en este caso será una carrera a campo traviesa por el bosque Petalia.
Respondió Carlos mientras señalaba un cartel colgado en un árbol, Esteban al escuchar aquellas palabras rasco su cabeza pensando un poco.
--Lo hare…
--Bien, esta vez yo les ganare a los dos.
Sin dejar que Esteban terminara de hablar Yadiel le respondió dirigiéndose a la línea de partida donde parecían estar la mayoría de las personas.
--Bueno, te deseo suerte Esteban, pero llegare más rápido que tú.
--Nos vemos al otro lado.
Carlos se despidió corriendo hacia la línea de partida, Estaban por otra parte parecía sentirse más nervioso que emocionado, sabía que obtener el premio sería algo muy bueno pero difícilmente podría ganar, especialmente a los caza bichos que visitaban el bosque muy a menudo buscando pokémon de tipo insecto, pero realmente sentía que no perdía nada con intentarlo.
--Confió en ustedes.
Hablo Esteban mientras miraba sus pokeball, entonces él sonrió, era como si alguien le hubiera dicho: “todo está bien”.
***
-- ¡Poch usa tacleada!
Había pasado poco más de una hora desde que había comenzado la carrera, esteban ahora se encontraba solo en medio del bosque luchando contra un grupo de Shroomish, sus tres pokémon contra un grupo de 5.
-- ¡Antón usa ascuas! ¡Lux usa confuncion!
Dando órdenes como podía, intentaba evitar que alguno de sus pokémon entrara en contacto con las esporas, ellos atacaron a la vez acertando fuertes golpes, Antón fue quien más ayudo a ahuyentar a los pokémon salvajes los cuales huían despavoridos del fuego. Pronto fue posible avanzar.
--Rápido, Lux regresa por ahora.
Haciendo que Lux regresara, Esteban continuo corriendo con sus dos pokémon Poch y Antón a ambos lados, avanzando hacia el norte donde estaría la meta de la carrera. Hacia un tiempo que no veía a ningún competidor, sabía que estaba bastante adelantado los de más pues habían muchos pokémon salvajes en este
bosque, los cuales eran un poco agresivos.
Mientras avanzaba él dejo escapar un suspiro, pero entonces el escucho un grito bastante familiar para él, un grito femenino.
--Aurora…
Rápidamente Esteban cambio de dirección desviándose hacia su derecha mientras hacía que el resto de sus pokémon volvieran a su pokeball, adentrándose más y más en el bosque, así al estar por entrar a lo profundo del bosque fuera de los lugares que eran visitados se encontró con una escena que le preocupo un poco, Aurora estaba en medio de un combate con dos extraños entrenadores los cuales vestían con ropa azul y pañuelos sobre su cabeza intentando imitar un estilo pirata sobre sus camisas tenían un A hecha de huesos, ambos entrenadores tenían un Zubat el cual era un pokémon de tipo veneno y volador, ella únicamente tenía a su Ralts para luchar.
--Vamos se buna chicha y entréganos ese pokémon.
Dijo uno de los entrenadores mientras estiraba su mano haciendo una seña con sus dedos para intentar persuadirla.
--Ninguno de ustedes es digno de mi pokémon, Serena es mi compañera y mi mejor amiga.
Respondió Aurora mientras pensaba un poco, Serena, su Ralts, estaba gravemente herida y posiblemente envenenada por los Zubat, en poco tiempo podría ser derrotada y entonces perdería toda su oportunidad.
--Adelante Lux, ¡usa destello!
Esteban no pudo quedarse quieto, rápidamente lanzo su pokeball dejando salir a Lux, el cual lanzo un poderoso destello cegando a los entrenadores pero los Zubat no se vieron afectados.
-- ¿Esteban? ¿Qué haces aquí?
Pregunto Aurora recuperándose de aquel destello pues tambien había sido afectada.
--Eres parte de mi familia, y bueno tú siempre dices que eres la única que tiene derecho a molestarme… así que hoy digo lo mismo.
--Está bien… creo que es la primera vez que peleamos juntos… ayúdame a darle su merecido a ellos.
Mientras ambos hablaban los entrenadores recuperaron la visión, estaban más molestos ahora casi a punto de perder la calma.
--¡Ahora nosotros los tomaremos a ustedes! ¡Zubat colmillo toxico!
Comenzando a volar hacia Lux, el Zubat abrió su boca llena de colmillos afilados los cuales secretaban un potente veneno.
--¡No lo harás! ¡Lux confuncion!
Exclamo Esteban haciendo que Lux liberara un ataque mental hacia el Zubat, un ataque eficaz el cual lo derribo y lo derroto de un solo golpe.
--Bien hecho primo ¡Serena usa voz encantadora!
Mientras el segundo entrenador a un estaba distraído Aurora ordeno a Serena lanzar un ataque diferente, abriendo su pequeña boca ella dejo salir una nota muy agradable la cual venia acompañada por una honda sónica, esta golpeo al Zubat dándole golpe poco eficaz pero fue suficiente para derribarlo.
--Parece que ahora no son rival para mí ¡lárguense!
Su voz resonó claramente haciendo que los entrenadores rivales empuñaran sus manos sabiendo que habían sido derrotados.
--¿Qué hacen perdiendo el tiempo aquí…?
Mientras hablaban un hombre se acercó a ellos, de tez morena, grande y fornido con una vestimenta azul y con cadenas como decoración, además de tener una A en el pecho que parecía ser hecha de huesos. El miro a Esteban y a Aurora entonces sonrió.
--Parece que encontraron algo bueno, mi nombre es Matías, veamos qué tan fuerte son… Mightyena ve.
Susurrando casi el pokémon dejo salir un intimidante Mightyena, un pokémon de tipo siniestro, era la evolución de Poochyena, sus grandes colmillos hicieron que ambos Ralts retrocedieran de miedo.
--¿…Cómo podremos derrotarlo…?
--No te preocupes primo, somos más fuertes, ¡Serena voz cautivadora!
-- ¡Está bien, Luz destello!
Exclamaron ambos mientras sus pokémon les obedecieron, ambos ataques se dirigieron al imponente Mightyena, uno como el rayo y otro con la velocidad del sonido.
--Rugido.
El destello afecto a Mightyena pero no se inmuto, entonces, abrió sus fauces liberando un poderoso rugido el cual disperso el ataque de serena y los golpeo a los cuatro, entrenadores y pokémon por igual fueron lanzándolos al suelo.
--Realmente son débiles, esperaba algo mejor de ustedes.
Hablo Matías mientras sonreía y miraba sus rivales en el suelo.
--Quítenle todos sus pokémon a esos chicos, tal vez sean débiles ahora pero nos serán útiles para el futuro.
Ordeno Matías mientras suspiraba y dejaba que sus subordinados hicieran el trabajo. Pero antes de que pudieran acercarse una gran masa cayó frente a ellos lanzándolos hacia los pies de Matías. Lo que había pasado es que un gran pokémon había caído justo delante de ellos, Slaking uno de los pokémon más fuertes que existen, incluso Matías dio un paso hacia atrás al verlo con sus propios ojos, Esteban y Aurora miraron al pokémon desde el suelo.
--Haces bien en temerle, pensé que el equipo Aqua se había desintegrado hace algunos años.
Acercándose desde la misma dirección en la que Esteban había venido un hombre entro en escena, tanto Esteban como Aurora lo reconocieron inmediatamente, el líder de gimnasio de ciudad Petalia, Norman, Matías retrocedió pues también lo había reconocido, sabía que tenía pocas oportunidades.
--Parece que tendremos una batalla señor líder de gimnasio.
--Preferiría no luchar, pero, eres un criminal y debo detenerte.
Ambos se miraban fijamente esperando a ver qué haría el otro, pero entonces algo los interrumpió.
--¡Matías! Ya le dije al jefe que conseguimos nuestro objetivo principal.
Antes de que la batalla comenzara una mujer llamo a Matías desde lejos, parecía vestir con una bata de laboratorio y unas gafas además de ser muy delgada, una investigadora a toda regla, Matías al escucharla chasqueo su lengua con furia.
--Nos retiramos por ahora, solo les digo una cosa, un nuevo equipo Aqua se alzara para conquistar la región Hoenn con o sin Aquiles.
Rápidamente tras decir aquellas palabras Matías se alejó junto con la mujer y sus subordinados. Norman simplemente les dejo escapar pues sabía que algo más importaba, así él se acercó a Esteban y Aurora para ver cuál era su estado.
--¿Están bien?
--Yo solo un poco humillada…
--Bien…pero ¡Lux!
Esteban rápidamente se levantó acercándose a su pokémon, por fortuna este estaba sano pero se notaba que había recibido algunos golpes. Pero Serena estaba peor, el veneno había avanzado mucho.
--¡Serena! ¡Resiste!
Exclamo Aurora mientras tomaba a su pokémon entre sus brazos, Norman las miro preocupado así se acercó con mucha delicadeza hacia ellas.
--Tranquila niña, déjame encargarme.
Con cuidado Norman saco un frasco con un rociador, así se acercó a Serena para rociarle un poco sobre una herida que tenía en el brazo, luego le quito el rociador para darle el líquido a beber para que lo digiriera.
--Un antídoto convencional no será suficiente pero bastara por ahora, lo más correcto será seguir con la carrera, al otro lado del bosque hay un equipo médico, regrésala a su pokeball allí estará más segura yo los guiaré conozco este bosque muy bien.
Dijo Norman mientras regresaba a su Slaking a una pokeball, tanto Esteban como Aurora hicieron lo mismo para así partir hacia el norte continuando con la carrera.
--¿Qué hacía aquí señor Norman?
Pregunto Esteban mientras avanzaban por el bosque intentando superarlo y salir.
--Me gusta este bosque suelo estar mucho tiempo aquí, hoy simplemente pensé que sería buena idea ayudar a los entrenadores inexpertos como ustedes, pero no me esperaba que ellos estuvieran tambien aquí, pobremente causen más problemas por toda la región al igual que el año pasado.
Hace unos tres años, el equipo Magma y Aqua liberaron a dos pokémon legendarios los cuales causaron muchos problemas por todo Hoenn, si eso se repetía podría significar grandes problemas.
Con duda en su mente Esteban, Aurora y el líder Norman superaron el bosque Petalia, pero el premio ya había sido reclamado, un entrenador experto obtuvo el premio especial, un lazo experto. Yadiel había llegado en puesto 8 siendo el más alto de ellos mientras que el último de los tres había sido Carlos quien se había perdido, esta vez parecía que los resultados se habían invertido.
Una vez más Esteban había sido derrotado, su falta de experiencia le demostraba lo lejos que estaba de los entrenadores experimentados, no solo eso, algún día debía enfrentarse a Normal pero hoy había visto una diferencia abismal entre ellos.
--…Es hora de dar mi primer paso, ciudad Férrica, mi primera medalla me espera.
Intentaba parecer confiado pero no había forma de estarlo pues no sabía que tan fuerte era esta líder de gimnasio o su forma de luchar, solo que Yadiel si sabía esas cosas pues aparentemente él la conocía.
Bueno un capítulo más, lamento tardar tanto solo que no tenía muchas ideas ahora, solo espero que les guste y sigan la historia
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro