Narrador
Tails descargó el juego después de que Sonic le dijera, una vez que lo estaba descargando, pensó que sería buena idea jugarlo con una música de fondo, en ese momento se le ocurrió jugarlo con la canción de Metropolis Zone, a Tails le encantaba la idea de que cualquier canción característica de un lugar, la podía escuchar sin problema en Internet.

Una vez que se descargó el juego, Tails se metió al juego y puso esa canción de fondo, empezó una pequeña partida en la que no pasó nada interesante, porque había pasado lo mismo con lo que había ocurrido con Sonic. El zorro duró varias horas jugando, fue demasiado divertido para él y al mismo tiempo gracioso.
Pasó un rato y Tails se aburrió, así que decidió hacer otra cosa. Pasaron las horas, y llegó un nuevo día.

A la semana siguiente, Blaze estaba triste por no haber encontrado su teléfono y peor al saber como su madre se comportaría al saber que lo perdió, la gata llegó a la escuela, un poco preocupada, con una esperanza del tamaño de un grano de azúcar en encontrar su móvil, caminó y saludó a sus amigos como lo hacía con normalidad, buscó en todas partes en las que ya había buscado e incluso volvió hablar con la directora si había encontrado su teléfono, para su mala suerte, no lo encontró. El resto del día avanzó con normalidad, cuando llegó la hora de la salida, Blaze sabía lo que iba a enfrentar y era algo que no le iba a agradar mucho. Al llegar a su casa, entró a su cuarto y su madre la saludó, Blaze devolvió el saludo, pero aquí, las cosas iban a tomar un rumbo que ella no quería.

Mamá de Blaze: ¿Encontraste tu teléfono?

Blaze: No...

Mamá de Blaze: ¿¡Por qué no?!

Blaze: Perdón, hice todo lo posible por encontrarlo, busqué en todas partes de la escuela e incluso le avisé a la directora y al final nada...

Mamá de Blaze: Pues no es mi culpa de que lo hayas perdido, y yo no te tengo planeado comprar otro, sabes que conmigo no vas a vivir una vida de lujos como cualquier otra princesa de otro reino.

Blaze: Sí...

Mamá de Blaze: Así que estás castigada por todo un mes, no vas a tener teléfono ni en unos días o meses, ve perdiendo la esperanza de ver uno para ti estas tres semanas y también tampoco quiero verte con calificaciones bajas, estudiar es una de las pocas responsabilidades de tu vida.

Blaze: Está bien.

Narrador
Blaze triste, se fue a su cuarto, como esperaba, la regañaron por no haberlo encontrado, estaba muy desconsolada, no esperaba que le robaran su teléfono en su propia escuela, además que no quería que sucediera esto.

Pasaron dos semanas, estas dos semanas, fueron largas, ya que eran semanas de exámenes, afortunadamente a Tails le fue como esperaba, pues no quería sacar notas bajas, pues no es algo normal de él y Vanilla le suele poner presión por sacar buenas. Una vez que terminó la semana, se decidió cambiar a cada uno de sus lugares, pues había un maestro que no estaba de acuerdo en la forma en la que estaban acomodados todos.

El encargado de mover a todos era el maestro Robin, así que, en la hora de su clase, fue donde se hizo todo el movimiento de lugares. Cuando estaban en su clase, el maestro comenzó a cambiar a la gente de su lugar a varias personas, lo que Tails y Sonic no se esperaban, es que el maestro Robin los puso a los dos juntos, específicamente a Sonic en la primera banca de la cuarta columna de bancas y a Tails atrás de él. Cuando se sentaron ambos en sus nuevos asientos, los dos se miraron.

Tails: Pues al parecer nos dejaron juntos.

Sonic: No puedo creerlo.

Tails: Yo tampoco, no tengo ni la menor idea si fue intencional o es pura coincidencia.

Sonic: Quién sabe...

Tails: Ahora puedo platicar contigo en las clases aburridas.

Sonic: Ten cuidado, los maestros pueden cambiarnos de lugar por eso.

Tails: No te preocupes Sonic, ya veremos una estrategia para poder evitar eso.

Sonic: Ahora, ¿qué hacemos

Tails: No lo sé...

Sonic: ¿Jugamos a Conserva tu Trabajo?

Tails: Sí, he estado jugando en mi móvil y no me ha ido tan mal.

Sonic: Yo también fuera de la escuela y me han despedido como cuatro veces, pero ahora estoy en este trabajo y parece que no me van a despedir.

Tails: A mí también me han despedido, pero no estoy muy seguro si pueda avanzar de puesto.

Sonic: Sí lo haces.

Tails: ¿En serio?

Sonic: Sí, solo tienes que trabajar y trabajar.

Tails: Pues tendré que esperarme.

Sonic: En definitiva, sí y también sabías que te pueden despedir por no jugar por varios días.

Tails: ¿¡Qué?!

Sonic: No es broma, no había jugado algunos días porque se me había olvidado y al final resulta que estoy despedido, creo que decía algo sobre que le di más importancia a mi familia y a mí que al trabajo.

Tails: En definitiva, te pueden despedir por cualquiera cosa...

Sonic: Sí... Aunque debemos admitir que dan risa los pretextos que te ponen.

Tails: En eso tienes razón, por cierto, ya estamos en el quinto bimestre.

Sonic: Así que, ¿cuántos meses faltan?

Tails: Técnicamente dos y ya estamos de vacaciones.

Sonic: Pasó tanto en casi un año...

Tails: Claro, me pregunto cómo será segundo.

Sonic: No creo que sea tan diferente.

Tails: Eso espero. ¿Sabías que podemos exentar los exámenes finales?

Sonic: Sí, pero debes sacar de 9.5 en cualquier materia.

Tails: Eso sí, lo bueno es que llevo eso más en casi todas, menos en una que me preocupa un poco...

Sonic: ¿Cuál?

Tails: Inglés... Todo por culpa de que no hablo ese idioma en clase, no quiero hacerlo, afortunadamente, en este último examen ya no vale y en el tercer bimestre saqué diez en eso a pesar de hablar nada.

Sonic: Mucha suerte.

Tails: ¡Gracias!