Capítulo 4 - "El Enemigo en las Sombras"
El viaje con Rex y su grupo fue incómodo al principio. Aunque parecían amigables, especialmente Pyra y Tora, había una sensación constante de tensión. Rex seguía desconfiando de nosotros, y Nia, con su actitud sarcástica, no ayudaba mucho. Sin embargo, necesitábamos su ayuda para comprender este mundo y buscar una forma de regresar al nuestro.
Caminábamos por un sendero estrecho que bordeaba un acantilado. Abajo, un océano de nubes se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Nunca había visto algo tan hermoso, pero también daba escalofríos pensar qué podría haber ahí abajo.
Tora:
—Tora piensa que nuevos amigos muy callados. ¿Tienen miedo de hablar o simplemente aburridos?
Issei (sarcástico):
—No, solo estamos disfrutando del paisaje... y tratando de no caernos por el acantilado.
Tora soltó una risita, pero antes de que pudiera responder, Azurda levantó la cabeza, olfateando el aire.
Azurda:
—Algo no está bien. Puedo sentir una presencia hostil cerca.
Todos nos detuvimos. Pyra y Rex sacaron sus armas, y yo instintivamente apreté el mango de la espada que había encontrado antes. No sabía mucho sobre este mundo, pero confiaba en que esa espada era lo único que podía igualar el poder de estas criaturas.
Rias:
—¿Hostil? ¿Qué clase de criatura podría estar siguiéndonos?
Nia:
—En este lugar, pueden ser monstruos salvajes, bandidos... o peor. Cualquier cosa podría atacarnos.
Un ruido sordo resonó detrás de nosotros. Todos volteamos al unísono para ver cómo una figura oscura emergía de entre los árboles. Era alta, con una armadura negra que parecía absorbida por las sombras. En sus manos llevaba un arma similar a una lanza, que irradiaba una energía oscura y pesada.
Rex:
—¿Qué es eso? ¿Un Blades?
Pyra (preocupada):
—No lo creo... pero sea lo que sea, está claramente aquí para atacarnos.
El enemigo no habló; simplemente avanzó hacia nosotros con movimientos fluidos y amenazantes. Rex y Pyra fueron los primeros en reaccionar, cargando hacia él.
Rex:
—¡No dejaremos que nos atrapes tan fácilmente!
El choque de sus espadas contra la lanza del enemigo creó un destello de luz y un sonido metálico que resonó por el acantilado. Aunque Rex y Pyra eran fuertes, este enemigo parecía anticipar todos sus movimientos.
Rias:
—Issei, tenemos que ayudar.
Asentí, desenvainando la espada que había encontrado. Aunque mi conexión con el Boosted Gear seguía siendo inestable, sabía que no podía quedarme de brazos cruzados. Corrí hacia la batalla, uniéndome al ataque contra la figura sombría.
Issei:
—¡Toma esto, maldito!
Lancé un golpe con todas mis fuerzas, y para mi sorpresa, la espada respondió, brillando con una energía azulada. El enemigo retrocedió, sorprendido por mi ataque, pero rápidamente se recuperó y contraatacó. Su lanza chocó contra mi espada, y sentí la vibración hasta los huesos.
Enemigo (con voz profunda):
—Ustedes... no pertenecen a este mundo. Su existencia es una amenaza.
Issei (jadeando):
—¡Ah, claro! ¿Y tú qué sabes? Ni siquiera sé cómo llegamos aquí.
El enemigo no respondió; simplemente atacó de nuevo, con movimientos cada vez más rápidos. Rex y yo intentamos coordinar nuestros ataques, pero este oponente era implacable.
Pyra (preocupada):
—Rex, Issei, este no es un enemigo común. Necesitamos encontrar una forma de debilitarlo.
Rias, mientras tanto, usaba su magia para lanzar ráfagas de energía desde la distancia, pero parecía que el enemigo absorbía parte de los ataques.
Rias:
—¡Maldita sea! Su armadura parece resistir mi magia.
Mientras luchábamos, Azurda rugió, señalando algo en el cielo. Un grupo de criaturas voladoras se acercaba rápidamente, rodeando al enemigo. Parecían aliados suyos.
Azurda:
—¡Nos están rodeando! ¡Esto es una emboscada!
Nia:
—¡Esto es malo! ¡Necesitamos reagruparnos y pensar en un plan!
A pesar de nuestras mejores intenciones, estábamos siendo superados. El enemigo era demasiado fuerte, y sus aliados nos superaban en número. Estaba claro que no podíamos ganar esta pelea.
Rex:
—¡Tenemos que retroceder! ¡Ahora!
Issei:
—¡¿Qué?! ¿Y dejar que ganen?
Pyra (firmemente):
—No tenemos otra opción. Si seguimos aquí, nos matarán.
A regañadientes, todos comenzamos a retroceder mientras intentábamos defendernos. El enemigo no nos persiguió, pero su voz resonó detrás de nosotros mientras escapábamos.
Enemigo:
—No importa cuánto huyan. Este mundo no es para ustedes. Y yo me aseguraré de que nunca lleguen al Árbol del Mundo.
Finalmente, encontramos refugio en una cueva cercana. Estábamos agotados y heridos, pero vivos. Mientras nos sentábamos para recuperar el aliento, Pyra miró a todos con seriedad.
Pyra:
—Ese enemigo no era común. Algo o alguien sabe que estamos aquí y no quiere que avancemos.
Rias:
—Esto es más grande de lo que pensábamos. Si quieren detenernos, significa que nuestra presencia aquí podría ser más importante de lo que creemos.
Issei:
—Genial. Lo último que necesitábamos era ser el objetivo de algún tipo de ejército oscuro.
Rex asintió, con una expresión preocupada pero decidida.
Rex:
—Sea lo que sea, no podemos rendirnos. Tenemos que llegar al Árbol del Mundo, y si ustedes están con nosotros, entonces debemos trabajar juntos.
Nos quedamos en silencio por un momento, procesando todo lo que había sucedido. Sabía que regresar a casa no sería fácil, pero una cosa estaba clara: si queríamos sobrevivir en este mundo, tendríamos que enfrentar lo que sea que se interpusiera en nuestro camino, juntos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro