Tuvo un extraño sueño, uno en que muere. Varios lo han tenido, pero él lo sintió demasiado real.
Comienza a despertar de su sueño, observando el lugar. Él piensa que esta muerto en realidad. Su hermana entra a la habitación. En su sueño era ella quién le decía adiós.
-¿Qué ocurre? -le pregunta la hermana, al ver sus manos temblorosas y su expresión distante.
-Yo morí ¡tú te despediste! ¿cómo puedes hablar con un muerto? -contesta el hombre y corre al baño a observarse en el espejo. Se ve con gusanos y larvas avanzando en él, en un estado de putrefacción total. Su rostro ya está deforme e irreconocible.
Se observa detenidamente sus manos y nota lo mismo.
-Llevo bastante tiempo muerto ¡mirame! -le grita él a su hermana mostrándole sus manos. La hermana lo observa con horror y pánico, sin responderle. -Si estoy muerto, entonces no puedo morir de nuevo.
Él, convencido de su muerte, corre a la ventana de su departamento en el piso 21 y se lanza al vacío con total seguridad. La hermana trata de detenerlo pero no alcanza. Con espanto observa como lo que él creyó se vuelve realidad.