Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

【Capítulo 6: Mejor amiga】

】♕【

"La cámara de los secretos ha sido abierta. Enemigos del heredero, temer".

La frase había quedado grabada en su cabeza, al igual que la imagen que la acompañaba. El cuerpo petrificado de la gata de Filch colgando del techo, justo frente a la muralla en donde la advertencia había sido escrita con sangre, no había dejado su mente.

No tenía que temer, lo sabía. Era sangre pura y estaba en Slytherin, estaba lo más alejada posible de lo que alguien consideraría un enemigo del heredero, ella era todo lo que Salazar había querido en Hogwarts.

Pero, de todas formas, estaba asustada. Este tipo de cosas no deberían de suceder en una escuela. No debería tener que ser guiada por prefectos y profesores cada que cambiaban de salón o iban a comer, no debería pasar fuera de la enfermería y ver a un montón de estudiantes petrificados.

Ni tendría que temer por su mejor amiga, porque esta había decidido ser amiga de la gente equivocada.

—No sabes lo que haces —le dijo a Brenda, arrastrándola dentro de la sala común de Slytherin con ella, para que pudiesen hablar (o más bien, discutir) de forma privada— ¿Acaso no lo entiendes?

—¿Entender qué? —bufó la susodicha, viendo tras su amiga para ver a Malfoy junto a sus bufones, observándolas atentos— ¡Es una escuela, Ivy, se supone que tenga amigos!

La pelinegra rodó los ojos; Brenda, definitivamente, no comprendía la gravedad de sus actos— Yo también tengo amigos, Bren —le dijo entonces, suavizando la voz— Pero son buenos.

La Rockwood rió con desgana, algo que había aprendido de su abuela— No son buenos, son los que tienes permitido tener —corrigió.

—¿Y crees que eso no va para ti también? —preguntó sarcástica Ivy, intentando mantener su tono de voz calmado, a diferencia de la chica frente a ella— Tu abuela estará furiosa si se entera.

—¿Y quién le dirá, eh? ¿Tú lo harás? —la de once años miró a la mayor con enojo, pero también retándola— Vamos, escríbele una carta.

Ivy suspiró, sintiendo la tensión aumentar en sus hombros— Yo no, Bren, jamás —prometió, dolida por la simple sugerencia— Pero no puedo hacer excusas por ti para siempre, Willow no está contenta.

—¡No me importa! Tengo amigos, Ivy, amigos que me quieren y se preocupan por mi.

—Yo hago eso —murmuró en respuesta la slytherin, mirando a la ravenclaw sorprendida— ¿Qué crees que estoy haciendo ahora mismo?

Brenda bufó, cruzándose de brazos— Amenazándome.

—¡Ya te dije que no le escribiré a tu abuela! —chilló, rodando los ojos— ¡Pero no soy la única en esta escuela que tiene pergamino y tinta, Brenda!

La chica se encogió de hombros y dió media vuelta, dejando la sala de las serpientes sin agregar nada más a la conversación.

La mayor soltó un largo suspiro, sentándose en el sillón junto a Draco luego de que Crabble y Goyle los dejasen solos, subiendo a su habitación.

—Su abuela me va a matar —fue lo que dijo Ivy, rompiendo el silencio entre ambos— y luego la matará a ella.

—Aún no entiendo porque te haces responsable por lo que hace —negó con la cabeza el chico.

La pelinegra tampoco lo entendía, solo sabía que desde siempre se había sentido responsable por su amiga y que, en algún punto de su amistad, la abuela de la menor había visto esto como una forma de controlar a su nieta, a través de ella.

Y es que el poder que la mujer tenía en el mundo de la magia y por sobre las familias de sangre pura era inmenso, y bastaba con que Ivy fallase en lo más mínimo para recibir una carta no solo de la anciana, sino que también de su madre.

No quería recibir ninguna carta.

Bufó, dejando caer su cabeza sobre el hombro de su mejor amigo, que la miró con lástima.

—Ya, pronto entrará en razón —intentó animarla Draco, jugando con uno de los anillos en sus dedos— Y sino pues bueno. Tendrás una preocupación menos.

Ivy asintió con desgana, poco convencida pero sin la mejor intención de continuar con el tema.

Draco se movió en su asiento, mirándola de reojo unos momentos antes de soltar un suspiro y levantar el brazo, acercándola a él en un incómodo pero dulce abrazo.

La slytherin se sintió un poco mejor.

】♕【

Brenda estaba enojada, por decir lo menos. Era su primer año en Hogwarts y hasta ahora no había tenido ningún solo momento de libertad, ni una sola decisión que no le hubiesen cuestionado, ninguna experiencia por la que no la hubiesen regañado inmediatamente.

Estaba harta. Había estado tan emocionada por su primer año, su madre le había hablado del castillo, entusiasmandola aún más, pero ella sentía que no había tenido oportunidad de disfrutar absolutamente nada.

Y todo porque Ivy la trataba como a una bebé. No era una bebé. ¡Tan solo se llevaban un año! Ivy no estaba en derecho de mandonearla, ni de controlarla o regañarla. ¡Era su vida! Y tenía todas las intenciones de vivirla como se le viniera en gana.

Eso incluía a sus amistades.

Desde el primer día ella y Luna Lovegood se habían hecho amigas. Compartían habitación, después de todo. Se sentaban juntas en clase, en el almuerzo y luego en los ratos libres, eran inseparables. Y con Luna venía Ginny Weasley, una pelirroja cuya familia, según Ivy, Willow y Anabel, estaba conformada únicamente por traidores a la sangre, todos Gryffindor, también, lo que no mejoraba la situación.

Pero oye, que una vez conoció a Ginny se dió cuenta de que los traidores a la sangre y los hijos de muggles no eran tan malos como su familia y las de sus amigas se los pintaban. De hecho, no eran malos en absoluto.

Conoció también a los hermanos de la pelirroja, y todos la recibieron con enormes sonrisas y brazos abiertos, algo que no podía decir de absolutamente nadie que hubiese conocido gracias a Ivy y las demás.

Estaba feliz, y no pretendía dejar de estarlo.

Por eso, cuando se enteró de que Ginny había sido secuestrada y llevada a la cámara de los secretos, no dudó en acompañar a Harry, Ron y Lockhart en su misión de rescate. Ginny era su amiga, y no pensaba abandonarla.

No contaba con que sería interrumpida.

Harry acababa de lograr abrir la cámara cuando entró al baño. Ivy Crouch lucía afectada, se limpiaba las lágrimas con la mano en un puño, molesta, y con la otra arrugaba un pergamino.

Se detuvo frente a los lavabos y el agujero que estos habían descubierto, mirando atónita la escena frente a ella. Lockhart había saltado ya, por lo que solo estaban allí Potter, Weasley y, por supuesto, Brenda.

Fue como si todas las emociones que había estado mostrando hace tan solo segundos jamás hubiesen existido para ella. Su rostro se volvió estoico, serio. Tenía una mueca, dedicándole a Potter y Weasley una rápida mirada que les bastó para sentirse incómodos antes de clavar la vista en Brenda.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó, aunque el enojo en su tono delataba que algo se imaginaba.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué es eso? —Brenda hizo otra pregunta devuelta, señalando el pergamino en la mano de la pelinegra.

Ivy guardó el arrugado papel en el bolsillo de su túnica e ignoró la pregunta, analizando la escena por un par de segundos más antes de asentir para sí.

—Voy con ustedes —declaró, comenzando a atar su cabello en una moño, ignorando las miradas confundidas de los Gryffindor y la Ravenclaw.

—Es peligroso —dijo Potter— No sabes lo que hay ahí.

—¿El monstruo de Slytherin? —lo miró con una ceja alzada la Crouch, el de anteojos asintiendo lentamente— ¿Y pensaste que un Weasley, una niña de primer año y un farsante eran tus mejores opciones?

Ron y Brenda la miraron ofendidos, aunque la chica tuvo que admitir para sus adentros que, dentro de todo, Ivy tenía razón.

—Tenemos que salvar a Ginny —intentó apresurarlos la Rookwood.

—¿Vas a arriesgar tu vida por esa Gryffindor que conoces hace menos de un año?

—Es mi mejor amiga.

Ouch. Ivy la miró por varios segundos, ninguna expresión reconocible en su rostro. Acabó por asentir.

—Bien, andando —comenzó a caminar, pasando entre Potter y Weasley para saltar también.

Ron la detuvo, tomando su muñeca. Se veía confundido, o más confundido de lo que se veía la mayoría del tiempo— ¿Irás con nosotros a salvar a mi hermana?

Ivy le sonrió, aunque no era una sonrisa simpática, sino más bien una cargada de ironía— No te creas, Weasley —dijo, soltándose del agarre del chico— Voy a asegurarme de que Rookwood no muera por culpa de ustedes.

Brenda sintió un escalofríos cuando la mayor usó su apellido en lugar de su nombre para referirse a ella, pero lo ignoró. Sería algo en que pensar en otro momento, cuando no estuviesen a punto de poner su vida en riesgo.

—Bien —aceptó las circunstancias Harry, asintiendo en dirección de sus amigos y luego la Slytherin— Andando.

Esa fue la primera vez que Ivy Crouch ayudó a Harry Potter.

】♕【

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro