Voy de camino a visitar a mis padres, las cosas en la empresa salieron muy bien, los jefes están más que satisfechos con nuestro trabajo, estoy nerviosa, quiero ver a mis padres los he extrañado mucho, no sé si los nervios son por volver a ver a mis padres o poder encontrarme a Lukas en las calles.

Mi madre es quien me recibe en el aeropuerto, está tan emocionada de verme que no pudo aguantar sus lágrimas.

—Estoy completamente segura de que no has comido bien —dice ella y yo le dedico una sonrisa.

—Madre, me alimento muy bien, aunque no lo creas —me mira y hace gesto de negación.

—Estoy completamente segura de que lo único que comer en pizza, Ava eso no es ningún alimento —dice con tono de reproche.

—Madre, te prometo que comeré mucho mejor para que no tengas que preocuparte.

Llegamos a casa y saludo a mi padre, luego de hablar un rato con ellos me dirijo a mi cuarto, aunque el viaje fue en avión estoy un poco cansada y quiero descansar un rato antes de salir a encontrarme con mis amigos, Luciana no viajo porque era el cumpleaños del esposo de su hermana mayor y debía acompañarlos, me siento un poco sola sin ella, ya que ella es mi mejor amiga y es con quien confió para salir.

Luego de haber descansado lo suficiente me levanto a arreglarme para la fiesta de la noche, he quedado con Sergio y los demás chicos para asistir a un bar «Desafortunadamente esta vez no vamos a uno de los bares de mi hermano».

—Estás más hermosa que nunca —me grita Sergio mientras me acerco donde están todos.

—Tú no te quedas a tras —digo dedicándole una sonrisa mientras le guiño un ojo.

—¿Qué quieres hacer esta noche, aparte de divertirte? —me pregunta.

—Aparte de divertirme —hago un gesto como si estuviera pensando —follar es lo que quiero hacer.

Todos se ríen mientras entramos al bar, la estoy pasando muy bien, pero no dejo creer en ese hombre tan sexy que me ha brindado los mejores orgasmos de mi vida en solo unas noches, desearía tenerlo aquí y que cumpliera mis deseos en este preciso momento.

Estoy hablando muy cómoda con uno de los chicos que trajo Sergio, según Sergio lo trajo para que me divirtiera, pero no logro dejar de pensar en Alan, el chico se acerca y me toma de las mejillas e intenta besarme, en ese momento siento como me halan y tropiezo con alguien.

—Mierda —digo y miro a la persona que me tiene agarrada del brazo —que haces, suéltame —grito al darme cuenta de que es Lukas quien me tiene del brazo.

—¿Por esto me terminaste? —grita —para poder andar de puta y follarte quien se cruce contigo —dice mientras hace su agarra más fuerte y siento que me lastima.

—Me estás lastimando Lukas —digo con una calma que ni yo me las creo.

—Contesta Ava, ¿Me dejaste para andar de PUTA? —esta vez grita un poco más fuerte, logrando la atención de las personas a nuestro alrededor.

—No te confundas Lukas, no tienes ningún derecho en reclamarme que no se te olvide que fuiste tú quien destruyo lo poco que teníamos.

Lukas me agarra aún más fuerte del brazo y se dirige a la salida del bar, en ese momento empiezo a sentir miedo porque sé lo que puede hacerme y no tengo nadie cerca para que me ayude, empiezan a llegar viejos recuerdos a mi mente y de verdad empiezo a sentir mucho miedo.

Flashback

—¿Ava que haces? —me pregunta Lukas mientras me quita en celular con un solo movimiento.

—¿Qué haces tú? No tienes derecho hacer eso.

—Ya te dije que dejaras esas cosas —me dice mientras me lanza un puño a la cara que me hace caer al suelo de inmediato.

—No tienes derecho a ponerme una mano encima —le digo y a él no parece importarle, me agarra del cabello y me da otro puño, luego viene un golpe tras otro y creo perder la conciencia, no recuerdo nada más hasta que siento que se detiene.

—¿Sabes que te lo mereces? —dice y trato de ponerme de pie para salir, pero él me detiene en el momento.

Luego de un rato de insistir en que merezco lo que acaba de hacerme por el simple hecho de subir unas fotos a mis redes, lo que para mí es normal, para él es lo peor. Te lo mereces por andar subiendo esas fotos, sabes que no puedes hacer eso y llama a tus padres y diles que te vas a quedar conmigo esta noche, no quiero que nadie te vea así.

Me levanto como puedo y hago lo que me ha dicho, me siento realmente adolorida, esa era la primera vez que Lukas hacía esto, lo perdone después de haberme dicho unas lindas palabras y haber insistido que yo era la culpable.

Dure varias semanas para recuperarme del todo, mi familia no se dio cuenta o eso es lo que creía yo, ya que Miguel logro saber todo sin que yo se lo dijera «No sé cómo se enteró de todo», le tuve que rogar para que no le contara nada a mis padres y realmente me arrepiento, porque ese fue el inicio de muchos maltratos más, verbales, físicos y psicológicos.

Fin del Flashback

Miro todo el lugar y noto que los chicos con los que llegue al bar no están cerca y mi miedo incremente, Lukas sigue apretando su agarre en mi brazo y el dolor se intensifica, salimos del bar y nos dirigimos a un lugar bastante solo y alejado.

—Lukas detente —digo con un hilo de vos, tengo mucho miedo y mi valentía se ha escondido al fondo de mi mente —por favor detente.

—Ahora me ruegas —dice soltándome el brazo, pero me agarra en cuello de inmediato —no has respondido la pregunta de hace un rato.

—Me estás lastimando, suéltame por favor —digo esto a falta de aire, su agarre es muy fuerte y está impidiendo que respire con normalidad.

Lukas me da una cachetada que me deja el rostro ardiendo en el instante y se aferra de mi cuello con ambas manos haciendo mucha presión, me falta el aire, pero logro darle un golpe en su parte baja y él me suelta, corro lo más que pueda hasta estar nuevamente en el bar, ingreso al baño y pienso en quien puede ayudarme en ese momento.

La única persona que me puede ayudar es Miguel, pero no quiero que se entere de lo débil que fui, de cómo no supe manejar la situación, pero aun así decido llamarlo.

—¿Puedes recogerme? Estoy en el bar Las Mellizas —digo intentando sonar tranquila.

—¿Te ha pasado algo? —es lo primero que pregunta, nunca le he pedido estas cosas.

—No, solo me siento un poco indispuesta, ¿Puedes venir por mí?

—Estoy cerca, puedes ir saliendo —en ese momento mi miedo aumenta, no quiero volver a encontrarme con Lukas.

—Cuando llegues me marcas para salir, está haciendo mucho frío afuera —digo para evadir alguna pregunta.

Miguel llega por mí y yo salgo y agradezco a chuchito de que el carro no esté muy lejos de la salida, le agradezco a mi hermano por dejarme en casa y entro a ella, no quiero estar más aquí, así que empaco mi maleta de tres días y decido volver a la ciudad cuando amanezca.

Le digo a mis padres que surgió algo en la empresa, por lo que debo viajar hoy mismo a la ciudad, veo tristeza en sus ojos, pero ellos no dicen nada, les prometo volver para las fiestas de fin de año, aunque no quiero estar de nuevo aquí, no me siento segura estando cerca de Lukas.

Regreso a la capital y me siento mejor, aunque tengo unos moretones en el brazo y el cuello y ni se diga de mi cara aun hinchada, pude evadir las preguntas de mis padres diciendo que algo me había picado, claro, la mano de Lukas me ha picado y muy fuerte.

Pase todo el fin de semana en mi apartamento, no quería hablar con nadie y mucho menos que alguien me viera como estaba.

Tuve un fin de semana de mierda, todavía tenía dos días más de descanso, pero decidí asistir a la empresa a adelantar trabajo, si seguía en casa posiblemente me volvería loca, algunos se sorprendieron al verme, ya que días antes estaba muy emocionada de viajar a visitar a mis padres, los que me preguntan les respondo una que otra cosa irrelevante.

Llevo un día de mierda, estoy tan distraída que todo me está saliendo mal, realmente deseo que el día se acabe, tan distraída, he estado que me han enviado a traer café para todos, es lo único que puedo hacer para volver al mundo real, ando en un mundo que ni yo conocía.

Después de comprar el café voy directo al elevador y para colmo me choco con alguien, estaba tan distraída que todos los cafés cayeron directo al suelo y uno que otro fue a los pantalones de Alan, si Alan para terminar mi mal día.

—¡Hey! ¿Estás bien? —dice él mientras se inclina para ayudarme a recoger el desastre.

—Estaría mejor si no te hubieras cruzado en mi camino —digo un poco irritada.

—Disculpa tú eras la que venías sin mirar por donde pasabas —se queda mirando mi cuello y trato de subir un poco más el cuello de la camisa —¿Qué te paso ahí? —pregunta con un tono preocupado señalando el gran morado que tengo.

—Nada que te importe —digo y trato de levantarme, pero me agarra el brazo que todavía llevo lastimado y hago una mueca de dolor.

—Oye, ¿Qué te pasa? —responde mientras levanta la manga de mi camisa, maldigo al cielo por llevar esta camisa tan floja —¿Cómo te has hecho esto?

—Tuve un accidente en casa —respondo para evadir sus preguntas —no le menciones nada de esto a mis hermanos, por favor.

—Si es un simple accidente ¿Por qué no quieres que ellos se enteren? —responde mientras se pone de pie.

—No te metas en mis cosas.

Lo dejo ahí de pie sin esperar respuesta alguna y agradezco lo rápido que camine, no quiero darle justificaciones a nadie, termino en la empresa un poco más temprano, hoy no traje mi auto, entonces solicito un servicio de taxi, mientras esperaba Alan se acercó y ofreció llevarme a casa, estoy tan cansada, quiero llegar a mi casa y darme una ducha que no dude en aceptar su gesto tan amable.

Alan me dejo justo al frente del edificio donde vivo y le agradezco por no hacerme preguntas durante el viaje y traerme hasta mi apartamento, voy camino al apartamento y me percato que mis dos hermanos están afuera esperando y lo único que viene a mi mente en Alan.

—Necesitamos hablas —dice Danniel un poco enojado.

—¿De qué quieren hablar? Debe ser algo importante para que estén los dos aquí —digo mientras entramos al apartamento, al entrar Miguel se acerca y baja el cuello de mi camisa, quedan expuestos los moretones.

—Joder Ava, ¿Hasta cuando vas a permitir esto? —hace silencio —¿Quieres que ese imbécil te mate? —pregunta con un tono de voz levemente alto.

—No es lo que piensan.

—¿No es lo que creemos? —dice Danniel aventando su celular a la mesa, en él se reproduce un vídeo de la noche donde Lukas me saco a la fuerza del bar y lo que sucedió después en ese callejón.

—Ava, sabes que no es la primera vez, ¿Qué estás esperando, que este hombre te mate? —dice Miguel esta vez más calmado —debes demandarlo.

—No —digo un poco horrorizada, no quiero hacer un escándalo e involucrar a mis padres —no tengo nada con él, ya todo quedo claro y no nos volveremos a ver.

—¿Qué te asegura que él no te buscara? Por Dios Ava, te fue infiel con Cynthia sabiendo el rencor que hay entre ustedes y para colmo te maltrata físicamente, lo voy a matar —dice esta vez Danniel y me lleno de miedo, no quiero que mi familia se involucre en esto.

—De verdad, ya no hay nada entre nosotros, todo quedo aclarado.

Me paso casi toda la noche tratando de aclarar las cosas con mis hermanos, para que no se preocupen y no le comenten nada a mis padres, ellos son los que más me preocupan. Después de hablar un buen rato y pedir algo para cenar, ellos deciden marcharse para dejarme descansar.

Casi no pude dormir toda la noche, estuve pensando en quien pudo contarle y enviarles ese vídeo a mis hermanos, claro está que Alan no fue, pero lo más indignante es que prefirieron grabar el vídeo en vez de ayudarme.

Decidimos viajar la ciudad para pasar las festividades de fin de año entre familia, una tradición que hemos llevado por años, estoy muy a gusto de estar con toda mi familia, mis hermanos se quedaran hasta la primera semana después de las fiestas, por el contrario, yo me quedaré dos semanas más para disfrutar más de mis padres, ya que la empresa en la cual realice las pasantías ha decidido contratarme por mi buen desempeño.

—Ava cariño, ¿Puedes ayudarme? —grita mi madre.

—Huele increíble, en que puede ayudarte esta chica que no sabe cómo prender una estufa —digo mientras le muestro una de las sonrisas más grandes que he tenido estos últimos días.

—Daniel que puedo hacer con esta niña que no sabe encender la estufa —le grita mi madre a mi padre.

—Cariño, tú la criaste así, no tuviste en cuenta que un día nos abandonaría y solo sé alimentaría de pizza —dice mi padre mientras se dirige a nosotras.

—Padre, ¿Puedes estar de mi lado? —digo fingiendo molestia.

—Sabes que siempre estaré de tu lado mi dulce niña —dice mientras me abraza —mi dulce niña.

—Tal para cual, padre e hija tenían que ser —dice mi madre —no heredaste mi arte culinaria, estarías completa y lista para casarte con L... —mi madre hace silencio al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir y el ambiente se pone un poco incómodo.

—Como si alguien pudiera soportarme —digo con un tono divertido para agradar de nuevo el ambiente.

—Espera que encuentres el indicado —habla mi madre.

—Si es que pasa mi aprobación —dice mi padre en un tono divertido.

La noche transcurre entre chistes, recuerdos divertidos y uno que otro consejo de mis padres, hacemos la oración de navidad como de costumbre. Después de la cena nos dirigimos al patio trasero donde se encuentra una fogata y ahí seguimos con nuestras charlas y recuerdos mientras nos acabamos la reserva de vino de nuestro padre.

Las festividades trascurrieron con normalidad como lo han sido siempre, con la diferencia que Lukas ya no nos acompañaba, para ser sincera creo que el afecto que sentía por él se ha ido desvaneciendo, no le deseo nada malo, espero encuentre a alguien a quien pueda amar y que lo ame.

El tiempo pasa volando, la pase muy bien con mi familia y disfrute mucho las salidas tranquilas con los chicos, desde el incidente con Lukas no he tenido muchas ganas de ir a algún bar.

NOTA DEL AUTOR

Dos capítulos en un ratico, voy a tratar de subir otros dos, pero no prometo nada, espero la estén disfrutando. ¿Quién pudo enviarle el vídeo a los hermanos?

Sin más que decir aquí les dejo la bendición de chuchito, ¿saben quién es chuchito? Díganlo en los comentarios y también digan que les está pareciendo la historia, ¿Ustedes que harían con un hombre como Lukas y uno como Alan, a quien escogerían?