CAPÍTULO 50
Para que no se les olvide comentar, aquí les dejo la notica de inicio.
Su cara está realmente pálida, me mira y luego a las personas que le hablan —no digas nada —dice casi en un susurro, el cual casi no le entendí.
—¡Tania! —exclama una voz un poco chillona.
—¡Lily! —responde Tania con una expresión más enojada que sorprendida.
—Mucho tiempo sin vernos. Natalia, mira a quien nos hemos encontrado —dice la chica llamando la atención de otra mujer que rápidamente se acerca a nosotras.
Tienen un gran parecido, aunque la tal Natalia se ve un poco mayor, podría decir que tiene la edad de Tania.
—¡Tania! —su voz es aún más chillona, detesto esa voz.
Tania no responde y eso me sorprende, ella no es así, estas chicas no deben ser amigas de ella, viendo su expresión y la forma en que las mira rotundamente no son sus amigas. Sus nudillos están casi blancos de la fuerza que hace.
—¡Natalia! —responde Tania de una manera cortante, como si su presencia le causara más que disgusto.
— No has cambiado nada, hace mucho no nos vemos —dice Natalia mientras se acerca más a Tania —¿Cuatro años? —pregunta con un tono de ironía.
— Tú tampoco, por lo que veo, sigues siendo la misma... —la mira de arriba abajo —la misma de siempre —creí que día algo más relevante.
—¿Aún sigues de tras de Danniel o ya te cansaste de ser ignorada? —Dios, esta tipa solo quiere provocar a Tania.
—Ni lo uno, ni lo otro —digo sin ser invitada a la conversación.
No me habían visto o solo habían tratado de ignorar mi presencia todo este rato. Lily me mira y después vuelve a mirar a Tania como haciéndole preguntas con su mirada, preguntas tipo; ¿Quién es esta aparecida? Está nunca la había visto. ¿De seguro es alguien sin ninguna importancia?
¿Cómo deduje esas estupideces? Pues sencillo, su mirada y sonrisa lo dicen todo, se nota que son unas manipuladoras, una más que otra, pero la palabra Manipulación la llevan escrita en su frente.
—Veo que compraste nueva amiga —cada que hablan escupen veneno.
—¿Quién dice que ella es como ustedes? —pregunta y esta vez me mira.
—Es de la única manera que alguien se acerque a ti, por tu dinero, es lo único que tienes que ofrecer —esta vez no aguanto más.
—¿Qué mal les hicieron para que pienses que todas las personas son como ustedes? —intento levantarme, pero Tania me detiene —no necesito del dinero de ella para ser su amiga, además, el dinero no me hace falta.
Miro nuevamente a Tania y esta vez niega, sabe perfectamente que ahora no soy capaz de quedarme callada y más cuando ofenden a alguien que aprecio, he cambiado eso de confiar y dejar que otros me ofendan y ellas lo que hacen es tentarme la lengua.
—No creo que te sobre, pero como digas —esta vez recorre todo mi cuerpo con la mirada para dejarla fija en mi vientre.
—¿Te causa algo ver el vientre de una mujer embarazada? —pregunta Tania y los ojos de la chica se cristalizan, su cambio abrupto me sorprende un poco.
—¿Por qué tendría que causarme algo? —respira un profundo antes de volver hablar —si tome esa decisión en ese entonces fue porque era lo mejor para los dos.
—¿Cuántos años tendría tu hijo en estos momentos? —ahora es Tania la que causa dolor y eso lo deduzco por la mirada de la chica.
—Eso no te importa a ti, solo nos importa a dos personas, él y yo —él y yo, repito eso, ¿podría ser Danniel de la persona de la que hablan?
—Creo que a él ya no le importa tanto como crees —un golpe bajo y fuerte, que digan que el padre de tu hijo ya no le da importancia a su muerte, sería algo realmente doloroso.
Viene a mi mente lo que me comento Tania en la tienda y puedo jurar que la historia le pertenece a esta chica, pero porque ahora se siente mal por la pérdida si ella fue la que tomó esa decisión. No puedo juzgar el porqué, tuvo que haber un motivo para que ella tomara esa decisión.
—Puede que ahora le importe, puede que ahora podamos ser lo que éramos —dice y sonríe, sus cambios de humor me recuerdan a Dora.
—Has llegado tarde y me alegra mucho —dice Tania sonriendo con «maldad». —ahora tiene a alguien que lo ama por lo que es y no por lo que tiene.
—No creo eso. ¿Quién es ella? ¿Dora? —se ríe cuando menciona ese nombre.
Mis ojos se abren de par en par, no es Danniel, es Alan. Es Alan de la persona que han hablado todo este tiempo, fue el quién perdió un hijo, fue ella quien mato a su hijo y ahora quiere recuperar algo que es irrecuperable.
—Esa chica no le da, ni le dará lo que yo voy a darle, Dora es una especie de recompensa o despecho —yo pensaba que Dora estaba loca, pero esta tal Natalia es peor.
—No. No logras imaginarte quién es la persona que está con él y que le dará, creo, no, estoy segura de que le dará algo mejor que lo que tienes para ofrecerle.
Yo sigo en mi asombro, sigo deduciendo y atando cabos. ¿Por qué aborto él bebe? ¿Por qué dejo a Alan? Y la más importante ¿Por qué y para qué volvió?
—Vamos a ver si sigue con ella cuando me vea y escuche todo lo que tengo por decirle.
—¿Se verán? —pregunta Tania y agradezco porque era lo que iba a decir.
—Tal vez si, tal vez no —dice sembrando la duda, lo hizo perfectamente.
—No creo que arriesgue lo que tiene por algo del pasado.
—Puede que no haya olvidado su pasado y como su pasado volvió quiera volver a él.
—Él me dijo que quería verla, que arreglara una cita —dice la otra chica que había estado en silencio todo este tiempo —la otra noche que vino a mi tienda a comprar pastel y se enteró de que habíamos regresado, casi que me rogó para que lo contactara con Natalia.
Mierda y más mierda, no quiero desconfiar, no quiero traer de vuelta los demonios que me atormentaron por tanto tiempo, pero sus palabras se oyen tan reales, noche, pasteles, Dios, pasteles, ese pastel de chocolate era de su tienda. Se me revuelve todo, me levanto como un relámpago agarrando mis cosas al instante. Ya habíamos cancelado la cuenta, así que no me es difícil salir del restaurante.
Doy un respiro largo y profundo cuando estoy fuera, mi cabeza es un mar de pensamientos y mi estómago un mar de náuseas, todo me da vueltas, me sujeto fuerte y preciso de la pared. Tania no demora en seguirme y se nota un tanto, que digo un tanto, mucho, rotundamente muy preocupada.
—Estás muy pálida —creo que hasta estoy sudando.
—¿Ella es la ex de Alan? —pregunto ya sabiendo la respuesta.
—Supongo que fue la peor manera de saber algo tan delicado. ¿Él no te contó nada? —pregunta mientras trato de regular mi respiración.
—No me ha dicho mucho, es muy poco lo que se dé su pasado amoroso.
—Es mejor que él te cuente todo, pregúntale todo lo que quieras saber.
—Eso es lo que no he querido, quiero que él me cuente todo por qué le nace, no porque yo se lo pida.
—Seguro no te ha contado nada porque supone que no le das importancia a eso.
—Claro que me importa, quiero saber hasta lo más mínimo, pensé que sabíamos todo de cada uno. Joder, estamos tan bien, no quiero que nada afecte lo que hemos construido y avanzado hasta ahora.
—Créeme que nada lograra afectar lo que tienen, tampoco dudes de lo que él siente por ti, Alan no te quiere Ava, Alan te ama, eres lo que el más Ama en estos momentos.
—No dudo, no quiero dudar, pero lo que ha dicho me ha calado la mente, se ha metido aquí y no sé cómo sacarlo —digo señalando mi cabeza —saber que el sí estuvo en su tienda, pero no saber qué fue lo que hablaron me jode la mente, porque no quiero creer nada de lo que dijo.
—No le creas, deja que él te diga toda la verdad, confía en él y no dejes que lo que han dicho, fracture lo que tienen.
—Yo se lo dije y lo sostendré, confiaré en él y no me dejaré guiar por lo que otros digan o hagan. Solo confiaré en la palabra de él.
—Así debe ser, debes confiar en lo que él te diga, él no te miente.
—No le digas lo que paso hoy, quiero que él me lo diga sin tener que forzarlo, quiero que le nazca.
—Me la pones difícil, sabes que si él se entera de esto por otro medio me odiará por no decirle nada.
—Solo espera hasta que pueda hablar con él, hasta que él me cuente todo o yo logre preguntarle algo.
—Sí, no le cuentas o hablas con el yo, se lo diré, tomate tu tiempo, pero no mucho, porque no quiero ocultarle nada.
De ellas no supimos nada más, no nos siguieron, no se volvieron acercar y agradezco, porque como me siento no estoy en las mejores condiciones para discutir.
Nos dirigimos al auto y esta vez permito que Tania conduzca porque realmente aún sigo un poco mareada y no quiero causar un accidente donde nos veamos involucrados nosotros.
La cabeza llena de pensamientos y posibles maneras de como hablar con Alan sin que se vea forzado u obligado a contarme su pasado amoroso y más porque debe ser muy doloroso para él, la pérdida de un hijo creería que jamás se supera y más cuando te dieron dos golpes tan fuertes a la misma vez.
Llegamos a casa y Tania decide marcharse al instante porque necesita terminar unos «deberes» según ella.
—Espero que tus deberes no sean ir a contarle todo a Alan. Sabes que yo me enojaré peor si le cuentas algo ¿Lo sabes? —insisto.
— No diré nada, dejaré que tú seas quien le diga todo, solo no demores, porque seguro él también se enojara contigo por no decirle algo tan importante ¿Entiendes? —dice.
—Te prometo que hablaré con él.
—Y no le des mucha mente a eso, vas a ver cómo es mentira todo lo que dijeron sobre Alan.
—¿Cómo no hacerlo? —le sonrió antes de despedirme.
Veo como su auto se oculta ante mi vista, respiro profundo y un olor muy familiar llega a mí, huele a él, todo a mi alrededor huele a Alan.
Subo a mi cuarto para descansar un rato, lo único que me quito es el bléiser y los zapatos, me acuesto y siento un descanso en mis pies, el mareo redujo al igual que las náuseas, pero los pensamientos siguen en mi cabeza, pero evito pensar cosas negativas, solo quiero creer que todo es falso.
Su padre no es capaz de hacernos esto, ¿verdad? Acaricio mi vientre mientras le hablo a mis pequeños. Él nos ama y lo demuestra cada día que está cerca de nosotros. Me quedo dormida con mi cabeza llena de pensamientos.
No sé cuánto dormí, lo único que sé es que me desperté por los ruidos en la planta de abajo, aunque no son ruidos muy fuertes, logro escuchar cada movimiento, sin necesidad de bajar, sé precisamente quien se encuentra y que hace.
—¿Qué haces? —pregunto cuando termino de bajar las escaleras.
—Preparo algo para que cenemos —dice sin tomarse el tiempo de mirarme.
—¿Ocurre algo? —pregunto, pero su respuesta me afirma que algo le pasa.
—No —no dice nada más.
—Llegaste temprano —digo mientras me acerco a él.
—Se cancelaron algunas cosas, así que decidí llegar rápido a casa —dice restándole importancia, me sorprende en la manera que me está hablando, está siendo cruel.
—Está bien —lo abrazo desde atrás e inhalo su olor, mis pulmones y mi ser se llenan de él.
—Deberías ir a lavarte mientras organizo la mesa —su tono sigue muy cortante, a la defensiva diría yo.
Sin responderle me alejo de él y regreso a la habitación. Me cambio lo más rápido para volver a la sala.
Estamos cenando en un silencio sepulcral, el cambio de actitud que tuvo de la mañana a la noche, porque fue así, en la mañana todo era rosas y ahora solo está limitado a decir lo que le he preguntado.
—¿Vas a quedarte hoy aquí? —pregunto con un nudo en mi estómago, no quiero que me deje sola, no hoy.
—¿Quieres que me vaya? —pregunta.
—Joder Alan —me levanto un poco exasperada, que diré poco, mucho —¿Qué te pasa? Odio este cambio repentino y más cuando no sé el motivo.
—¿No sabes? —se levanta y esta vez sí me mira a los ojos —¿Por qué insistes en ocultarme las cosas?
—No te oculto nada —llevo mis malos a la cintura —tal vez seas tú quien me esté ocultando cosas o ¿no?
—No pensabas contarme que te encontraste con Natalia, que dijo cosas que nunca han salido de mi boca y para ajustarle te sentiste mal —explota en un segundo. La mataré, juro que mataré a Tania.
—Yo... —no termino de hablar.
—No sabes cuan peligroso es enfrentarse a alguien como ella y más en tu estado.
—¿Por eso has estado así?
—Te parece poco esto, Ava puede pasarte algo, pueden hacerles algo y de verdad no saber cómo me sentiría. No sabes que sentí cuando me enteré de que Natalia te conoció.
—Ella no se enteró de que yo soy tu pareja.
—No seas ingenua. Ahora mismo debe estar ideando algo para acercarse a ti.
—Ella no me preocupa —me siento en el mueble mientras hablo —ahora tú, cuéntame de ese pasado doloroso que ha vuelto.
—Pues... —hace una mueca como si le doliera hablar de eso y lo entiendo un poco —Estuve locamente enamorado de ella, la puse por encima de mi familia, mis amigos; la veía como la mujer perfecta, todo lo que me solicitaba se lo daba, no hubo ni un maldito momento en el que no la complaciera y con que me pago —hace silencio.
—Si no quieres seguir hablando lo entiendo —niega y continua.
—Estaba tan feliz porque tendríamos un hijo, faltaban pocos días para nuestra boda, pero sabes que hizo —niego —decidí abortar, mato a mi hijo y me lo dijo como si fuera algo normal, luego dijo que no me amaba y que no se casaría conmigo porque yo no podía darle lo que ella merecía. ¿Qué más podía darle si le daba todo de mí?
Me duele verlo hablar así y más porque veo dolor en sus ojos y no sé si es por la traición de ella o por la muerte de su hijo.
—¿Aún la amas? —es lo primero que sale de mí y me doy un golpe mental, no quiero oír la respuesta, puede que no me guste.
—Creo que no he sido muy claro contigo —dice.
—Sabes que puedo aceptar cualquier cosa, menos que me mientas, se sinceró.
—Ava, mis sentimientos por ti son reales, nunca he amado a nadie como lo hago contigo, como lo dije antes y lo digo ahora. Tú eres la única mujer con la que quiero estar, la que amo y la única que podrá hacerme papá —no digo nada —¿Aún piensas que la amo?
—No es que crea que la ames, cuando hablas de ella veo algo en tus ojos que no logro descifrar.
—No tienes que hacerlo, porque lo que siento por ella es todo menos amor.
Se acerca y me abraza, luego acaricia mi vientre y me besa, un beso suave que promete quitar este sabor amargo que he tenido todo el día.
—Eres terca, muy terca —dice al separarse.
—No quería preocuparte y menos que te enojaras —digo mirándolo a los ojos.
—Y fue lo que lograste, no quiero que me ocultes nada.
—Iba a hablar contigo, pero Tania se adelantó y me las pagará —digo lo último muy seria, realmente estoy muy enojada con ella.
—No puedes hacerle nada, no fue ella la que me dijo —dice mientras saca su teléfono.
—¿No? —pregunto sorprendida.
Me enseña unas fotos donde nos vemos Tania y yo en el restaurante, acompañadas de dos personas más que están de espalda, no se les ve el rostro, pero para Alan que ya las conoce puede deducir quienes son, en la siguiente me veo yo saliendo del restaurante, la siguiente se ve como me sujeto de una pared para no caerme, así sucesivamente, tiene diferentes fotos de nosotras, de lo que sucedió.
—¿Cómo supiste que no quería decirte nada? —eso no lo dicen las fotos.
—Tania, pero la tuve que amenazar para sacarle la verdad.
—¿Quién tomo las fotos? —eso me intrigo desde que las vi.
—Alguien —se limita a decir.
—¿Me estás vigilando? —pregunto asombrada y horrorizada.
—No diría que, vigilando, te estoy cuidando —responde quitándole importancia al asunto.
—No puedes hacer eso.
—Por el momento es lo mejor y no pienso discutirlo
Nuestra conversación se alarga porque decido contarle todo lo que dijeron hoy, él me cuenta más cosas de su pasado y a veces agradezco el suceso de hoy, Alan no ha sido muy abierto respecto a su pasado amoroso, no conocía tantas cosas como estas.
Subimos a la habitación y me encargo de mostrarle cada cosa que le compramos hoy a los bebes. Cada que le enseñaba un vestido protestaba, eso me causaba terminara, su hija le pondrá los pelos de punta y no se la dejara fácil.
—Esta la debes usar el domingo en la cena —saco la corbata de la caja.
—¿También la compraste hoy? —pregunta.
—Deberías saberlo, con eso de que me estás «cuidando», debiste saber a cuantos almacenes entre.
—No consiste en eso, solo me informan cuando ven algo sospechoso, así como lo de hoy.
—En fin, debes utilizarla ese día y si es posible el resto de tu vida, esto se te ve perfecto —digo cuando termino el nudo.
—¿Sabes dónde se vería perfecto?
—¿Dónde? —pregunto con intriga.
—Aquí —sujeta, mis dos manos con una de las suyas y las lleva arriba de mi cabeza.
NOTA DEL AUTOR
El capítulo fue así porque tenía que estar el momento donde Alan le contaba claramente su pasado con Natalia a Ava.
Tranquilos que ellos van a vivir su Romance feliz, creo. 🤭
Denle mucho amor al capítulo, así les publico rápido.
Que chuchito los bendiga siempre.
COMENTE, VOTE Y COMPARTA, LO AMO.
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