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CAPÍTULO 46

En esta ocasión no hay meta, solo le pido que comente mucho eso me anima a actualizar mas seguido. :)


Estamos desayunando para regresar a casa, fue solo una noche, pero me siento más cómoda en mi espacio y mucho más con mi ropa.

—Hoy iré a la oficina del fiscal y más tarde me reuniré con el juez que está investigando tu caso y nuestros abogados —dice Alan y eso me sorprende un poco.

—¿Cómo sabes quienes son las personas encargadas del caso? —pregunto, aunque ya lo sospecho.

—Son personas de confianza y créeme que esta vez no habrá dinero de por medio y tú ganaras el caso y ese hijo de puta se pudrirá en la cárcel —dice en un tono de enojo.

—¿Tú los contactaste? —ya se me hacía raro que alguien quisiera investigar todo de nuevo sabiendo el poder de la familia de Lukas.

—Es un amigo de mi padre que al comentarle todo quiso el mismo hacerse cargo del caso, además es de los mejores jueces de Alemania y el fiscal nunca ha perdido un caso.

—Ya veo —digo mientras tomo el jugo de sandia «un antojo matutino».

—¿Te incomoda? —pregunta esta vez Dahiana.

—Al contrario, realmente estoy muy agradecida con ustedes por apoyarme en todo este proceso.

—Para eso es la familia, porque eso somos ¿Verdad? —pregunta ella y espero que no salga el tema del matrimonio.

—Sí —una simple pero afirmativa respuesta.

Terminamos nuestro desayuno y nos despedimos de la familia para emprender el viaje de nuevo a casa.

Mientras Alan conduce pienso en como deberíamos llevar todo esto, realmente ya estoy cansada de todo. Quiero llevar nuestro embarazo tranquilo.

—Cariño —llamo la atención de Alan.

—Dime —me mira un momento, pero de inmediato mira nuevamente la carretera.

—Quisiera llevar todo nuestro embarazo tranquilo, si se pudiera solicitar una orden de alejamiento, que ellos no se acerquen a nosotros hasta que tengamos a los bebes —he venido pensando esto desde que supe del embarazo y el caso volvió a ser investigado.

—Hermosa, eso debemos analizarlo primero, no podemos tomar nada a la ligera, estamos tratando con gente peligrosa.

—Es que... —suspiro sabiendo que nadie aceptara lo que quiero —quiero estar tranquila, que los bebes lo estén igual, no quiero estar la mayor parte de mi embarazo en un hospital o un juzgado; quiero disfrutarlo, que lo disfrutemos.

—Quiero lo mismo que tú, quiero que disfrutemos nuestro embarazo, cada cosa de los bebes, pero con ellos cerca no lo vamos a hacer, vamos a vivir con miedo.

—Hablemos con el abogado y el fiscal, ellos nos pueden asesorar sobre que podemos y no podemos hacer en este caso.

—Hoy que me reúna con ellos, hablaré eso, pero lo mejor es salir de todo esto ya, el caso ha ido avanzando y con el acercamiento de él da las posibilidades que todo se aligere —dice él —y por Dora no te preocupes que ya mi abogado se encargara de eso.

—Solo quiero estar tranquila, que lo estemos.

—Lo estaremos.

Nuestra conversación termina ahí y trato de descansar mientras volvemos, estamos algo lejos de nuestra casa y el tráfico en esta ciudad es terrible en cualquier horario.

Llegamos a casa después de un largo camino y lo único que quiero seguir haciendo es dormir, la noche anterior no pude dormir muy bien, así que estando ya en mi casa aprovecharé.

Subimos hasta la habitación y me tumbo en la cama para así conciliar nuevamente el sueño «se nota que no he descansado muy bien».

Paso toda la mañana durmiendo y si no hubiera sido por Alan que me llamo, aún seguiría en mi siesta.

—Saldré, apenas llegue tu madre —dice mientras termina de comer lo que hay en su plato.

—Puedes irte, yo la espero, además no demorará.

—No, no quiero dejarte sola y mucho menos sabiendo que Lukas y Doran andan por ahí como si nada.

—Pero llegarás tarde a tu cita y mi madre demora menos de una hora en llegar.

—¿Sabes lo que puede pasar en una hora? —pregunta.

—Muchas cosas. ¿Cómo crear tres hijos? —digo fingiendo la tranquilidad que no poseo en estos momentos.

—¿Quieres otros tres? Puedo hacerte un equipo de fútbol, yo encantado —se toma toda la confianza.

—¿Equipo de fútbol? Estás loco.

—Dices que en una hora se hacen tres bebes ¿Cuánto pasamos nosotros en cama? —se ha desviado mucho del tema principal.

—¿No vas tarde? —vuelvo al inicio de la conversación.

—Tengo el tiempo suficiente, puedo quedarme contigo toda la tarde y no afectaría mi Reunión ni mi trabajo, tú eres —corrige —ustedes son mi prioridad desde hace mucho tiempo.

Tiene con que convencerme, con que suavizar mi corazón, con que hacer que todo mi mundo gire a través de él.

—Como digas —camino hasta el sofá para tomar asiento.

—No quiero dejarte sola, puedes entenderme y ponerte en mi lugar —dice mientras camina hasta donde estoy yo.

—Claro que te entiendo y me pongo en tu lugar, porque el mismo miedo que sientes tú, lo siento yo —digo mientras enciendo la televisión —pero no siempre vamos a poder estar acompañados y debemos entender eso.

—Lo sé, pero si ahora puedo evitar algo, créeme que lo haré, así que no me voy hasta que tu madre llegue —dice y se sienta a mi lado.

Iniciamos a ver una película que estaban presentando, no estamos concentrados en ella, cada uno está absuelto en sus pensamientos, solo observamos lo que sale en la televisión.

Comprendo que él tiene el mismo miedo que yo, que, si ellos pudieron acercarse estando con mucha gente, lo pueden hacer mucho más fácil cuando estoy sola, todos sabemos que en este juego yo soy el objetivo y que mis hijos están involucrados por ser míos y de Alan.

Me estaba quedando dormida cuando escuche el timbre, Alan se levanta de inmediato porque la única persona que esperamos es a mi madre.

—Ya puedes irte tranquilo —le digo cuando se acerca con mi madre.

—Ahora sí puedo irme tranquilo —dice con una sonrisa.

—No tardes, te estaré esperando —lo abrazo antes de que se marche.

—Si estoy demorando mucho, puedes descansar —dice mientras me besa la frente.

—Estaré despierta hasta que llegues —antes quería que se fuera, pero ahora no quiero, quiero que esté aquí conmigo.

Alan se marcha y me pongo hablar un rato con mi madre, una conversación fluida donde no mencionamos nada de lo sucedido la noche anterior, nuestro tema son los bebes.

—La próxima semana, tal vez podremos saber que serán los bebes —le digo con tanta ilusión.

—¿Tú qué quieres? —pregunta ella igual de ilusionada.

—Tengo presente que lo que sean no importa, los ame desde el minuto uno —digo mientras sonrió —pero me gustaría tener dos niñas y un niño.

—¿Por qué no dos niños y una niña? —se ríe mi madre mientras hace la pregunta.

—Sabes lo difícil que es ser la única mujer entre tantos hombres, yo solo tengo dos hermanos y un padre —digo mientras recuerdo algunas cosas del pasado, no dejaban que nadie se me acercara hasta que llego Lukas.

—Pero es bueno —responde ella.

—No madre, sería una niña rodeada de tantos hombres —de tan solo imaginarlo me compadezco de mi chiquita —tendría que volverse monja.

—Pero estaría rodeada de personas que la aman.

—Y personas celosas —recalco eso —tres tíos, dos hermanos, abuelos y súmale el padre que tiene.

—Todos la envidiarían —dice mi madre mientras ríe.

—Espero que sean dos niñas y un niño.

—Pero igual serán celosos con ellas - dice ella.

—Pero estarían ellas dos.

No puedo decir que mi vida fue mala con mi familia, pero mis hermanos no permitían que ningún niño se me acercara, mi padre los investigaba hasta encontrar un mínimo error para negarme una salida.

—¡Madre! —grito desde la cocina —¿quieres helado con galletas?

Tengo ganas de comer helado de mango con galleta de limón, con solo ver el helado mi boca parece un río, agradezco a Dahiana quien fue la que compro todo el helado que hoy está en mi heladera.

—De chocolate, si tienes —obvio que sabía cuál iba a pedir, es su helado favorito.

—¿Con galletas? Solo tengo de limón y fresa —ella se acerca y sin pensarlo mucho coge las galletas de fresa. No es fanática de las cosas cítricas.

—¿Te comerás todo eso? —señala la copa donde tengo tres bolas de helado.

—Ahora vengo por más —hace gesto de negación y sé que vienen sus "sugerencias".

—Sabes que en exceso no es bueno, ¿lo sabes?

—Los bebes lo piden y no puedo negarles nada.

—Más que los bebes, eres tú quien pide esas bolas de helado a gritos.

Volvemos al sofá donde estábamos sentadas y ahora si decido buscar una película para matar el tiempo hasta que llegue Alan. De tanto buscar decido ver la película «un paseo para recordar», y me arrepentí en haberla puesto, he llorado casi desde el minuto 10 hasta ahora que está a punto de finalizar.

¿Cómo un amor tan lindo puede acabar así? ¿Cómo una persona tan buena y especial debe tener un final tan trágico?

—Madre... ¿Por qué crees que murió la chica? —pregunto ya sabiendo la respuesta —es obvio que tenía una enfermedad, pero debió disfrutar más tiempo su felicidad y amor.

—Cariño, todos tenemos un propósito y ella cumplió el suyo.

—No es justo —mis lágrimas siguen humedeciendo mis mejillas —quiero cumplir una lista de deseos como ella.

Yo también cumpliré mi lista de deseos, todos los quiero cumplir con Alan.

—Estás siendo muy dramática —dice mi madre mientras recoge las copas.

—No es eso, solo que no es justo que haya muerto —insisto.

—Era una película —dice mi madre —no es real.

—Pero puede ser que en algún lugar del mundo le esté pasando eso una pareja.

—Estarían cumpliendo su propósito.

Termina de recoger y se dirige a la cocina, no debo ser adivina para saber lo que está a punto de hacer, y lo agradezco porque estás casi tres horas de película, me han dejado con un hambre infernal.

—Creí que al vivir con Alan tendrías la despensa repleta de comida.

—¡Madre! Alan y yo aún no vivimos juntos, que pase la mayoría del tiempo aquí no significa que ya vivimos juntos, él tiene su casa —digo mientras avanzó a la cocina —y lo de la comida, no me ha dado tiempo para surtir.

—¿Entonces que comen en esta casa? No me digas que te alimentas solo de helado y pizza —dice alarmada.

—Madre, siempre tengo las tres comidas del día si es lo que te preocupa.

—Me preocupa que no te alimentes bien en tu estado.

—Créeme que me alimento muy bien —y lo hago, tal vez si Alan no estuviera pendiente de eso tendría un déficit en mi alimentación.

—Con lo que tienes solo alcanza para una cena sencilla —dice mientras saca unas verduras y unas porciones de salmón – espero que mañana a primera hora llenes esa despensa.

—Como diga señora... —no termino de decir la frase porque iniciaríamos a discutir y es lo que menos quiero.

—¿Meyer? Eso ibas a decir futura señora... —pregunta con sarcasmo, pero no la dejo terminar de hablar.

—Subiré a cambiarme.

—No entiendo por qué le tienes tanto miedo al matrimonio —grita desde la cocina.

Un baño es lo que necesitó en este momento, la tarde estuvo un poco calurosa y para ajustarle me callo un poco de helado en el cuerpo.

Entro al baño y lo siguiente que hago después de quitarme toda la ropa es mirarme en el espejo, soy admiradora de ello, de mirar mi cuerpo completamente desnudo y mucho más ahora que está cambiando rápidamente; pase de tener una barriga plata y una cintura pequeña a una gran barriga, mis piernas están un poco más gordas y ni hablar de mi trasero, ha sido el más afectado.

Luego de observar mi cuerpo por un largo rato tomo una ducha lo más rápido que pueda, ya que mi madre parece haber terminado de preparar la cena.

—Huele delicioso —digo mientras me acerco a la barra.

—Ensalada de verduras con salmón salteado, para que sepas que hice milagros.

—Ya lo creo, se ve deliciosos.




NOTA DEL AUTOR

Como lo prometido es deuda, aquí tienen su dosis, si comentan mucho vuelvo y les actualizo.

Gracias por el apoyo, de verdad que cada vez me siento más feliz de compartir AVA con ustedes.

Que chuchito los cuide y llene de bendiciones, nos leemos pronto.

COMENTE, VOTE Y COMPARTA, LOS AMO.

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