Lukas saca sus dedos y yo le ruego que pare, que por favor se detenga, pero él ignora mis palabras y me empuja a la cama, yo trato de levantarme, pero él agarra mis tobillos y de un tiro quita mi sudadera junto con mis bragas y mi intimidad queda expuesta ante él. Todo pasa tan rápido que lo único que siento es cuando se introduce en mí de una estocada y no puedo hacer nada más, sollozos salen de mí.

—Ves lo bien que se puede estar —dice mientras acomoda su ropa, yo no he parado de llorar y no soy capaz de articular mis palabras —irás a la empresa y entregaras tu renuncia sin decir ni una palabra, ¿Me estás escuchando? —pregunta y yo asiento, veo como sale de la habitación.

Me hago la misma pregunta de siempre, ¿Cómo llegue hasta este punto?, ¿Cómo no busque ayuda antes? ¿Cómo puedo salir de esto?

Iré a la oficina y entregaré mi renuncia, no porque vaya a hacer lo que quiere Lukas, por el contrario, hoy buscaré la manera de hacer que me deje en paz.

He decidido que después de la renuncia y poder solucionar esto con Lukas me iré a vivir con mis padres.

Llego a la oficina y voy directo a recursos humanos a entregar mi carta de renuncia, le sonrió a la chica y ella acepta la carta sin decir o preguntar algo.

—Hoy mismo me iré, les agradezco por la oportunidad que me brindaron este tiempo —sin decir más, me voy a donde está lo que era mi oficina con el temor de enfrentar a Luciana.

La veo ahí de pie mirándome con esos ojos que hacen mil preguntas mientras yo empaco mis cosas, abre la boca como para decirme algo, pero la cierra al instante.

—Pregunta lo que quieras, te lo diré todo —no le contaré nada, solo quiero que hable de una vez.

—¿Por qué la decisión? —pregunta.

—Estoy cansada de esto, sabes, creo que no es lo que quiero hacer, además quiero volver con mis padres, seguro pueda conseguir algo que se adapte a mí —digo, pero no es lo que siento, nunca me imaginaría trabajando en otra cosa.

—Ava, llevas varios meses igual, no hablas con nadie, tu cambio tiene afectado a muchos y tus hermanos están preocupados, ¿Lo sabes? —dice y me siento cada vez más mal al no poder confiar en ellos. No es falta de confianza, es el miedo que siento al pensar que algo muy malo pueda pasar.

—No hay de que preocuparse, todo está bien.

—Mientes, pero si no buscas ayuda la pasarás peor —dice mientras sale de mi oficina.

Me siento tan mal el no poder decirle las cosas como siempre, pero estoy segura de que después de hoy todo puede volver a ser como era, aunque no sean igual, pero lograré mejorar en algo.

Decidí programar un mensaje para que se envíe a una hora determinada por si no logro salir bien de lo que voy a hacer.

«¡Hola! No sé por dónde empezar, todo este tiempo la he pasado generalmente mal, no he tenido días buenos solo días que me atormentan en cada segundo que pasa, te acuerdas las fotos que creí que eran una broma de muy mal gusto, pues resultaron ser ciertas nuestras sospechas, todo era obra de Lukas, pero cuando lo descubrí no puede hacer nada más, me tenía tan acorralada que no pude acudir a nadie para que me ayudara, no podía poner en riesgo a mi familia, amigos y personas que me aman y amo, Lukas lleva casi dos meses en mi apartamento haciéndome vivir en el infierno, a veces deseo estar mejor muerta y no seguir pasando por esto, he sufrido maltratos de todo tipo hasta el punto de que ha llegado a cruzar limites que no se debieron cruzar, he decidió programar este mensaje por si no logro salir bien de esta, si este mensaje llega a tu móvil tenlo por seguro que las cosas no van bien y deberás avisarle a mis hermanos para que puedan ayudarme».

 Les quiero.

Llego a mi apartamento y sé que Lukas no está, corro hacia la cocina y cojo un cuchillo de los pequeños y lo escondo en mis pantalones y me siento a esperar que llegue el susodicho.

—Que bien que ya estás en casa, ¿Eso quiere decir que dejaste el trabajo? —dice acercándose.

—Te dije que no dejaré mi trabajo y que no me iría contigo a ningún lado —digo poniéndome de pie.

—No juegues conmigo Ava, se me está acabado la paciencia —trata de agarrarme, pero no alcanza.

—No entiendo por qué razón haces esto, tú no me amas y muy bien sabes que entre nosotros no puede haber nada —Lukas se va acercando mientras yo retrocedo —no te me acerques —digo sacando el cuchillo mientras le apunto —no te atrevas.

—¿Qué es lo que piensas hacer? —dice con un tono divertido.

—No me importaría si tengo que matarte para poder liberarme de ti, quería resolver esto por las buenas, pero no me estás dejando opción —digo sosteniendo el cuchillo con todas mis fuerzas, pero con los nervios a tope.

—No te atreverías —dice terminando de acercarse e intenta quitarme el cuchillo, logra quitarlo causando una gran herida en su mano.

—¿Creías que con esto podrías lograr algo? —se ríe y me asusta, debo ganar tiempo para que el mensaje logre enviarse.

—No puedes hacerme nada, ya avisé todo lo que estás haciendo y no tardaran en llegar —no he terminado de hablar cuando siento un fuerte golpe en mi rostro y caigo.

—Te lo dije, te dije que no le dijeras a nadie, vas a arrepentirte al igual que tu hermano —no entiendo por qué menciona a mis hermanos en esto, no sé dé que hermano me está hablando.

Todo está pasando tan rápido que no logro ver ni escuchar nada, solo siento golpes, un zumbido en mi oído y como la sangre va recorriendo todo mi cuerpo, pero Lukas no se detiene, sigue descargando toda su furia en mí.

Fui tan ingenua al pensar que podría solucionar todo esto con un hombre tan violento, por arriesgar mi vida y me arrepiento, pero ya no hay vuelta atrás.

Duele, duele mucho y deseo tener a mi madre para que me consuele, para que me ayude. Trato de abrir los ojos, pero no puedo, Lukas ha retomado con los golpes y no aguanto más, siento como todo se oscurece y lo único que logro escuchar son susurros, no entiendo nada de lo que dice, pero siento que Lukas se separa y logro escuchar como la puerta se abre y se cierra al instante.

Nunca me imaginé que moriría a mis 22 años y mucho menos en manos del hombre con el cual estuve una gran parte de mi vida, que irónico luchar tanto por alguien y al final ese alguien sea quien destruya y termine con tu vida a pesar de todo lo que hiciste, dejaste y aguantaste por él.

—Mamá... Mamá —Llego llorando donde mi madre.

—¿Pero mira que le ha pasado a nuestra dulce niña? —dice ella agarrando mis pequeñas manitas.

—Mira mamá —muestro mis pequeñas rodillas y manitas, las cuales se encuentran algo raspadas y con sangre.

—¿Por qué llora la niña? —pregunta mi papá y yo le muestro mis pequeñas heridas y él corre hacia mí —¿Quién te ha hecho esto? - pregunta histérico.

—Pudo haberse caído —dice mi madre.

—Eso nunca pasaría —dice mi padre mientras sopla mis heridas, eso arde. Mi padre siempre se ha preocupado más de lo normal, cree que nunca en la vida me caería o pasaría algo malo, según por qué siempre tendría tres hombres, los cuales me cuidarían incondicionalmente.

—Es una niña y los niños se caen al igual que los adultos. ¿Si sabes? —dice mi madre con un tono divertido, aunque también se ha preocupado al ver mis manitos tan rojos.

Mi padre me lavo las heridas ese día y me las cubrió con pequeñas curitas y estuvo conmigo todo el día, mi madre horneo esas ricas galletas que me cambiaban el estado de ánimo de inmediato y me hacían olvidar del dolor.

Dicen que cuando las personas mueren o están a punto de morir recuerdan todo lo vivido, así que posiblemente esté muriendo porque recuerdos de mi infancia vuelven a mi mente como si los estuviera reviviendo.

Tuve una vida llena de mucho amor, le agradezco a chuchito por permitirme nacer en una familia tan maravillosa, donde nunca me falto amor, así mismo le pido perdón por no haber luchado desde el principio y evitar que las cosas llegaran a tal punto.

A pesar del cambio que le di a mi vida, guardaba las esperanzas de volver amar, de que alguien me amara de verdad y podría juras que, si volvería amar, volvería amar una persona con el corazón roto igual que yo, esa persona que ya no creía en el amor, pero alguien me lo ha impedido.

NOTA DEL AUTOR

Insisto en el perdón por la ortográfica, pero cuando subo los capítulos tan rápido no tengo tiempo de editarlos o revisarlos como merecen, sacaré un tiempo para corregirlos.

No quiero que Ava muera, pero ha sido muy difícil para ella y es preocupante el estado en el que quedo, pero pienso que es una chica muy fuerte que necesita sanar física y psicológicamente para lograr amar y ser amada de verdad.

Llore escribiendo el capítulo anterior y este, como podemos entregar tanto de nosotros a alguien que no lo valora y lo único que hace es hacernos daño, Ava siempre ha sido tan ingenua que creyó que hablando todo se solucionaría, pero las cosas llegaron muy lejos.

¿Qué consejo le dan a Ava? Los leo, que chuchito los bendiga y proteja para continuar disfrutando de AVA.

COMENTEN Y DEJEN SU ESTRELLA.