🥀 Capitulo 33.
¿Cuál es el punto en fingir que estamos bien ante una persona que ya sabe que somos un desastre?
Son cortas escenas en blanco y negro, como una desgastada película monocromática de la década de los noventa que aparece y desaparece con cada pestañeo.
Sin necesidad de palabras o sonidos para fundamentar las acciones de sus personajes o la expresión de miedo en sus rostros.
Es tranquilo y a la vez no. En cuanto los toques en la desgastada puerta de madera inician, todo se sume en un silencio asfixiante, como si el sonido de la cerradura intentando ser forzada fuera una especie de ruido sordo que insta a permanecer inánime a la persona cuya espalda se apoya contra la fría pared de azulejos.
No quiere admitirlo, pero ha creado su propia película de terror.
Acrecentada con el tiempo y mejorada con cada relación rota hasta el punto de sentirse aterradoramente real en cada uno de sus huesos, en el dolor punzante en el centro de su pecho y en las cicatrices que de a poco se han formado en su persona.
Él ya no quiere más de eso: No más puertas temblando, ni voces tenebrosas escondidas tras la madera. No más palabras ambiguas tetándolo a sentirse asqueroso, malditamente inseguro, asustado como un niño pequeño que no puede hacer más que permanecer congelado en el lugar con lágrimas en los ojos.
Está cansado y quizás a ello se deba su reacción impasible cuando la puerta se abre en un sordo estruendo. Una figura de negro caminando a pasos apresurados hasta él, como una sombra que sigue a su portador incluso cuando está oscuro y él solo cierra los ojos cuando siente las manos en sus hombros sosteniéndolo con quizás más fuerza de la necesaria.
El toque quemándole en la piel, sintiéndose real hasta sacarle un lastimoso sollozo y lágrimas que se escapan de entre sus ojos cerrados. Un aroma tenue extendiéndose de a poco por el lugar, recordándole a una persona, a un sentimiento en particular que lo envuelve en un recuerdo que lo hace sentir seguro y extrañamente melancólico.
-Mi amor...-Lo llaman y él aprieta los labios, aún con los ojos cerrados. Temblando cuando una frente se une a la suya y las manos abandonan el lugar en sus hombros para sostener sus húmedas mejillas-Noe, abre los ojos.
La sugerencia suena tentadora, pero que sería de él si abre los ojos y no es la persona que espera. Si en lugar de cálidos ojos negros solo hay vacío mezclado con lascivia, si los abre y no están los labios mullidos que tanto adora besar.
Qué pasaría si los abre y Boss es solo un espejismo, si solo es su conciencia jugando con él al mostrarle a la persona que considera su lugar seguro.
Qué pasaría si en lugar del Alfa, está aquella persona que tanto le aterra. Esa que le hace daño incluso en sueños, cuya existencia ha arruinado su vida en todo sentido.
Qué pasaría si abre los ojos y es su pesadilla la que lo está llamando mi amor.
-Omega...-Le dicen y su garganta se cierra cuando reconoce la voz, incluso el tono con el que se le llama.
La calidez de las manos contrarias transmitiéndosele a las mejillas después de una corta caricia que lo tienta a abrir los ojos poco a poco.
Mirando entrecerrado, volviéndolos a cerrar cuando el miedo es mayor que la curiosidad o las ganas. Intentando abrirlos totalmente en lo que parece un bucle interminable y primero ve el lunar, ese debajo del labio inferior que para él constituye la singularidad de la persona que tanto adora.
-¿Boss?-Pregunta desconfiado mas sabe que no se equivoca cuando le regalan una aliviada sonrisa que es el inicio de un impulso de valentía que lo hace alzar la vista, hasta que sus ojos chocan con otro par casi tan oscuros como los propios-¿Por qué tardaste tanto?
No le responden. En su lugar Noeul recibe un beso, uno que le quita la tensión a cada uno de sus huesos.
Un par de manos fuertes alejándolo de la esquina en la que llevaba horas refugiado para atraerlo cerca del cuerpo del Alfa, con sus delgados dedos aferrándose a la fina camisa blanca.
-Llevo horas esperando por ti- Le recrimina en cuanto deja de besarlo y Boss se ríe, quizás para eliminar la tensión del momento o simplemente aliviado de que el Omega lo regañe y le haga pucheros-Me enviaste rosas-Apoya su frente en la del Alfa, mordiéndose el labio antes de continuar-¿Por qué tenían que ser amarillas?
-Yo no te envié rosas-Aclara y Noeul se tensa ante la información-Nunca te enviaría rosas amarillas, menos sabiendo lo que significan. Tampoco te pedí que nos encontráramos aquí-Admite y ve al Omega mirarlo confundido, volviendo a lucir asustado por lo que Bosd solo...
-Te amo-Murmura hacia él, anhelando disipar algunas dudas o simplemente eliminar el nudo en su garganta que han estado formando esas dos palabras durante semanas-Te amo y nada de lo que me digas, hagas o sientas cambiará eso.-Confiesa-No quiero que te martirices pensando que...
-Tenía diecisiete-Lo interrumpe, apoyándose en él y suspirando tranquilo cuando este lo abraza por la cintura-Me presenté como Omega cuando tenía diecisiete, me lo tomé bien. No fue algo que me sorprendiera o desagradara, simplemente se sintió, no lo sé, normal.
Boss asiente, dejando un beso en la frente del Omega para luego atraerlo más hacia él al verlo clavar sus uñas en la palma de sus manos. Quizás para instarse a sí mismo a continuar, quizás para reprimir las ganas de llorar o deprimirse.
-Todo era normal hasta que comencé a sentir que alguien me seguía. En un principio pensé que era simplemente paranoia debido a mi rango, que quizás solo era mi naturaleza sumisa asustándose del mundo pero me equivoqué-Admite, sonriendo levemente al sentir la mano del Alfa entrelazarse con la suya- Fort me preguntó que si no me había percatado de que nos seguían, quise restarle importancia al asunto diciéndole que estaba viendo demasiados policiacos pero él negó y me dijo que sabía lo que había visto. Después de eso, yo solo...
-No te fuerces a contar algo que no quieres.-Lo aconseja, prefiriendo no saber nada más si eso hacía que Noeul dejara de temblar entre sus brazos, como si el hecho de que él estuviera ahí fuera insuficiente como para disipar su miedo.
-No quiero guardármelo más para mí, quiero contártelo.- Boss suspira, hundiendo la nariz en el cabello del Omega. Sin decir una palabra, esperando a que estuviera listo para continuar-Para ese entonces mi abuela enfermó y mi mamá se quedaba con ella en el hospital. Papá iba seguido a acompañarlas pero como me destrozaba verla conectada a tantos equipos, sin poder respirar por su cuenta prefería quedarme en casa, solo.-Suspira, perdiendo el aire en la exhalación cuando ve los ojos del Alfa mirarlo con lástima.
Y Noeul odia tanto ver ese brillo triste en los ojos del Alfa.
-Entonces una noche lo vi.-Se estremece -Estaba en la puerta de mi habitación mientras me miraba y sonreía. Mi primer instinto fue entrar de nuevo al baño, cerrar la puerta e ir hacia una de las esquinas. Estaba solo y no tenía mi teléfono conmigo, no se me ocurrió más nada. Ni siquiera podía gritar, era como si tuviera la voz atascada en la garganta y todo empeoró cuando llegó hasta la puerta, diciéndome que le abriera, que no quería que estuviera solo y yo...
-Noeul -El Alfa lo interrumpe-Respira- El Omega dejó de contener la respiración, inhalando profundo cuando el pelinegro le pidió que lo imitara; con las manos a ambos lados de su rostro y ojos preocupados analizando sus expresiones.
-Yo solo quería escapar de ahí, que dejara de hablarme, borrar su rostro enfermo de mi cabeza...Solo quería que la forma en la que me miró no me hiciera sentir tan
-¿Asqueroso?-Terminó la frase y vio al Omega asentir- Noeul, tú no eres...
-Lo sé, pero me hacía sentir así. Somos lo que sentimos y nada puede cambiar eso-Le dice, apoyándose en la mano en su mejilla-Cuando mi papá llegó ya se había ido, no me tocó ni me hizo nada pero sus palabras fueron suficientes para destrozarme emocionalmente-Admite- Desde entonces estar solo es un martirio para mí. Cada vez que no hay nadie cerca pienso que va a regresar y va entrar esta vez al baño, que me hará lo que no pudo la primera vez.
-Esa es la razón por la que te asusta tanto estar solo-El Omega asiente.
-Sé que ya no tengo diecisiete, puedo defenderme por mi cuenta y tal vez esa persona es un anciano senil ahora pero no puedo, simplemente no puedo eliminar esa mala experiencia de mi cabeza.-Roza su nariz con la del Alfa, cerrando los ojos cuando en un corto movimiento unieron sus frentes y Noeul nunca imaginó que estar así con alguien lo hiciera sentir así de seguro.-Es una estupidez, ¿verdad?
-No- Boss murmura hacia él, sin separar sus frentes.-No es una estupidez en lo absoluto.
-Utilizaba mis relaciones personales para no estar solo-Se sincera, separándose para ver la reacción del Alfa ante el tema: Boss solo lo miró tranquilo, esperando sus próximas palabras-Cuando terminaban buscaba una nueva, como una especie de instinto enfermizo que poco a poco me fue carcomiendo y tal vez sea por eso que asumí que cada vez que siento algo, no es real... Que querer a alguien no es un sentimiento que merezca experimentar. Es mi karma.
-Noe...-Llama su atención pero el Omega niega, intentando salir del agarre del Alfa con labios apretados y ojos llorosos- Noeul, mírame-Sostiene su rostro con fuerza, obligando a que sus miradas se juntasen y le ablandó el corazón ver a Noeul hacer pucheros-Cuando discutimos en la oficina de Bible, no me enojé contigo porque dijiste que no me amabas.-Admite-Sé que me amas, más de lo que puedes imaginar.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?-Boss sonríe.
-Si no me amaras, ¿seguirías aquí?-El Omega abre sus ojos sorprendido-Si no me quisieras, estás seguro de que me hubieras esperado. En una casa vacía, a pesar de lo mucho que te aterra estar solo, con la posibilidad de que lo que te sucedió cuando tenías diecisiete se repita. ¿Lo harías? ¿Me esperarías?-El Omega negó con una sonrisa.
-No lo haría-Admite, entre carcajadas y pequeños sollozos-Si me dejabas solo aunque fuera durante tres minutos, terminaría contigo sin pensarlo.-El Alfa sonrió amplio.
-Ese día, me enojé tanto porque no eras consciente de lo que sentías. Me molestó percatarme de que yo tenía mayor conocimiento de tus sentimientos que tú mismo-Muerde su mejilla y el Omega deja escapar una risita, reconociendo la acción como un regaño por parte del Alfa-No dudes jamás de lo que sientes, ni por mí ni por nadie. Tus sentimientos son tan auténticos como tu existencia.
Noeul no dijo nada, simplemente lo miró fijo, con ambas manos en sus mejillas y con las ganas de llorar atascadas en la garganta junto a las palabras. Sintiendo demasiado como para lograr discernir que sentimiento en específico le gustaría expresar al Alfa en agradecimiento.
Mentira, él sabía exactamente cuáles eran las palabras que sus labios tanto se morían por pronunciar...
-Te amo.
Noeul a sufrido mucho 💔
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