Ú N I C O
Nota de autora del 23 de junio del 2019
A pesar de que creo obvio que todo lo escrito en esta plataforma es en su mayoría ficción, creo que sería bueno recalcar que, ha pesar de que tomo situaciones canónicas esto sigue siendo ficción. No insinúo nada, no teorizo nada, solamente escribo una ficción de estas situaciones respetando las identidades de los verdaderos involucrados.
¡Disfruta tu lectura!
Nota de autora del 4 de junio del 2023
Estúpida la Aliste de hace cuatro años con esa advertencia, qué decirles.
¡Esta es una historia realmente viejita! Le tengo demasiado cariño porque, a pesar de que no es la primera historia minsung que hice en 2019 (ventajas de entrar al fandom en 2017) y la publiqué en 2020, la mandé a borradores; ahora me dieron ganas de sacarla del baúl de los recuerdos porque hace poco me puse a ver de nuevo el reality de los chicos y ay, cuanta nostalgia me trajo.
No quise tocar mucho más allá de aspectos formales, como tributo a mi yo del 2019 que hizo esta pieza. Se notará la diferencia de escritura al notar recién de que esta historia no cuenta con más de 2.5k palabras y oraciones clichés que causan cringe.
¡Espero que disfruten esta corta historia!
. . .
2017
Toda la energía que tenía el grupo fue gastada en una sola presentación. Eran tan jóvenes con sueños prósperos que podían tocarse con la punta de sus dedos, pero las mentiras y las traiciones no hicieron más que un grupo de nueve sufriese las consecuencias de la codicia y el comercio.
A pedido del líder del grupo, los demás apagaron las cámaras sin importar de los regaños futuros que les vendría por parte de los productores; él se haría cargo, pero por mientras sus chicos necesitaban privacidad, necesitaban expresar sus tristezas sin ser un espectáculo de algún circo urbano.
En especial MinHo.
Él fue el cuarto en ingresar al dormitorio de JYPE, pero el primero en ingresar al baño con la excusa temblorosa de que se tomaría un baño. Parecía verse fuerte por la noticia de tener que abandonar el grupo, sin embargo, tras escuchar el agua de la ducha correr el resto de los integrantes tuvo que ignorar los contenidos sollozos que empezaron a sonar desde allí.
—¿Qué quieren de comer? —preguntó Chan, sin tener que elevar la voz para no delatar su temblor en la garganta—. ¿Pollo? ¿Comida casera?
No es que el grupo quisiese ignorarlo, estaban tan deprimidos que no podían pensar en qué comer- ni siquiera recordaban que no habían comido en más de diez horas tras todos esforzarse por esa misión para que ninguno resultase eliminado. Sin embargo, fallaron miserablemente.
SeungMin había encendido el televisor para darle un poco más de sonido al desolado ambiente, aunque lagrimeaba en silencio junto a JeongIn quien había ocultado su rostro en uno de los cojines para que nadie lo viese, y a su lado se encontraba HyunJin sin terminar de digerir lo que había ocurrido.
—Tuve que haber sido yo... —murmuró JeongIn contra el cojín—. MinHo hyung tiene más material de idol que yo... JYP-nim me tuvo que eliminar-
—No... —interrumpió HyunJin con tranquilidad antes de abrazarlo por los hombros y esconder su rostro entre sus brazos—. No tuvo que eliminar a nadie.
—Nosotros tenemos la culpa —dijo SeungMin—, no tuvimos que separarnos en grupos, no tuvimos-
Desde el otro lado de la sala, específicamente en la cocina, se encontraba Felix llorando, y conversaba con Chan en inglés para expresarle sus más desalentadores y tristes palabras que le hacían sentir esa situación, echándose la culpa por la eliminación de MinHo. Por otra parte, en una de las habitaciones se encontraba ChangBin y JiSung, completamente enojados por la decisión tomada sin poder expresarla de otra forma que no sean insultos dirigidos al sostenedor y rostro de la compañía.
—Esto es ilegal, no accedimos a esto —ChangBin repitió—, aAccedimos a hacer un reality, nunca nos dijeron que podrían eliminarnos, nunca dijeron...
Su voz se quebraba a medida que expresaba su rabia y JiSung lo entendía perfectamente, sus ganas de patear la cara de ese hombre se incrementaron con una fuerza voraz, pero al ver desde su habitación salir a MinHo del baño con una toalla en su cintura y su ropa en sus manos sintió su corazón romperse una vez más.
—¿Qué quieres que pidamos para comer? —ofreció Chan a MinHo.
—¿Pizza?
—Pizza será.
MinHo entró a la habitación mayor para vestirse.
Dentro de él, la idea de ser eliminado fue completamente brusca, aunque en fondo se lo esperaba y deseaba que fuese él; no podía vivir con la idea de sentir que alguno de sus otros compañeros se sintiese inferior al no sentirse suficiente para este proyecto. Él era el hyung responsable de la situación, él tenía que sacrificarse por HyunJin y JeongIn; cumplió con su rol de mayor.
Pero no podía evitar sentirse un fracasado.
Había fallado, le había fallado a su equipo, a sus amigos y a su líder, le había fallado a sus padres y a sus mentores que lo llevaron donde estaba ahora.
Una maldita palabra y ya le había costado toda una carrera. Un error y le había costado pertenecer a un grupo.
«¿En tanta mierda vivimos? —pensó mientras terminaba de vestirse y sacaba la maleta del closet, para continuamente sacar sus icónicas bolsas y dejarlo sobre la cama para poder empacar antes de que llegase la comida—. ¿En tanta mierda vivimos?»
Bien, era verdad que aún tenía debilidades y que era un completo fracasado en comparación de sus compañeros- sin embargo, maldición, él ya tenía experiencia, solo faltaba perfeccionarse y le habían quitado la oportunidad de oro de poder hacer lo que más quería por un simple error en un área donde él nunca se había manejado.
Se sentía desbordado por las emociones, estaba tan abrumado por sus propios pensamientos que se congeló con la ropa en mano para intentar poner en orden sus sentimientos, con cada pestañeo que daba presentía que las lágrimas volverían a acumularse en sus ojos una vez más.
«Si me hubiese quedado una hora más ensayando.
»Si hubiese practicado un poco más.
»Si hubiese sido parte de otro equipo.
»Si hubiese mejorado mi habilidad vocal.
»Si hubiese...»
Alguien golpeó la puerta.
Iba a ignorarlo, en verdad tenía intención de ignorar al amigo que estuviese afuera. Pero su corazón se estrujó ante la voz débil: —¿Hyung?
—¿JiSung?
—¿Puedo pasar?
Le habría dicho que no, le habría dicho que lo buscase en otro momento o le diría que estaba ocupado, pero antes de formular alguna excusa para no verlo su cuerpo ya estaba tomando el pomo y abriendo la puerta. Dejó que el chico entrase para volver a cerrar la puerta y seguir con su trabajo de empacar la ropa, sin tomar en cuenta la presencia del castaño, quien mansamente se sentó junto a la maleta de MinHo para verlo empacar.
No hablaron por un par de minutos, solamente estaban ambos allí sumidos en sus propios pensamientos acompañados con el otro.
Guardó una playera amarilla en la maleta ordenadamente, se regresó hacia uno de los muebles para sacar sus lociones, no obstante, al girarse, una vez más notó cómo la playera se encontraba en el suelo.
«¿Eh?»
Levantó la playera a la par que levantaba su mirada a JiSung, este no reaccionaba y solamente mantenía sus brazos cruzados. MinHo dejó las lociones a un lado de la maleta y volvió a guardar la playera acompañada de un par de pantalones de jean negro y sus lociones; regresó su mirada para desanudar una bolsa de tela y doblar la ropa para ponerla en la maleta, pero una de sus lociones no estaba y notó como la playera amarilla faltaba al igual que un pantalón.
Estaban en el suelo.
Volvió a mirar a JiSung, el chico le seguía en la misma posición y con los ojos más brillantes.
Guardó la ropa por tercera vez, incluyendo un par de polerones y chalecos de lanas, una que otra chaqueta y la ropa interior. Fue hacia el armario para sacar su segunda y última maleta y tras regresar se encontró con su ropa interior de vuelta en la bolsa desarmada junto a la cama conjunto a los polerones.
—¿JiSung? —le llamó. JiSung negó.
MinHo acomodó todo de nuevo y moduló un «ya vuelvo» para ir al baño a sacar su ropa sucia de allí. Regresando a la habitación notó como toda la maleta se encontraba desarmada y a JiSung con uno de sus polerones.
—Por dios, JiSung... —MinHo cerró la puerta tras él y caminó hacia el chico, con un semblante molesto. —Eres peor que mis gatos.
—Entonces, trae a tus gatos y así les puedo enseñar a molestarte —contestó, molesto. MinHo notó por primera vez que estaba llorando.
El corazón de MinHo se quebró más que antes.
Se arrodillo entre las piernas de JiSung y no aguantó abrazarlo por la cintura, escondiendo su rostro en el vientre del chico mientras el otro acariciaba y abrazaba su cabeza con sumo cuidado, protegiendo los sollozos de su compañero y consolándose mutuamente.
MinHo sabía que era el mayor, pero no podía evitar quebrarse frente a él. Su corazón pesaba como un martillo que lo ahogaba entre el abrazo, pero luego comprendió que su tristeza estaba contagiando a JiSung, y si iba a seguir siendo responsable entonces tendría que ser fuerte.
«Debo ser fuerte por ellos.»
Y se separó lentamente del vientre de su amigo, y con la manga de su polerón se secó las lágrimas. Levantó su mirada para contemplar al chico y, con sus propias manos, secar las lágrimas que este derramaba. JiSung soltó una risa nerviosa por la cercanía al sentirse como un completo infante que era cuidado por un adulto al consolarlo de esa manera tan infantil, pero ambos tarde comprendieron que ese consuelo los había acercado.
Se quedaron así un rato, mirando al apoyo que habían tenido en ese viaje y sabiendo que ya no podrían compartir ni el sueño ni las victorias, que sus caminos se separarían para volver a conectar en algún futuro si es que volvían a correr con esa misma suerte del destino como la primera vez.
—Te echaré de menos —susurró JiSung.
—Nos veremos en la empresa... —consoló con modestia—. También puedes visitarme, no tengo problema con eso.
—MinHo... En verdad te echaré de menos.
Y MinHo también. Echaría de menos esas levantadas matutinas en grupo hacia el líder, extrañaría las competencias de bailes que hacía con HyunJin, extrañaría enseñarle a Felix el idioma, extrañaría las bromas que hacía con SeungMin hacia los demás miembros, extrañaría las bromas románticas que hacían los demás miembros con ChangBin, extrañaría las prácticas hasta tarde con JeongIn, y sobre todo extrañaría las noches eternas que tenía con JiSung en la azotea del edificio.
Extrañaría tantas cosas de las que ya se había acostumbrado.
—Está bien —contestó MinHo, volviendo a tomar entre sus manos las gruesas mejillas de JiSung, para acercarse de manera sutil—. Yo también te echaré de menos.
Acto reflejo JiSung llevó sus manos hacia las manos de MinHo, entregándole una mirada de miedo tras ver como el chico se le acercaba, pero, ¿habría otra oportunidad como esa?
Claro que no.
Y antes de que pudiesen concretizar algo, HyunJin entró a la habitación.
—Llegó la pizz-¿Qué?
JiSung empujó rápidamente a MinHo, provocando que este cayese al suelo un tanto aterrado también por la espontanea intromisión.
—¡Nada, no pasa nada! —gritó MinHo cambiando rápidamente el ambiente, levantándose para salir de la habitación—. ¡Voy!
HyunJin traspasó su mirada de MinHo hacia JiSung, mirándolo sospechosamente.
—¿Qué hacían? —preguntó HyunJin.
—Nada —dijo JiSung, completamente rojo—. No es de tu incumbencia.
—No es como si me importase —contestó con el mismo veneno en sus palabras que había recibido.
«Otra razón más para detestar Hwang HyunJin», pensó JiSung.
Soltó su nerviosismo en un suspiro y se levantó para salir de la habitación, antes de darse cuenta de que seguía con el polerón negro de MinHo.
«Supongo que no le molestará si me lo quedo.»
. . .
2018
—Shh...No hagan ruido, debe estar durmiendo.
—No hagan ruido.
—JeongIn, cállate.
—JeongIn, cállate.
—¡Te voy a—
—¡Shhh!
—¿Creen que nos cocinó algo?
—Con suerte se preocupa de bañarse y crees que nos cocinará algo a nosotros.
—Tal vez le cocinó a JiSung.
—No creo-
—¡Uyyy!
—¡Cierren la boca!
Giró hacia su derecha y giró hacia su izquierda. En verdad su grupo era imposible.
Su día había estado tranquilo. Por la lesión que MinHo tenía en el tobillo, él tenía un par de días de reposo, el cual lo gastó en practicar su canto y su rap y bromear un poco con la música, se relajó como nunca lo había hecho antes y pidió pollo frito para la cena, y ahora consideraba eso una mala idea porque desde la habitación se escuchaban los gritos de los chicos por la ternura de MinHo de haberles dejado de comer.
Un par de minutos pasaron y sintió como los chicos comenzaron a dispersarse por el apartamento; por las pisadas, ruidos y risas ya supo que no podría conciliar el sueño hasta que sus compañeros de habitación se fuesen a dormir, así que decidió navegar un rato por internet así olvidando que era plena media noche. Pero su plan se vio interrumpido cuando la puerta de su habitación fue abierta sin pudor y los pasos al entrar sin consideración perturbaron la tranquilidad de MinHo.
«Por dios, él no tiene respeto por nadie.»
—Creí que estabas dormido —le dijo JiSung mientras ingresaba a la habitación, con cuidado de no chocar con algo.
—Lo estaba, pero ustedes no tienen consideración por los muertos —contestó MinHo sin dejar de ver el celular. Sintió como JiSung se sentaba a la orilla de la cama.
—¿Hiciste algo entretenido?
—Una maratón de películas. Me vi las que recomendaron las fans y, bueno, tienen un gusto bastante malo.
—Por eso nos oyen —burló.
Cuando cesaron las risas MinHo supo lo que venía a continuación, por lo que se desplazó un poco a la orilla y palmeó a su lado. JiSung comprendió en seguida la referencia y rápidamente se recostó a su lado soltando un suspiro agotado. —Fue demasiado agotador.
—Me lo imagino —contestó MinHo, sintiendo como el chico envolvía sus brazos alrededor de él tímidamente—. Antes de que llegaran soñé con algo interesante.
—¿Qué soñaste?
—Recordé el día que me eliminaron —contó, y sintió como JiSung se tensaba—. Lloraste ese día.
—Tú también lloraste.
—No jodas, si al que eliminaron fue a mí —bromeó—, pero tú...
—Cierra la boca. —Sintió cómo el rostro de JiSung se escondía en su hombro.
MinHo lanzó una carcajada, sabiendo que al otro no le gustaba recordar ese día (más por la vergüenza que pasaron que por otra cosa) le estrujó entre sus brazos y tomándolo lo giró para dejar sobre él.
—HyunJin me estuvo estafando por semanas para que no hablase —recordó JiSung—. Tú y tus tontas intenciones de querer besarme.
—Se me rompe el corazón cada vez que te alejas —dijo dramáticamente, agarrando la mano de JiSung para posarla sobre su propio pecho. —Eres tan malo conmigo, Hannie, yo solo quiero darte amor y tú me lo rechazas.
—No me van los chicos, lo siento~... —bromeó.
Hubo un silencio incómodo ante eso, pero MinHo alivianó la situación con una sutil risa.
—¿Te imaginas si alguien sale del closet en este estado? —consultó MinHo, refiriéndose al ser artista—. Seríamos famosos.
—Cierra la boca —atacó con la misma emoción—. No nos dejarían en paz, ¿te imaginas?, nos quemarían vivos.
—¿Crees que la fama nace del amor?, no, Hannie, es del odio.
MinHo carcajeó silenciosamente, y JiSung le siguió. Por la oscuridad, JiSung quiso aprovechar la oportunidad de tocar el rostro de MinHo, pero era demasiado cobarde como para poder hacerle enfrente a eso.
—¿Crees que nos odiarían por eso? —consultó JiSung, después de un tramo de silencio.
—Sería imposible si no pasase eso —contestó MinHo—, pero los tiempos cambian, creo que entre un mensaje de odio vendrían cien de amor.
—Cien de amor... —meditó.
Soltó un suspiro sin poder comprender bien el tema, y terminó por recostarse sobre MinHo, quien no se inmutó por la acción de menor.
—Esto es terrorífico.
MinHo parpadeó reiteradas veces. No era la primera vez que escuchaba a JiSung hablar de ese tema y referirse de esa manera, sin embargo, cada vez que lo decía, MinHo creía que hablaba de ellos dos.
—Lo es —concordó MinHo—, pero, ya te dije JiSung, por cada mensaje de odio hay cien de amor...
Sintió la respiración de JiSung trasladarse de su cuello hacia su mejilla hasta que era capas de respirarlo también; sus narices cosquilleaban mutuamente provocándole que soltase una risa de nerviosismo.
—¿Qué haces? —susurró MinHo, abrazándolo por la cintura.
—No tengo idea.
—¡JiSung, te vas a quedar sin pollo!
Y fue así como MinHo se vengó de JiSung y por la impresión terminó botando a su compañero de la cama.
—¡Dios! ¡¿Qué estaban haciendo ahora?! —preguntó HyunJin tras la repentina acción, pero para alivio de los otros dos el chico no había alcanzado a ver a su compañero arriba del otro—. JiSung, ¿estás bien?
—En verdad me caes mal —gimió JiSung desde el suelo, levantándose apenas—, muy mal.
—Creí que ya habíamos superado esa fase —contestó HyunJin, sin saber que las palabras no iban hacia él.
JiSung no comentó más y salió de la habitación. MinHo lanzó un suspiro mientras su mano se pasaba por su propio rostro.
—Así que...—habló HyunJin, acercándose a la cama de MinHo—. ¿JiSung?
—Por favor, cierra la boca.
En ese instante, él estaba ambivalente: decepcionado por lo que no pudo ser, pero esperanzado por lo que, algún día, podrían ser.
. . .
Para hacer referencia, en 2018 MinHo se lesionó en un ensayo su tobillo y estuvo inactivo por un par de días, solo para aparecer de nuevo en el fantástico live de los 100 días del debut (video icónico donde minsung juegan con sus patitas bajo la mesa).
Espero que les haya gustado esta dosis cursi de minsung<3
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