Mi hora libre por el almuerzo ha comenzado, son dos horas que me dan. Mi trabajo no es la gran cosa, hace un año que trabajo en un hotel limpiando las habitaciones, cambiando las sábanas de las camas, sirviendo a los cuartos y soportando miradas de asco, en un hotel cinco estrellas parece que ser de la limpieza es un trabajo asqueroso para ciertas personas, un trabajo vergonzoso pero dicho trabajo me da de comer así que no puedo quejarme, además, en mi familia mi madre trabajó limpiando oficinas mucho tiempo, también solían humillarla por su trabajo, mi padre ha trabajado de chofer toda su vida.

Creo que a este punto estoy acostumbrada a ser humillada y pisoteada, durante la escuela siempre fue así hasta que lo conocí, JungKook me defendió en plena cafetería cuando una chica más grande que yo acabó golpeándome por no haber hecho su tarea. El chico fue el único en defenderme, comenzó a visitarme más seguido y buscarme para saber cómo estaba, en pocas palabras, se convirtió en mi protector, creo que fue allí donde comencé a enamorarme plenamente de JungKook. Nunca tuve amigos ni nadie que se preocupara por mí, sabía que mis padres tenían sus problemas, cuando llegaba a casa ponía excusas de los maltratos para no preocuparlos.

JungKook y yo comenzamos a salir al año de conocernos, ¡Todo era perfecto! Teníamos quince años, él era dulce, tierno, atento y detallista conmigo, realmente me sentí querida y amada por primera vez en mi vida. Se lo presenté a mis padres, lucían contentos de que alguien estuviera amándome, que alguien además de ellos estuviera cuidándome. Los abusos escolares acabaron, dejé de recibir golpes, insultos y burlas, todo cambió. Él fue el primer y único hombre con el que he estado, en ese entonces nuestras hormonas estaban a flor de piel, su toque me enloquecía en segundos (aunque eso no ha cambiado mucho después de diez años)

Siempre usábamos protección, jamás sentí interés por el sexo hasta que JungKook comenzó a mostrarme no sólo con palabras sino con hechos, había perdido la virginidad en su cuarto una tarde que salimos temprano de clases. Estaba totalmente nerviosa, teníamos la casa a solas, él sabía lo nerviosa que estaba, fue dulce y cuidadoso conmigo. Esa no fue la primera y última vez, comencé a desear más de él, me parecía que era la mejor manera de olvidarme de los problemas y JungKook también lo creía.

Teníamos quince años y lo hacíamos en cualquier lugar a escondidas, mis padres estaban teniendo problemas como pareja, antes de escucharlos gritarse mutuamente prefería irme y pasar la noche en casa de JungKook pidiéndole que me hiciera suya, la delicadeza fue quedando de lado y se hizo común la rudeza en el sexo. Aquello duró hasta que ambos cumplimos diecisiete, la relación acabó porque comenzamos a dejar de vernos y hablar, JungKook pasaba más tiempo con sus amigos jugando videojuegos, yo intentaba mejorar mis notas que habían decaído en un año, cuando le pedía ayuda ponía la excusa de que tenía cosas que hacer.

Luego de lo nuestro tuvo más relaciones que me dolían ver, al inicio parecía feliz pero luego terminaba dejándolas, eran chicas realmente hermosas, chicas esbeltas, de pieles delicadas, labios tentadores, sonrisas picaronas y...totalmente activas sexualmente. Se notaba a simple vista, además, el mismo JungKook me ha contado sobre ellas. Sana ha sido la chica con la cual más ha durado, suele trabajar en el banco a unas calles del hotel donde trabajo, tiene una cabellera rojiza y ondulada, labios delgados, piel pálida, ojos café oscuros y es alta como JungKook. Es su tipo ideal a mi parecer.

Nuestra relación de amigos con derechos había comenzado a los veinte años, volvimos a tener contacto, él se enteró donde trabajaba, yo me enteré que estudiaba diseño gráfico y trabajaba en un bar para pagarse sus cosas, la moto la había conseguido gracias a su padre, había sido un regalo en su cumpleaños. Estuvimos juntos una noche de copas, creí que había sido sólo eso, pero JungKook propuso "jugar" siempre que queramos sin compromisos, mi lado racional me gritaba que me alejara de ese chico y siguiera mi vida como había estado haciendo, pero volver a besarlo y sentirlo me hizo sentir amada de nuevo.

Necesitaba a JungKook en mi vida otra vez, recordé ese chico que me defendió en la escuela y que me volvió mujer esa noche, todos nuestros recuerdos vinieron a mi cabeza.

Cuando Sana apareció creí que terminaríamos de nuevo, pero no, cada vez que JungKook tenía un mal día, estrés, problemas o algo negativo me enviaba un mensaje diciendo que pasaría por mí o iría a mi departamento, yo como estúpida iba corriendo para consolarlo, sé que esto no está bien, sé que estoy hundiéndome yo sola, pero...tengo la esperanza de que JungKook me amará tanto como lo amo a él.

Sólo él me hace sentir querida.

— ¡JaeSoo! —escucho mi nombre y me detengo girando sobre mis talones. Un pelirrojo sonriente se acerca vistiendo ropa casual, es uno de los amigos de JungKook que trabaja en recepción, Jung Hoseok, pero le dicen Hobi, lo conozco desde secundaria y siempre ha sido amable conmigo— ¿Vas a almorzar? —pregunta al llegar a mí.

— Sí—asiento— ¿Es tu hora también?

— Desde ahora lo será, mi supervisor cambió los horarios, tengo dos horas de almuerzo como tú—sonríe dejando ver unos lindos hoyuelos— ¿Puedo ir contigo? Conozco un restaurante bueno.

— Claro—comienzo a caminar con él a mi lado. La tarde está fresca con la brisa, el sol no está tan fuerte, subo las mangas de mi suéter de tela delgada a mis codos, Hoseok es más alto que yo.

— ¿Todo está bien? —pregunta y me desconcierta un poco—Te he notado decaída el día de hoy.

Sí, Hobi siempre estaba al pendiente de mí.

— Estoy algo cansada, es todo—miento.

— ¿Has pensado en tomar vacaciones? Ya tienes un año trabajando en el hotel, te haría bien descansar.

— Estoy bien—finjo una sonrisa.

— JaeSoo—toma mi muñeca acariciándola—Te conozco desde los catorce, algo te ocurre, ¿Discutiste con JungKook?

— ¿Por qué metes a JungKook aquí? —intento soltarme.

— Sé que es muy importante para ti.

— Es un amigo, es tan importante como tú.

— Sabes que no es así.

— Será mejor que vaya a comer sola—me suelto retrocediendo—Te veo en el trabajo, Hobi—y me retiro rápidamente.

─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─

La jornada ha terminado por hoy, estoy realmente cansada, salgo del hotel con mi bolso colgando del hombro, camino cruzada de brazos sin prisa ya que Hoseok se ha ido antes. Debo tener cuidado con él, me conoce muy bien, debo manejar mis emociones o podría delatarme, sé que JungKook sabe que sigo amándolo y sigo enamorada de él pero que alguien más se lo diga no me agrada. El problema es mío, de nadie más.

Mi celular suena con una llamada, busco mi teléfono en mi bolsillo, su nombre aparece en la pantalla y contesto sin pensar.

— Estoy saliendo del trabajo.

— ¡Jae! Oye, ¿Te parece si nos vemos para beber algo?

— ¿No tienes que trabajar? —pregunto extrañada.

— Tengo la noche libre, además, Sana quiere que vengas—mi buen humor se esfuma.

— ¿Sana...está contigo?

— Estoy esperando que salga del trabajo, vine a buscarla—comenta y no me hace sentir mejor—Anda, quiero invitarte, bueno, queremos invitarte.

— Claro—aclaro mi garganta—Envíame la dirección.

— Ya mismo—y cuelga.

─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─

Apenas entro al bar y suena una campana, hay algunas personas jugando billar, otras ven algún partido en la televisión, pero todos están bebiendo. Distingo a JungKook en la barra y me acerco, pero cuando me siento a su lado noto que está solo.

— Lamento si tardé—coloco mi bolso a mis pies— ¿Y Sana?

— No podrá venir, debe trabajar hasta tarde, ayudará en algunas operaciones junto a sus compañeras—le resta importancia chasqueando la lengua—Espero que no te moleste que te haya hecho venir.

"Pudiste haberme recogido con la moto en vez de dejarme venir sola"

— Está bien.

— Hablé con Hoseok hoy—dice y me tenso. Sonríe ladinamente mirándome—Dijo que estabas decaída hoy—aparto la vista— ¿Todo está bien en el trabajo?

— Hoseok suele preocuparse de la nada.

— Jae—toma mi mano sobre la barra. Lo miro y no puedo evitar perderme en esos ojos grandes y brillantes, debajo de su labio inferior hay un pequeño lunar, JungKook es realmente perfecto, su cuerpo siempre se mantiene fuerte por los ejercicios que hace en tiempo libre, es delgado, pero tiene sus encantos—Si hay algo que quieras contarme puedes hacerlo—sonríe como siempre.

"No me mires así, por favor"

— Lo sé, ¿Podemos...pedir algo de beber?

— Eres experta cambiando el tema—bromea y pide algo de beber para ambos. Lo miro sin que se dé cuenta, viste con Jeans ajustados, botas negras y un suéter negro que hace ver sus hombros anchos. Su cabello va ligeramente despeinado, pero incluso así se ve hermoso.

Jeon JungKook es hermoso con cualquier cosa.

¿Por qué no puedo sentirme y verme así?

Esta historia tiene un mensaje más allá del sexo y las escenas explícitas así que por favor, lean con atención y créanme, esto no es una historia cliché, es la triste realidad de muchas personas hoy en día.

No romanticemos nada de esto.

PD. Tuve que subir este capítulo porque me pareció importante resaltar esto.