Hoseok se encuentra comiendo en silencio frente a mí, mi apetito no es el mejor por la mañana, a cada minuto veo mi celular sobre la mesa esperando un mensaje o alguna llamada, sé que es ridículo, pero no puedo evitarlo. El chico pelirrojo me mira mientras mastica, intento actuar con normalidad, pero sé que dirá algo al respecto.

— ¿Esperas a alguien? —pregunta al tragar.

— ¿Qué? —bebo algo de jugo mirándolo.

— No dejas de mirar tu celular, de hecho, perdí la cuenta de cuantas veces lo haces—dice algo divertido— ¿Esperas que alguien te llame o te escriba?

— No—miento.

— ¿Dormiste bien?

Los recuerdos de anoche vienen a mi mente, respiro profundo forzando una pequeña sonrisa llevando algo de comida a mi boca usando los palillos. Hoseok sonríe ladinamente negando con la cabeza, terminamos de desayunar en silencio, tomamos el autobús que nos lleva al trabajo, de vez en cuando lo atrapo mirándome, no sé qué tanto puede verme o que tanto intenta descubrir lo que me sucede.

Sólo sé que debo controlar mis emociones cuando estoy con él por obvias razones, es amigo de JungKook y puede contarle esto, pero también me conoce lo suficiente para saber cuándo algo me ocurre.

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Acabo de terminar de limpiar una habitación con su respectivo baño, he cambiado las sábanas de la cama, he cambiado la bolsa que tenía la basura del baño, he abierto las cortinas para que corra la luz, he colocado más jabones, en fin, he hecho mi trabajo, incluso conseguí condones usados debajo de la cama, mi jefe dice que debo acostumbrarme, pero es...realmente asqueroso.

Mi hora de almuerzo ha llegado, me dirijo a los casilleros de los vestidores de mujeres para cambiarme el uniforme, nadie puede llevar el uniforme de trabajo fuera de éste, estaba prohibido en el contrato, mi celular vibra en la banca con un mensaje nuevo.

Dejo mi blusa a medio abotonar tomando el móvil.

JungKook:
¿Podemos vernos para almorzar?

"Dile que no"

Respiro profundo contando hasta diez, termino de arreglar mi ropa dejando las cosas en mi casillero, lo único que tomo de mi bolso es la cartera pequeña donde cargo dinero y algunas tarjetas, por primera vez decido dejar el celular en mi bolso apagándolo. Cierro el casillero sintiendo un peso menos en los hombros.

— Tu puedes, JaeSoo—susurro para mí misma. Salgo de los vestidores apresurándome a la salida del hotel, alguien toma mi brazo apenas salgo por la puerta, Hoseok me detiene no muy sonriente.

— ¿Te ha llamado JungKook?

— ¿Qué?

— Veo que no—hace una mueca soltándome—Sana y él tuvieron una discusión esta mañana.

— ¿Por qué? —de repente tengo algo de temor que haya sido por mi culpa.

— JungKook la vio con otro hombre cuando fue por la mañana a llevarle algo al trabajo—indica cruzándose de brazos—Dijo que se habían despedido con un beso en los labios.

— Pensé que...ellos durarían—digo un tanto sorprendida por ese engaño—Sana y él llevan...

— Tres años, lo sé, pero nunca terminas de conocer lo suficiente a alguien—me mira— ¿Enserio no te contó?

— No—pero ahora comprendo la razón del mensaje. Suponía para qué quería verme— ¿Entonces...terminaron?

— No lo sé, cuando me llamó estaba furioso, se escuchaba alterado—comenta—Ya sabes cómo son las relaciones de ese chico, chicas vienen y chicas van, no será difícil para él conseguir a alguien más.

— No puedo creer que Sana lo haya engañado así.

"Bueno, yo tampoco puedo hablar mucho"

— Yo...debo ir a almorzar—siempre me ha incomodado hablar de Sana o quizás no quiero escuchar mucho del tema porque saldré corriendo a buscar mi celular y terminaré llamándolo, mi cuerpo se siente adolorido por lo de anoche.

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Mientras cumplía mi trabajo no dejaba de darle vueltas a lo de Sana con JungKook, ella había sido la que más tiempo había durado con él, la chica era muy dulce y muy hermosa, cuando la conocí mi autoestima bajó el doble hasta tocar el subsuelo, todas las novias de JungKook han sido hermosas (a excepción de mí), son muy seguras de sí mismas y pareciera que nunca cometieran errores, Sana sabía que JungKook y yo tuvimos algo cuando adolescentes pero por razones obvias no sabía de nuestros encuentros.

Para mi suerte, pude irme del trabajo antes que Hoseok saliera, regresé a mi departamento respondiendo algunos mensajes de mi madre, su salud no estaba bien y la de papá menos, me preocupaba que pudieran enfermar. Buscando las llaves en mis bolsillos mientras camino por la acera distingo una moto familiar frente al edificio, casi me hago ilusiones de no ser porque recuerdo que JungKook no es el único dueño de una moto así, es decir, ¡Hay muchas motos en Seúl!

Entro al edificio encontrando al guardia en recepción, saludo dando las buenas noches dirigiéndome a los ascensores, espero paciente a subir con algunas personas que viven en el edificio, cuando las puertas se abren en el piso correspondiente salgo de aquel elevador caminando por el pasillo, voy deteniéndome al ver que alguien está de pie frente a mi puerta. El pelinegro se encuentra recostado de la pared con una pierna apoyada de ésta, revisa su celular con una mano mientras su ceño está fruncido, su cabello se encuentra despeinado.

De inmediato recuerdo que mi celular permaneció apagado desde mi hora de almuerzo.

Sus ojos se levantan, miran alrededor y entonces me localiza sonriendo apenas. Me acerco despacio esperando no arruinar lo que he estado haciendo hasta ahora, intentar ignorarlo.

— Hola—saluda cuando estoy cerca.

— Hola—digo manteniendo distancia.

"Tu puedes, Jae"

— Saliste temprano del trabajo, pensé que tardarías más—comenta guardando su celular en el bolsillo de su pantalón, tiene una chaqueta azul, Jeans ajustados en los muslos, zapatos negros y camisa holgada blanca, en su brazo derecho cuelga el casco de la moto.

— ¿Qué...haces aquí?

— Estuve escribiéndote y llamándote, pero la contestadora me indicaba que estaba apagado—dice extrañado— ¿Estuviste ignorándome, JaeSoo?

Una parte de mí siente que está reclamándome, trago con dificultad intentando meter la llave en la cerradura de la puerta colocándome nerviosa.

— Me quedé sin batería.

— Mmm.

— Ahh...Hoseok...me ha contado lo de Sana.

— No quiero hablar de eso—chasquea la lengua. Entro al departamento y él entra conmigo, cierro la puerta cuando pasa por ella, dejo las llaves en la mesita junto a la puerta y mi bolso también. Enciendo las luces caminando a la cocina—Estoy comenzando a considerar que el amor no es lo mío.

Mi celular comienza a sonar delatándome terriblemente, JungKook guarda silencio y yo contesto al ver que se trata de mi madre.

— ¿Hola?

— Buenas noches, cielo, ¿Recién llegas del trabajo?

"Mamá, ¿No podías llamarme luego?"

Le doy la espalda a JungKook aclarando mi garganta mientras busco algo de beber en el refrigerador.

— Sí, así es. ¿Y ustedes por allí?

— Tu padre salió por la tarde del trabajo, está muy agotado, me parece que hace mucho para la edad que tiene.

— Dijo que no te has sentido bien, mamá.

— Bueno, ya no soy joven—ríe un poco—Sólo he estado con dolores en el pecho, mi vista ha estado empeorando.

Eso me preocupa y me aterra porque me recuerda que en cualquier momento ellos dejarán de estar conmigo. Me aterra la idea de estar sola.

— ¿Necesitas que te compre medicamentos?

— Necesito que te enfoques en ti, tienes tus gastos.

— Pero eres mi mamá, necesitan mi ayuda.

— JaeSoo, podemos seguir viviendo, no estamos en una cama—sonrío un poco por su terquedad, pero sigo estando preocupada—Te llamo en un rato, tu padre necesita de mí, cuídate.

— Ustedes igual—y cuelgo.

— ¿Todo bien con tus padres? —pregunta JungKook al instante.

— Sí, todo bien.

— Que curioso, habías dicho que te habías quedado sin batería cuando llegaste—comenta con cierto sarcasmo. Lentamente giro sobre mis talones haciéndole cara al asunto, JungKook se cruza de brazos rodeando el mesón de la cocina preguntándome curioso— ¿Estás ignorándome, Jae?

— No.

"Sí"

— ¿Y por qué mentiste del celular?

— Yo...—busco que decir. El casco que traía hace segundos está en el sillón—No mentí, me queda uno por ciento de batería...

— No soy idiota, Jae.

"Honestamente si lo eres"

— No estoy diciendo que lo seas...

— ¿Entonces porque no puedes responder una maldita pregunta? —pregunta molesto. Aquello me sorprende, JungKook nunca me ha tratado así, es él quien me protege o me protegía.

— ¿Disculpa?

— ¿Por qué apagaste tu celular? ¿Estabas ignorándome?

"¿Qué le pasa?"

JungKook se acerca y retrocedo un paso, levanta una de sus cejas sonriendo con ironía, apoya sus manos del mesón entrecerrando sus ojos, sigue luciendo molesto.

— ¿Me tienes miedo? —ríe con ironía—Vaya, creí que te encantaba, es decir...al menos eso parece en la cama.

"Jae, detenlo, dirá algo que te lastimará y será peor, las personas molestas dicen cosas hirientes"

— Necesito que te vayas—mi voz sale más baja de lo esperado.

— ¿Qué?

— Vete, por favor.

— ¿Desde cuándo me echas del departamento?

"Es mi departamento"

— Estoy...cansada.

— ¡Yo también lo estoy! Tuve un día de mierda por culpa de otra mujer—doy un respingo cuando alza la voz— ¡Estoy cansado y harto de todas las malditas mujeres! —aquello me lastima el pecho— ¿Ahora mi mejor amiga teme de mí, me evita y me echa de su departamento? —bufa—Respóndeme esto, Jae, ¿Por qué me ignorabas cuando necesitaba de ti?

"Eso es jugar sucio, yo necesito de alguien, pero él no lo nota"

Mi celular suena en mis manos. Es Hoseok quien está llamando.

— ¿Quién es?

— Nadie.

— No seas idiota, ¿Quién carajos es?

Quiero ser fuerte por primera vez en mi vida, pero estoy temblando, a mi mente vienen los acosos en la escuela, ¿Por qué me está tratando así? JungKook se acerca arrebatándome el móvil, intento alejarme, pero el lavabo de la cocina me lo impide.

— Por favor...vete—el susto que me llevo es grande cuando JungKook arroja mi celular contra el suelo y éste se hace añicos, mi pantalla se quiebra por completo e incluso se apaga el móvil, contengo las lágrimas temblando para entonces— ¿Por qué...estás siendo así conmigo? —pero no responde. Recoge su casco y sale del departamento azotando la puerta.

"Lo hiciste bien, lo hiciste bien"

Pero no puedo creer eso mientras sollozo sentándome en el suelo, no esperaba que esto pasara.

¡Me devolvieron la historia! :'D Aprovecho para decir que enserio, si no les gusta la historia simplemente dejen de leer pero esto no es ningún cliché donde este tipo de relaciones es romantizada (o como se escriba)

Las que verdaderamente me conocen saben que cada fanfic que hago de los chicos deja una enseñanza y esta historia tiene su mensaje secreto.

Gracias uwu