A la mañana siguiente Calum subió sin animos al autobus porque cierto chico rizado había rechazado su propuesta de sentarse a su lado. Pero para su sorpresa Ashton estaba sentado en el lugar que a él le gustaba y se sento a su lado.

Y por primera vez no lo miró molesto, al contrario, lo miró con una sonrisa.

─Pense que no querias sentarte conmigo─ le comentó Calum.

Ashton lo miró y negó.

─Pense que eras tú el que no quería que me sentara contigo─ murmuró molesto y un poco confundido.

─Creo que solo estaba molesto por mi lugar─ se enc9ogio de hombros ─Pero ahora me doy cuenta que me gusta estar contigo─

Le so9nrio y Ahston le sonrió de vuelta. Y Calum pudo apreciar sus hoyuelos en sus mejillas, esta vez si fue suficiente.

─Me llamo Calum─ le tendió la mano, Ashton le devolvió el saludo.

─Creo que vamos a la misma universidad─

─Si─río ─¿Qué estudias?─ preguntó queriendo hacer una platica con su nuevo amigo.

─Arquitectura, ¿y tu?

─Comunicación

─Ohh que genial─.

Así pasaron todo el camino platicando. Al llegar a la escuela cada quien tomó su camino no sin antes despedirse. A la hora de la salida tomaron el camion juntos y por primera vez ninguno estaba molesto.

Y tal vez ese autobus los unió más de lo que pensaban. Tal vez al principio lo odio, pero ya sabes que dicen.

Del odio al amor hay solo un paso.

Calum lo comprobó cuando se dio cuenta semanas después que le gustaba ese chico rizado de risa escadalosa, aquel chico que tuvo la osadía de sentarse en su lugar, aquel que lo conquisto con solo una sonrisa.

Ninguno se imagino que llegaría el día en que salieran juntos como pareja, cuando compartieran su primer beso, o como cuando se acostaran por primera vez.

Si, definitivamente ese autobus tuvo mucho que ver.

Fin.