Ya de regreso a su casa, esperaba el autobus como siempre pero esta vez había alguien a su lado y era el mismo chico rizado.

Lo miro molesto y el chico lo volteó a ver confundido.

Llegó el autobus y los dos subieron, primero Calum subió, pagó y se sentó donde siempre. El chico de lentes lo hizo después sentandose a su lado.

Calum solo se molesto, lo miro y por fín le dijo algo.

─¿Por qué siempre te sientas aquí cuando hay mas asientos disponibles─le preguntó molesto.

El chico lo miró confundido.

─Yo uh, supongo que me gusta este lugar─contestó de forma simple y confundida ─¿Te molesta que me siente aquí?─.

─Por supuesto que me molesta, es mi asiento─

El chico río escandalosamente y Calum pudo oir su risa, era diferente pero en cierta parte bonita y graciosa, pero eso no fue suficiente para evitar enojarse.

─¿Qué es tan gracioso?─

─El hecho de este es un autobus público y no veo tu nombre aquí escrito─contestó con media sonrisa.

Y eso hizo enojar mas a Calum.

─Tal vez no diga mi nombre pero me encanta sentarme aquí, siempre lo hago y lo considero mío─

─Oh ya veo─lo miro divertido ─Si tanto te molesta mañana me sentare en otro lugar solo porque ya esta lleno─

─Me parece bien─contestó firme volteando a ver la ventana dando por terminado su plática.

Ninguno mencionó otra palabra hasta que Calum se bajó en su parada.

─Que te vaya bien señor "el-asiento'es mío"─le sonrío el chico y el sólo rodó los ojos molesto.

El que el chico fuera lindo con él le gusto.

Y eso le molesto.