—¿Podría alguien explicarme que le pasó a mi nena?.— Los señores Selwyn entraron enojados a la enfermería buscando a su hija. Tom estaba tan enojado que la vena de su frente sobresalía.

—Vine en cuánto pude— Hablo la psicóloga alejándose de Tabitha que estaba inconsciente.— Le dió un ataque de ansiedad y comenzó a alucinar, un chico de Drumstrang la encontró inconsciente en el baño.

—¿Por qué pasó?.— Nick se acercó corriendo a su niña y detrás de ella Tom.

—Peleó con el joven Malfoy y con Zabini, además, el ruido no ayudo mucho.— La psicóloga le dió una última mirada a Tabitha.— Estará bien, despertara en unos minutos, yo tengo que irme pero ya saben que cualquier cosa estoy para Tabitha. Díganle a Tabitha sobre la cita.

La psicóloga salió de la enfermería y Dumbledore entro.

—Una disculpa, señores.— Fue lo primero que dijo Dumbledore.

—Creí que está era una buena escuela.— Tom se volteo hacia Dumbledore y le dió una mirada dura.— Mi hija junto a Lovegood son hostigadas en esta escuela y usted no hace nada. Por favor, solo váyase

Dumbledore salió sin decir nada y la atención de Tom se volvió a su hija.

— Hola, cariño.— Nick le sonrió dulcemente mientras tocaba el cabello de Tabitha.

— Hola, mami.— Tom tomo la mano de Tabitha entre las suyas y ella sonrió.— Hola, papi. Los extrañe, a los dos.

Tabitha entro al gran comedor y camino hasta su mesa, se sentó en silencio sin ver a nadie. Se sentía nerviosa, probablemente todos estubieran hablando sobre lo que le había pasado y no la dejarían en paz por el resto de la semana.

—Hola.— Hermione se paro a lado de ella.— Intenté ir a verte pero supe que tus padres estaban ahí. Bueno, no importa, ven, cenaras con nosotros.

Los padres de Tabitha eran, casi, iguales a los Malfoy, les importaba demasiado la pureza de la sangre, por lo tanto, no aprobaban su relación con Hermione.

Quiso darle un abrazo a Hermione pero no pudo y solo la siguió en silencio hacia su mesa.

Tabitha se sentó a lado de Harry y Hermione a lado de ella.

Sonrió tímidamente a los dos chicos.

—Tal vez te preguntas por qué hacían tanto ruido.— Tabitha asintió, hacia Hermione, mientras miraba a Harry.

—Tienes un poco de chocolate en la nariz.

Harry se puso colorado, la verdad era que la ravenclaw le parecía bonita, y Tabitha volteo hacia Hermione.

— Habrá un torneo, se llama “El torneo de los tres magos”, vendrán otras dos escuelas.— Tabitha solo asintió.— Por eso hacían ruido, están emocionados. Las escuelas son Drumstrang y Beauxbatons, ambas son mixtas pero en Drumstrang hay más chicos que chicas y en Beauxbatons hay más chicas que chicos.

Tabitha hizo una mueca pero asintió un poco confundida, la verdad era que Hermione la había confundido.

— Pero tú ya conociste a uno.— Tabitha frunció el ceño, ese trío la hacia sentir muy confundida.— Sí, fue el chico que te llevo a la enfermería.

Tabitha no se dió cuenta de cuando comenzó la ceremonia, estaba concentrada tratando de recordar al chico que menciono Ron, nadie le había mencionado que un chico la había llevado a la enfermería.

Levanto la mirada y sus ojos chocaron con los de Draco, él la miraba mal, y ella sabía la razón, aunque también pudo ver la preocupación en sus ojos.

A Draco no le gustaba que se juntara con el trío de oro.

— Ya van a entrar.— Volteo hacia donde Hermione señalaba y sí, las chicas de Beauxbatons iban entrando.— Por Merlin, es demasiado alta.

Hicieron una pequeña danza y del pecho salieron pequeñas mariposas, la señora saludo a Dumbledore y las chicas se sentaron en la mesa de Ravenclaw.

— Es nuestro turno, Tabitha.

— ¿Tenemos que hacer lo mismo?.— Tabitha miro a Hermione confundida, mientras hacia un puchero que a Harry se le hizo muy lindo y le fue imposible dejar de verla.

— No, vienen los chicos de Drumstrang.

Los chicos comenzaron a entrar pero la mirada de Tabitha se quedó en uno de ellos que también la miraba, el chico sonrió y ella sintió náuseas.

— Hermione.— La chica volteo a verla.— ¿Por qué sentí náuseas cuando me miro?

Ron se aguanto la risa porque Hermione lo miro mal.

— No son náuseas.— Sonrió.— Los muggles le llaman “mariposas”, lo sientes cuando te gusta alguien.

La cabeza de Tabitha era un caos y cuando iba a volver a preguntar un papel la interrumpió, levanto la mirada y era Draco quien lo aventó, el platinado le hacía señas para que se acercará.

Suspiro y se levantó.

— Perdón, pero tengo que ir con Draco.

No espero una respuesta porque empezó a caminar gasta la mesa de las serpientes.

— Va a terminar lastimada si sigue poniendo de prioridad a Malfoy.

Hermione vio como su amiga caminaba hacia el chico y suspiro, Harry tenía razón.