Tabitha seguía mirando las palabras confundida, ¿Draco quiere que yo sea su novia?, ¿Por qué?.

La chica miro a Draco confundida.

—¿Entonces?.— Draco estaba nervioso, las palmas de sus manos estaban llenas de sudor.

—¿Tu me quieres?.— Pregunto Tabitha, las palabras poco a poco desaparecían y ella volvió la vista al frente.

—Sí.

—Entonces, supongo que sí podemos ser novios.

—¿Enserio?.— Draco se coloco frente a ella y puso sus manos en las mejillas de Tabitha.

—Sí.— Tabitha lo miro a los ojos y continuo.— Tu dijiste que un novio es alguien que te quiere y yo te quiero a ti.

Draco sonrió y junto sus labios con los de ella, Tabitha sonrió enmedio del beso y junto su frente con la de él.

Todo era perfecto para ellos, ahora, Draco sabía que no estaba solo y sabía que Tabitha iba a estar para él.

(...)

Al día siguiente, Tabitha se enteró de que Dolores Umbridge estaba en Hogwarts, la idea no le agrado, ya tenía novio y no sería bonito que su madrina le contará a sus padres.

Sabía que su madrina le contaría a sus padres, así que, en el momento en el que se enteró le escribió una carta a sus padres contándoles lo que pasó con Draco.

Probablemente su padre se enojaría pero sabía que su madre lo controlaría, lo que no espero fue que su madre nunca contesto su carta.

Normalmente, su madre le contestaba en el momento en el que recibía la carta pero eso no paso, la lechuza de Draco llegó y no tenía ninguna respuesta de su madre, eso hizo que el corazón de Tabitha se rompiera un poco.

—Mi madre no contesto, ¿Crees que están enojados conmigo?.— Tabitha movía la comida en su plato con su tenedor.

—¿Por qué deberían?.— Draco se acercó a ella y acarició suavemente el cabello de Tabitha.

—No lo sé.— Tabitha se encogió de hombros.— Tal vez Madrina ya le contó.

Draco iba a hablar pero guardo silencio cuando una tos falsa se hizo presenté.

—Tabitha, querida, ¿Que haces aquí?.— Tabitha levanto lentamente la cabeza y miro a su Madrina enfrente de ellos dos y detrás de Theo y Blaise.

Tabitha trago saliva y se levantó para saludar a su madrina, solo se estrecharon las manos y Tabitha volvió a sentarse.

—No me gusta estar en mi mesa.— Umbridge sonrió falsamente.

—Bien.— Tabitha le tenía cierto aprecio a su Madrina, odiaba la voz chillona de ella y también cuando le gritaba a propósito.

Todos sabían que Tabitha era sensible a los ruidos fuertes y Umbridge se aprovechaba de ello.

Cuando Tabitha era pequeña, un fin de semana, sus padres la dejaron en casa de su Madrina por primera vez, todo parecía ir bien, hasta que llegó la hora de cenar, por accidente, Tabitha derramó su leche encima de su Madrina.

Su Madrina se enojo tanto que comenzó a gritarle muchas cosas, la pequeña Tabitha lo único que pudo hacer fue esconderse debajo de la mesa mientras tapaba sus oídos.

Tabitha estuvo en terapia durante 5 meses debido a esto, dejo de tomar leche por temor a que pasará lo mismo y a qué sus padres le gritaran.

—Con que aquí está, Selwyn.— El profesor Flitwick.— Tomé su horario y corra, tiene clase con el profesor Snape.

Tabitha tomo sus cosas y se levantó.

—Adios, Madrina.

—¿Ustedes qué esperan?.— El profesor Flitwick miro a los chicos.— También tienen clase de Pociones, rápido.

Los cuatro salieron del Gran Comedor, en cuanto salieron Draco tomo la mano de Tabitha y entrelazó sus dedos con los de ella, la chica sonrió y caminaron a su clase.

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO SU APOYO, L@S AMOOOO