Capítulo 22
Pov Mayra
-¿Qué hay de mi? ¿Qué sientes por
mí?- Preguntó sin poder eperar más, así me pareció al menos. O quizás es mi necesidad por él, Porque el ansiara mi respuesta, porque el me necesitara a su lado no solo por el Auspicio.
-Nada- no podía permitirme ser usada de aquella manera -Si quieres llevarme allá, hazlo. Pero no pretendas que desarrolle dependencia por ti.- luego de decir aquello su semblante no era el mejor. Casi me hace creer que tiene sentimientos por mi. Casi.
Me hizo salir del departamento dejando aquello que fue mio por algunos meses y subimos a un auto. El estaba desnudo totalmente, no entiendo...
Luego lo noté, el es uno de ellos, tenía piel pálida como Segundo pero sus ojos eran diferentes, era Quinto, se había presentado con anterioridad.
Segundo no volvió a hablar conmigo, en cambio se colocó un pantalón y le dijo algo al otro cual no entendí. Yo no intentaría escapar, así que por mi pueden poner la vigilancia que quieran.
-¿Aprendiste sola a buscar los portales?
-Déjate de idioteces Quinto, yo no la ayude, no quería esto.
-Mmm
-La noche que se fue los portales estaban fuera de control.
-Es cierto- dijo seguro el otro -Información bastante importante para decidir hacer aquello un día como ese.
Dudaban de él, el resoplido que emitió Segundo me dejó claro que le atribuyeron la responsabilidad de mi huida, ¿Le habrán hecho algo?
-No fue el. El no me dijo
-Alguien más si.
-Nadie más sabe de...- hubo un abrupto silencio -¿Séptimo volvió a...
-¿Como que volvió? ¿Séptimo ha estado buscandola? ¿Entrando a nuestra manada? Es un traidor Segundo.
-No vengas a mi con falsa moral, se que lo dejaste escapar aquella vez en el bosque.- el auto fue estacionado. -Voy a llamarte cuando regresemos.
Ambos bajamos del auto, estábamos frente a una enorme casona, una a la que nunca me imaginaria ir. Quinto se perdió en carretera y yo me quedé en mi lugar.
-Entra, debes comer algo. Hablaremos después.
-No hablaré contigo.
-Debí traer a Dulce, ella es mejor con las palabras.
-Debiste, si.- no podemos tener una conversación sin que Dulce inundara su mente, igual con ella. Siempre está hablándome de Segundo.
-Se lo de tu hermano, lo de tu antigua pareja también.
-Ella no tenía porque contarte
-Si tenía. Soy tu...
-¿Mi que? No eres nada mío y yo no soy nada tuyo, solo la puta a la que te coges. ¿Crees que alejandote luego de haberme desnudado le quita lo malo a todo lo que has hecho?
-Mayr...
-No eres merecedor de mi amor. Nadie lo es.
-Lo sé
-Te odiaré con cada día por obligarme a esto. No quiero vivir eternamente al lado de alguien que no me ama.
-¿Quién dice que no lo hago?- dijo como si fuera obvio, reí burlonamente.
-Tu, tu y tus desprecios.
-No te desprecio Mayra, solo odiaba el hecho de sentirme así por ti.
-¡No, pues gracias eh!
-Para, tomas todo lo que digo y decides ofenderte con ello.- exclamó exaltado.
-Era como si traicionara a Dulce con mis sentimientos hacia ti. Ella y yo estamos juntos hace años, conocemos cada cosa del otro, todo. Y de la noche a la mañana, todo lo que sentía por ella se convirtió en nada al lado de lo que me hacías sentir tu, una mujer que apenas conozco. Y lo odié, no porque odiara amarte, odiaba traicionar así lo que dije que permanecería intacto al encontrarte. Te amo y eso es un hecho.
-No puedes amarme, no me conoces, no te conozco.- dije aquello obligándome a entender que aquello que me pasa con el no es amor, sino otras cosas.
-¿Ahora de pronto sabes mejor que yo de mis sentimientos?- lo vi tomar asiento y con aquello lo hice yo también. -Se que no hablaras conmigo, no primero al menos. Así que voy a contarte yo. Soy producto de una violación- por eso se alejó cuando notó como se habían dado las cosas. -Mi padre omega era apenas un adolescente cuando se presentó, jugaba en el bosque con un vecino pequeño, el niño fue por su padre y este lo violó.- estaba sin palabras -Señalaron a mi padre porque el beta era casado y al su esposa enterarse lo dejó y se llevó sus hijos, pero en cambio, el omega abusado fue obligado a tener ese bebé, cuando notaron que ese embarazo podía llegar a ser uno de los 7 del Auspicio quisieron deshacerse de él. Decían que no podían tener un líder cuál padre era un promiscuo. Mi tía, hermana de mi madre aseguró que ella iba a criarme, que de ese modo me alejaría de él. Así que cuando nací, me alejaron de él, una omega parida servía para alimentarme, poco después mi padre se suicidó y mi tía, alegando que era para llevarme por el buen camino. Me golpeaba cada día, así no hiciera algo malo.- miró mis ojos -Cuando tuve edad suficiente los padres de Séptimo me sugirieron aprender de medicina, ellos me enseñaron. El día en que murieron era mi primer turno solo en el hospital, así que fueron a casa con Séptimo, ese día la manada fue atacada, ellos asesinados, y Séptimo raptado. Creía que mi mundo se había acabado, Primero se fue, quería buscarlo, tardó años en el bosque sin atreverse a volver sin él, y ahí conocí a Dulce, lo hice porque golpeó un beta en emergencias, el beta había tocado de más a una omega de 13 años, ella estaba molesta y no pareció importarle la poca fuerza que tenía, cuando llegué ella estaba en el suelo y el trataba de ir contra ella nuevamente, así que lo empujé, pero mi fuerza no era como la de los demás, en aquel entonces, esa fuerza y el enojo que tenía no sabía como controlarme. Acabó muriendo por haberle fracturado los huesos y uno perforado su pulmón, eso dicen los documentos oficiales.
-¿Y lo que en realidad pasó?- lo vi reír
-El maldito era quien violó a mi padre, quería volver a hacerlo y quien sabe a quien más se lo hizo, así que cuando vi su nombre y su cuerpo en la sala de operaciones, lo dejé morir, de manera dolorosa por supuesto, Dulce me asistió y guardó el secreto por mi. Hasta ahora solo los tres conocemos esa verdad.
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