Arco III
-Nene, ¿acaso acabas de suspirar?- regañé, luego contuve una risa. De todos los niños y adolescentes a los que he enseñado este, sin duda, es el más vago.
-Profesora, yo no... no nací para esto- aquí vamos de nuevo. -Yo quiero construir coches .
-Exacto, para ello debes ser bueno en matemáticas y estudiar tus otras asignaturas, ¿Crees que podrás ser aceptado como aprendiz sin tener al menos un título? La respuesta es no. Eres listo, sin duda eres el más listo que jamás he enseñado como profesora particular, pero... también eres el más vago.
Eso lo hizo reír, volvió a las prácticas pero cada tanto levantaba la cabeza y como me encontraba mirándolo volvía al trabajo.
Estoy a punto de creer que no es que sea mal estudiante, sino que no tiene la atención que necesita en casa.
Cuando terminó la hora caminé a mi departamento mi mente pensaba en lo que haría para mi almuerzo antes de irme a las clases siguientes, no tuve que pensar mucho cuando solo quedaban huevos y papás.
Debía ir al supermercado.
No sería ahora obviamente, quizás a la noche.
Viernes, hoy es viernes.
Y los viernes para una mujer soltera en la ciudad son fríos y solitarios, así que no me quedo en casa. Suelo ir a un bar, conocer a un hombre y llevarlo a un hotel, uno de mi confianza obviamente, tampoco me dejaría atar de alguien que no conozco en un lugar que no conozco. No estoy loca.
El sábado me voy a casa y continúo con mi vida, es deprimente coger solo un día a la semana pero no tengo tiempo ni ganas de conocer a un hombre que me sirva como polvo de confianza.
El último decidió que era buena idea intentar quitarse el condón para follarme, así que acabó con la nariz rota.
La necesidad humana de joder las cosas.
Creo que iré al supermercado luego de la clase, y llegaré con tiempo de prepararme para ir al bar. Debo cenar también, la última vez que bebí alcohol con poco en el estómago acabé dormida en la acera de un callejón.
...
El día fue rápido, antes de notarlo me encontraba maquillada y eligiendo que llevar puesto.
No usaría sostén obviamente, ¿Con que fin?
Tangas y vestido, eso es más fácil, más sexy, más práctico. Más excitante también.
Había maquillado mis labios de un rojo intenso, rojo será, nunca se lleva suficiente rojo encima.
Cuando llegué al bar había un hombre, varios en realidad. Pero había uno en especial que parecía sacado de una película porno.
De las buenas.
Su piel era pálida, era alto, demasiado. Cabello castaño cual caía hasta su cuello de manera varonil. Vestido totalmente de negro, camisa abierta hasta los 3 primeros botones y sonrisa sombría.
Si
Este va a follarme hoy.
Tomé asiento dándole la espalda.
El va a venir a mi, si no es así, no lo quiero.
El hombre dominante da el primer paso, no quiero un sumiso. Esos pueden quedarse en casa, con su madre.
Mi trago llegó, refresqué mi garganta con el y sentí que hacían años no probaba algo de alcohol. La música terminó y con ella inició una un poco más pausada, sensual.
Sonreí cuando noté a alguien acercarse a mi mesa pero esa pequeña sonrisa menguó cuando vi quien era.
Hace 3 meses conocí a un hombre, no estaba muy contento con el hecho de que no me gustó como folla, así que ha estado pidiendo una segunda oportunidad, yo no doy de esas.
-Lorena
-Arruinas mi vista- señalé la pantalla cual reproducía un juego cualquiera, cual obviamente no me interesa, pero al menos más que el, si.
-¿Crees que no noté como miraste el idiota que estaba detrás?- estaba, osea que ya se fue, lástima. Tendré que buscar a otro. -Es justo como a mi, y a los demás, no eres más que una zorra buscona que....
-En efecto, no deberías compartir siquiera lugar conmigo- guardó silencio -No estoy diciéndole a nadie sobre el tamaño del miembro que portas, o de que además de pequeño, no sabes como usarlo, ni los dedos, ni la lengua.- y podría seguir.
Se levantó de la mesa hecho una furia y salió de bar entre gruñidos, ese hombre me traerá problemas.
Debo dejar de venir aquí, es una lastima, me gustaba mucho. El lugar, el no obviamente.
Arco dedicado a la mamásita linda del Harem,
Polalore82
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