II
El día que Hongjoong comenzó a trabajar en la emisora pensó que sería divertido, que movería los controles y lo dejarían entrar a la cabina; pero en vez de eso terminó sentado en la recepción haciendo llamados al servicio de mantenimiento. De vez en cuando lo dejaban manejar los equipos, pero la mayoría del tiempo permanecía con el teléfono pegado a la oreja peleando con el técnico de la compañía de servicios.
ㅡServicios de mantenimiento Wave. Buenos días, le atiende el Técnico Song Mingi ¿En qué puedo ayudarle? ㅡLa voz gruesa y familiar le molestó al oído como si miles de abejas le zumbaran.
ㅡ¿No tienen más técnicos acaso? ㅡRespondió Hongjoong con molestia dando vueltas en la silla ㅡCada que necesito mantenimiento soy atendido por un imbécil.
ㅡYo también te extraño ㅡPronunció Mingi con sarcasmo y Hongjoong pudo jurar que lo escuchó reír un poco ㅡ¿Dónde está mi beso de buenos días? No seas maleducado, salúdame correctamente ㅡEl técnico habló como si hiciera un puchero provocando que Hongjoong girara los ojos con molestia ㅡ¿Para que me necesitas, cariñito? Sería un placer destaparte la cañería ㅡSu voz bajó un par de tonos dándole connotaciones diferentes a la frase. Por un momento Hongjoong pareció confundido al escucharlo y pensar que había oído a alguien hablar de forma similar.
ㅡ¡Se serio en tu trabajo! ¡No tengo tiempo para besos! ㅡ Abrió una bolsa de papas refunfuñando ㅡLos micrófonos tienen eco y están registrando estática ㅡSolo dime como arreglarlo y no comiences con tus tonterías.
Cada día era el mismo problema; su sala de audio se caía a pedazos y él tenía que lidiar con las tonterías de Mingi. Le daba dolor de cabeza pensar que al levantar el teléfono se llevaría un comentario fuera de lugar. Aunque al técnico le causaba risa, a Hongjoong solo le daban ganas de retorcerse con molestia y atravesar el teléfono para darle a Mingi unos cuantos golpes en la cara. Podía sentir como la sangre le retumbaba el la frente; estaba seguro de que la respuesta que recibiría sería igual de asquerosa que su dueño. Lo único bueno era que los problemas en la sala de audio solían ser pequeños, se solucionaban sin necesidad de que la compañía de servicios mandara a uno de sus técnicos; así Hongjoong podía mantenerse tranquilo sabiendo que sus encuentros con Mingi no llegarían más allá de una llamada.
ㅡNo llevo ropa interior ¿Tu llevas o no? ㅡDe nuevo Mingi comenzó a reír al otro lado de la línea, asintiendo con satisfacción al recibir como respuesta un insulto por parte de Hongjoong ㅡSabes agarrar el micrófono ¿verdad? ¿Seguro que lo estás haciendo de la forma correcta?
ㅡEres un asco ㅡHongjoong pellizcó en medio de su nariz buscando paciencia. Se levantó de la silla y tomó el micrófono de la cabina; estaba listo para seguir los pasos que el técnico le dictaba ㅡTrabajo en una emisora, lo mínimo que debo hacer es agarrar un micrófono.
ㅡLo envuelves con tu mano, no aprietes demasiado fuerte. Asegúrate de encenderlo bien ㅡHongjoong diligente hacía todo lo que Mingi le decía ㅡLuego lo acercas a tu rostro, lo escupes y te lo metes boca ㅡComentó como si leyera un manual instructivo, pero también sonaba un poco a que hablaba desde una línea caliente.
Hongjoong resopló molesto, harto de ser vacilado de esa manera cada que solicitaba ayuda; parecía que el técnico disfrutaba enormemente hacerlo enojar. Metió con furia un par de papas a su boca y antes de colgar solicitó que viniera alguien a solucionar el problema, sin olvidar aclarar que era rápido y que hablaba enserio.
ㅡNos vemos luego cariñito. Guardame unos besos para cuando llegue ㅡSe despidió Mingi al otro lado de la línea ㅡSerá un gusto ir a destaparte el caño ㅡDe nuevo hizo referencia al cliché de los plomeros haciéndole hervir la sangre.
Iracundo, Hongjoong cortó la llamada resoplando y gruñendo sin control; con suerte enviarían a alguien antes del noticiero del mediodía. Atravesó la oficina en dirección a la maquina de café y llenó su taza hasta que desbordó; su compañero de trabajo lo juzgó con la mirada reprobando la cantidad de cafeína que estaba metiendo en su pequeño cuerpo. Cuando volvió al escritorio rascó su cabeza buscando entre sus recuerdos donde había escuchado al tal Mingi (que no fuera a través del teléfono); al no encontrar respuesta supuso que estaba cansado y por eso imaginaba cosas. Tomó otra bolsa de papas y se escondió bajo el escritorio; no quería que le pidieran de su bocadillo. Gruñó una vez más mientras se metía algunas papas a la boca ¿Que era aquella tontería de los besos? Obviamente él no le iba a guardar ni uno; en primer lugar él no era gay, y en segundo jamás besaría al técnico Song Mingi.
Mingi llegó a la emisora llevando en su mente una imagen diferente del muchacho que siempre llamaba. Para él aquel chico debía lucir como todos en el transporte público: cabello negro, estatura promedio, cara redonda y aburrida. Pero cuando se acercó al área donde se lo solicitaba se encontró con una cabeza teñida de rojo saliendo de debajo de un escritorio, con la cara llena de migas de papas y ropa que tenía lo que podría llamarse "un estilo propio" . Pequeñito y menudo, le robo una sonrisa quien lo considero demasiado bajito para contener tanta ira; en ese momento solo se lo pudo imaginar haciendo pucheros tras el teléfono mientras le gritaba insultos que, vistos de esa forma, no se sentían tan amenazantes.
ㅡ¿Eres el técnico? ㅡPreguntó el Hongjoong con la boca llena poniéndose de pié ㅡ¿O eres minki dolores de cabeza?
ㅡPor teléfono te veías más alto ㅡSoltó mirando de arriba a abajo al muchacho menudo que tenía en frente ㅡSe pronuncia Mingi ¿como me veo? ㅡDio una vuelta haciendo alarde de lo bien que le sentaba el color celeste del uniforme ㅡSoy todo lo que imaginaste y más ¿verdad? ㅡSonrió guiñando el un ojo de forma traviesa.
ㅡNo puedes ver a alguien a través del teléfono ㅡAclaró Hongjoong con molestia ㅡSolo puedes crearte expectativas, y en base a eso tú seguro eres tonto.
Se dieron un apretón dónde algo extraño se removió en la mente de Mingi al sentir la mano contraria; eran muy pequeñas para ser de un chico. Supo que se llamaba Hongjoong y pensó que era un nombre grande para alguien tan bajito; así cómo que aquel muchacho podía ser chiquito pero con carácter. En ningún momento había dudado en dejar claro su punto de vista ante los comentarios de Mingi, como tampoco permitió que el más alto se distrajera de su trabajo.
ㅡEres de los que les gusta llevar el control ¿cierto? ㅡSonrió dándole un tinte oscuro a su voz.
ㅡEso no te interesa -Hongjoong se encogió de hombros mientras lo observaba recoger los últimos vestigios de su trabajo con los micrófonos ㅡPero si no tomas las riendas alguien más lo hará, y prefiero ser yo quien las lleve.
Quedaron en silencio el resto del tiempo que Mingi tardó en guardar todo, y se despidieron con un breve "Hasta nunca" que en realidad más tarde cambiaría su significado hasta convertirse en un "Hasta luego".
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