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—Está aquí por cuestiones… — Volteé a mirar a Rosé, aún sorprendida. —Laborales— Dije después.
—Te lo dije— Una vez más miré a Rosé y agradecí que prácticamente ninguna integrante de Twice sepa inglés.
—Justamente acabamos con la mayoría del trabajo— Señalé, volviendo a caminar ambos, quedándose Jihyo parada en el medio de mi sala.
— ¿No te hace daño estar cerca de ella? — Preguntó una vez estaba del otro lado de la puerta. —Quizá, quizá no, quizá lo que siento por ella sea mi peor tragedia pero aún así ella es mi remedio— Le respondí, explicándome increíblemente bien sobre mi situación.
Ella suspiró. —Aún así, si te sientes mal, llámame, no solo somos conocidos, somos cuñados— Me indicó, despidiéndose después.
Luego de verla irse, suspiré, metiéndome a mi departamento, y estando Jihyo con la bolsa entre sus manos y viéndome.
Rápidamente me acerqué para tomarla, aunque pesaría máximo dos kilos, llevaba rato sosteniéndola.
—Tengo que darle algo a tu mamá, me da muchas cosas y a duras penas la saludo— Abrí la bolsa, acomodando los contenedores.
—Quizá puedas decirle que vengan todos la próxima semana, hace mucho quiero hacer pizzas y pedí un horno especial que llega en un par de días— Indiqué, apoyándome en los contenedores.
—Creo que le agradará la idea… — Se veía algo confundida aún. —Dijiste que te irás tarde para evitar un poco el tráfico, ¿No? — Pregunté, mientras sacaba un batido de fresa de los que solía preparar para la semana.
—Si… es horrible estar en el tráfico, aquí al menos puedo ver algo o moverme— Explicó. —Ten— Le di un batido, empezando a tomar el mío yo.
—Puedo explicarte y mostrarte en lo que estábamos trabajando— Propuse mientras ella se acercaba a tomar el batido.
— ¿No es algo privado? — Dió un sorbo y luego preguntó. —No creo que lo vayas a revelar— Dije, empezando a meter los contenedores menos uno.
—Igual es algo simple, no es innovador de donde vengo pero quizá un poco aquí si— Estaba jugando a básicamente Tetris con tanta comida preparada en contenedores.
—A decir verdad, la verdadera razón en si es graciosa, todo en este universo cuadra con todo— Me dejé caer, acomodandome en el piso y reacomodando todo para que entrase.
— ¿Recuerdas una vez cuando mi hermana estaba aquí y estaba bromeando conmigo y le dije que sabía con quién salía y que se jugara mucho conmigo? — Empecé a mirar bien si podía meter un par de tazas de lado sin hacer un desastre luego.
—Si, ¿No era una miembro de un grupo popular? — Respondió. —Con quién salía es a quien viste aquí hace unos minutos— Revelé, escuchando como escupió el batido y seguido sentí como me cayó gran parte de ese batido escupido.
Abrí un poco los brazos, luego agité la cabeza y así me quité un poco de la humedad y el frío. — ¡Lo siento! — Escuché más y más cerca. —Supongo que ya me tocaba un baño— Solté yo.
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