—Veo que han estado aprendiendo mucho— Dije al levantarme. —Quedó mejor de lo que pensaba está habitación de baile— Miré alrededor. —Creo que es hora de darles una pequeña buena noticia— Volví a verlas. — ¿Cuánto tiempo ha pasado? — Pregunté a mí manager, mirando su reloj. —Dos horas y media— Respondió como si nada.

— ¡No la hora! — Regañé en voz baja. —Que cuánto tiempo han estado practicando— Corregí, a lo que no supo bien explicarlo. Volteé al encargado de aquello. —Cuatro meses— Respondió sin miedo alguno.

—Cuatro meses desde que están aquí, y por suerte nada se nos cayó encima— Recordé aquella mala primera impresión. —Desde la semana que viene empezarán con los labores de grabación de su videoclip, debutando en dos meses desde este día— Di aquel mini discurso, emocionando a todas.

—Se siente bien decir esto— Le susurré a mí encargado. — ¿Podemos debutar otro grupo de chicos? — Discretamente pregunté mientras las otras estaban celebrando, un par llorando incluso. Asintió. —Siempre y cuando expandas un poco el personal, tenemos capacidad para cuatro grupos en el edificio— Aclaró.

—No es muy buena idea llorar— Me les acerqué, siendo la más joven y con la que más acercamiento había tenido en general, la que más estaba llorando.

—Yeun, no deberías de llorar tanto, tenemos que empezar a grabar las canciones ahora— Me puse de rodillas, acercándome más, mirándome y siguiendo, mirando a las miembros mayores.

—Creo que mejor empezamos mañana— Les dije, jugando un poco con el cabello de la pequeña en edad más no altura.

—Mañana tienes que grabar el álbum de Nayeon— Escuché un susurro de mi manager, recordándome cosas, trabajando como una verdadera manager.

—Sieun— La miré directamente. —Tú aprendes rápido, necesito tu ayuda— Me levanté, dejando a un par aún allí. —En estos meses te enseñé un poco a monitorear grabaciones, usarás eso— Soné como un verdadero director. Volviendo a ver adelante y golpeandome con una puerta abierta, llevándose toda mi credibilidad y riendo todas.

Vi quién estaba dentro y era alguien del personal de limpieza, que casi ni se enteró del golpe, ignorandolo y siguiendo.

—La forma de trabajar conmigo es sencilla, yo grabo las vocales en las mismas notas que deberían de cantarlas ustedes, solo tienen que llegar y cantar por encima— Expliqué, pero más enfocado en mi camino.

Rápidamente llegamos al estudio, estando todo preparado ya.

Rápidamente una por una fué entrando, siendo la última la que sería líder y me ayudaría con las otras grabaciones, terminando así el día.

En el siguiente solo cambio la locación y cantidad de personas, aunque aún seguía sin entender qué hacían dos integrantes de más en las grabaciones.

—Bien, puedes empezar— Empecé a reproducir la pista, cantando ella. —Es una lástima que no me dejaran meterte Sana— Dije, volteando un poco. —Habría sido lindo, tu voz junto con la de ella combinan muy bien— Expliqué, viendo más bien a Jihyo, perdiendo el hilo de todo por recordar aquél sueño.

Cuando volví a la realidad Nayeon me estaba regañando por no prestarle atención al haberse equivocado y parado.

Coloqué el audio para que solo lo escuchase yo, un poco por vergüenza. —Se que estás enamorado de Jihyo pero préstame atención a mí— Dijo aún enojada, dándose cuenta y tapándose la boca, sabiendo lo rojo que me estaba poniendo yo.

Me levanté, abriendo la puerta del cubículo, entrando. —No nos van a escuchar, bloqueé el sonido— Aclaré de primeras. — ¿Desde cuándo sabes eso? — Pregunté con aún vergüenza. —Deberías tener más cuidado cuando dices sobre quién estás enamorado— Insinuó. — ¿Fué mi manager? — Pregunté, asintiendo rápidamente. — ¿Ella lo sabe? — Insinué yo.

—Cree que la odias— Respondió, dándome en la frente de la decepción en mi mismo.