— ¡Duele! — Exclamé ante el dolor de sentarme derecho en la cama. — ¿Cómo es que estás como antes tú? — Pregunté a mí manager, viéndose incluso mejor que antes. —Todo el golpe fué del lado derecho,  yo solo salí con moratones y cortaduras leves— Aclaró, ayudándome junto a las enfermeras, poniéndome recto y gritando del dolor.

—Tú mamá está aquí en Corea, vendrá junto a tu hermana en unos minutos— Indicó, relajándome un poco. —Vino antes, pero estabas en coma— La miré asustado. — ¿Coma? — Pregunté con nerviosismo. —Estuviste diez días en coma— Me explicó la enfermera, dándome cuenta de la gravedad de lo que había pasado. —Perdiste mucha sangre y los golpes solo hicieron que tú cuerpo entrara en coma— Aclaró, pese a estar consciente, con miedo de todo lo que había pasado.

Intentaron ayudarme a caminar, pero de las heridas en la pierna, solo terminaba cayendo una y otra vez.

Más pronto llegó mi madre, junto con mi hermana, llorando ambas al verme. —Estoy vivo— Solo podía decirles en medio de aquello.

Un par de horas de habla, un poco de terapia a la antigua de mi madre, terminaron yéndose, dejándome solo, con la noche y mi celular al menos.

Pese a tener una forma amplia de divertirme con mi celular, solo podía observar aquel anillo, notando que era de oro, pese a no tener ninguna piedra preciosa o diamantes incrustados, realmente era hermoso, solo con al forma imbuida me dejaba viéndolo por mucho.

Al día siguiente, de manera milagrosa, o quizá no tanto, si no que el dueño de la empresa y solista más famoso se había casi muerto hizo que todos hicieran un cese en sus actividades por un día, llenando aquel cuarto de hospital, teniendo a Lily y Haewon a ambos lados.

—Ayudame a enderezarme— Le pedí a la australiana, poniéndose en posición. —Suave y lento— Le advertí, pero en el momento que estaba a punto de lograrlo y sentir un click interno, apuró la marcha, haciéndome gritar del dolor por aquello. — ¡Te dije que suave y lento! — Le grité después de que aquel dolor parase, ella solo había empezado a llorar, intentando acariciar su cabello, pero recordando que era mi hombro malo, doliendome en el proceso, volteando un poco mi cuerpo y haciéndolo.

—Lo siento por darte la vuelta Haewon— Dije al hacer aquello, ya que más de mi no podía dar.

Luego de calmarla a ella, me puse en vista de todos, sintiéndome muy apenado. —No se porqué me siento con tanta vergüenza cuando todos aquí me vieron el trasero— Solté, haciendo que todos rieran silenciosamente, rompiendo el hielo.

—Pueden reírse, es que es cierto— Me reí un poco yo también, aunque doliendome por dentro, literalmente.

Tapé mi rostro para evitar preocupaciones del dolor. — ¿Y ese anillo? — Preguntó Lily, viéndolo de cerca, hice una mueca de no saberlo. —No recuerdo bien si lo tenía antes del accidente, supongo que sí— Respondí, viéndolo ambos.

—Los del departamento de escándalos y eso deben de estarme odiando en este momento— Miré a los grupos de la empresa, notando como solo Twice y Stray Kids eran más de la mitad de los presentes.

Señalé a Chan, acercándose. —Podría ser poético y decir que en el coma vi que haríamos una colaboración, pero sería mentirte, en unos meses que esté bien, hagamos algo juntos, con todos— Indiqué, mirándose los de detrás.

Suspiré. —Creo que sería buena idea hacer un concierto con todos los grupos y artistas y hacer mi regreso de la muerte ahí— Dije, viendo cómo todos solo me miraban atónitos.

— ¿Cómo puedes estar pensando aún en el trabajo ahora? — Escuché un claro regaño de Jihyo, ya que mi familia presente no sabía coreano.

—Mi forma de curarme de todo es el humor— Expliqué, sonriendo con un tanto de tristeza pero a la vez siendo de las sonrisas más verdaderas que había tenido.

Y quizá era por el hecho de a quien le estaba respondiendo. — ¿La que te gusta es ella? — Escuché a mi mamá decir, por suerte en un español bastante complejo de entender para cualquiera allí. — ¡Mamá! — Le grité levemente. —Hasta dónde tengo entendido si es ella— Le habló mi hermana, queriendo morir de verdad en ese punto.