—Saquenme de aquí— Les rogué a los chicos de Astro. —No da tanto miedo— Respondió Rocky viendo los alrededores. — ¿No está haciendo mucho frío de repente? — Preguntó Sanha. Entre todos nos miramos, siendo solo él.

—Aquí suelen… — Empecé a decir, pero Moonbin dió un grito y un salto hacia todos nosotros. —Algo me tocó— Dijo extremadamente asustado. —Suelen sentir que los tocan— Sonreí nerviosamente al terminar de decir aquello.

Todos salimos de allí lo más rápido que pudimos. — ¿Cómo puedes actuar aquí? — Preguntó Eunwoo. —No estoy actuando…— Tomé aire. —Tengo miedo de verdad— Finalmente dije.

—Solo falta la mitad de la película… — Intenté quitarle el peso, pero recordé que faltaba la otra mitad. —Por suerte me muero primero— Dije, con eso sí aliviandome.

Aunque no quitaba las dos semanas estimadas de rodaje que me quedaban.

Dos semanas infartantes después.

—No te recordaba tan lindo, techo de mi casa— Solté al dejarme caer en la cama.

Revisé mi celular, estando libre de cualquier tipo de notificaciones.

Ya hacia más de una semana que Haewon y yo no habíamos hablado en lo más mínimo. Cosas de la vida me suponía.

Aunque ya estando libre, iría a visitarlas en sus grabaciones.

Aunque aún seguía viendo una estática pantalla, pasó a ser la de una llamada entrante.

Contesté luego de dos vueltas del tono.

— ¿Si? — Pregunté. —JYP quiere que trabajes con ellos otra vez— Sin mediaciones dijo, siendo mi manager, ni de eso había estado pendiente.

— ¿Con qué grupo? — Pregunté, con más atención a aquello. —Twice, aunque tengo entendido que los chicos de Stray Kids quieren que pases una tarde con ellos para hablar de música— Específico.

— ¿Cuándo? — Sin más fuí al asunto. —Una semana, ellos te enviarán toda la información mañana, revisa tu correo— Regañó. —Enviamelo tú a nuestra conversación, para algo te pagan— Me quejé. —Es tu correo— Respondió.

—Pero son cosas de las que tú tienes que encargarte— Contradije. —Jihyo veía todos sus correos— Quiso escudarse. —Pero yo no soy Jihyo, envíamelo— Corté la llamada, indignado como solo yo.

Volvió recibir una llamada. — ¿Ahora qué? — Pregunté enojado. —Te habría dicho que ya tienes permiso para abrirte una cuenta de instagram personal, pero creo que te lo enviaré por la conversación— Colgué, pero al menos más feliz.

Ahora estaba pensado realmente qué hacer, era famoso, pero no lo suficiente. Quizá era tiempo de debutar.

Volví a pensar, sonando estupido tener que debutar para hacerme una cuenta de instagram, así que ambas quedaron pospuestas, tenía más trabajo del que quisiera recordar aún.

En aquel momento de tanto pensar, mi celular empezó a sonar varias veces.

Lo abrí, viendo que efectivamente me habían dado aquellos permisos.

Además de una captura de pantalla, al traducir mentalmente me di cuenta que era una transferencia bancaria.

Aunque yo no tenía cuenta bancaria. Leyendo más vi que el nombre era el de mi manager.

Bajé un poco mi vista, viendo muchos, pero muchos ceros.
100.000.000

Uno… dos… tres… seis… ¿Ocho?

Volví a contar, siendo ocho ceros sin unas comillas de céntimos. Pero a la izquierda de esos ceros habían un quince.

¿Ciento cincuenta millones? Dije mentalmente.

— ¡¿Ciento cincuenta millones?! — Prácticamente grité.

Pregunté si tal cantidad era correcta. A lo que recibí una respuesta de que eso eran las ganancias de mi canción, más todos los otros trabajos musicales, y parte de lo de la película.

—Deberías abrirte una cuenta bancaria, intentaré hacer los trámites más sencillos, tendrías solo que ir al banco en cuestión— Aclaró.

—Tambien dijeron en una reunión que deberías de debutar quizá una semana antes de estrenarse la película, para tener nas impacto sin parar— Terminó su informe.