141
—Diría que no me lo imaginaba así, pero si conocía esto— Reveló de primeras, ahora sabiendo que por lo menos, había visto el video que se filtro con mi hermana y Giselle aquella vez.
—Ya llegas... — Mi hermana pasó de verme a mi a ahora ver a mi acompañante, que por fin variar, no venía por trabajo.
— ¿Viene a dormir? — Preguntó mi hermana en un disimulado español. Negué. —Me ayudó a traer algunas cosas— Expliqué, siendo Boyoung una espectadora de tennis viéndonos.
— ¿Por qué no te quedas? — Inmediatamente mi hermana pasó a su mejor coreano posible, sorprendiéndome incluso yo por su esfuerzo.
Empezó a negar primeramente con las manos a mi hermana, luego pasando a verme a mi.
—Ya es algo tarde, tenemos espacio de sobra— Siguió apoyando la noción mi hermana.
Boyoung tampoco es como que realmente le disgustara la idea, únicamente no quería aceptar de primeras.
—Puedes quedarte si quieres— Finalmente se lo pedí yo, pensando en que se negaría una vez más, pero acepto sin rechistar más, pensando en que eso era algo que se le daba bien actuar, pero no, era su personalidad real.
— ¿Ya cenaron? — Preguntó mi hermana, asintiendo ambos, habiendo comido una pizza antes de llegar.
Finalmente mi hermana optó por dormirse, dejándonos a ambos solos.
—La habitación de invitados está limpia— Dije una vez lo comprobé. Ella asintió simplemente, ambos no queriendo sobrepasar aquella línea, o al menos, no por mi parte.
Aquello solo me hizo pensar. Empezamos nuestra cosa sabiendo que me gustaba, ella revelando que también le gustaba tiempo después.
¿Por qué no se sentía mal dormir en habitaciones diferentes aun así?
¿Realmente me gustaba?
Desde hacía mucho que mi mente y corazón iban no solo en caminos diferentes, si no que contrarios.
Era contraproducente todo lo que estaba haciendo, quizá el simple hecho de existir en esa realidad ya no me era compatible, mi historia había perdido el sentido en más de un apartado.
Reí un poco. Estaba intentando encender un reflector sobre mi cuando siempre había pensado que estando perdido y sin brillar no debería mostrarme.
Quizá Corea y Jihyo eran el problema, en Indonesia fuí feliz con todo y los problemas que seguía arrastrando.
Al final, Jihyo lo era...
Era el peor tipo de villano existente, uno que aunque en papel haya hecho cosas horrendas, tan siquiera puedes odiarlo.
Ni engañandome por tanto tiempo logré taparlo.
A saber si ella había secuestrado a mi antiguo yo o directamente lo había matado.
Me di una vuelta en la cama, sin importarme mucho la férula qué tenía en el brazo.
Quizá solo estaba sobre dimensionando su impacto en mi vida.
Pero no podía ignorar un hueco que dejaba ver el cielo en una montaña gigante.
¿Era cuestión de tiempo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro