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"Vuelta al ruedo"

 El regreso a casa para ambos chicos resulto ser muchisimo mas ligero, despues de haber salvado al mundo todo parecería pequeño.

—¡Che, que paja hermano, aun tengo entumida las piernas! — Comento Kaine estirandose y bostezando, mientras salia de la estacion de trenes sosteniendo su maleta.

— Al menos esta vez no nos atacaron un grupo de desconocidos sacados de un comic— contesto el pequeño Alex.

El duo se sento en las bases de las escaleras del centro, esperando a algun transporte, Alex estaba por tomar un autobus, pero fue detenido por Kaine.

—¿Que sucede? — Pregunto el negrito.

—Mientras venia hacia aquí, hable con mi abuela y bueno... — entre tantos autos, uno destacaba, era rojo y aparentemente costoso. Este llevaba musica a todo volumen, molestando a los transeúntes, Alex se tapo los oidos.

—Cielos, hay gente que no respeta — la sorpresa del pequeño no ceso sino hasta que el auto freno frente a ellos, la puerta del conductor se abrio, dejando salir humo que llego a las narices de ambos, haciéndolos toser.

—¡Hijo! ¡Hijito! — Una mujer de cabellera rubia teñida, labios grandes y maquillaje salio levantando sus manos.

—¡Ma! —Kaine abrió sus ojos como platos, corriendo hacia ella para abrazarla —¡Cuando la abuela dijo que venían visitas a buscarnos no pensé que serias tu!

—Ay mi bebe, te extrañe tanto — mientras la madre le llenaba el rostro de besos a su hijo, Alex miraba con cierta pena y tristeza —, tu amigo no ha crecido nadita, sigue pareciendo como un monito.

—Ay mamá, no digas eso, estas frente a el.

Tras guardar las cosas en el auto, ambos se subieron, Alex mantenia el silencio mientras que los otros dos hablaban como loros.

—¿¡Como te fue en tu gira!? — pregunto el castaño, comiendose un chocolate que le habia dado.

—Me fue increible, a la gente de europa en serio le gusta el tango — la mujer apreto la bocina, despues bajo el vidrio y grito: — ¡Movete cara de verga!

—¡Eso es genial! ¿cuando llegaste?

—Esta semana, se tuvo que cancelar un par de lugares, ¡todo por la crisis que ocasionaron esos santos! — oir eso estremecio a ambos jovenes. — Ojala los atrapen y los maten a todos, eso deben hacer.

—Pero... Se supone —Antes de que Alex pudiera decir algo mas, Kaine le metio un dulce en la boca y contesto nervioso.

—Ignoralo mamá, suele devariar.

Lo que ninguno de ellos sabia es que sobre los edificios tres figuras los observaban, cada una con un traje de diferente, no parecian santos, la tecnología qu llevaban era de punta. En sus hombros habia una nueva imagen, una con la que ambos santos ya habian lidiado pero sin darse cuenta. El grupo de "anti santos".

— Hemos detectado a los dos individuos madre aguila — dijo la de forma femenina hablando a traves de un comunicador.

—Entendido Silver Fang, proceda.

Los tres sujetos se prepararon, la femina, en un parpadeo desaparecio, dejando en su lugar una estela de color morada. Su acompañante, el mas grande y fornido salto, perdiendose entre los edificios, mientras que el ultimo (quien era delgado) se desvaneció entre sombras.

En un punto el auto se detuvo cerca de una gasolineria, los chicos bajaron mientras la madre se dirigio a cargarlo.

—Chicos, no se alejen — advirtio la señorita, ambos asintieron, quedando en un incomodo silencio.

—Es raro, ¿no enano? — Kaine como siempre inicio la charla, Alex levanto la ceja.

—¿Uh?

—¿Como que "uh"? No seas tonto, hace unos dias estabamos viajando por todo el mundo peleando contra los malos y ahora vamos a volver a nuestras vidas normales, me rompe un poco las pelotas.

—Bueno...Deberiamos tomarlo mas como un descanso — penso Alex, recordando su combate contra Isaac... Y aquellas extrañas figuras que aparecieron para llevarselo.

—Ojala Reimu llegase para salvarnos del aburrimiento... —se quejo mientras se estiraba.

—¿quien crees que fueron esas figuras...? — Alex no pudo terminar de hablar, pues Kaine giro a ver el auto de su madre. Ambos quedaron asustados al sentir un grito, cuando llegaron, el castaño abrio la puerta con enojo, topandose con una figura hecha de sombras arrastrando a la mujer en lo profundo de una aparente oscuridad infinita.

—¡Mamá! — el chico absorbio electricidad del auto, lo suficiente como para que su aura se transformara en aquellas raices rosadas que lanzo para tratar de alcanzar a su madre en el portal hecho de sombras, pero este se sello tan apenas las tocaron.

—¡Kaine, cuidado! — sin que ninguno de los dos pudiera reaccionar, un haz de luz acabo por agarrar a ambos con una firmeza tremenda, dejando una estela tras de si, la extraña figura femenina de traje plateado arrastro a ambos contra el frio concreto mientras corria a velocidades luminales. En menos de un parpadeo acabaron en algun descampado de un pais lejano.

Kaine se levanto primero, el rostro le ardia, pues habia sido arrastrado a traves de varios kilometros, rocas, piedras, metales, agua habia acabado por arruinarle la ropa y dejar su cuerpo en carne viva. Apreto los labios, de su ojo brotaron pequeñas lagrimas, trataba de no llorar, pero cuando se vio frente a un espejo que habia por alli grito: toda la parte derecha de su ser estaba desgarrada. Podia ver sus nervios y musculos, todo por aquella desconocida. Misma quien lo sostuvo fuertemente por el cuello antes de lanzarlo hacia una sombra que broto por detras del castaño, la sombra le agarro de las extremidades.

—¡Espera! ¡purple flash! ¡recuerda que los necesitamos vivos! — la figura femenina se detuvo justo antes de darle un golpe dirigido al cuello, todo mientras el cuerpo de Kaine curaba lentamente las heridas gracias al aura.

—Bien... — Kaine estaba mareado, apenas pudo levantar la mirada antes de recibir un golpe que lo noqueo.

—¿Y el otro? — pregunto con voz metalica el sujeto de traje oscuro, dejando caer a Kaine a un lado.

—Sorprendentemente, quedo noqueado, pero no esta tan lastimado—contesto la velocista, voltendo la mirada, solo para ver con horror como el chico mas bajito habia desaparecido.

—¡Detenganse! — sobre una de las estanterias ahora se hallaba Alex, posando mientras unos rayos de sol atravesaban, iluminandolo — ¡No quiero hacerles daño, pero...!

En ese instante se fijo en Kaine, esto desperto el enojo del brakiano. Levantando su placa, una energia roja se hizo presente frente a si, cuando ambos individuos se percataron, el santo, ahora vestido en su armazon brillante se hallaba conectando una rapida patada y un derechazo en cada uno.

—¡Kaine! ¡Despierta! — habiendo alejado a ambos, el santo se aproximo a su amigo, solo para que una sombra brotada de un costado le conectara un derechazo. Entonces se percato de algo; por alguna razon, ya no poseia la segunda armadura, sino que mantenia la primera.

—Es rapido... — confeso el de oscuridad.

—Pero no como yo — ahora con cierto fastidio, Purple flash fue contra Alex, dandole un golpe que lo envio hacia unas cajas. º

Alex agito su cabeza, solo para sentir algo firme en sus espaldas, cuando levanto la cabeza pudo ver a un tercer enemigo. El mas alto y fuerte de los tres, antes de que pudiera hacer mas, recibio un golpe que lo hundio en el suelo, creando un crater en el suelo.

Algo marchaba mal, su aura deberia ser tan fuerte como en el combate contra Isaac. Pero no, estaba de nuevo como antes de obtener su transformacion. Pero no era momento de pensar, pues su distraccion hizo que recibiera un puntapie por parte de Purple Flash, enviandolo contra un portal de sombras.

En medio de la abominable oscuridad pudo observar el auto de la madre de Kaine, pero antes de poder moverse, cientos de manos atraparon sus extremidades, empezando a golpearlo de arriba a abajo, patadas, mordidas, zapes.

—¡Ya basta!— euforico, Alex concentro energia alrededor de su cuerpo, al punto que todo su ser brillo. Dejando que su aura estallara, todas las manos que lo atacaban fueron desintegradas, y por culpa de la explosion otro portal se formo tras de el, sacandolo de aquel mundo. Pero en lugar de un descanso, se topo con el musculoso sujeto, quien lo agarro en el aire, solo para aplastarlo entre sus brazos ocasionando que sus ruesos crujieran. —¡Uagh!

Tratando de aguantar la presion del rival, fue estampado abruptamente contra una viga de metal varias veces hasta que esta colapso.

—¿Me propase con el? —pregunto el mas alto, sosteniendo de la pierna todavia al rojo.

—¡dejen a mi amigo en paz! — el trio giro su cabeza, solo para que, el mas grande fuera recibido por un poderoso laser de un tamaño abrumador.

El ataque acabo por enviarlo a travez de algunos edificios abandonados, haciendo que soltara a Alex. Purple flexiono las piernas, lista para cargar contra del santo rosado, cuya armadura brillaba.

—¿Donde vas primor? — Las piernas de la mujer fueron atrapadas por raices sumamente duras de color rosado.

—¡Sueltame! — mientras ella gritaba, su compañero se dispuso a atacar a Kaine, pero entonces un poderoso derechazo propinado por Alex lo hizo caer de espaldas.

—Sera mejor que te rindas ahora. — Alex apuntaba amenazadoramente al flaco.

Tratando de huir, extendio su sombra, listo para hacer un portal. Pero justo antes de ser hundido, el santo de rojo agarro la pierna del contrario, lo levanto y lo estrello con todas sus fuerzas contra su su compañera que aun se hallaba siendo sometida. El choque acabo por enviar a Purple contra algunas cajas, mientras que el casco del flaco se rompia por la fuerza del choque, exponiendo que, en su interior solo habia sombras y ectoplasma.

—¡Espera...! — por como jadeaba, y el como su voz se deformaba, el ser de sombras se mostraba debilitado por ese movimiento — ¡Mi casco, no puedo controlar mis sombras sin mi casco!

Las sombras empezaron a brotar de aquella parte rota, consumiendo todo alrededor de los cuatro.

—¡Alex, hazte a un lado! — El santo de rojo se movio, solo para ver como las raices de su amigo rodearan la cabeza del extraño, tapando la zona afectada haciendo que las sombras desaparecieran.

—Gracias...— hablo en voz baja, pero Alex y Kaine no lucian nada felices.

—Che, che, para, lo unico que evita que te rompa la cabeza es que tenes a mi mamá y tu amiga nos trajo al otro lado del mundo — amenazo el rosado, apretando el pecho del hombre contra el suelo.

—Bien, bien, pero porfavor, dejadnos marchar — rogo el sujeto, antes de poner sus manos en el suelo, haciendo que un torbellino de sombras se formara, de este broto la madre del argentum, totalmente dormida. Cayo en brazos de su hijo mientras Alex apuntaba todavia su puño al rostro del tipo.

—¿Podrias regresarnos a casa?, porfavor. — El santo de rojo observo un segundo portal formarse tras de ellos. Sin dudarlo, ambos ingresaron, regresando a una calle para nada transitada cerca de la estacion de servicio donde habian caido.

—...¡Mierda che! ¡Tuvimos que haberles preguntado quienes eran! — exclamo el rosado, antes de que su traje desapareciera, para su suerte, el traje habia cambiado la ropa de Kaine durante el combate.

—Eso es lo de menos... ¡tu mama va a despertar en cualquier instante!

. . .

Una mujer de largo cabello azul en coleta se hallaba tratando de comunicarse con el grupo. Lucia sumamente preocupada, en la pantalla de su computadora, en cada una aparecian imagenes de los tres individuos, indicaban graves daños.

Por sobre ella un portal se abrio, antes de que pudiera hace nada, fue aplastada por el mismo grupo de tres.

—Me duele todo. — susurro el mas grande.

—Tank...— exclamo la chica de debajo.

—Oh, ¡Heidi! ¡Perdon! — Tank, como era llamado el mas grande del trio se levanto, dejando que la chica se levantara, mientras que Purple seguia inconciente y el otro se estaba agarrando la cabeza. La raiz permanecia alli, pero no duraria mucho.

—¡Oh, Sombra! ¡Rapido, ve a cambiarte el casco! — demando Heidi preocupada, abriendole la puerta rapidamente.

—Ese estupido niño, me las va a pagar... — la mujer se levanto, removiendose el casco, no era una chica fea, de hecho, era realmente atractiva, aunque los colores de su cabello y ojos ciertamente llamaban la atencion. Tenia ojos rojos y un cabello largo en coleta de color blanco.

—Muy raro que tengas la misma edad que Kaine — se burlo la otra.

—Ush, ¿Tenias que recordarmelo? — dijo mas frustrada mientras cerraba los ojos y se cruazaba de brazos.

—Casi parece que te molesta haber sido derrotada por alguien de casi tu misma edad.

—A la proxima no tendra tanta suerte.

—Bueno, Shinobu, ya me llegaron nuevas indicaciones... ¿Crees que te verias bien en ropa de escuela? — esto hizo que la mas joven levantara una ceja.

—¿Ah?

. . .

Para la mala suerte y desgracia de Kaine, la escuela habia permanecido intacta tras el ataque, pero Alex era el que realmente se sentia pesimo; volver a pasar por aquella ciudad le daba recuerdos no muy agradables.

—Es extraño, ya regresamos y sin embargo todo luce tan... cotidiano, es como si nada hubiera cambiado realmente. —Kaine solo solto un bufido, de todos los lugares, la escuela era la que menos queria ir.

Alex se distrajo al notar varios estantes pequeños, en ellos habia fotos, las victimas del ataque de Isaac.

—¡Porfavor, devuelvanme a mi hija! — un hombre grito, corriendo hacia una de las paredes con fotos, derrumbandose a llorar.

Alex bajo la mirada, su pulso temblaba y en consecuencia, agarro su muñeca y la apreto fuertemente, al punto que sintio como la carne se inchaba. Kaine puso su mano sobre el hombro de su amigo, acto seguido, ambos se miraron.

—Che loco, a mi tampoco me gusta...Pero, bueno, no queda otra que remarla, ademas, nosotros seguimos aca, y en ningun momento vamos a dejar de proteger a la gente.

Alex apreto el rostro y despues asintio, dolia, pero Kaine tenia razon. Ahora ellos debian defeneder a como de lugar a la humanidad.

—¡Wah! — Una chica grito por detras de ellos, ambos corrieron hacia ella, estaba entre algunos arbustos, se habia caido.

—Cheee, ¿estas bien amiga? — Kaine y Alex la levantaron, y ambos se quedaron callados al verla.

—Si...Perdonen, soy nueva, no habia estado en estas zonas y no estoy familiarizada... — La belleza de la chica era indudable, si bien tenia una altura promedio, tenia un cuerpo exhuberante que llamaba la atencion de sus compañeros, parecia ser el de una mayor mas que el de una adolescente. El color de sus ojos y su largo cabello blanco no ayudaban, embriagando a ambos.

—No...No, esta bien, un gusto, me llamo Alex — el extendio su mano.

—Bueno señorita, es un verdadero placer conocerla, me llamo Kaine pero me dicen el Mike — dijo guiñandole un ojo y sonriendo.

—Soy Shinobu, es un placer.  

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