—¿Te es aburrida la fiesta? —habló el chico detrás tuyo.

—Eh?, oh, no para nada —reíste— Solo salí a tomar un poco de aire fresco.

Te incorporaste en el camastro para verlo, este se sentó a un costado tuyo justo en el camastro de al lado.

—Te conozco Anna, se que las fiestas no son lo tuyo— dijo con seguridad.

—Y que es lo mío según tú— lo miraste curiosa.

—Justo lo que hacías antes de que yo llegara, ah pero con tu laptop —ambos rieron— Relajarte, contemplar la vista, y plasmarlo en ese teclado que tanto amas.

—Asombroso —reíste apenada— Escribir me gusta, las personas no tanto.

—Es curioso, no te gustan las personas pero si escribir sobre ellas —sonrió de lado.

—Me conoces bastante bien Erick, para ser la tercera vez que cruzamos palabra.

—Realmente te conozco de toda la vida solo que no te habías dado cuenta —lo miraste con asombro.

—Woow, no sé si eso deba asustarme.

Ambos rieron ante tu comentario y volvieron a charlar.

—Solo le presto atención a lo que me gusta —comentó dejándote en silencio y asombrada.

—Vaya...—sonreíste nerviosa.

—Tranquila no quise incomodarte, sé que tienes novio solo que...—lo interrumpiste.

—No! Descuida, estoy bien —le regalaste una sonrisa amigable.

—¿Volvemos a la fiesta? O prefieres seguir contemplando el paisaje —río un poco.

—Amm ya sabes la respuesta —dijiste apenada.

—Lo suponía, a la próxima que vuelvas me aseguraré de tener hoja y lápiz en la terraza.

—Más te vale! -diste una pequeña carcajada y volviste a recostarte.

•

De camino a tu casa...

—Gracias por la fiesta Kamila, me la he pasado muy bien.

—Pues como no si la mitad de la noche la pasaste en la terraza viendo a la nada.

Reíste ante su queja.

—Pero me divertí que es lo que importa.

—Me alegra oír eso, bueno te dejo y me voy por qué no tengo ganas de ver al imbecil de Jeon.

—Basta no lo llames así, y descuida que no está en casa.

—Déjame adivinar, ¿han discutido de nuevo?

Tu silencio fue tu respuesta.

—Por Dios Anna, tres años aguantando a ese idiota.

—Kamila...

—Tantos chicos que quisieran salir contigo y tú con uno que ni siquiera te apoya en lo que te apasiona.

—Kamila...

—Sabes que es lo peor, que saber que tengo razón y aún así decides vivir así.

—Basta! Enserio no necesito esto ahora.

Dijiste abrumada.

—No puedo creer como tus historias están llenas de amor y ternura cuando tú en la vida real tienes todo menos eso por parte de Jeon.

Y qué razón tenía...te tocaba escribir e imaginar lo que deseabas en la vida real.

Luego de un par de minutos llegaron a tu casa.

—Si no me seguirás regañando estás invitada a quedarte, es tarde.

—Me encantaría pero tengo pendientes temprano —dijo haciendo puchero.

—Fiestera pero responsable, me encanta —ambas rieron.

—Bájate de mi auto y ve a descansar.

Te despediste de Kamila y bajaste de su auto, caminaste hacía el gran portón blanco que tenías y abriste, hiciste un ademán a tu amiga y esta se marchó.

•

Viste tu celular, 2:40 a.m.

Mierda, que tarde es.

Dejaste tus cosas en la mesa de entrada y fuiste hacia la cocina; tenías mucha hambre.

Echaste un vistazo a tu nevera, decidiendo qué tomar que fuera rápido de cocinar o en el mejor de los casos solo calentar y comer, morías de sueño pero tenías que alimentarte.

Tomaste un topper con kimchi que le habías preparado a Jeon pero que no comió por qué no le había gustado, tomaste unos palillos y subiste a tu habitación ya comiendo de él.

Mientras comías te desmaquillaste y limpiaste tu rostro, pensaste seriamente si bañaste o dejarlo para mañana, obviamente te conocías y optaste por darte una rápida ducha, en pocos minutos la poca resaca que tenías se había ido.

Tomaste tu celular y te recostaste en tu cama, tenías una notificación de un mensaje de texto recibido a las 3 am, viste la hora y marcaban ya las 3:30am; era Jeon.

Amor<3
Ya sé que estás despierta, en media hora llego a tu casa.
3:00 a.m

Mierda.