Tiempo
Narra Camus.
Juró que recuerdo muy bien, cómo fue aquella noche la cuál nos cambió de por vida, la noche que él se entregó a mi y yo a él en aquel acto. En aquellas aguas termales la misma noche dónde todo él engaño de Asmita sé había descubierto, recuerdo haberle enviado una nota en la cuál le escribí que si quería seguir con lo que habíamos dejamos pendiente antes de que nos interrumpieran con su pelea fuera aquel estanque de aguas después de puntualizar las diez y cómo lo supuse mí bello ángel había quedado con curiosidad y está vez no lo iba a dejar escapar por nada del mundo, él debía ser mío costará lo que costará aunque no tuve que forzarlo a nada, él parecía disfrutar mis caricias y respondía con fervor a mis besos. Eso era bueno aunque lo notaba nervioso.
Camus: tranquilo, si sigues así de tensó dolerá - fue lo que le susurré al oído mientras él me vio con vergüenza.
Milo: ¿Cómo me pides eso? - fue lo que me respondió mientras me veía - ¿Qué se supone que me vas a hacer? - fue lo que pregunto.
Camus: Hm... Algo que estoy seguro que te va a encantar - fue lo que le respondí mientras él me vio curioso aproveché su confusión para empujarlo hacia una roca grande que había cerca de nosotros y hacer que enrrollara sus piernas en mi cadera mientras él me veía sorprendido me acerque nuevamente a su oído y le susurré con cierto toque de malicia - perdóname pero ya no puedo seguir conteniendome - le susurré para después introducir mí miembro en su interior de una sola estocada.
Él por su parte al sentir la intromisión sé aferró con fuerza a mí mientras que sorpresivamente me mordió él hombro para callar su grito que estoy seguro estaba ansioso por salir. Lo recuerdo perfectamente ese momento de placer y esa sensación de tan extraña que tuve al momento de tenerlo entre mis brazos pidiendo que aquel momento jamás terminará. Después de ese primer encuentro él quedó terriblemente agotado tanto que se había quedado dormido en mí hombro yo por mi parte me encargué de vestirlo y lo subí en mí espalda para llevarlo a su casa. Pero no me iba a quedar contentó con éso quería más...
Las siguientes dos semanas lo hice mío cuántas veces quise, él no se negaba hacerlo pero recuerdo cómo se ponía al momento de que me veía llegar a su casa por las noches, cómo retenía sus gemidos para que su padre no nos escuchara en medio de aquellas hermosas noches llenas de pasión y lujuria. Recuerdo que tres semanas después estubimos un poco más tranquilos, aunque cierto día fue que todo cambio recuerdo que ese día habíamos quedado en vernos en un árbol él cuál estaba en medio de ambos territorios, así nadie tocaba él terreno del otro estábamos hablando casualmente hasta que lo ví sosteniendo su cabeza por un momento.
Camus: ¿Qué te pasa? - le pregunte preocupado.
Milo: un mareo no es nada tranquilo - me respondió sonriendo yo por mí parte lo iba a dejar así hasta que escuché algo.
Camus: ¿Escuchaste eso? - le pregunte mientras me ponía de pie.
Milo: ¿Qué cosa? - me preguntó confundido, yo por mí parte agudice mí oído, ya que cómo sólo estábamos nosotros dos estaba tan concentrado en Milo que no había notado él tercer palpitar de un corazón ajeno a los nuestros, escuché bien hasta que pude distinguir de dónde venía él sonido mí mirada bajo hasta la pancita de Milo que confundido me veía - ¿Qué te pasa Cam? - pregunto.
Yo me acerque hasta él levanté su camisa y me metí debajo de ella abrazándolo poniendo mí oído en su pancita y vaya sorpresa me lleve cuando escuche que él sonido venía de ahí. Se escuchaban un corazón más aparte del de Milo.
Milo: ¿Camus que sucede?, No me asustes - me preguntó mientras yo salí de su camisa mientras lo veía.
Camus: tenemos que ir con Shijima - le dije mientras le tome la mano.
Milo: Camus yo no puedo entrar al territorio demoníaco, me van a matar - me dijo preocupado.
Camus: juro que no va a pasarte nada, nadie se dará cuenta de que estás aquí y si lo hacen tendrán que matarme a mí antes de tocarte a ti, además la casa de Shijima está muy apartada de la aldea dónde todos los demonios están tranquilo - le dije.
Milo: bien te creó. Pero ¿Porque vamos con ese sujeto? - me preguntó.
Camus: Milo creó que estás esperando un bebito mío - dijo serío.
Milo: ¿Eh? - pregunto confundido.
Camus: si así es y necesito que Shijima me diga si él bebé no es un peligro para tí, si en él peor de los casos lo es tendré que acabarlo - le dije mientras él me vio preocupado.
Milo: No... - dijo rápidamente.
Camus: ¿No qué? - pregunte.
Milo: si es cierto y estoy esperando un bebé tuyo sea o no sea amenaza para mí no te voy a dejar matarlo - me dijo rápidamente.
Camus: ya te e dicho que un híbrido es un ser muy peligroso Milo. No voy a dejar que algo te pase por culpa de esa cosa - le dije serio.
Milo: ¿Cómo que esa cosa? - pregunto molesto - esa "cosa" cómo tú le llamas es nuestro hijo te guste o no - me hablo serio.
Shijima: Hm... No me digan, ¿Su primera pelea cómo pareja? - pregunto sentado en una de las ramas de un árbol él cuál estaba en nuestro territorio.
Camus: Shijima justo al que quería ver - hablé sonriendo mientras nos acerca vamos.
Shijima: ¿Para que soy bueno? - pregunto él otro pelirrojo.
Camus: Shijima, tenemos un problema Milo está esperando un bebé, un bebé mío - le dije mientras Milo sé ponía tan rojo como un tomate.
Shijima: ¿Y quieres que te felicité o me estás pidiendo que sea su padrino? - pregunto con burla.
Camus: claro que no tonto. Lo que te pido es que me digas si esa criatura representa algún peligro para Milo - dije mientras él se bajaba de dónde estaba para después dirigirse a Milo quien estaba muy nervioso.
Shijima hizo lo mismo que yo hice anteriormente mientras que Milo veía todo muy confundido Shijima estubo ahí por unos veinte minutos aproximadamente y después se puso de pie para decirnos.
Shijima: tranquilo, no quiere hacerle daño a su madre - dijo él.
Camus: que alivió - dije tranquilo.
Shijima: él dice que quiere matarte a ti por poner a su mamá nerviosa - dijo.
Camus: ¿Qué? - pregunte confundido mientras Milo reía, yo por mi parte me dirigí a su pancita - escúchame pequeño demonio que cuando nazcas lo lamentaras - le advertí mientras Milo sólo me vio mal.
Volviendo con Camus a la realidad.
Lo veía respirar agitadamente, abajo de nosotros una gran masacre ángeles y demonios por igual mutilados y con sus alas arrancadas, Saga atacaba por delante mientras yo golpeaba por atrás Deuteros cada vez perdía mucho más fuerza mientras nosotros la gana vamos a cada golpe hasta que él encendió su poder a la máxima potencia.
Deuteros: ¡Si yo caigo, todo este mundo lo hará! - grito.
Lo último que pudimos ver fue una luz cegadora para después ver una infinita oscuridad...
"Perdóname por haberte fallado amor, perdóname por haberles fallado a ti y nuestro hijo así cómo también perdóname por no haberte dicho antes cuánto de amo"
Continuará...
Esto se puso Sad... 😭😭😭
¡Momento!...
Ésto no va a terminar así, así que con este trágico final para nuestros ángeles y demonios entramos al segundo arco...
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Algunos años después de la tragedia.
En alguna parte de Grecia.
En el hospital Santuary.
Un joven de cabello color celeste se encontraba dando a luz, mientras que su esposo por su parte le animaba a seguir.
Écarlate: ¡Vamos Mystoria sólo un poco más! - le exigió.
Mystoria: ¡Eso hago idiota si no te gusta ven y hazlo tú!, ¡Ah! - gritaba él pobre jóven.
Écarlate: perdón... - dijo asustado.
Saori: Vamos Mystoria sólo un poco más, ya puedo ver su cabecita - decía una de las enfermeras.
Sasha: Vamos Mystoria sólo un poco más ya casi nace - animaba la otra.
Pasaron unos minutos más de esfuerzos para él pobre Mystoria para tiempo después escuchar él llanto de un bebé, indicando que ya había terminado dejando al pobre respirar tranquilo por fin.
Saori: felicidades Mystoria lo hiciste bien - dijo la enfermera mientras agarraba al bebé para bañarlo y quitarle la sangre.
Mystoria: ¿Que es? - pregunto algo ansioso.
Sasha: felicidades Mystoria es un niño - decía ella feliz.
Saori: uno muy guapo si me permites decir - decía ella, cuando ya estuvo listo lo envolvió en una frazadita azul para después pasárselo a su hermana la cuál se lo paso al doctor quien era Écarlate que orgulloso lo cargo y lo llevo a su esposo.
Écarlate: bien hecho amor. Nuestro pequeño ya está con nosotros - le felicito mientras se lo pasaba, Mystoria algo cansado vio al bultito que Écarlate le mostraba viendo un pequeño mechón de cabello azul sobre salir de la sábana para tiempo después quitar la frazada que le impedía ver él rostro de su hijito, después que lo hizo sonrío y le dijo.
Mystoria: bienvenido al mundo. Mí pequeño Milo - le dijo sonriendo mientras su esposo solo le dedicó una sonrisa.
Continuará...
Ahora sí... Hasta mañana entonces con él primer episodio de nuestro según arco. Que será algo ligero supongo :v
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