Territorio de los ángeles.

Narra Milo.

No, no, no, no, ¿Pero que demonios le pasa?, ¿Cómo se le ocurre seguirme hasta aquí?, Aunque ahora que lo veo bien... Tiene un buen disfraz ¿Cómo lo habrá conseguido?, Era las mil preguntas que tenía en la cabeza ahora.

Asmita: ¿Quién eres tú?, Debes ser él ángel invitado del clan del Sur ¿Verdad?, ¿Cómo te llamas? - pregunto sonriendo él mayor al chico del cabello color cerceta oscuro quien también lo veía sonriendo, mientras que sus ojos de color azúl oscuros se pasaban una y otra vez viendo disimuladamente a Milo quien se cubría el rostro con ambas manos.

Camus: me llamo Cam... - Milo interrumpió bruscamente.

Milo: ¡Camilo! - gritó asustando a Asmita - así es, su nombre es Camilo, señor Asmita - dijo mientras veía de forma molesta a Camus quien sólo sonreía.

Asmita: ¿Camilo? - pregunto curioso - bonito nombre, pero acaso ¿Ustedes se conocen? - pregunto confundido.

Milo: Si, sí, claro que nos conocemos él señor Gestalt me informó de su llegada aunque no se supone que sería tan repentina - dijo lo último con un tono que muy ocultó decía: (cuándo estemos sólos te voy a matar) cosa que a Camus se le hacía muy lindo por parte de Milo.

Camus: es un gusto conocerlo señor Asmita - dijo mientras hacia una reverencia para él mayor y después se levantó de golpe para tomar la mano de Milo y comenzar a llevárselo a rastras mientras Asmita veía todo confundido, pero después de ciertos minutos comenzó a reír por la forma tan extraña en la que esos dos se hablaban.

Tiempo después

Muy lejos del resto.

Milo: ¡Camus ¿En qué diablos estás pensando? Acaso no te das cuenta de que esto es un suicidio por amor a los dioses! - regañaba él.

Camus: tranquilo no pasó nada - afirmó de sonriendo.

Milo: ¿Qué hiciste para cambiar de forma? - pregunto de brazos cruzados.

Camus: enserio si parezco un ángel ¿Verdad? - dijo mientras daba una vuelta dejando que Milo lo viera por completo - sus alas son tan blandas y esponjositas - decía él mientras jalaba su ala y la acariciaba - ésto era lo que quería mostrarte está mañana, los demonios tenemos una posición para infiltrarnos en sus filas - admitió feliz.

Milo: Dios mío me preguntó de dónde sacas tanta energía para sacarme de quicio ¿Que se supone que voy a hacer ahora contigo?, ¿Cómo te apagó?, ¿En dónde se supone que está tu interruptor? - se preguntaba preocupado el ángel - entonces ahora voy a tener que aguantar tus acosos en mí territorio a cada cinco segundos - decía fastidiado - bastante tengo con que Saga le pida a alguno de sus hermanos que me siga, ahora tengo a un demonio detrás mío ¿Qué más podría pedir? - se preguntaba él.

Camus: oye, ese tal Saga ¿Es tú prometido? - pregunto.

Milo: Hm... - dijo mientras lo veía - Si, estamos a un par de semanas de casarnos, ahora se están viendo los últimos preparativos de la ceremonia - aclaró.

Camus: ¿Qué es eso de prometido? - pregunto a lo que Milo lo vio confundido.

Milo: ¿No sabes que es un compromiso? - pregunto confundido.

Camus: la verdad no. Por las pocas horas que llevo aquí e visto que sus costumbres son muy distintas a las muestras - decía él.

Milo: Hm... A ver, bueno un prometido es alguien que quiere contraer matrimonio contigo, casarse. ¿Si sabes lo que es casarse? - pregunto a lo que él otro lo pensó para después negar - bueno casarse es algo así cómo cuando tú quieres mucho a una persona y quieres vivir el resto de tú vida con ella y tener bebés - aclaró en pocas palabras.

Camus: ¿Enserio es eso? - pregunto asustado.

Milo: ¿Qué te pasa? - pregunto confundido.

Camus: en mí casa se le conoce cómo: él ir a la horca y firmar tú sentencia de muerte voluntariamente para después trabajar cómo exclavo por él resto de tú vida para mantener a un montón de malagradecidos que te odiaran por él resto de sus vidas - dijo a lo que Milo sólo atino a decir.

Milo: ¿Eh?... - dijo confundido. Entonces a Camus se le ocurrió otra cosa.

Camus: entonces Camus, está comprometido con Milo - dijo mientras los señalaba a ambos.

Milo: ¡¿Qué?!, Claro que no. Yo estoy comprometido con Saga - dijo mientras Camus dijo otra cosa.

Camus: ¿Entonces Milo está comprometido con Saga y conmigo? - dijo a lo que Milo se golpeó la frente con su mano.

Milo: No Camus. Milo está comprometido sólo con Saga, no contigo no se puede estar comprometido con dos personas al mismo tiempo - dijo a lo que Camus se le ocurrió algo.

Camus: que aburrido eres por lo menos sólo sígueme él juego por diversión - le dijo.

Milo: ¡¿Oye?!, ¡Camus deja de jugar! - le pidió.

Camus: Ya tranquilo. Oye no sabía que estabas comprometido Milo ¿Cómo te va?, ¿Tú noviecito te cumple bien y te deja satisfecho? - pregunto a lo que Milo tomó su zapato y se lo aventó directamente a la cabeza - Auch, pero no me arrepiento de nada - admitió mientras Milo sé acercaba a recuperar su zapato.

Milo: para tú información, mí novio me a respetado durante todo este tiempo, jamás me a tocado porque aquí está prohibido tener algún tipo de contacto hasta que no estén casados - aclaró hasta que Camus volteó la cabeza y susurro algo que Milo si pudo escuchar.

Camus: eso explica porque siempre estás de mal humor - susurro a lo que Milo trato de golpearlo pero Camus lo agarro de las manos y dándole un vuelta lo dejo inmovilizado y completamente pegado a su cuerpo - ¿Ya te enojaste? - pregunto con una sonrisa burlona en su rostro.

Milo: Sólo déjame de joder Camus ¿Quieres? - le pidió.

Camus: sí me lo permitieras yo podría hacerte todo lo que tú educado noviecito no se atreve a darte - le susurro a Milo al cual se le subieron los colores a la cara al sentir una mano intrusa acariciar todo su vientre para después lentamente ir ascendiendo por todo su torso hasta que lo tomó por él mentón, sintió la respiración del otro en su cuello y cuando creyó que eso no podía empeorar escucho a su prometido gritar.

Saga: ¡¿Milo estás por aquí?! - se escucho mientras unos pasos se acercaban.

Milo: ( ¡¿Saga?! ) - fue lo que asustado pensó él pequeño ángel que aún no se había podido safar de su atacante quien se encontraba besando su cuello como si nada pasará iba a hablar para hacer que Camus se detuviera pero lo que salió de sus labios fue un pequeño gemido.

Nada podía ser peor ¿Verdad?, Si Saga se daba cuenta de lo que estaba pasando ahí era seguro que se iban a pelear a muerte con Camus y si eso pasaba para ambos hombres sólo había un camino para terminar la pelea y esa era que alguno de los dos muriera. Mentalmente Milo suplicaba porque algo lo salvará mientras escuchaba aquellos pasos acercarse más y más...

Continuará...