¡No!
En él bosque...
Narración normal.
Aún no sabía que era lo que le pasaba pero algo tenía claro, eso no era correcto pero tampoco podía decir que tal sensación le desagradaba, al contrario le gustaba y quería más pero... No era momento para esas cosas.
Milo: Camus detente, ah... - fue lo que tímidamente dijo mientras que Camus se acercó a su oído y le susurro.
Camus: tranquilo, no hay necesidad de negarle lo que quiere a tú cuerpo Milo, es normal - susurro sutilmente en su oído para después darle la vuelta para quedar frente a frente con él, lo acorralo contra un árbol donde lo hizo dar un pequeño salto para que enredará sus piernas en su cintura para después besar sus labios mientras sus manos se encargaba de recorrer su cuerpo delicadamente.
Haciendo olvidar al pequeño ángel sobre su preocupación, la cuál era que su prometido los encontrará en esa situación tan incómoda, por fin cediendo aquellas caricias, dejándo por fin que le dieran amor, hasta que Camus detuvo lo que hacían bruscamente para quitarlos de dónde estaban para segundos después ver cómo aquellos árboles salían volando, rápidamente ambos dirigieron su vista al cielo para después ver a otro ángel, a Aspros quien estaba enfurecido viendo por dónde habían pasado los árboles, ambos jóvenes vieron hacia haya encontrandose con la gran sorpresa de que de entre él polvo se levantaba una figura la cuál no distinguieron bien hasta que él polvo se fue y entonces fue cuando lo vieron.
Milo: ¿Él señor Deuteros? - pregunto confundido Milo.
Camus: Hm... Así que por fin los descubrieron - dijo el.
Milo: ¿Descubrieron? - pregunto mientras Camus se separó de él y le ayudo a ponerse de pie.
Camus: ¡Cuidado! - le gritó para después quitarlo del camino por dónde veían una gran piedra, cuando Milo pudo ver bien pudo ver a Saga y Kanon también los cuales se veían sumamente molestos.
Milo: ¿Qué está pasando? - pregunto preocupado mientras Camus suspiro para después separarse de Milo.
Camus: yo los voy a ayudar, tú regresa a tú casa - le pidió mientras se acercaba a Deuteros él cuál apenas si podía mantenerse en pie.
Milo: ¿Pero que está pasando? - pregunto confundido.
Camus: después te lo dirán, ahora ve a casa tú papá está preocupado por no saber tú paradero - le dijo.
Milo ya no pregunto nada así que sólo vio a los cuatro hombres con algo de preocupación y sin más se fue a su casa, pero aún tenía una duda más, ¿Saga los habra visto?.
Tiempo después...
Afuera del bosque.
Milo estaba sorprendido por lo que estaba escuchando, mientras Asmita estaba llorando y Shaka lo consolaba.
Milo: ¿Pero entonces lo engañaste? - pregunto sumamente sorprendido.
Asmita: se que no hay escusa... Pero juro que no lo hice con mala intención - decía llorando.
Milo: así que por eso estaban peleando - susurro.
Mu: ¿Cómo? - pregunto.
Asmita: ¿Se estaban peleando?, Dime Milo alguno de los tres se an lastimado respóndeme - me exigía mientras me tomaba bruscamente de los brazos para agitarme un poco, hasta que Mu llegó a separarnos.
Mu: Asmita por favor suéltalo, lo estás lastimando - le dijo mientras me lo quitaba de encima.
Asmita: Perdón, perdón... Pero es mí familia, no quiero que ninguno de ellos salga lastimado - dijo entonces Écarlate intervino.
Écarlate: pues eso debiste haber pensado antes de meterte con Deuteros Asmita. Pero mí hijo no tiene porqué estarse estresando por problemas ajenos - hablo detrás de Asmita.
Milo: Papá... - le pidió.
Écarlate: vámonos a la casa Milo. Esto es problema sólo de ellos - le dijo para después tomar del brazo a Milo y Mu y se los llevó, dejando triste a Asmita.
Horas después.
Milo sé mantenía viendo constantemente la ventana de su habitación, esperando a que Camus apareciera para que le diera detalles de lo que había pasado, así cómo también esperaba que le explicará la razón de su comportamiento, aún no podía dejar de sentirse nervioso al recordar lo que había pasado en él bosque, no podía parar de recordar el cómo lo besó y lo toco, negó rápidamente tenía que olvidarlo eso no era correcto, aunque tenía que aceptar que Camus tuvo razón en algo y eso era que Saga jamás lo haría sentir algo así. O por lo menos no por ahora suspiro para después tirarse de espaldas en su cama mientras suspiraba. Tiempo después escuchó que tocaron a su ventana, cuándo dirigió su vista ahí pudo ver a Saga así que rápidamente sé puso de pie y le abrió la ventana para dejarlo pasar lo que Saga hizo justo después de que le abriera la ventana fue abalanzarse hacia él para abrazarlo fuertemente, Milo sé sorprendió ante tal acción para después escuchar cómo él otro comenzaba a llorar. Milo lo único que pudo hacer fue abrazarlo para apoyarlo.
Saga por su parte sé estuvo así con él por unos veinte segundos, pero después de haberse calmado comenzó a empujarlo poco a poco hasta que lo hizo topar en la cama donde procedió a acostarlo en la cama con la mayor delicadeza que pudo.
Saga: ¿Te lastimé? - le pregunto.
Milo: no tranquilo - le respondió.
Saga: que bien... No me perdonaría si lo hiciera - le dijo mientras se acurrucaba en su pecho para después abrazarlo.
Milo: Saga ¿Quieres que hablemos? - pregunto preocupado.
Saga: no gracias cariño. No quiero molestarte con estas cosas - le dijo mientras le daba un beso en la frente.
Milo: sabés que no me gusta verte triste, ¿Qué tienes?, Puedes confiar en mí Saga para eso soy tú prometido ¿No te parece?, Es mí prioridad cuidarte y asegurarme de que estés bien - le dijo.
Saga: es un bonito gesto de tú parte, pero lo único que a ti tiene que interesarte es cuidarte para cuando tengamos hijos puedas traerlos con bien - le aconsejo mientras él otro asintió para después sonreír.
Saga acercó su rostro al de Milo para después acariciar su mejilla delicadamente, pasó su mano hasta la nuca del contrario para después acercarlo para besarlo en los labios, un beso que fue correspondido por él contrario rápidamente, pero había algo diferente algo que noto Saga al instante fue que aquel beso tenía un toqué de lujuria en él, una lujuria que juraría no estaba ahí antes.
Continuará...
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