Encuentro
En un parque.
Entre los árboles.
Milo veía cómo su amigo Mu jugueteaba un poco con los niños, aunque ellos no lo vieran realmente parecía divertirlo en sobre manera. Aún se preguntaba porque seguía ahí bueno le había prometido a su tío Shion cuidar de su hijo y ahí lo tenían. Suspiro pero después sintió una brisa, una brisa tan fría y fuerte cómo la de aquel día rápidamente se puso de pie y dirigió su vista a su amigo para después ver qué tres sombras se encontraba intentando atacar por la espalda a Mu, gruño molesto, para después hacer aparecer un arco y flecha los cuales les servían para purificar.
Milo: malditos - susurro con molestia, mientras apuntaba preparándose para disparar.
Tiempo después.
Camus y Surt habían llegado al lugar, burlándose del cómo iban a emboscar al "pobre angelito" cómo ellos le decían, lo que nunca se esperaron fueron ver el cuerpo decapitado de uno de sus subordinados llegar volando cayendo justamente frente a sus pies rápidamente corrieron al lugar, cuando llegaron pudieron ver a uno de sus amigos haciéndole frente a aquel ángel él cuál estaban seguros no se trataba de un guardián ya que estos los menos que podían hacer era defenderse en una batalla, pero ese maldito ángel si.
Sigmund: Vamos nido de ratas. Te reto intentar hacerme lo mismo ¡¿Qué esperas?! ¡Vamos! - exigía mientras él ángel sólo le apuntaba con él arco, él guardián llorando le habló.
Mu: Milo por favor vámonos, no quiero que esas cosas te hagan algo - decía llorando mientras estaba detrás de él.
Milo: tranquilo Mu, no voy a dejar que te pase nada lo prometo - le dijo él.
Mu: te estoy diciendo que me preocupas ¡Tú!, Milo por favor vámonos no quiero perderte a tí también - suplicaba él.
Milo: tranquilo Mu, aunque renazca mil veces recuerda que siempre seré tú hermano y por lo tanto siempre voy a estar contigo - le dijo mientras Mu se hechaba a llorar más fuerte.
Sigmund: ¡Por favor dúo de ridículos!, ¡No me hagan reír y mueran ya los dos! - dijo para tirarse al ataque, Milo por su parte ya no se contuvo ni tampoco anduvo con rodeos, tiró la flecha para después tomar a Mu e irse volando rápidamente de ahí.
Sigmund por su parte fue salvado por Camus quien detuvo la flecha mientras la quemó al instante, viendo con cierto enojó hacia donde se habían ido sus presas, Rápidamente extendió sus alas y voló hasta lo más alto que pudo y cuando los localizo tomó aquella flecha que anteriormente había lanzado, ahora contaminada con aura negativa y solo a pulso la regresó, Mu se percató de esto al instante y colocó un campo de fuerza al rededor de ellos para que aquella flecha no los lastimara, cuando la flecha impacto con el campo desapareció por completo y ellos pudieron escapar, Camus sólo sonrío. Ese ángel le pareció muy curioso, aunque tampoco logró verle bien él rostro estuvo muy fuera del alcancé de su visión así que sólo decendio al suelo y justo en ese mismo instante su amigo se acercó a él.
Surt: ¿Lograste darles a esos mal nacidos? - pregunto mientras él otro seriamente dijo.
Camus: no, el guardián logró defenderlos poniendo un campo de energía - comento con cierto tono de enojó.
Surt: uy... Ese maldito - dirigió la vista a su amigo - Sigmund dejá de jugar y ponte de pie - le dijo mientras le iba a dar una patada.
Sigmund: ¡Ay!, ¡No me golpees así baboso! - le gritó enojado mientras lo agarraba por el cuello de la camisa ambos con intenciones de pelear hasta que vieron cómo Camus sólo comenzó a caminar.
Surt: ¡Oye!, ¡Esperanos! - le gritó mientras corrían detrás de él, Camus por su parte iba sonriendo mientras giraba aquella flecha ahora oscura en sus manos, para después apretarla con fuerza.
Cerca del territorio de los ángeles.
Milo se detuvo en seco mientras llevaba una de sus manos a su pecho para hacer una leve presión, Mu preocupado sé acercó a él rápidamente para ayudarlo, de un momento a otro cayó Mu no tuvo otra opción así que lo cargo en su espalda para así poder llevarlo a casa, aunque estaba preocupado por ver qué de un momento a otro le había dado mucha fiebre y además de eso había quedado inconsciente.
Mu: ¿Pero que diablos te hizo ese estúpido demonio?, Recuerdo perfectamente haberte cubierto con él campo de protección, aunque ahora que lo recuerdo. Ese demonio logró tomar tú flecha con una de sus manos y trato de regresarnos él golpe de esta. Aunque... Y si realmente su plan era conocer más de su dueño - Susurro para después voltear a ver a Milo - tengo que llevarte rápidamente con mamá - dijo mientras apresuró el vuelo.
Con los demonios.
Surt y Sigmund veían aquella sonrisa llena de maldad en los labios de Camus, mientras esté estrujaba aquella flecha hasta hacerla sacar una luz blanca, así que suponiendo lo que hacía Surt hablo.
Surt: ¿Enserio piensas matarlo? - pregunto mientras veía a su compañero reír.
Camus: ¿No sería lo correcto?, Después de todo ese ángel resultó ser una maldita amenaza para demonios del segundo rango. Le haría un bien al clan si lo elimino de una vez por todas - aclaró mientras apretó aquella flecha tan fuertemente que parecía que la quebraría el cualquier momento.
Pero de un momento a otro la flecha volvió a llenarse de una luz cegadora y purificadora, expulsando un aura divina que hizo que la sonrisa de victoria en los labios de Camus se desvaneciera al momento de sentir cómo aquella cosa lo quemó haciendo que soltará la flecha la cuál creó un campo de protección para ella.
Sigmund: ¿Pero que demonios fue eso? - pregunto mientras veía la flecha.
Camus: ¿Que no es obvio?, La flecha se está protegiendo - respondió él.
Sigmund: si eso ya lo sé torpe, a lo que me refiero es ¿porque no pudiste destruir una simple fecha para acabar con él niñito ese? - aclaró su duda.
Camus: eso es muy fácil, él ángel guardián logró alejar toda la energía demoníaca en su amigo, lo que provocó que este reaccionara y no se dejará matar - dijo mientras veía aquella flecha facinado - realmente eres un ángel muy curioso, no cualquiera puede escapar de mí maldición - le Susurro a la flecha que se desvaneció en él aire.
Surt: ¿Qué pasó? - pregunto confundido al ver a la flecha desvanecerse.
Camus: cumplió su misión y esa era lastimar a un demonio - les dijo mientras enseñaba la herida en su mano.
Pero también con un curioso deseó de volver a ver peleando a ese ángel para estudiarlo más y con ese pensamiento sé dirigió a su territorio.
Continuará...
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