Narra Camus.

Volví a aquel día, aquel fatídico día en dónde perdí a mí mamá, recuerdo que corría al lado de mi padre cuándo adelante vimos a un arcángel con su esposo y su hijo, ella nos vio y no le dijo a su esposo que sabía que regresariamos, ya que hierva mala nunca muere. Eso fue lo que dijo mientras se preparaba para atacar.

Pero después de eso los demás demonios comenzaron a atacar a los demás ángeles, preocupados veían la escena para después agarrar al niño entre en sus brazos e irse corriendo, aún no sabía él porque de su accionar tan repentino, ví cómo mí papá agarro una de las lanzas que habían al lado de un árbol y después se lo lanzó a ellos, logrando atravesar con aquella cosa a la mujer. Écarlate bajo a Milo quien se veía sumamente confundido y se acercó a la mujer quien se estaba desangrando, los ví hablar un poco mientras Écarlate lloraba, mientras eso pasaba mí mamá sé acercaba sigilosamente al más pequeño quien seguía sin salir de su Shock estuvo a punto de matarlo a él también, pero lo qué jamás se espero fue que Écarlate se dió cuenta de su presencia y cuando sé acercó Écarlate se metió entre ellos y usando la misma arma con la que mí padre le quitó la vida a su esposa, él se lo quito a él.

Écarlate: Ojo por ojo Kardia - fue lo que le susurro mientras lo veía, yo seguía escondido detrás de mí padre, aún no me podía creer, mí mamá había...

Volviendo al presente.

Desperté con un fuerte dolor de cabeza estaba sólo en mí cuarto sólo, rápidamente dirigí mí vista al cielo dándome cuenta de que ya eran las tres de la tarde, trate de ponerme de pie para poder ir al territorio de los ángeles recordando que tenía una boda que impedir, salí de mí casa, pero grande fue mi sorpresa al darme cuenta de que no había aparentemente nadie en él territorio, entonces fue que me di cuenta. Que una vez más la guerra había comenzado...

Camus: Milo - susurré angustiado para después irme volando rápidamente hacia haya.

Territorio de los ángeles.

Milo por su parte caminaba de un lado para otro, tenía un mal presentimiento y para rematar la boda se había retrasado un par de horas antes porque no encontraban a Kanon.

Mu: tranquilo Milo. Te aseguro que todo estará bien - animaba él.

Milo: es normal estar tan preocupado - Susurro sin dejar de dar vueltas.

Mu: ¿Por quién estás preocupado?, ¿Por tú prometido o por tú amante hermanito? - pregunto mientras Milo paro de caminar en secó - ¿Desde hace cuanto estas con él? - pregunto serío.

Milo: estás equivocado. No existe nada entre él y yo - afirmó.

Mu: Milo. No te creó, esa "misteriosa alergia" que te a salido en algunas partes del cuerpo se que tiene nombre y quiero saber que es - exigía.

Milo: no es nada mío, para empezar ni siquiera se a declarado Mu - afirmaba.

Mu: entonces son una especie de amigos con derechos - afirmó.

Milo: se podría decir que si, la verdad no lo sé su comportamiento conmigo es muy confuso - decía preocupado.

Mu: Entonces Julieta ¿Tú Romeo aún no confesado planea un secuestro? - pregunto.

Milo: ¿Cómo sabes todo eso? - pregunto molesto mientras él otro se ponía de pie.

Mu: Shaka ya me lo dijo todo. Milo ¿acaso ese tipo está loco?, Tú prometido es Saga. Estamos hablando del mejor ángel guerrero de nuestra región es lógico que él no tenga oportunidad - le dijo seriamente - Milo no quiero que Saga después de tú boda te encierre de por vida en su casa por él estúpido capricho de otro ángel. Milo por favor se que me darás sobrinos a los que me gustaría ver crecer - le dijo mientras lo veía preocupado.

Milo: se que te preocupas por mí Mu y te estoy agradecido aunque... Algo me dice que después de este día ya nada volverá a ser cómo lo es ahora - mencionó preocupado - y esto me aterra, no quiero dejarlos, ni a tí, ni a mí papá, ni a tú mamá o Shaka. Pero sin embargó estoy seguro que apartir de hoy todo va a cambiar.

Mu vio que la preocupación de su hermanito era sincera y algo muy dentro de si también le decía de que apartir de ese día nada iba a ser cómo antes, así que lo único que pudo hacer fue abrazarlo fuertemente para tratar de disminuir aquel temor que los embargaba a ambos, hasta que la puerta se abrió dejando ver a Shaka.

Milo: Shaka - dijo mientras ambos se separaban.

Shaka: Perdón. No era mí intención interrumpir - dijo apenado.

Milo: No, no tranquilo - dijo rápidamente.

Shaka: Milo ya es hora - le dijo, Milo por su parte sólo suspiro y tomó toda la fuerza que le quedaba, lo único que pedía era no desmayarse porque le daría vergüenza si eso pasaba.

Continuará..