Capítulo 11

Llego a casa sentándome estrepitosamente en el sofá. Mi madre me observa extraña desde la cocina y solo puedo darle una leve sonrisa para no preocuparla, no pierdo de vista la manera en la que mi padre me juzga con la mirada por sentarme de forma tan descuidada sobre su caro sofá. "Solo somos conocidos" esa simple frase de tres palabras rebotam dentro de las paredes de mi cerebro dejándome un sabor amargo en la boca.

Mis emociones se vieron revolucionadas después de ese pequeño con Andrés en la tarde. Sus ojos con una pizca de dolor, su indiferencia a la hora de expresar esas palabras no abandonan mi cuerpo dejando una sensación agridulce en mí.

La televisión está encendida y ni siquiera presto atención al programa que estan transmitiendo que por la cara de mamá en la cocina puedo apostar a que es uno de sus tantos programas culinarios. Obsrrvo a Nicolás bajar las escaleras rápidamente, llevando unos vaqueros de mesclilla y una camisa de cuadros blancos y negros abierta en sus tres primeros botones, un par de converse calzan sus pies y no puedo negar que luce bastante guapo.

-¿A donde vas? -le pregunto causando que de un breve salto del susto y me fulmine con la mirada.

-Nova -se agarra el pecho -Deja de asustar como si fueras un maldito fantasma -pronuncia y ahogo una risa silenciosa -Voy a una fiesta, ¿te apetece ir? -pregunta y decido asentir con la cabeza, necesito despejar la mente.

Salimos de casa rumbo a la famosa fiesta que prometía muchas cosas. No me dediqué arreglarme mucho, solo me puse unos shorts y un pullover por encima de mi ombligo, mis vans y lista. No soy de esas chicas que se ponen vestidos para ir a cualquier lugar. No tengo nada en contra de esa prenda de vestir, incluso si me la tengo que usar en ocaciones los usaría sin ningún pretexto, pero me inclino más por la ropa de sport.

Gustos extraños según mi madre.

Llegamos a una casa bastante linda. Tiene dos plantas y me sorprende ver el jardín delantero lleno de estudiantes. Nico aparca el coche y ambos bajamos. El frío nocturno golpea en mis rostro y me permito unos segundos para inhalar. Camino detrás de mi hermano para evitar perderme entre el mar de personas, algunos chicos nos saludan camino al interior de la casa. Dentro está aún peor, cuerpos extremadamente sudados, olor a alcohol y cigarrillos. Típicas fiestas escolares.

-Nunca pensé que fueras de fiestas -una voz reconocida por mi cerebro susurra en mi oído, haciendome voltear para encontrandome con los ojos negros pertenecientes a Andrés.

-No lo soy, solo no me apetecía quedarme en casa -miento. En realidad vine para no pensar en tí y que casualidad tú estás aquí, qué ironía.

-Vale -dice por encima de la música -¿A donde dejaste a tú novio? -pregunta y detecto cierto deje de ironía en su voz.

-¿Mi novio? -pregunto confusa.

-Sí, acaso ahora aparte de malhumorada tienes problemas de amnecia -responde mi pregunta -Porque hasta donde tengo entendido cuando dos personas se toman de la mano, hay sonrisitas bobas y besos es porque son novios ¿no?.

-No sé de que novio estás hablando, pero si te refieres el hecho de haberme besado con Samuel no me convierte en su novia. Te recuerdo que también te he besado a tí y no somos nada -contra ataco e inmediatamente Andrés deja de sonreír y sus ojos negros ahora estan más oscuros. El vaso de plástico que tenía en su mano se rompe de tanto apretarlo y ahora me doy cuenta que no fue la mejor idea del mundo decirle eso.

-¿A caso crees qué me a mí me importa con quien te besas o folles? -pregunta despacio para la música está demasiado alta.

Le agarro de la mano caminando ha la salida. Llegamos al patio trasero de la casa donde se encuentra un banco bajo un árbol. Suspiro agitada y vuelvo a encargarlos decidia a no dejar pasar esta discusión.

-Repite lo qué dijiste allí dentro -hablo comenzando a molestarme.

-Dije que no me importa con quién te beses o folles -encoge sus hombros -Ya te lo dije una vez y te lo volveré a repetir, sólo somos conocidos.

-¿Por que si solo somos conocidos como dices, te molesta tanto la idea de berme besando a otra persona? -pregunto.

Su boca se abre dispuesto a responderme pero vuelve a cerrarla apretando sus labios. Puedo ver como suspira intentando buscar una respuesta a mi pregunta, que los dos sabemos que no llegará nunca.

-No sé que me pasa, que no puedo evitar pensar en si te herí, si te hice sentir mal, solo quier...

Sientos sus húmedos labios envolviendo los míos y una sensación extraña me recorre el cuerpo. Dirijo mis manos hacia su nuca atrayendolo más a mí para profunizar el beso. Hay moridas, juego de lenguas, subciones logrando que sonidos vergonzosos abandonen lo más profundo de mi garganta.

-No podemos tener nada Andrés, esto no esta bien -susurro con su frente pegada a la mía mientras su respiración y la mía se mezclan en una sola.

-Dame una sola razón Nova, una sola y te prometo que me marcharé y dejaré de molestarte -pide separandose completamente de mí.

-¿Para qué?, para que suceda lo mismo que sucedió en el salón de música -hablo siento mi pecho presionarse -Lo siento Andrés pero no puedo aceptar que siga pasando esto.

Doy media vuelta para volver dentro cuando su mano se cierne en mi antebrazo impidiendome avanzar.

-¿Por qué tienes tanto miedo? -su pregunta me toma con las defensas bajas provocando que un nudo se forme en mi garganta impidiendome contestar.

-Porque no quiero sentir nada por tí -las palabras abandonan mis labios en un leve y pequeño susurro pero es suficiente para que sus dedos aflojen el agarre en mi brazo liberándome.

Mis ojos conectan con los suyos una última vez antes de romper contactos y retomar mi camino.

Entro otra vez en el ambiente pesado de la fiesta sin ganas de seguir un minuto más aquí. Nicolás habla con un par de amigos y al verme su sonrisa se desvanece observandome con cara de pocos amigos. Se acerca a mí y es evidente la preocupación en sus ojos verdes.

-¿Donde carajos estabas? -pregunta rápidamente.

-Salí a tomar un poco de aire y nada más. A caso ahora tengo que decirte si voy a tomar aire -encojo mis hombros molesta y por su cara se que no me ha creído nada -Creo que voy a buscar un refresco -finjo tener sed para librarme de él.

Entro en la cocina buscando la nevera para sacar una coca cola cuando impacto contra el cuerpo de una chica. Al levantar mi mirada me encuentro con una rubia teñida de cabello corto y unos ojos grises con un maquillaje espectacular.

-Oh lo siento mucho -me disculpo y una sonrisa gentil se forma en sus labios.

-Tranquila ya tengo una excusa para decirle a Andrés que esa bebida sabía horrible -ríe y yo finjo que no se de quien me está hablando.

-Eh, fue un placer conocerte pero debo irme -me despido de ella con la mano. Siguiendo hacia delante para buscar mi refresco sin perderme de vista la forma en la que ella y Andrés se observan y sonrien.

Nota de la autora:

Bueno se que ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que he editado esta historia o he publicado algo aquí en wattpad, pero todo tiene una razón y una explicación un tanto extensa.

1) Estoy en exámenes para terminar el semestre y el tiempo que poseo es muy limitado para escribir, lo que no quiere decir que no este escribiendo, corrigiendo y editando capítulos.

2) No estoy trabajando en un solo proyecto por lo que a veces se me dificulta escribir en otras historias.

3) Aunque no seamos compatibles será publicada a partir de ahora en adelante los primeros y terceros sábado de cada mes, de surgir algún cambio será informado con antelación.

Espero que les haya gustado la lectura y no olviden votar y comentar.

LOS QUIERO.