Lo forma habitual de entablar una conversación con alguien era dar un leve saludo, presentarte amablemente y empezar con un tema común.

Aveces el ánimo influía mucho y sabía que mi entusiasmo era contagioso. Usaba eso a mi favor.

Y ahora más que nunca.

La universidad no era un juego y si esperaba causar buena impresión, me acercaría a todos mis compañeros de clase. Las enormes aulas no ayudaban mucho, pero era mi primera semana y mi plan estaba viento en popa.

—¿Charle? ¿Verdad?

El chico rubio volteó a mirarme. Había optado por saludar a la mayoría antes de llegar a él, no quería verme desesperada por hablarle, así que me tome mi tiempo antes llegar a su lado.

—Si.

—Soy Elina— tiendo mi mano en forma de saludo con la esperanza de que acepte. Charle sonríe.

—¿Y esto por qué?

—Estoy siendo formal ¿tienes miedo de estrecharme la mano? Te aseguro que no muerdo —Ríe y el sonido es agradable.

—Me impresiona tu confianza Eli—Me toma la mano y la estrecha —Es un gusto conocerte.

—El gusto es mutuo —Mi sonrisa crece y eso parece llamarle la atención.

Me siento junto a él.

Las plazas son grandes y las filas de asientos son consecutivos. Detrás de nosotros hay más estudiantes que platican o duermen sobre sus mesas. Las clases son duras y exigen mucho de uno, pero para mí no es un problema. Me enorgullece decir que mi inteligencia supera a la mayoría de los que están presentes. Mi habilidad para absorber tanta información como sea posible es una bendición.

—¿Tienes planes para esta noche? —Charle se recuesta contra su silla y se acomoda el cabello, alejando los mechones rubios fuera de sus ojos.

—Uh, algo así —respondo con desgana —Pienso pasar la noche estudiando y comiendo pizza.

—Suena un buen plan.

—No tanto —Reposo el mentón en mi palma — ¿Y tú? ¿Qué planes tienes?

—Victoria Stuart tiene una fiesta y pensaba ir.

—¿Victoria la capitana del equipo de natación? ¿Esa Victoria? —Asiente —Wow, ella es muy popular. ¡Es casi una celebridad!

—Y no invita a cualquiera a sus fiestas.

—Eso escuché —Me emociono al escucharlo. Conocía la fama de Victoria, era una chica increíble, una buena estudiante, tenía notas ejemplares y una actitud dulce y agradable —Me encantaría conocerla, no he tenido la oportunidad.

—Puedo presentártela. Ella es amiga de mi novia.

—¿De verdad? Seria estupendo, muchas gracias.

—Con una condición —De pronto Charle se vuelve serio y su sonrisa se borra. Por un segundo pienso que va a pedirme un órgano a cambio.

—¿Esa condición es...?

—Que me invites el almuerzo de hoy. No traje dinero y me muero de hambre.

Su gesto mafioso cambia a uno abatido. Se lleva ambas manos al estómago en señal de dolor. El momento es cómico y no evito reír al verlo. Charle es simpático y da gusto hablar con él. No esperaba algo así. Hasta hace poco pensaba que era alguien frío y cerrado.

—Hecho, puedes pedir lo que quieras.

—Eso suena genial —Se remueve como un niño en su lugar —¿Que habrá hoy en el menú?

—Si quieres podemos ir y averiguarlo.

Me levantó y él me sigue. Está tan ansioso que parece que va a correr en cualquier momento.

—Oh, chica, debería rendirte homenaje. Has salvado a esta pobre alma en desgracia.

—No exageres —Le doy un leve golpe en el hombro —. Aún tienes a tu novia. De hecho, ¿es de nuestra clase?

—Si, lo es ¿conoces a Aurora?

—¡¿Ella es tu novia?! Oh, qué tierno. Ella es muy linda —Casi salto de la alegría cuando la menciona. Aurora es como un conejito adorable. El primer día de clases estuvo platicando conmigo y rápidamente nos volvimos amigas.

—Lo sé —Cuando lo dice hay emoción en sus palabras.

«Se ve tan adorable»

—Escuché que se resfrió.

—Por eso estoy tan mal. Ella solía traerme el almuerzo —finge llorarle y hasta se toca el pecho como si le doliera —Mi vida no es nada sin ella.

—No seas payaso. Anda, vamos. No quiero darle la noticia de que su novio se murió por inanición.

Doy media vuelta, dispuesta a ir por las escaleras, pero una pared sólida me tapa el camino. La pared se mueve y siento un peso en ambos hombros.

—Detente ahí. No puedes irte.

El chico pared me fija en mi sitio y aunque me trato de escabullir, no me suelta. Su agarre es firme e impide que siga avanzando.

—Quítame tus manos de damisela de encima —Me remuevo y se aleja cuando se lo pido.

—¿Todo está bien? —Charle se hace presente y mira entre la pared y yo.

—Si lo está —Respondo, evitando en todo momento mirar al feo alienígena que tengo delante.

«No quiero verlo, no quiero verlo»

—No lo está —Respiro con fuera y cuento hasta diez cuando decide responder.

—Ángel no empieces.

—Tu padre me dio instrucciones claras. Nada de hombres cerca y nada de citas —Cuenta con sus dedos y me mira con severidad.

—Charle no es una cita —lo apuntó casi gritándole.

—¡Pero es un hombre! —Ángel me grita de vuelta. Tiene el rostro rojo de la ira y eso me enoja más. No tiene por qué enojarse. No es mi padre. No es mi hermano. Él no es nada mío.

—¡Y tú también! —Le gritó —¡Te cuelga esa miseria! —Mi dedo se mueve justo sobre su entrepierna.

—¡Elina!

—¡Solo aléjate de mí de una vez por todas!

Suelto el mayor grito de mí vida y halo del brazo a Charle. Está contrariado por la escena que tuvo delante y me mira con los ojos abiertos. Casi parece horrorizado.

—¡Mujer estás loca! —Charle grita y ríe como un loco.

Al parecer no estaba tan horrorizado como pensaba.

🍇¡Hola de nuevo!.🍔

Si llegaste hasta aquí, te felicito. Gracias por estar junto a mí.

Se te quiere ( >u w u)>

Te sugiero que te emociones por qué vienen cosas muy interesantes xD

Pero bueno, no te aburro con más texto ( • - •)

🍎¡Nos vemos luego!🍕