Maratón, ton, ton
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Joel

Cuatro días.

Han pasado exactamente cuatro días desde la última vez que Erick vino al insituto, y me siento completamente mal porque no lo está haciendo.

Sé que conoció a Nick, y tal vez fue muy impactante para él que me parezca tanto.

Christopher sí a venido, y ha hablado bastante con Zabdiel, tanto que ahora siento que estoy solo, porque mi amigo se la pasa por todo el instituto con aquel chico.

Suspiro mirando la silla a mi lado, se siente tan vacía sin él.

No tengo idea de por qué estoy extrañando tanto a un chico que a penas conozco. Sin embargo, sigo sintiendo que hay algo que me une a él.

¿Nick? Tal vez.

Mi teléfono vuelve a vibrar y en la pantalla aparece un mensaje de Yoandri, para mi suerte tengo los vistos desactivados, así que si no contesto ahora no habrá problemas.

La clase de Matemáticas se hace extensa, hasta que al profesor que por cierto parece que le gustan los trabajos en equipo, decide mandar uno.

Mi primera opción fue hacerlo con Zabdiel, pero al ver que le está insistiendo a Chris para hacerlo con él decido ignorar aquella idea.

—Pimentel, ¿Con quién harás tu trabajo? Recuerda que tienes hasta el lunes para entregarlo —Se acerca el profesor a mí, suspiro y digo lo primero que pienso.

—Lo haré con Erick —Respondo, él asiente mientras sonríe.

—Estoy seguro que lo harán bien, la última vez fueron los primeros en entregar y el ejercicio estuvo impecable —Dice yéndose a preguntarle a los demás.

Ahora tenía una excusa para ir a ver a Erick, y preguntarle qué le sucedía.

La clase de Matemáticas termina a penas el profesor logra anotar en su libreta todos los grupos de dos personas, y agarrar sus cosas para irse.

Camino por el pasillo y veo como Chris se aleja de Zabdiel para ir hacia su casillero, así que es mi momento de ponerme en acción.

Camino hacia Zabdiel y le susurro:

—Necesito que me averigues dónde vive Erick —Digo, él alza el ceño.

—¿Para qué? —Pregunta.

—Necesito hacer el trabajo de Matemáticas con él —Es mi respuesta, Zabdiel ríe.

—Conmigo no vengas con esas excusas, Joel —Es lo único que dice, ya que Chris no demora en volver.

—Hola —Saludo al chico, él simplemente me sonríe y también me saluda, ¿También habrá conocido a Nick? Por su nerviosismo supongo que sí.

—Ho-la —Tartamudea, Zabdiel también parecen notarlo, por lo cual me mira alzando el ceño, suspiro.

—Necesito tu ayuda, Chris —Digo, él asiente.

—¿Qué necesitas? —Espero un momento para encontrar las palabras correctas y respondo.

—Tengo que hacer el trabajo en grupo con Erick, y él ha estado faltando, ¿Podrías... no sé, pasarme la dirección de donde vive, o algo parecido? —Pregunto, él duda un poco, me doy cuenta por su mirada.

—Vive conmigo —Responde, puedo escuchar que Zabdiel comienza a toser.

—Oh —Digo, se genera un ambiente incómodo entre los tres hasta que Chris decide agregar algo bastante importante.

—No sean mal pensados, somos amigos, vivimos en el mismo apartamento desde hace mucho —Es su respuesta, asiento.

—Entonces... podrías... —Pregunto, él suspira y mira al suelo.

—No lo sé, Erick no ha estado bien estos últimos días —Responde, y siento un dolor en mi pecho, lo suponía.

—Está bien... —Susurro, pero antes de que me de media vuelta Chris vuelve a agregar algo.

—Mejor sí te lo paso, yo iré a la casa de Zabdiel a hacer el trabajo de Matemáticas, y no me gustaría que Erick pasara mucho más tiempo solo —Una sonrisa aparece en mi rostro.

—Perfecto.

♡

Suspiro estando en el vehículo, la casa de Erick no queda tan lejos como la mía del instituto, pero eso solo me hace poner más nervioso, ya que cada vez estoy más cerca de encontrarme con él.

Leí el mensaje de Yoandri antes de subirme al vehículo y era una invitación para salir, pero no la acepté.

¿Qué estoy haciendo?

¿Por qué no puedo simplemente salir con mi novio?

¿Por qué pienso todo el tiempo en Erick?

Espero que simplemente la respuesta a esas preguntas tenga que ver con el trabajo de Matemáticas, aunque sé que simplemente lo estoy usando como excusa.

Dejo el vehículo en el estacionamiento que hay al costado del hotel, y suspiro cerrando los ojos y golpeando levemente mi cabeza contra el volante.

—Erick, ¿por qué no te puedo sacar de mi cabeza? —Pregunto en voz alta, aunque nadie responde.

Salgo del vehículo, pero antes me miro en el retrovisor: mi cabello rizado se encuentra un tanto alocado, pero debo admitir que se me ve bien. No tengo muchas orejeras para mi suerte, y no me dejo crecer la barba.

Me veo bien, creo.

Cierro la puerta del vehículo y camino hacia el hotel, un hombre me pregunta hacia dónde me dirigo y le muestro que Chris, el dueño de una de las habitaciones, me dejó entrar a la suya, ya que le muestro las llaves.

Al llegar al piso de Erick, luego de haber salido del ascensor, camino hacia la puerta que tiene el mismo número que la llave. Sonrío nerviosamente al encontrarla.

No abriría así sin más, golpearía la puerta.

Antes de tocar, siento un escalofrío recorrerme mi cuerpo, me encuentro demasiado nervioso, y solo por verlo a él.

Trago saliva, reuno fuerzas, y golpeo levemente la puerta.

No demora mucho en abrirse, y logro divisar al oliverde vestido con una remera blanca, y un short azul oscuro.

—Chris, otra vez te olvidaste de... —Dice teniendo la mirada en el suelo, pero al levantarla y verme a mí abre los ojos a la par—. Oh.

—Hola, Erick —Digo notando que sus ojos se encuentran cristalizados, pero no por mí, ha estado llorando antes. Además, tiene orejeras bastante notorias, por lo cuál sé que no ha dormido bien.

¿Qué te sucede Erick?

—¿Puedo pasar? —Pregunto, él tartamudea un poco y decide asentir.

—S-sí —Dice moviéndose al lado de la puerta, permitiéndome el paso.

¡NO PUEDO! 😍♡

Definitivamente amo demasiado esta historia.

Y sí, por algo hiciste cuatro capítulos para una maratón, cuando a las demás historias las actualizas una vez cada mil años.

Bueno, bueno, bueno, continuemos con esta wea.