16. La cascada de los de los Deseos
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El día empezó de lo más tranquilo, la verdad yo no tenía ni la mínima intención de levantame de la cama. Por obras divinas me levanté de ella para ir al baño, nuevamente me acosté y miré mi celular por un rato. Desgraciadamente no me pude volver a dormir. El hambre empezó a atacar, me levanté de nuevo de la cama y salí de la habitación. Un aroma exquisito navego por mi sistema respiratorio, era un aroma dulce y apetitoso. Rápidamente me fui a la cocina para ver lo que hacían. La señora Alberts estaba frente de la estufa cocinando, se
-¡Buenos días, Kylie!-Saludó alegremente la amable señora.
-¡Buen día, señora Alberts!-Saludé del mismo modo.
-¿Quieres crepas con Chocolate?-Preguntó la mujer poniendo las crepas en un plato.
-Por favor.-Dije sentándome en la isla de la cocina. La señora Alberts puso el plato con dicho alimento frente a mí junto con un batido de fresas.
Devoré el platillo lentamente disfrutando de su sabor, al terminar la comida lave los trastes y volví a subir a la habitación para darme un baño. Me vestí de algo sencillo, unos shorts, una blusa desmangada, unos tenis negros y una cinta adornando mi cabello. Baje al patio trasero para hablar con los chicos, estaban sentados platicado con uno de los hijos de la señora Eleanor mientras comían aperitivos.
-¡Hola, chicos!-Saludé alegremente.
-¡Hola, Kylie!-Contestan mis amigos.
-¿Que planes hay para hoy?-Pregunté tomando asiento.
-Bueno, Alessandro nos estaba platicando de un lugar muy lindo cerca de aquí.-Dijo Mitchell.-"La cascada de los deseos"-Dijo mi amiga divertida y juguetona.
-Empaquen una toalla, trajes de baño, ropa extra, nos vamos en veinte minutos.-Anunció Joseph levantándose de su asiento.
Me dirigí a mi habitación y empaque todo lo necesario para esta salida. Alguien tocó mi puerta.
-¿Ya estás lista Señorita Grayson?-Una voz masculina se escuchó detrás de la puerta. Caminé hacia ella y la abrí, de inmediato me encontré con unos llamativos y resplandecientes ojos esmeralda. Era Alessandro.
-Sí ya estoy lista. ¿Que ocurre?-Pregunte saliendo de la habitación.
-Joseph me mando a buscarla.-Dijo él con nerviosismo.
-Oh ok.
Salí de la habitación y caminé junto a él por el largo pasillo.
-¿Me podrías llamar solo Kylie y no "señorita Grayson"?-Pregunté sutilmente.
-Claro, señorita...digo, Kylie.-Ambos hicimos una pequeña risita.
Llegamos hasta la entrada donde estaban los chicos organizando las cosas. Me subí al Jeep a esperar a Joseph, unos cuantos minutos después subió al auto.
-¿Ya esta todo listo?-Pregunto el castaño ajustando su cinturón.
-Claro que sí.-Imité su acción y me senté derecha en el asiento.
El camino muy verde, muchos árboles, mucha fauna también. Con la cámara instantánea de Joseph les tomamos algunas fotos a las aves que se encontraban en los árboles, todo era hermoso. Llegamos a un lugar muy escondido, Joseph aparcó el coche al igual que los demás. Nos bajamos de él y nos acercamos a los chicos.
-Bueno, todo este camino es a pie. Cruzamos el puente y llegamos a la Cascada.-Informó Alessandro.
Los chicos bajaron la hielera de la camioneta de Alessandro, mientras que las chicas cargabamos las mochilas y las botanas. Violet bajo la velocidad de sus pasos hasta llegar a mí.
-Kylie, ¿Puedo hacerte una pregunta?-Preguntó tímidamente la chica.
-¿Que pasa, Violet?-Pregunte extrañada.
-Sonará extraño pero...¿Tú y Joseph que son?-Preguntó la chica de forma temerosa.
-Amigos.-Dije de forma semi obvia.
-¿Amigos que se besan en la boca?-Las palabras de la chica me dejaron pálida.
-¿Porque dices eso?-Oculté mi nerviosismo con una sonrisa.
-¡Ya llegamos!-Anunció Alessandro. ¡Salvada por la campana!
Aceleré mi caminar hasta alejarme de Violet, acomodaron algunas mantas en el suelo arenoso, Leonard fue el primero en probar las cristalinar aguas del lugar con una gran bala de cañón, después le siguió Jordan de la mano de Madison, Mitchell a los hombros de Jonh y después Violet. Joseph se quedó en la orilla viéndolos. Yo estaba recostada en la manta aprovechando el sol.
-¿Quieres una?-Preguntó el pelinegro de ojos esmeralda dirigiendo hacia mí una cerveza.
-No soy muy fan de la Cerveza pero dame una.-Respondí amablemente.
-Créeme ésta te va a encantar.-Afirmó desprendiendo la tapa de la botella. Me entrego la fría bebida y yo la acerqué a mi boca. Tenía un sabor afrodisíaco, explosivo, Dulce. Alessandro, tenía razón esta cerveza sabe increíble.
-Ya lo sé, tuve toda la razón. ¿No es así?-Dijo él como si hubiese leído mi cabeza.
-Bueno, si tienes razón.
Hablamos un largo rato conociéndonos mejor, Alessandro era algo atrevido y extrovertido, además de ser muy atractivo. Eso ni como negarlo, no perderse en sus llamativos ojos verdes era patéticamente imposible.
-¿Te puedo tomar una foto?-Pregunta temeroso.
-Sí, claro.
Saco su cámara instantánea, yo tomé una pose normal y el tomo la foto, pasamos algunos minutos en eso.
-Mmm...¿me puedo quedar contesta?-Cuestiona él señalando una de las fotografías que le había tomado.
-No, esa me gusta demasiado.-Dije viendo las fotos.
-¿Y ésta?-Vuelve Alessandro a preguntar.
-Nop.-Dije como niña pequeña.
-¿Porque no?
-Porque también me gusta.
-Oh vamos Kylie, no seas mala.
-Lo siento Ale, ¿Y para qué quieres una foto mía?-Ante mi pregunta sus mejillas se volvieron rojas.
-S-solo es un simple recuerdo.-Contesta viendo a los chicos que siguen en el agua.
-Quédate con ésta.-Dije dándole la foto.
-Gracias, Kylie.
El silencio quedó entre ambos. Puede ver qué Joseph estaba concentrado viendo hacia nosotros, apartó la vista y empezó a Jugar con Violet. Por alguna razón me sentí incómoda, con presión.
-Es lindo verlos juntos, a Violet siempre le a gustado Joseph desde que éramos niños.-Alessandro rompió el silencio. Ese comentario puso peor mi sentimiento. Me acomodé mejor y lleve la cerveza a mi boca. Al terminarla me lentamente del suelo.
-Vamos a nadar un rato.-Dije mientras le ofrecía mi mano a Alessandro para que se levantara.
Fuimos con los chicos y empezamos a Jugar. Las risas, las bromas y el agua nos envolvían, pasar tiempo juntos era lo mejor. Los tórtolos se separaron del grupo, Madison y Jordan jugaban apartados en el agua, ver la dulzura que desprendían me llenaba de azúcar la sangre, Jonh y Michelle comían bocadillos en la orilla, Mitchell apoyaba su cabeza en el hombro de Jonh y Jonh apoyaba su cabeza sobre la de Michelle, con sus manos entrelazadas. Aunque fueran diferentes tenían el mismo nivel de dulzura que Madison y Jordan.
Joseph estaba a un lado de mí, viendo la dulce escena de Jonh y Michelle igual que yo. La pequeña bombilla de maldad se encendió en mí, le tire un poco de agua a la cara. Me vio con el ceño fruncido y me tiro más agua.
-¡Ya sabemos que ambos se aman!-Grito Leonard hacia nosotros, ambos giramos a verlo y le tiramos agua.
-Vengan chicos, les voy a mostrar algo.-Dijo Alessandro llamando la atención de todos.
Nos salimos del agua y lo seguimos por un camino rocoso, hasta llegar a una pequeña cueva.
-La historia cuenta que para pedir un deseo tienes que tirarte de la cascada con el deseo en mente. Tiene que ser un deseo que venga desde el fondo de tu corazón.-Relató Alessandro frente a la Cascada.
-Yo no necesito ninguna cascada de los deseos para estar feliz, porque ella la esta junto a mí.-Dijo Jordan románticamente refiriéndose a Madison, las mejillas de la antes mencionada se enrojecieron y oculto su rostro en el cuello de su amado.
-Suficiente Jordan, es demasiada miel en un solo día.-Interrumpió Leonard la escena.-Si me disculpan yo sí pediré mi deseo.
Dicho y hecho Leonard salto de la cascada cayendo al agua, después siguieron Madison y Jordan tomados de la mano, Jonh y Michelle de la misma forma y Violet y Alessandro. Solo quedábamos Joseph y yo a la orilla de la cascada.
-¿Que planeas pedir?-Susurra Joseph cerca de mi oído envolviendo mi cintura con los brazos.
-"A tí es lo único que quiero"-Pensé silenciosamente solo para mí.
-Lo único que quiero ahorita es que porfavor no me tires a la cascada.-Bromeé divertida.
-Upss, con esas palabras solo me inspiraste.-Dijo él para después tirarse junto a mí a la cascada.
Pasamos unas cuantas horas ahí, recogimos las cosas nos devolvimos a los autos, luego nos devolvimos a la casa de verano.
∆∆∆∆∆
Nota de la autora:
Jordan y Madison me dan diabetes, son demasiado tiernos maldita sea >:v
Alessandro es todo un amor también.
Espero que les este gustando. Dejen su voto y su comentario, ayudan muchísimo.
Nos leemos al rato!
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