Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sorpresa.

El día había sido bastante ajetreado, cantidad enorme de clientes entraban y salían del restaurant, como si no hubiesen más cerca de ahí, tener buena fama era bueno, ya que si el negocio estaba bien, la paga lo estaría evidentemente.
Un par de veces tuvo el agrado de oír comentarios sobre el "Restaurant Cheilang", mismo donde trabajaba él, la reputación era buenísima, más por quienes trabajaban allí, desde los meseros, la recepción y sus chefs.
Con orgullo y mucho amor, preparaba cada platillo que le pedían hacer, inclusive los que no estaban en la cartilla.

- ¿Donde iremos a comer? -

Pregunta al mayor mientras se quitaba su traje y lo cambiaba por un abrigo negro, era verano pero el frío de las noches no era muy soportable, más cuando su lugar de trabajo quedaba casi frente al mar, por la ruta de la costanera - ¿Iras así? - pregunta nuevamente tras ver al mayor tan desabrigado, solo usando una camisa manga corta - sí, es que, olvide el chaleco en casa - explica mientras comienza a caminar - si quieres, podemos dejarlo para otro día - dice con un tono preocupado - ¡No! - alza la voz tras pronunciar rápido, ya que mucho había esperado para decirle que quería una cita, como para tener que suspender la salida por olvidarse de su chaqueta - estaré bien ZiTao, vamos ya - apoya ambas manos en la espalda del mas bajo y lo arrastra hacia la salida, logrando que el contrario sólo lo mirara aun más preocupado, mientras caminaba inerte - bien, bien, pero no me empujes, puedo caminar sin ayuda - dice al detenerse, notando como el mas alto lo soltaba y se relajaba a su costado.

- Tao.. ¿Que tal si entramos a ese pequeño lugar? .. se ve tranquilo -

El menor vio hacía el lugar y asintió - me parece bien - responde y camina con normalidad hacia el pequeño local, sin prestar atención a la emoción que Zhoumi emanaba justo en ese momento - ¡Mira sentémonos allá! - exclama con alegría, tomando la mano del más bajo y sentarlo justo frente a una silla - ¡Hey! Tranquilo, cualquiera diría que en cuestión de minutos morirás de felicidad - ríe luego de su comentario, notando el ceño fruncido del mas alto - ¿que te ocurre? .. era una pequeña broma - lo sé, es sólo que... ¡Hash! Olvídalo ¿Que pedirás? - pregunta tras verlo. Pues podemos asar nuestra carne o pollo a gusto, iré a pedir ambos - si si.. ve y pide ambos; también quiero soju - ¿Beberás querido Tao? - pregunta sonriente mientras se pone de pie y se aleja del menor, sin esperar respuesta del contrario.

Habían pasado algunos minutos desde que el mayor había ido a la caja para hacer el pedido - ¿Porqué demora tanto? - se preguntó así mismo, mientras apoyaba su diestra bajo el mentón, oyendo unos suaves murmullos que lo hicieron levantar la vista - ¿Mm? .. ¿Él? - no estaba seguro de lo que veía, creía que sus ojos le estaban jugando un mal reflejo, o que su mente lo estaba engañando, pero no; dos mesas mas adelante, se encontraba él, Wu YiFan, su corazón se sentía alborotado, como si quisiera salir de su pecho en cualquier minuto, borrando a todo el mundo ante su visión, excepto a él - Kris - susurró al sentir unas ganas inmensas ganas por ir y hablarle, pero sin darse cuenta, para ese entonces, ya estaba de pie al costado derecho de su silla, dispuesto en dar el primer paso, pero la llegada de una chica lo retiene y en fracciones de segundos, vuelve a sus cabales, la misma chica con la que había sido vinculado estaba sentada frente a él, inclusive se mantenían tomados de la mano - ¿Acaso, aquel rumor era cierto? - no podía dejar de pensar en ello, sintiéndose abatido por la situación, más aún, cuando ni si quiera lo había notado - ¿Aún me amas? - se preguntaba así mismo mientras continuaba viendolo, manteniendo una posición mucho mas recta que la anterior, pero para su sorpresa, su mirada fue correspondida, sólo por algunos segundos, como si el contrario lo estuviese analizando de pies a cabeza, sintiendo esa mirada seria y dudosa por parte del ajeno, la cuál fue cortada tras ver a Zhoumi regresar y pararse justo ante él.

- ¿Estas bien? - pregunta con fijeza al verlo con seriedad - am.. si.. estoy bien - responde tras bajar la mirada y tomar con rapidez un trozo de carne, colocando ésta sobre la pequeña parrilla - si tu lo dices - dice sin importancia al sentarse al otro lado del menor, mientras comenzaba a hablarle sobre lo felíz que estaba porque aceptara la pequeña cita.

El menor en tanto, no estaba prestando atención a las palabras ajenas, si no en volver a intercambiar miradas con Kris, pero al levantar la vista hacia en frente no pudo evitar sorprenderse y alzar la voz al notar que la mesa en dónde se encontraba Kris con aquella chica, estaba vacía - ¿¡Qué!? - exclama en voz alta mientras buscaba con la vista al contrario.

- ¡Tao te estoy hablando! -

Expresa con cierto enfado el mayor, logrando que el mas bajo diera un pequeño salto en el lugar

- pe-perdón -

Responde al dirigir su mirada a Zhoumi.

- estaba algo distraído.. ¿Que decías? -

Pregunta con cierta resignación, tras notar el enfado opuesto.

- Estás extraño y eso no me gusta, ¿Sabes lo mucho que me costó invitarte a cenar? -

- Lo siento, yo sólo .. me distraje -

Susurra lo último al recordar la mirada de Kris, sin saber si el contrario lo habia reconocido o no - bien, olvidemos eso ¿Sí? - asiente tras oírlo y ve la botella de soju justo ante él, la cuál ya estaba destapada y obviamente se dispuso a beber.

Fuera de aquel suceso, la noche en sí fue tranquila, rieron demasiado al recordar algunos incidentes en el trabajo y las burlas mutuas no faltaron, había bebido, sí, pero no tanto como para emborracharse, al otro día debía trabajar nuevamente, había sido él quien mas recalcó que debían volver a casa temprano.

Alrededor de las 12 am. había llegado a casa y sin duda la velada estuvo bastante relajante, aun que cualquiera hubiese dicho que llegó a casa como cenicienta, bajo la última campanada del reloj ya había puesto el primer paso dentro de la sala, sacandose el abrigo a mitad de camino mientras se dirigía a su habitación, colocándose inerte su pijama tras abrir la cobijas y meterse dentro de ellas, arropandose así mismo como si fuese un bebé, quedándose dormido lentamente mientras pensaba en esa mirada mutua que había emanado en aquel pequeño local.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro