Veintitrés
Verte con ella en los pasillos no es algo muy fácil, creo que nunca lo fue
La miras con aquel brillo en los ojos.
Recuerdo que no había un día en el que los encontrara, algunas veces nuestras miradas chocaban pero yo las desviaba automáticamente
Cada vez que los veía sentía una punzada en mi corazón pero extrañamente no siento ganas de llorar.
No deseaba ser ella, porque sinceramente no quería ser ella pero si con ella eras feliz no había mas nada que aceptarlo y avanzar
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