Diecinueve
Era el último día de clases.
No fue mucha gente que digamos y el clima se sentía frío y llovía a cántaros.
A nosotros en la hora de química nos habían cambiado al piso de abajo. Los chicos hicieron un cubo de papel y comenzamos a jugar con él como si fuera voleibol.
De repente abren la puerta y escucho las voces de Bryan y John, otro amigo tuyo, que comienzan a decirme que volteara.
Volteó y ahi estas tú con una sonrisa mirando hacía el suelo.
Sonreí para mis adentros.
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