- 1 Corintios 10:23
Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

Muchas veces como Cristianos, por situaciones, prueba o dolor volvemos al pecado o creemos que lo que estamos practicando esta malo, y quizás sea así, pero ese no es razón para dejar de buscar a Dios.

Poco a poco nos alejamos, volvemos hacer enfermos en el mundo, y cuando queremos regresar los tormentos por el pecado nos lo impide, creemos que Dios no nos oira, que primero debemos arreglar nuestra vida, dejar las debilidades y poder con honradez entrar a la presencia.  

Pero ¿A donde están las predicas que dábamos al mundo? ¿Donde quedó el Jesús vino por enfermos? ¿Dónde están las palabras de aliento con que maravillabamos al prójimo?

Si leyeras su palabras, si le presentarás tus incertidumbre, te mostrarés transparente, canteras, él vendría sobre ti y daría fuerza.

Dice la escritura no he visto justo desamparado, quiere decir qué la solución no está en que tú como ser humano trates en tu fuerzas pelear la batalla, si no en humillarte ante el señor y dejar que el se encargue.

Recuerda el evangelio con el que hablamos a otro y tomarlo cuando no te sientas digno ser hijo de Dios.

Por que el maligno quiere fallezcamos  en incesantes.