🌙 Aullidos de Amor 🌙

Hinata observó a Naruto desde donde estaba apoyada, que era el pecho masculino. Había escuchado algunas campanas lejanas que le dijeron que era muy tarde en la noche. Probablemente, Tenten estaría furiosa...

A ella no le importaba mientras miraba las facciones relajadas de su hombre mientras dormía. Ellos habían seguido haciendo el amor por un par de horas, hasta que ambos cayeron agotados y se durmieron. Sus delgados dedos acariciaron su tórax aterciopelado y bronceado. Su piel era suave, aunque abajo de esta había músculos muy duros.

Se mordió el labio mientras observaba la boca llena de Naruto, aunque un leve resoplido salía de él, ella lo veía como el hombre más sexy que jamás podría haber conocido. Recordó la conversación que habían tenido con Tenten sobre los compañeros cuando ella le pidió una explicación por la forma que la apartaba de Naruto...

Se preguntó si de verdad él había querido hacerla  su compañera en lo peor del calor...

Pero ella confiaba en Naruto, él había demostrado una y otra vez, que era más consciente que ella. Hinata se había olvidado completamente que podría haber quedado embarazada por su celo, pero Naruto jamás terminó dentro de ella. Su ceño se frunció al sentir una opresión en su pecho.

¿Eso quería decir que sólo era sexo?

Ella tenía algunos sentimientos bastante profundos por él, después de todo, siempre que necesitaba a alguien, buscaba a Naruto. Probablemente, era su instinto, le había dicho Tenten. Él era un macho alfa, acostumbrado a estar a cargo de la situación desde que había sido pequeño. Los días que estuvieron separados, ella le extrañó horrores. Intentó mantenerse ocupada, y Tenten lograba hacerla olvidar por unas horas...

Pero cuando llegaba la noche, y estaba sola en su cama mirando el techo de la cabaña, sólo podía pensar en él.

Las yemas de sus dedos siguieron acariciando, bajando por sus abdominales marcados, mientras se preguntaba si a él le había pasado lo mismo. Se mojó los labios cuando sus dedos llegaron al parchar de bellos rubios que bajaban a su entrepierna, siguiendo el camino como una polilla a la luz...

Había algo que Tenten no parecía entender... Por lo que sabía, ella había sido lastimada por su futuro compañero, y entendía su recelo con los hombres. Pero ella no sabía que Naruto era diferente a cualquier hombre que Hinata había conocido. Si, era un poco mandón, gruñía y podía ser un poco brusco en los bordes, pero también podía ser muy delicado y amable. Era un caballero, siempre pensando en lo que ella podría necesitar. Aún recordaba como él había comprado todo lo que iba a necesitar en la cabaña sin que ella se lo pidiera. También podía ser divertido y...

Maldita sea.. ella estaba enamorada.

Todo había empezado con una atracción sexual muy fuerte, pero mientras más lo conocía, se sentía más y más ataraida a él.

Sus dedos llegaron a su polla relajada por el sueño, y se alejó de su pecho cuando él movió un poco sus facciones. Pero Naruto no se despertó.

Se mordió suavemente el labio inferior, sintiendo que su interior lo quería de nuevo. Puede que ella se hubiera calmado un poco, y estuviera sensible allí, pero aún lo deseaba. Aunque, pensar en la necesidad que había sentido temprano, le hizo fruncir el ceño. Aún recordaba como Sara se había pegado a su brazo y cómo su instinto le había gritado que atacará a la niña. Le costó mucho no hacerlo y se sintió orgullosa de no haber saltado sobre ella… aunque ganas no le faltaron.

Sus dedos siguieron revoloteando por la piel de Naruto, ahora sentada en la cama mirándolo. Ella se llenó los ojos de la imagen de él, cómo sus músculos estaban relajados pero aún así marcados. Paso la yema de sus dedos por sus bolas aterciopeladas, bajando la mirada al ver cómo el cuerpo de él comenzaba a reaccionar. Hinata levantó la mirada, pero él aún parecía dormido profundamente.

Sonrió de lado cuando se le ocurrió una idea…

Bajó su cuerpo hasta tener su cabeza a la altura que quería y comenzó a jugar con el miembro de Naruto con su lengua. Se asombró un poco cuando rápidamente se llenó de sangre, con un bombeo poderoso su polla se alzó a toda su gloria. Su boca se llenó de saliva al recordar como él podía llevarla al cielo rápidamente, no sólo con su miembro, también con su boca y lengua y decidió hacer lo mismo.

Cerró sus dedos en el inició de su polla, apretando la carne caliente y cerró sus labios en su cabeza redondeada. Él era tan grande que no podía llegar muy profundo, pero uso su lengua, labios y hasta sus dientes para jugar con los pocos centímetros que podía meter. Su otra mano se apoyó en su cadera para sostenerse y pudo sentir cuando él se tensó. Hinata movió la cabeza, para seguir teniendo en su boca su miembro, pero para poder mirarlo cuando un profundo gruñido se escuchó por sobre ella.

Naruto tenía los ojos celestes bien abiertos, mientras levantaba la cabeza para mirar hacia abajo. Sus ojos se oscurecieron mientras estos tomaban lo que Hinata estaba haciendo. La boca se abrió y un gruñido se escapó de los labios masculinos cuando ella chupó, hundiendo sus mejillas y movió su mano de arriba hacia abajo, jugando con él. La cabeza rubia cayó sobre la almohada al mismo tiempo que dedos grandes se cerraban en su cabello, en la parte de la nuca. Él no la movió, ni intentó que tomara más de él en su boca. Ella pudo sentir en su otra mano como el cuerpo de Naruto se ponía más duro y pudo ver de refilón como se mordía el labio mientras ahora usaba su lengua para pasarla al rededor de su cabeza.

— Luna…—, lo escuchó gruñir con voz rasposa y profunda.

Ella amaba ese tonto mote, su centro se apretó con sólo escuchar su voz de whisky, sus pezones se tensaron tanto que le dolía los pechos. Pero esto era para él, por todas las veces que la había complacido antes incluso de que él buscará su propio placer.

Con su lengua probó el sabor de Naruto cuando parte de su escencia se escapó por su ranura. Era un sabor nuevo y delicioso, no pudo evitar gemir en torno a su carne caliente. Ella sintió un pequeño tirón en su cuero cabelludo cuando él apretó más los dedos en un puño muy apretado en su cabello. Pero no le importaba, amaba saber que podía lograr que su cabeza fuera más allá y se olvidará de su entorno. Pensar en eso, sólo le hizo recordar como la niña se había pegado a su costado, y gruñó al pensar que otra mujer podría hacerle esto a él.

Hinata no quería eso.

— Jo-joder..— murmuró con voz baja y profunda seguido de un gemido largo.  Más del sabor de Naruto llenó su boca—. Maldita sea, detente Luna.

Ella se removió, sintiendo su coño ansioso, al escucharlo prácticamente rogar, pero no sé opuso cuando ella se volvió un poco más violenta. Sus uñas se clavaron en la cadera masculina, para advertirle que no se moviera, y siguió chupando y disfrutando de los ruidos indefensos que salían de la boca de Naruto.  Su otra mano acompañaba los movimientos de su boca, dándole más placer, o eso esperaba. Ella escuchó un quejido, y por un segundo creyó que no estaba haciendo tan bien el trabajo.

Naruto se encargó de hacerle saber lo contrario cuando dijo:

— Diablos, ¡Si! No te detengas. Más fuerte—, le exigió apretando más su cabello.

Hinata estaba más que feliz de seguir esa orden.  Estaba tan excitada, que pudo meter unos pocos centímetros más en su cavidad, logrando que la cabeza roma de Naruto golpeara su garganta. La sensación fue buena, y lo sacó un poco para volver a meterlo, apretando su miembro como lo había pedido. Ella lo sintió mover las piernas, como si se estuviera retorciendo, o por lo menos lo intentará. Apretó más sus uñas, lo quería quieto.

— Luna, por favor..— murmuró luego de un gruñido algo aterrador.

Ella soltó la cabeza de su pene con una fuerte succión y levantó la mitad superior de su cuerpo, para verlo al rostro. Naruto estaba sonrojado, tenía los ojos fuertemente apretados, su expresión parecía profundamente adolorido con la boca abierta, con los caninos más largos al descubierto. Hinata notó todo su cuerpo tenso y se preocupó un poco, frunció el ceño.

—¿Te hago daño?— le preguntó mientras empezaba a soltar el agarre en su miembro.

La otra mano de Naruto se movió rápidamente para atrapar a su mano en retirada y volver a colocarla en el mismo lugar. Él abrió sus ojos y Hinata se quedó un poco sin aliento cuando vió el intenso hambre que había oscurecido su mirada.  Su tórax perfecto subía y bajaba como un fuelle, parecía que había corrido con el sudor brotando de sus poros.

— Duele— gruñó, y ella hizo una mueca—. Me haces querer explotar muy rápido, Luna. Duele de una manera muy buena— murmuró mientras miraba fijamente su boca, hambriento y algo sin aliento.

Hinata se sintió tontamente especial, sintió su rostro algo caliente por el extraño halago.

— Me alegra saber que puedo hacer eso en ti—, se sincero moviendo sus dedos en el miembro aún duro.

Naruto se mojó los labios con la lengua, usando su agarré en su nuca para tirarla sobre él. Acercó sus rostros hasta que casi respiraban en mismo aire.

— Sólo tu lo haces, Luna —. El corazón de Hinata dió un golpeteo—. Y solo te quiero a ti tomándome y tocándome.

Hinata abrió un poco la boca por la confesión murmurada, pero Naruto no le dió tiempo a contestar cuando apretó sus labios con los de ella. Él sumergió su músculo en su boca, logrando que cada parte de ella se apretará tanto como lo hizo su corazón con sus palabras. Naruto los hizo girar en la cama, e hizo que le soltará. Él metió sus manos entre sus muslos, abriendo sus piernas. Hinata gimió en su boca cuando sintió los dedos de Naruto tocar levemente su coño mojado. El pecho de Naruto retumbó cuando sacó los dedos y los reemplazó con la cabeza de su polla dura.

Hinata alejó su boca de él cuando Naruto sumergió su polla en su estrecho canal, haciéndola gritar levemente. Las manos de Naruto se cerraron en sus muñecas y subió sus manos cuando ella iba a empezar a acariciar la larga y musculosa extensión de la espalda masculina. Los ojos perlas se fijaron en el rostro que flotaba sobre el suyo.

Naruto se quedó totalmente quieto en su interior, su expresión había cambiado a una que parecía muy enojada.

— Te lo advierto ahora, Luna—, gruñó —. Si dejas que otro macho te toque... Si dejas que otro solamente respire cerca de tu boca..—, ambos cuerpos vibraron cuando un aterrador sonido salió desde el fondo de su garganta —. Espero que estés lista para matarme, porque mataré a cualquier macho que lo intente.

Hinata se quedó paralizada, viendo la sinceridad en su mirada algo loca por el enojo. Pero luego ella entrecerró los ojos hacia él.

—¿Y se supone que debo tolerar que otras mujeres si te toquen?— no pudo evitar preguntar con un gruñido de enojo cuando recordó a la niña pegada a él.

Ella observó sus facciones desde cerca, y quiso arrancarle la cabeza cuando él empezó a sonreír levemente, sólo para luego darle esa sonrisa que podría encender a cualquier mujer. Naruto quiso besarla, pero ella esquivó sus labios, moviendo su cabeza a un lado.

— Aléjate —, le ordenó enojada por su falta de respuesta.

La boca de Naruto terminó en su cuello, él dejó besos húmedos y sensuales en su carne. Hinata odió que su coño respondiera, aunque su mente estaba furiosa. Intentó soltarse del agarre de sus muñecas, pero ella se paralizó cuando Naruto apretó sus caninos en su carne, lo suficiente para que a ella le doliera un poco.

Cuando se quedó quieta, Naruto apartó sus colmillos y le pasó la lengua húmeda.

— No debes tolerar nada, mi Luna. No dejaré que nadie vuelva a tocarme, a no ser que seas tú.

Hinata intentó mirar su rostro, buscando sinceridad, pero sólo pudo ver la coronilla llena de cabello rubio. Él siguió dejando besos y comenzó a moverse suavemente, sacando y metiendo su polla con movimientos lentos y circulares. Ella se mordió el labio, intentado no gemir. Pero las sensaciones eran muy buenas.

—Luna..

Ella abrió los ojos, sin saber cuándo los había cerrado. Naruto la observaba fijamente mientras se seguía moviendo tan tortuosamente lento.

— Te amo, y quiero que seas mi compañera.

Hinata retuvo la respiración y lo miró sin parpadear, sin poder evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas. Ella guardó silencio mucho tiempo, porque Naruto se detuvo, frunció el ceño mientras ella movía la boca sin que una palabra saliera de allí. Él mal interpretó su silencio cuando salió de su cuerpo de un tirón, y la soltó alejándose más rápido de lo que ella pudo reaccionar. Hinata se sentó en la cama, sintiéndose vacía y fría sin Naruto contra ella, observando que él se sentó dándole la espalda.

— Entiendo—, fue lo último que dijo antes de levantarse y salir rápidamente de la habitación totalmente desnudo.

— Naruto —, lo llamó con un susurró cuando él cruzaba la puerta de la habitación —. ¡Naruto!— grito cuando escucho que abría la puerta de su departamento.

Pero él jamás volvió a la habitación.

Continuará...