🌙 Aullidos de Amor 🌙

Hinata se despertó sobresaltada por los fuertes golpes en la puerta de su casa. Se incorporó, el placentero sueño volando lejos de ella cuando notó que Naruto gruñía a su lado al sentarse en la cama.

-¿Qué sucede?- preguntó con la voz arrastrada por el cansancio.

Naruto no había mentido cuando le había dicho que la follaría duro, ella sentía que sus piernas eran inservibles, pero no sentía ningún dolor. Subió las sábanas para cubrirse los pechos mientras Naruto agitaba la cabeza, como si quisiera sacarse la espesa neblina del sueño. Ella aún no sabía qué día era, ni mucho menos la hora, pero ese pensamiento se escapó de ella cuando miro la ancha espalda de Naruto mientras él se sentaba mirando hacia la puerta.

Su boca cayó abierta mientras veía las marcas largas y serpentiantes, con un poco de sangre bordo seca. Cerró su boca y tragó saliva, sabía que ella había provocado esas marcas, pero no podía creer que él no se quejara por eso.

Los golpes en la puerta, duros e incansables, le sacaron de esos pensamientos. Apretó la sábana en su cuerpo mientras Naruto se levantaba y caminaba hacia la puerta, ella apreció la vista pero gruñó cuando la mano de él se apoyó en el picaporte. Eso hizo que Naruto se detuviera en seco y la mirara por arriba de hombro, con una ceja alzada.

Ella mostró los dientes, con obvio disgusto.

-¿Planeas abrir la puerta así?- gruñó casi toda la frase, era un poco extraño y sus brazos reventaron en piel de gallina por la vibración.

Naruto frunció el ceño y bajó la mirada.

-¿Qué tiene?- preguntó con obvia sorpresa.

Ella odio darse cuenta que para él parecía normal andar como Dios lo había traído al mundo, y se movió antes de darse cuenta que lo hacía. Saltó de la cama, totalmente desnuda y apoyó su mano en ancha cadera.

Naruto frunció todo su cara y gruñó.

- Cúbrete-, gruñó mientras los golpes volvían desde la puerta.

Hinata alzó una ceja y sonrió de lado al darse cuenta que él parecía tener el mismo problema que ella hace sólo unos segundos.

- Hinata -, gruñó con obvia amenaza -. Vuelve a la cama y cúbrete.

Ella apretó los labios y agitó su cabeza con una negativa, manteniéndose firme aunque su cuerpo tembló con su tono duro y demandante. Naruto se alejó un paso de la puerta y la miró fijamente, él bajó el rostro, con la mirada fija en ella. Su estómago se apretó por la forma en que la miraba, parecía un depredador que había encontrado una presa suculenta e indefensa. Apesar de eso, Hinata levantó la barbilla con insolencia.

- No necesito cubrirme, si tu no lo haces.

Naruto, que se había estado acercando con pasos lentos y medidos, se detuvo y la miró ceñudo. Él abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por un par de golpes más en la puerta. Gruñó mientras daba una mirada a la puerta cerrada, para luego volver a mirar hacia ella.

-Hinata, no estamos para juegos. Cúbrete de una vez.

- No lo haré, si no lo haces-, dijo testaruda mientras cruzaba sus brazos bajo sus pechos.

Los ojos enojados de Naruto bajaron rápidamente a los picos que eran sus pezones en ese momento y gruñó desde su garganta. El calor se esparció por sus ojos claros, pero él agitó la cabeza, para luego volver a su rostro. Se quedó mirándola unos segundos, pero lo que sea que estaba pensando se le olvidó cuando volvieron a golpear la puerta.

- Maldita sea-, murmuró. Se volteó y gritó hacia la puerta:- ¡Ahora va! ¡Deja de golpear!

Los golpes se detuvieron, pero Hinata no se movió de su lugar. Naruto largo un suspiró de hastío y se pasó su mano por sus cabellos rubios. Él entrecerró los ojos, para luego moverse y levantar la tela había estado usando antes de que tuvieran su encuentro. Hinata se dió cuenta que era una larga toalla blanca, y se relajo un poco cuando vio que cubría parte de su perfecto cuerpo. Él se volvió y abrió los brazos.

-¿Contenta?- gruñó con una ceja alzada. Hinata lo observó con los ojos entornados -. Ahora ¿podrías cubrirte antes de que un macho te vea desnuda?

- No estoy totalmente satisfecha, pero eso servirá -, le respondió sin bajar su barbilla altanera.

Naruto gruñó como respuesta mientras ella se movía a su maleta , que aún mantenía la mayoría de sus cosas. Sacó un camisón y se lo pasó por la cabeza, y se volvió con una sonrisa hacia Naruto. Hizo el mismo ademán que él le había hecho.

-¿Contento?

- Hinata...-, gruñó un poco más de enojado.

Ella quiso reír. Si, se había cubierto, pero ese camisón era corto y apenas cubría sus pechos. Se encogió de hombros y camino tranquilamente a la cama y se sentó allí, cruzando sus piernas y apoyando sus manos para tener el cuerpo un poco hacia atrás, alzando sus pechos.

- Estoy cubierta-, dijo suavemente con una sonrisa que no pudo ocultar.

Ella simplemente no podía evitar jugar un poco con Naruto, él se tensó, pero sólo le mostró los dientes para volver hacia la puerta. La abrió de un tirón y Hinata notó como toda su espalda se endurecía, cada músculo se tensaba.

-¿Qué haces aquí?- gruñó.

-¡Hey Naruto!- habló una voz profunda que Hinata no pudo identificar-. Vine a ver cómo se encuentra la hembra, lamento que esos renegados se hayan podido inmiscuir en mis terrenos. Te aseguro que el culpable ha sido castigado-, su voz se profundizó en el último comentario.

Hinata notó como los dedos de Naruto se apretaban en la puerta, jamás dejó que el hombre que hablaba ingresará a su casa. Ella se sentó más recta al escuchar las palabras, más curiosa que otra cosa. Naruto simplemente gruñó.

-Mmhm-, murmuró la voz masculina-, creo que llegamos en mal momento, Morena.

Hinata se levantó de golpe al saber que al parecer había una mujer. Su mal humor subió como leche hervida al imaginar los ojos de la mujer comiendo el torso desnudo de Naruto. Camino hacia la puerta y quiso empujar a Naruto a un lado, pero él no se movió.

-Hinata vuelve a la cama-, gruñó la orden mientras tiraba su brazo hacia atrás ,intentando sacársela de la espalda.

Hinata no quiso hacerlo, pero apretó las uñas afiladas en su brazo y gruñó, sintiendo un pinchazo en sus encías. Las ganas de golpear algo creció en su interior y su piel hormigueo. Ella jamás habia sido una mujer violenta, pero terminó golpeando la espalda de Naruto para ver a la mujer.

- Sal de mí puerta-, gruñó ella.

Naruto apenas se quejó por el golpe y se giró para cerrar sus brazos en su cintura, la levantó y la pego a su cuerpo, dando unos pasos más dentro de la cabaña. Hinata cerró sus dientes en su pecho, mordió y no le importó sentir el gusto cobrizo de la sangre, en todo caso le gustó el sabor de Naruto. Él gruñó, su nariz vibró junto con su torso al tenerla pegada a su piel. Ella lo soltó cuando chilló al sentir escozor en su trasero.

- ¿¡Acabas de azotar mí trasero!?

- Comportarte -, murmuró él.

Hinata levantó la mirada hacia él y arrugó sus labios, mostrando los dientes. Quería matar algo, pero rápidamente cambio su idea al ver el calor en los ojos celestes de Naruto. Ella tensó su cuerpo cuando escucho un gruñido y su cabeza giró hacia el sonido.

Su boca se abrió un poco al ver un enorme hombre, uno tan grande como Naruto en la puerta de su casa. Casi ocupando toda la apertura, pero no le dio mucha atención al ver una pequeña mujer al frente de él. Ella apenas llegaba hasta la mitad de su torso, probablemente Hinata era un poco más alta que la mujer. Ella llevaba un largo tapado negro, que parecía de piel. Allí notó que tenía pequeños copos de nieve pegados en su cabeza.

-¿Quién eres tú?- preguntó Hinata con voz algo Inhumana.

La mujer alzó una ceja de color castaño y dió un paso más hacia el interior de la cabaña.

-Hola Hinata, soy Tenten y seré tu maestra-, la voz de la mujer era profunda para alguien de su tamaño.

-¿Disculpa?- gruñeron Naruto y Hinata a la vez.

La mujer no se inmutó por los tonos duros de ambos.

Ella ingresó más en la cabaña y se sacó el largo tapado, mostrando que tenía un largo vestido negro de lana. Su cabello estaba recogido con un moño muy ajustado. Tenten se tomó su tiempo, para dejar el tapado a un lado de la puerta, él hombre seguía ocupando casi toda la apertura.

- Fui transformada a los 15 años, con casi 40 años puedo darte algunos consejos para lo que pasara tu cuerpo. No es lo mismo nacer de esta forma, que ser transformado-. Ella se volvió, una sonrisa triste tiró de la comisura de sus labios-. ¿No quieres saber lo que te espera? ¿Podrías matar a tu compañero si no estás entrenada?

-¿Compañero?- murmuró Hinata mientras sentía que el cuerpo de Naruto se tensaba.

Tenten alzó una ceja, su mirada oscura por primera vez haciendo contacto con Naruto y alzó una ceja. Una pregunta silenciosa.

Naruto se aclaró la garganta.

-Mmm.. no a habido tiempo...- respondió a la pregunta con un suave murmullo.

La diversión se cruzó por el rostro de la bonita y menuda mujer.

-Oh, si.. Lo imagino-, gruñó suavemente, asombrando a Hinata. Tenten bajó la mirada al pecho de Naruto y luego fue rápidamente a la boca de Hinata. Ella frunció el ceño, su cuerpo se tensó -. Niña, si no quieres quedar enganchada con un macho que no conoces, te conviene alejarte ahora.

Las extremidades de Hinata tuvieron un pequeño espasmo por el tono de la mujer. Tenten había hablado suavemente, pero hizo que su cuerpo se moviera sin que ella lo notará. Soltó a Naruto y dió un paso hacia atrás, dándose cuenta que ella lo mantenía pegado a su cuerpo y no era al revés.

La mujer sonrió satisfecha, pero Naruto gruñó.

- Jamás dañaría a Hinata -, juró con voz profunda.

Tenten volvió su oscura mirada hacia Naruto, Hinata se tensó pero ella sólo observó su rostro con una frialdad tal que tuvo un pequeño escalofrío.

- He escuchado esas palabras antes, de otro macho hacia otra hembra -. Tenten volvió sus ojos hacia Hinata, ella no sonrió, nada parecía poder perturbar su rostro helado, a pesar de su piel morena-. Las palabras vuelan tan rápido como el viento se lo permite, pronto lo aprenderás, Hinata.

Hinata sólo pudo observarla con los ojos abiertos de par en par.

Continuará....