Aullidos de Amor

Naruto sonrió de manera algo forzada al ver a la niña frente a su mesa en el bar del pueblo.

Conocía a Sara desde que se había mudado a Konoha, ella siempre había sido una niña tímida. Hija del dueño del hostal, siempre tenía una sonrisa para todos. Era una chica dulce... Pero seguía siendo una niña para él, aunque había empezado a sentir ese aroma de mujer en ella desde la anterior primavera. Conocía lo que provocaba en la chica, lo podía sentir con su olfato, pero jamás la vería de esa forma. Ni él, ni su lobo estaban interesados en la pequeña Sara.

Ella no tenía el fuego que necesitaba Naruto en una mujer...

— Hola Naruto— lo saludo tímidamente mientras le daba una leve mirada con sus grandes ojos verdes.

— Hola Sara— le respondió mientras observaba su postura sumisa.

Con la mirada a la mesa, sus mejillas sonrojadas y sus manos en su espalda. Era un pequeño bocado dulce... Algunos años atrás, si hubiera sido más joven, no habría dudado en tener una probada. Pero ahora era un hombre, no un joven guiado por su polla y los instintos de su lobo.

—¿ Puedo sentarme?— murmuró suavemente.

Naruto hizo una mueca. ¿Cómo podría rechazar a la niña sin herir sus sentimientos? Era un lobo, un lobo alfa, y no tenía problemas en decir lo que pensaba. Pero eso no lo convertía en un ser insensible.

Se mojó los labios, sin saber qué contestar a su pregunta. Sara pareció interpretar su silencio como una aceptación ya que se sentó en la silla frente a él. Había un plato de comida que apenas había tocado y una botella de cerveza ya vacía. Se dijo que no sería malo tener la compañía de Sara mientras cenaba. Él sabía que necesitaba un poco de paz, tal vez alguna distracción de sus pensamientos que iban, una y otra vez, hacia Hinata.

—¿ Cómo va la escuela, Sara?— preguntó para distraerse mientras tomaba su tenedor y pinchaba el filete en su plato.

Él observó la sonrisa de Sara, y en su mente brilló por un momento la sonrisa que le había dado Hinata justo antes de envolver sus dulces y rosados labios en su...

— Termine la escuela hacia un tiempo, Naruto. Tengo 21 años ¿recuerdas?

Naruto parpadeo y la miró algo asombrado, su recuerdo reventándose como una burbuja.

—¿21 años, ya?

Él cortó su carne y se lo llevó a la boca, comiendo lentamente. En realidad, le importaba muy poco la edad de la chica, sólo quería que ella siguiera hablando para mantenerlo lejos de sus ganas de volver con Hinata. De ir a su cabaña y hacerle entender que ella no tenía que alejarlo. De follarla hasta dejar sin sentidos a ambos, saciarla hasta que a ella se le fueran las ganas de sacarlo de su casa.

— Si, recién cumplidos. Hace una semana.

Naruto miro la cara de Sara, su piel blanca y limpia, sus mejillas sonrojadas y como mordía levemente su labio inferior. Ella era bonita... Pero su sangre no corría más rápido por tenerla cerca, su lobo apenas la registraba mientras hablaba o estaba cerca. Su polla... bueno, ella estaba alzada como mástil, pero eso lo relacionaba más a su celo y los pensamientos que surgían de Hinata en su cama.

— Feliz cumpleaños —, la felicitó con una sonrisa que no llego a sus ojos.

No quería hablar, sólo quería que ella lo hiciera para no pensar.

—¡Gracias!— le contestó alegremente, su rostro iluminandose deliciosamente.

Sus ojos quedaron clavados en ella, pero en realidad no la veía. Estaba pensando en Hinata y la forma que le había sonreído cuando le había llevado un bocado en medio de la noche. Su voz musical y alegre cuando no lo estaba regañando.

Parpadeo cuando notó que Sara le estaba hablando y él no estaba escuchando una palabra. Se agitó mentalmente para escuchar.

—.. claro, y me preguntaba si querrías. ¿Qué dices?

— Bueno...

Naruto dudó, él no sabía lo que le había dicho y no quería parecer un imbécil al decirle que no le había prestado atención. Abrió y cerró la boca como pez fuera del agua, buscando las palabras mientras Sara lo observaba expectante. Pero el timbre lo salvó de contestar.

Su teléfono comenzó a sonar desde su abrigo que estaba colgado en el respaldo de su silla. No pudo evitar mostrar el alivio en todo su cuerpo tenso y sonrió a Sara.

— Lo siento, debo contestar —, dijo mientras buscaba el aparato.

Su ceño se frunció cuando vió el remitente, no sabía si contestar, pero le dió una leve mirada a Sara, y se dijo que necesitaba hacerlo. Con una sonrisa tensa acepto la llamada y se lo llevó a la oreja.

—¿Hola?

La música sonó a todo volumen del otro lado, provocándole una mueca por su sencible oído.

—¡Ey, Naruto!

Reconoció la voz de Shino del otro lado, y frunció el ceño. El número era de Sai, y era muy extraño que el chico de gafas lo llamara desde allí.

—¿Shino? ¿Está todo bien?— preguntó algo preocupado, observó a Sara y notó como ella alzaba las cejas, con algo de sorpresa.

— Naruto... hay problemas —, la música no lo dejaba escuchar perfectamente, pero había entendido lo último que había dicho.

—¿Qué sucede, amigo?— pregunto cada vez más preocupado.

Un pitido se oyó desde su audífono y frunció el ceño más marcadamente mientras separaba el aparato de su oído para verlo. Se mostraba una llamada entrante y una extraña sensación se apoderó de su estómago al ver de quién era.

— Shino, debo atender la otra llamada—, se disculpó rápidamente.

Sólo llegó a escuchar el " ¡Espera! " del otro lado, antes de aceptar la segunda llamada.

—¿Señorita Hyuga?— preguntó en forma de saludo queriendo aparentar indiferencia, sonriendo suavemente a Sara.

Pero lo cierto es que su corazón se apretó y sus latidos fueron un poco más duros con sólo la idea de escuchar su voz una vez más. Hasta su lobo, que había estado ofendido con él hasta el momento, pareció levantar la cabeza y querer escucharla... Tampoco le pasó desapercibida la pequeña mueca de disgusto que hizo la niña frente a él.

Pero todo perdio su importancia cuando escuchó la respiración agitada del otro lado. Su oído se agudizó y pudo escuchar murmullos de pisadas contra la nieve.

—¿Naruto?— su voz agitada y murmurada pero desesperada.

—¿Hinata? ... ¿Hinata? ¿Qué sucede?— preguntó, casi gruñendo porque no le contestó lo suficientemente rápido.

Se levantó, olvidando su plato de comida y a la niña en su mesa, tomado su abrigo y listo para correr a ella si era necesario.

— Naruto.... ayúdame, por favor..

Continuará...

Muy bien! Aquí están los saludos que me faltaban del capítulo anterior 😁
RosaBellCarmonaCampo Muchas gracias por la paciencia. También para NefyOlivares Que fueron pedidos en el capítulo 20, si no me equivoco. Lo siento, estaba tan emocionada por subir el capítulo, que simplemente se me pasó por alto. Un enorme beso y abrazo también para Bombita2809 y MarthaElenaGutierrez.

Gracias a todos por confiar en que volvería 💕 Los amo a todos 🥰😘

Extrañaba está sensación de escribir y esas ansias de subir rápidamente el capítulo XD

Ahora, verán que la maldad no se me ha quitado jajaja ya que deje en capitulo en lo mejor 😉.. Mañana habrá actualización?

Probablemente (?) 😘