Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12

🌙 Aullidos de Amor 🌙

Capítulo 12

Hinata frunció el ceño mientras miraba por la ventana de la cocina y esperaba que la leche se calentará en la cocina. Ella escuchó la risa de algunos de las hombres que trabajaban en el baño, dándole los últimos toques que supuestamente necesitaba. Naruto se había ido casi todo el día después del momento lleno de tensión sexual que habían compartido apenas se habían visto esa mañana.

Hinata volvió a suspirar mientras tomaba otra taza para preparar café con leche para los hombres que trabajaban en su casa. Ella no lo había pensado, pero Naruto le había comprado hasta muebles, utensilios de cocina y hasta algunos alimentos que no necesitaban refrigeración. Después de llevar a dentro sus dos maletas, que le ayudo el enorme hombre llamado Shino, y de haber arreglado unas pocas cosas ya no sabía que hacer. Les hizo una comida rápida a los hombres, que ellos agradecieron. Después de limpiar la cocina y que ellos volvieran al baño, ella estaba de nuevo sin saber qué hacer. Durmió una pequeña siesta en el sofá cama que Naruto le había comprado y cuando se despertó se concentró en hacer algo para la merienda.

La cocina se llenó del aroma característico del café y galletas caseras de vainilla, eran sus favoritas. Sacó un plato y puso las galletas tibias para que se terminarán de enfriar y sacó varias tazas para servir el café casi listo.

Ella podía escuchar como los hombres guardaban las herramientas mientras charlaban animadamente. Sintió sus mejillas algo calientes cuando escuchó una voz profunda de uno de los hombres mientras salía de la cocina y se acercaba a la puerta del baño.

— Será emocionante volver a ver a Mei, ella es caliente y fogosa...

— Suertudo..

Hinata hizo una mueca, los hombres estaban hablando de mujeres en su baño.

—¿Sabes si Naruto irá a la fiesta?

Ella se detuvo cerca de la puerta abierta, más curiosa que otra cosa.

— Creo que Shion está ansiosa por verlo de nuevo.

Hinata se asombró al escuchar un gruñido.

— Naruto no quiere saber nada de ella. Sabes que la última vez ella hizo una jugada sobre él que no le gustó. Naruto no quiere asentarse.

— No sé porqué se hace el exquisito. Shion es caliente y una buena hembra. Me sorprende lo que ella hizo de todos modos, creí que era más estilo sumisa.

Hinata alzó una ceja, ¿Qué quería decir con eso?

— Naruto dijo...

Hinata saltó y los hombres se detuvieron de hablar cuando la puerta de la casa golpeó contra la pared de madera. Se volvió hacia esa dirección, con los ojos abiertos de par en par y el corazón agitado. Ella volvió a respirar cuando vió a Naruto abajo del umbral. Pero cuando su corazón comenzó a tranquilizarse, su cara se calentó.

Naruto la observaba con una ceja alzada. Había sido atrapada escuchando la conversación de sus amigos.

— Naruto. Ya estábamos guardando las cosas—, habló uno de los hombres saliendo de la pequeña habitación.

El hombre de anteojos siguió la mirada de Naruto y ella observó que él abría levemente los ojos tras las gafas.

El silencio se hizo pesado mientras Hinata era atacada por las miradas pesadas de ambos hombres que fácilmente podrían aplastarla con sus dedos si querían. Habría pensado que estaría asustada por una situación como esa, pero no fue el caso.

Hinata levantó una ceja y apoyó la mano en la cadera para mirar al hombre que estaba en la puerta del baño.

— Antes de que se vallan, pasen por la cocina. Les preparé café con leche y unas galletas —. El muchacho parpadeó, algo aturdido y asintió. La mirada de Hinata fue hacia Naruto y entre cerró los ojos—. La próxima vez, golpea la puerta—, el rubio alzó la ceja y abrió la boca, pero ella no lo dejó terminar:— ¿Quieres café? Tengo cosas que hablar contigo.

Ella no esperó respuesta y caminó hacia la cocina, entró y dejó que la puerta se cerrará a su espalda. Maldijo y corrió a la estufa cuando notó que la leche estaba hirviendo y derramándose. Cerró el fuego e hizo una mueca al ver casi toda la leche derramada.

Hinata levantó la mirada cuando la puerta volvió a cerrarse y notó como los ojos color del zafiro de Naruto observaba como ella había acomodado un poco las cosas a su gusto. Hasta ella llegó el ruido de él olfateando.

— Que bien huele. ¿Son galletas?— preguntó para luego acercarse a la mesa y dejar un bidón grande y blanco sobre ella.

—¿Qué es eso?— preguntó mientras miraba con el ceño fruncido a Naruto que tomaba una de sus galletas y le daba un mordisco.

A penas pudo reprimir morderse el labio cuando Naruto gimió mientras comía la galleta.

— Delicioso—, murmuró mientras abría grande la boca y comía todo el resto de la galleta de una sola vez.

Hinata se mojó los labios secos y se movió para preparar una taza de café para Naruto.

— Esta es la nafta para el transformador. Lo necesita para darte electricidad unas horas más—, le contestó mientras escuchaba que él sacaba una silla y se sentaba.

Hinata preparó para ambos una taza y se volvió. Caminó hasta dejar la taza frente a él mientras masticaba más lentamente una galleta, sus ojos clavados en ella.

Hinata sonrió mientras se quedaba parada y apretaba ambas manos en la taza de cerámica caliente.

— Quería agradecerte por preocuparte por todo. Iba a comprar hoy los víveres y algunos muebles. ¿Piensas en todo?

Hinata tragó un poco del café mientras notaba como sus ojos se volvían más oscuros mientras seguía observándola fijamente.

— Por algo soy el jefe—, contestó Naruto con voz profunda.

Hinata apretó los muslos cuando sintió que su voz la afectó más de lo que pensaría. Su cuerpo reaccionó a su timbre como le había pasado con el mensaje de voz de WhatsApp. Pudo sentir como sus pezones se endurecieron contra la tela de su sostén, y su braga se mojó.

Se mordió el labio mientras le daba la espalda y se movía para sentarse en una silla alejada.

Quería ocultar como su cuerpo reaccionaba a él.

— Comprendo—, murmuró algo apenada por su tonta reacción al ver cómo la mirada de Naruto ahora estaba en la taza—. Deberías decirme cuánto dinero debo reponer.

— No te preocupes por ello—, contestó aún mirando a la taza entre sus grandes manos.

Hinata frunció el ceño.

— De eso nada. Pásame los tickets y te pagaré.

Naruto se encogió uno de sus grandes hombros y tomó un sorbo de su taza. Estiró una de sus manos para agarrar una galleta y volvió la mirada hacia Hinata con una leve sonrisa.

— No me quejó si quieres pagarme con estás—, su voz estaba llena de diversión y hasta le guiño un ojo.

Hinata sonrió aunque su cara se calentó cuando un pensamiento paso por su cabeza.

" Te daré mí galleta en cualquier momento..."

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro