El motel sangriento
La noche siempre ha sido la protagonista de los peores hechos de sangre que podamos imaginar. Ya sean en la literatura o en la vida real, cohabitan entre nosotros las criaturas y monstruos más voraces y sanguinarios que son capaces de cometer las peores atrocidades; me atrevería a decir que son peores que los maleantes literarios que atrapó, pero creo que estaría exagerando. No obstante, no cabe duda que estas criaturas están siempre al acecho esperando el leve descuido para dejarnos sin vida ¡Uffff! De sólo pensarlo se me eriza la piel. Recuerdo una vez un particular caso. Como siempre andaba corto del bolsillo y necesitaba pagar algunas deudas, ya saben, alquiler, comida y el salario de la atolondrada de Mixhit. En fin, una noche recibí una extraña llamada para un nuevo caso, pero en esta oportunidad no era mi área de investigación. Era en relación a unas extrañas desapariciones de personas que habían estado ocurriendo en un apartado lugar de ciudad "Letraría", un pueblito que llevaba por nombre "Ainavlisnart" a primera oída pensé en rechazar el pedido, el nombre de aquel lugar me daba muy mala espina, sin embargo aquella voz algo tétrica debo decir, me dijo algo que deleitó mis oídos: Vacaciones pagadas y me dije a mi mismo que a nadie le amarga lo dulce y como detective literario podría poner en práctica mis habilidades para ayudar a resolver este nuevo mistero, además que está vez si me pagarían. Que mayor incentivo que ese para embarcarme en una nueva aventura, así que gustoso le di una respuesta afirmativa al cliente desconocido y como que era una invitación para dos. Decidí llevar a mi asistente neogótica, imaginé que podría ser de ayuda...
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La carretera estaba como boca de lobo con todo y los colmillos. Pese a la enorme y espeluznante luna llena, no lograba visualizar nada debido a una inexplicable neblina que parecía un velo, sentía que llevaba al volante muchas horas sin poder llegar a sitio acordado, a decir verdad mis ojos estaban cansados. Miré de reojo "a la peor es nada" de Mixhit que dormía plácidamente en la parte trasera del auto. Bueno gracias a sus ronquidos de camionero grasiento pude continuar despierto todo el viaje. Traté de apaciguar su ruido gutural sintonizando alguna estación de la radio, pero sólo se oía una extraña estática. Lo apague resignado a seguir escuchando a Mixhit. Al cabo de unos cuantos minutos se encendió la radio, el reloj del tablero marcaba exactamente la medianoche. Un repentino escalofrío me arropó, mientras mi asistente se despertaba de manera imprevista, fue cuando lo vi. Allí de la nada podía observar el motel "El descanso eterno" vaya nombrecito, pensé para mis adentros, aunque por su estructura antigua y apariencia fantasmagórica, el nombre le venía como anillo al dedo. Todavía no me podía sacar de la cabeza como no había reparado en el motel, lo que luego atribuí al cansancio.
-Es aquí -dije a Mixhit que miraba por la ventana con lo ojos abiertos de par en par.
--¿Está seguro? -murmuró-. Aún podemos dar la vuelta en retirada, jefe. Este lugar parece un matadero y lo menos que deseo es hospedarme aquí.
Aunque tenía algo de razón en su apreciación, no era suficiente motivo para abandonar el lugar. Así que me bajé del auto, cogí mis cosas y me enfilé a la recepción del motel. Mixhit me seguía de cerca casi que pisándome los talones.
Al entrar, una voz de ultratumba me sorprendió.
-Bienvenido, Detective Augusto Librón -la voz provenía de un hombre pálido de mayor altura que la mía, tanto que me vi obligado a levantar la vista para verlo a detalle, algo más que pude apreciar fue su vestimenta sombría , pero a la moda, el extraño prosiguió -: Me da gusto que haya aceptado mi invitación. Quiero que sepa que es un verdadero placer tenerlo en nuestro motel. De momento mi socio no se encuentra, pero pronto lo conocerá.
Por un corto instante, me quedé sin palabras. Debo confesar que me sentí intimidado, casi hipnotizado al escuchar esa voz. Sólo atine a tenderle la mano, lo que fue peor, pues estaba tan helada que me hizo soltarme con brusquedad.
-Lo siento -me disculpe y añadí disimulando el desaire-: Déjeme presentarle a mi asistente, ella es Mixhit, mi colaboradora y mano derecha.
La muy tonta, estiró la mano como en cámara lenta, pero al contacto con la mano del cliente, fue como si volviera a ser ella, la coqueta de siempre.
-Es un placer conocerle, -expreso con una gran sonrisa-. ¿Señor? Perdón, pero aún no sabemos su nombre.
-Es usted una criatura deliciosa, mi encantadora niña y sí, tiene razón -habló con gentileza de caballero de alcurnia rancia, muy raro en la actualidad-, aún no he dicho mi nombre es... -hizo una reverencia- Alucard Helsing de Vladymiro y estoy para servirles.
Al escuchar ese nombre, mi instinto detectivesco literario se puso en alerta. En eso apareció, quién supuse era el socio, lo que resultó cierto al oír su nombre:
-Me alegra saber que ya está aquí, detective Librón. Se de buena fuente que es muy bueno en lo que hace. Mi nombre es Belmo Bhoro de Licaón.
"Ahora si estaba completo el panorama", pensé, pero en voz alta.
-¿Cómo dice, jefe? -Preguntó Mixhit curiosa de mis palabras.
-Claro, ¡Qué despiste el mío! ya se quienes son ustedes -Encaré con firmeza en la voz-. Les advierto, que si intentan asesinarnos, no se los se lo haré sencillo...
-¡Jefe! -Interrumpió Mixhit.
-¡Cállate y no te metas! -Interpelé-. ¿Acaso no te has dado cuenta de quienes son éstas criaturas monstruosas?
-No -respondió confundida.
-Son el conde Drácula y el hombre lobo ¿O no es así, caballeros?
La pobre Mixhit palideció al escucharme.
-¡Bravo! No cabe duda que su astucia le precede, sr. Librón -dijo el vampiresco personaje, sonriéndole a su corpulento amigo que mantenía la seriedad en su rostro-. Tiene usted, toda la razón en cuanto a nuestras identidades. Solo que no queremos asesinarlo y mucho menos a su bella acompañante. En realidad están aquí por otro motivo. Pero díganos, ¿cómo lo supo?
-¡Ah¡ Eso fue sencillo -dije-. Solo tuve que escuchar los nombres para saber que eran los anagramas de sus verdaderas identidades.
Palabras: 1039
Nota:
De nuevo Augusto en acción, esta vez algo terrorífico lo aguarda y estará acompañado de su inigualable asistente Mixhit. Esta versión es de mayor extensión. Espero sea de su agrado. Feliz noche desde Venezuela.
Atte.
Cristy Lovera
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