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Emma se encontraba en clases ya, en la mañana su rutina fue la misma, bañarse, lavarse los dientes, peinarse, vestirse, jugar con su perros, despeinarse, irse. Se había sentado en la cuarta fila, alado de la ventana, penúltimo puesto mientras que escribía inconscientemente en su cuaderno, Jessica, una de sus más queridas amigas llegaba sentándose en la mesa de enfrente de ella para mirarla con atención, Emma seguía con lo suyo, no parecía haberse dado cuenta de la presencia de su amiga.
— ¿Emma?... Tuviste que ir a la fiesta, estuvo genial, adivina quien se declaró~, bueno, estaba borracho, ¡pero de todas formas se declaró!... Luego vómito cuando lo intente besar, ¿Me estas escuchando?— Jessica parecía hablar sola, cosa que la molestaba bastante cuando se dio cuenta la presencia de los audífonos de Emma en sus orejas, tomo el celular de esta que estaba sobre la mesa y corto la música haciendo que Emma volviera a la realidad.
— ¿Me estabas hablando?... Perdón, no te escuché— Decía en total sinceridad mientras apartaba el lápiz de la hoja y miraba con atención a su amiga, Jessica se colocaba los audífonos para poner una mueca.
— Es... Musica de chelo. — Decía algo disgustada, creía que iba a escuchar algo más divertido, como electrónica o algo así.
— El chelo y el violín suenan muy distintos, es Mozart, un poco de cultura amiga. ¿Qué me decías? — Preguntaba apoyando sus codos en la mesa mirándola fijamente, Jessica volvería contarle lo que sucedió cuando ve a Aaron entrar a el salón. Aaron era el chico más popular y por ende guapo del curso, tenía una relación con Becca, su otra amiga, a la que le pertenecía dichosa fiesta, no quería admitir que sentía atracción hacia el, pero no amor. Por lo que una vez su amiga se quedo callada volvió a mirarla.
— Fue la mejor fiesta del mundo, tuviste que haber ido, por cierto. ¿Qué escribías? ¿Había tarea?— Decía finalmente Jessica mirando a su amiga, Emma puso una expresión de confusión por un momento.
— Brad no es tan buen partido. ¿Por qué te emocionas? — Decía emma para acariciar su cuaderno y mirar dudosa a su amiga, el era bastante rebelde y problemático, bromista... Infantil, muy infantil, también tenía fama de ser mujeriego. Algunos decían que no trataba bien a sus novias, y por eso terminaban.
— Querida Emma, no sabes que es el amor. ¿Ahora respondes mi pregunta? ¿Escribes una historia? —
— ¿Historia? ¿De que hablas? — Tras decir esto Emma bajaría la mirada para ver su cuaderno, estaba escribiendo algo, no se había percatado de esto hasta que se lo dijeron, algo extraño pero cierto, empezó a leer la historia recordando que era aquella que Dam le había contado para que durmiera. — Ah... Perdón, no me di cuenta que la estaba escribiendo.
— Eres extraña... — Decía la amiga para darse vuelta, Emma rodaría los ojos para volver con la mirada a Aaron dándose cuenta que su amiga ya había llegado, Becca quien se había sentado en las piernas de este gira la cabeza viendo a su amiga para saludarla con la mano. Mano que próximamente seria tomada por Aaron y acariciada por este. Emma solo movió la cabeza a el profesor que llegó hace poco.
Después de el instituto todos se dirigieron a sus casas, Emma, Jessica, Aaron y Becca iban por el mismo caminos, pues vivían bastante cerca, en el mismo barrio, solo que Becca acompañaba a Aaron a su casa.
— La fiesta estuvo genial, tuviste que haber ido Emmi... No te guardamos pizza, perdón — Decía Becca con su típica voz falsa de siempre, sin embargo Emma le respondió con la misma sonrisa falsa y voz igual.
— No te preocupes bella, que lo de la pizza solo era una broma... Y si, Jessi ya me contaba que había sido bastante buena.—
— ¿Por qué no fuiste a la fiesta? — Decía Aaron en total naturalidad mirando a Emma, entre ellos no solían hablar, Emma recordaba que el chico había estado en su vida desde los cuatro años, desde allí siempre lo seguía a todos lados, primero como amigo, luego algo más.
— Estaba... Ocupada — Decía mirando hacia el lado izquierdo, señal de que mentía, pero nadie sabía eso, levantaría la mano junto con el brazo tapando el sol que chocaba con su rostro. — Pero me alegro de que se hayan divertido. — Decía deteniéndose frente a una casa tamaño normal color azul con un patio lleno de plantas. —Bueno, yo ahora me tengo que ir, hasta mañana.— Decía despidiendose de sus amigos, sus casas quedaban un poco más adelante, todos se despidieron en un gesto con la mano para que después Emma empujara la reja de su casa y entrara a esta, al abrir su casa Waffles salio rápido, tirándose contra Emma, pero no la votaría. — Vamos Waffles, veamos series y comamos mal el resto del día — Y así hicieron, llegaron a su habitación e hicieron lo mismo de siempre, reviso un poco de las redes sociales, "Aaron" había dejado un mensaje.
— « Jessica dice que estabas muy rara hoy, me pidió que hablara contigo, ¿Qué te parece si te llamó? Bella salió a comprar »— Bella era el apodo de su amiga Becca, ante el mensaje Emma se tiro a la cama viendo a Waffles, tu perro.
— ¿Qué hago Waffles?.. Me gustaría que cagaras sobre Bella cuando venga con Aaron. Seria divertido. — Tras decir esto respondió el mensaje con un simple si, luego recibió una llamada, por lo que espero un poco a que sonara y luego respondió.
— ¿Y bien? ¿Qué es lo que sucede? La Emma que conozco habría ido a la fiesta y no le gusta escribir en receso. — La voz sonaba neutra, indiferente, sin expresión.
— Entonces no me conoces bien... No sucede nada. — Decía de la misma forma fría, por la otra llamada se escuchó un suspiro.
— Entonces no me pidas que te llamé — Tras esto corto la llamada, Emma se quedo helada, no creía la frialdad con la que la había tratado.
— Waffles... Un nuevo plan, cagale a los dos. — Decía despegando finalmente el celular de su oreja. Luego sonó algo, mensaje de "Dam" por lo que abrió este.
— « ¿Volvió la luz? » — Una vez vio este mensaje escribía y borraba la respuesta, no sabía el porqué lo hacia, tampoco tenía claro que responderle, quizás era el nerviosismo pasado anteriormente.
— « En efecto. ¿Cómo estás? » — Waffles se acercaba a Emma, tirándose en sus piernas, acto que hacía que esta lo acariciara con ternura mientras esperaba respuesta en el mensaje, aparecía escribiendo y escribiendo, a pesar de haber estado en la misma situación unos 30 segundos para ella estos se intercambiaron en minutos.
— « Bien, la verdad de maravilla, hace poco me mude y creí que todo iba a ser malo, pero por el contrario, tengo vecinos de maravilla, y la casa es hermosa, también el Instituto es genial, aunque estoy algo adelantado en la materia, de todas formas no me afecta en nada. Pero bueno, ya hablamos mucho de mi, ¿Qué tal estás tú? » — Al leer este mensaje se quedó un rato pensando la respuesta, no quería admitir que todo había terminado mal ese día. Pero estaban en redes sociales, podía mentir.
— « También super bien, Aaron hoy me invitó a salir. Estoy muy emocionada.~ » — No sabía si enviar el mensaje o no, pero finalmente lo hizo, un sentimiento de arrepentimiento se apoderó de esta. No era verdad. Aaron ni siquiera se fijaba en ella.
— « ¿Aaron? ¿No me habías dicho que era el novio de tu amiga? » — Al leer el mensaje Emma se muerde el labio, le decía muchas cosas el, tenia que inventar algo rápido.
— « No, no ese Aaron, ya sabes es un nombre muy común, estoy saliendo con otra persona, bueno, tengo que irme, ya sabes la cita.~ ¿Mañana hablamos? » —
— « Mañana hablamos, en realidad había practicado una canción con la guitarra, esperaba poder enviartela, pero te deseo suerte en tu cita. » — Tras esto Emma apago su celular y lo lanzó a la almohada de su cama, miro a su perro de forma decepcionada.
— « Waffles, ¿Por qué no puedes ser mi novio sexy?... Yo se que me quieres. » — Acariciaba la cabeza de este para luego reír, waffles, al escuchar esto se tira a los hombros de Emma gracias a que esta estaba sentada.
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